El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, cuyo poder se vio minado por la ruptura con un aliado clave, buscará una muestra de confianza de su escindida coalición en septiembre y renunciará si pierde, informó el viernes un líder de su partido.
Fabrizio Cicchitto, titular de los parlamentarios de centro derecha en la Cámara baja, dijo que Berlusconi dará a la coalición una última oportunidad de alinearse antes de dejar el puesto.
"En septiembre, Berlusconi presentará una plataforma basada en unos pocos puntos. Esperamos formar una mayoría para apoyarla y renovar la confianza en el Gobierno", sostuvo en un comunicado.
"Si no es así, no habrá más alternativa que celebrar elecciones anticipadas", enfatizó.
El presidente de la Cámara Baja Gianfranco Fini, que rompió relaciones con Berlusconi la semana pasada, ayudó a evitar un enfrentamiento con el primer ministro el miércoles al dejar que un subsecretario sobreviviera a un voto de confianza en el Parlamento.
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Pero los seguidores de Fini demostraron su fuerza absteniéndose en la votación, dejando en claro que tenían el poder de derribar al Gobierno si hubieran elegido oponerse.
Fini, cofundador del conservador Partido Pueblo de la Libertad (PDL), creó una facción disidente en el Parlamento que podría quitar a Berlusconi su mayoría, sobre todo si los rebeldes se alían con pequeños partidos opositores de centro.
Esto es exactamente lo que ocurrió el miércoles, cuando una moción de censura contra el subsecretario de Justicia Giacomo Caliendo fracasó por 70 votos.
Cicchitto no especificó en su comunicado cuáles serían los puntos de la plataforma de Berlusconi.
Sin embargo, los medios italianos especularon con que estarían centrados en una reforma del sistema judicial, los impuestos, la devolución del poder a las regiones y un programa económico para el empobrecido sur de Italia.
Cuando Fini formó su nueva facción, llamada Futuro y Libertad para Italia, dijo que "apoyaría lealmente al Gobierno cada vez que actuara dentro del marco del programa electoral", pero votaría en contra cuando no lo hiciera.
Si Berlusconi llama a un voto de confianza y lo pierde, algo que los analistas creen que puede ocurrir debido a la tensión entre el primer ministro y el presidente de la cámara, deberá renunciar.
Si un Gobierno renuncia y el presidente no logra encontrar a alguien que pueda formar otro, éste debe disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas, que a menudo se celebran dos meses después.
Reuters