Un “empresario” vinculado al Partido Comunista Chino y acusado de espionaje logró ganarse la confianza del hermano del rey Carlos III. El duque de York lo nombró asesor de negocios y le otorgó acceso a su círculo íntimo
FOTO DE ARCHIVO: El príncipe británico Andrew, duque de York, asiste al servicio del día de Navidad de la Familia Real en la iglesia de Santa María Magdalena, mientras los miembros de la realeza residen en la finca de Sandringham, en el este de Inglaterra, Gran Bretaña, el 25 de diciembre de 2022 (Reuters)
Fuente: infobae.com
Un hombre de 50 años que decía ser empresario, identificado como presunto espía chino y vinculado a la familia real británica, ha sido vetado de ingresar al Reino Unido por motivos de seguridad nacional, según informó la Comisión de Apelaciones de Inmigración Especial (SIAC, por sus siglas en inglés) el jueves. El hombre, cuyo nombre no se ha divulgado, mantenía una estrecha relación con el príncipe Andrew, duque de York, quien lo nombró asesor de negocios y le otorgó acceso a su círculo más cercano, incluyendo invitaciones a eventos como su fiesta de cumpleaños y el acceso a la residencia real de Windsor.
Documentos revelados durante la audiencia mostraron que el presunto agente tenía permiso para actuar en nombre del duque en la búsqueda de socios e inversores en China para proyectos internacionales, incluido un fondo financiero conocido como Eurasia Fund. En uno de los documentos, fechado en octubre de 2022, un asesor cercano al duque, Dominic Hampshire, confirmó que el empresario tenía autorización para representar al príncipe en estas negociaciones, de acuerdo al diario The Times de Londres.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
En otra carta de marzo de 2021, también firmada por Hampshire, se destacó la confianza especial que el duque depositaba en el empresario, afirmando que este ocupaba “la cima de un árbol al que muchas personas desearían pertenecer”. Además, el texto señalaba que bajo su guía, lograron sortear la supervisión de antiguos secretarios privados y facilitar discretamente el ingreso de personas a la residencia de Windsor.
Presunta actividad de espionaje
El MI5, servicio de inteligencia del Reino Unido, descubrió que el empresario era miembro del Partido Comunista Chino y trabajaba para el Departamento de Trabajo del Frente Unido, una agencia del gobierno chino conocida por recopilar inteligencia. En 2021, las autoridades británicas descargaron información del teléfono móvil del empresario cuando fue detenido en la frontera bajo las leyes antiterroristas.
Entre los hallazgos, se encontró un documento titulado “puntos principales de conversación” para una llamada con el duque, en el que se describía al príncipe como estando en una “situación desesperada” y vulnerable, lo que lo haría propenso a aceptar cualquier oferta de apoyo.
Asimismo, el dispositivo contenía cartas dirigidas al Departamento de Trabajo del Frente Unido en Beijing y mensajes que identificaban al empresario como representante en el extranjero de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano político asesor del gobierno chino.
Amenaza a la seguridad nacional
La SIAC determinó que el “empresario” no proporcionó una explicación completa y abierta sobre su relación con el príncipe Andrew, calificándola de tener elementos “encubiertos y clandestinos”. Además, las autoridades señalaron que el sospechos había minimizado sus vínculos con el Departamento de Trabajo del Frente Unido, lo que, combinado con su relación con el duque, representaba una amenaza significativa para la seguridad nacional.
El juez Charles Bourne, en su fallo, subrayó que el hombre había ganado un nivel inusual de confianza por parte de Andrew, quien, en un contexto de considerable presión personal, podría haber sido vulnerable a la influencia indebida.
El presunto espía comenzó su carrera como funcionario público en China antes de mudarse a Londres en 2002 para realizar estudios de posgrado. En 2005, fundó una empresa dedicada a asesorar a empresas británicas sobre relaciones comerciales con China. En 2013, obtuvo permiso de residencia indefinida en el Reino Unido.
El caso resalta las preocupaciones crecientes sobre las actividades de espionaje chino en el Reino Unido, así como las vulnerabilidades en círculos influyentes de la sociedad británica.
El “empresario” fue retirado de un vuelo de Beijing a Londres en febrero del año pasado, luego de ser informado de que el ministro del Interior estaba a punto de prohibirle el ingreso al país. Según MI5, China está llevando a cabo “campañas pacientes, bien financiadas y engañosas para comprar y ejercer influencia”, advirtió el organismo de seguridad.
De acuerdo con la información presentada ante la comisión, el empresario era miembro honorario del 48 Group Club, una organización cuyos miembros incluyen figuras destacadas que podrían ser utilizadas para fines de interferencia política por parte de China. Entre sus patrocinadores se encuentran decenas de políticos de alto nivel, incluido Sir Tony Blair. No hay indicios de que alguno de ellos esté relacionado con el supuesto espía.