Con motivo del Bicentenario de la independencia de Bolivia, la Embajada del Estado Plurinacional en Bélgica presentó oficialmente la “Cerveza Amazónica”, una creación boliviana de edición limitada elaborada en territorio belga por la cervecería Cohop-Izkay, en colaboración con maestros cerveceros locales.
Fuente: ATB
Inspirada en ingredientes ancestrales como el asaí, el maíz morado y otras esencias de la Amazonía, esta bebida celebra la conexión viva entre tradición, identidad y creatividad compartida, destaca un reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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Concebida por el chef y maestro cervecero Roberto Balderrama, la cerveza es una ofrenda sensorial que honra el alma festiva, la memoria colectiva y la resiliencia del pueblo boliviano.
“Este proyecto, fruto de una alianza respetuosa entre saberes originarios y maestría europea, refleja el excelente estado de las relaciones entre Bolivia, Bélgica y Europa, y abre nuevas formas de diplomacia cultural y económica con nuevo sentido”, destacó la Cancillería.
La presentación se realizó en el marco del acto protocolar del Bicentenario, que reunió a embajadores y representantes de más de 60 países, organismos internacionales y líderes de organizaciones sociales.
La ceremonia se convirtió en un espacio de encuentro sincero, marcado por expresiones artísticas como la interpretación de la soprano boliviana Ana Pardo y la participación del grupo folclórico Kantuta, que conectaron al público con las raíces y el espíritu diverso de Bolivia.
Durante su discurso conmemorativo, la embajadora Valeria Vilaseca trazó un recorrido histórico y espiritual del pueblo boliviano, desde la larga noche colonial hasta la afirmación actual del Estado Plurinacional.
“Celebramos la vigilia de un pueblo que jamás dejó de soñar con su dignidad. Hoy Bolivia no es solo un territorio; es un mensaje. Somos una pluralidad de naciones de resistencia, de maíz y montaña, de aguas y vientos, que no se explican solo por la geografía, sino por la cosmovisión”, expresó.
La embajadora destacó el Vivir Bien no como un programa gubernamental, sino como una filosofía milenaria que propone equilibrio entre lo material y lo espiritual, y una relación armoniosa entre la Tierra que da y los pueblos que agradecen y reciben.
En un momento cargado de sentido político y ético, la representante boliviana denunció la normalización de la desigualdad global, el saqueo del sur global y la criminalización de los pueblos que migran y resisten.
Reafirmó que la diplomacia boliviana no promueve supremacías ni jerarquías, sino reciprocidad, equilibrio y dignidad entre naciones:
“El nuevo tiempo no será propiedad de los poderosos. Será parido por los pueblos. Por las mujeres que curan, los jóvenes que marchan, las lenguas que resisten y las semillas que aún no han sido patentadas”, aseguró.
El evento fue acompañado por una muestra gastronómica que ofreció una auténtica experiencia boliviana con salteñas, chicharrón de cerdo, majadito de pato, helado de api, chuflay y la propia cerveza amazónica, permitiendo al público europeo degustar la diversidad de los sabores de la patria.