Echan a gobernador de San Pedro por permitir «tours» para extranjeros

San Pedro es famoso en todo el mundo por ser una prisión atípica.

La circulación de droga en el recinto penitenciario es mostrada como común y corriente.

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Los ambientes del penal de San Pedro, en la ciudad de La Paz.

Los Tiempos

La Paz | Anf. El Ministerio de Gobierno destituyó ayer al gobernador de la Cárcel de San Pedro, coronel Luis Cerruto, y al jefe de Seguridad de este recinto penitenciario, coronel Juan Jaldín, por las crecientes denuncias de «tours» de turistas extranjeros que se realizarían a diario dentro de este centro de reclusión.

El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, aseguró que se estableció que los sistemas de control en la regulación de vistas fueron malos y eso derivó para que el Ministerio de Gobierno y el Comando de la Policía Nacional procedan al relevo y posterior repliegue de los titulares de esta repartición policial.

La autoridad enfatizó que el cambio se hizo con el propósito de mejorar la seguridad y administración, además de la rehabilitación y reinserción de los privados de libertad en el interior del penal.

Según versiones de algunas personas que operan como «guías turísticos», los turistas, procedentes de varios países, pagan entre 100 bolivianos a 200 dólares por ingresar al penal a conocer la vida que llevan los más de 1.000 reos que existen en San Pedro. Otros aseguran que incluso compran droga al interior de este penal.

Algunos de ellos, que no quisieron ser identificados, manifestaron que el dinero que se obtiene por este insólito turismo va destinado en partes, una para el gobernador y otra para los policías e incluso para los internos.

Turistas españoles, argentinos y europeos manifestaron a varios medios de comunicación que escucharon de este recorrido en sus países e incluso en Uyuni, y se conoce que agencias de turismo que operan en La Paz recibieron consultas sobre este tema.

Se conoce incluso que el amigo de Thomas Mc Fadden, un norteamericano que fue condenado a cuatro años de prisión por tráfico de drogas, escribió un libro sobre la vida en esta prisión donde los reos pueden vivir con sus familias, razón por la cual el famoso actor Brad Pitt se propone producir una película en base a esa novela.

Dos autoridades carcelarias caen por presunta negligencia

Luis Enrique Cerruto y Juan Jaldín fueron destituidos por el Gobierno

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Anuncio: el viceministro Marcos Farfán, entre su edecán y Javier Macías (izq), relacionista de Gobierno

La Prensa

El Comando policial proseguirá las investigaciones sobre todos los efectivos de seguridad del penal.

Los oficiales Luis Enrique Cerruto y Juan Jaldín fueron destituidos ayer de sus cargos de gobernador y alcaide de la cárcel de San Pedro, respectivamente, y son investigados por supuesta negligencia en el control de ingreso de visitantes al penal.

En conferencia de prensa, el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, dio a conocer la decisión adoptada por el Ministerio de Gobierno y el Comando General de la Policía.

La investigación comenzó el 5 de marzo, cuando el ex gobernador Ernesto Michel fue relevado. Ese proceso de indagación no ha concluido todavía. Extraoficialmente, se supo que Michel fue cambiado de destino porque no impidió el paso de una filmadora, que captó imágenes de Santos Ramírez en su celda.

Farfán aclaró que la determinación de cesar en sus funciones a Cerruto y Jaldín no es consecuencia de las denuncias de turismo, sino porque en los días recientes los mecanismos de control de ingreso de personas al panóptico se “relajaron”.

El martes por la noche, la red televisiva Uno mostró a un grupos de europeos abandonar el reclusorio por la puerta de Gobernación a toda prisa y con los rostros cubiertos.

La autoridad admitió que la indagación correspondiente fue abierta a partir de las denuncias de turismo y que no conoce si durante la última semana hubo visitas de este tipo.

No descartó la posibilidad de que la forma pintoresca de la penitenciaría sea de interés para los turistas, ya que en sus países el estricto régimen carcelario no permite desarrollar actividades productivas como las que se hacen en San Pedro y, en general, en todos los penales del país.

Justificó la presencia de visitantes foráneos, porque hay alrededor de 100 privados de libertad extranjeros que cumplen sentencias o están detenidos preventivamente por delitos relacionados con el tráfico de drogas, quienes reciben la solidaridad y el apoyo de sus compatriotas.

El Comando General de la Policía designará a los reemplazantes en el curso de los próximos días, mientras continúa una investigación sobre todos los policías sin distinción de rango, grado o función, por lo que podrían producirse nuevas destituciones, según una fuente del Gobierno.

La red Uno mostró ayer un volante que ofrece este servicio a los turistas. Está escrito en inglés y muestra fotografías del penal para atraer visitantes y da un número de teléfono celular que permanece apagado, pues deriva cada llamada al contestador.

Los circuitos turísticos son guiados simplemente por Kenny, de quien se dice que es un ex recluso y que maneja este negocio.

Cada turista pagaría 250 bolivianos por este recorrido “de aventura”, dinero que sería distribuido entre varias partes.

Otros ojos

El 16 de febrero, El Mundo, de España, publicó que “Thomas Mc Fadden, un norteamericano que fue condenado a cuatro años de prisión por tráfico de drogas, fundó una empresa turística en la que trabajan cinco reclusos y tres agentes que ofrecen el servicio a los extranjeros que circulan” por la capital paceña.

Después de que Mc Fadden recuperara su libertad, el negocio pasó a un boliviano y de éste a Rusty Young, un australiano nacido en 1975, quien publicó el libro titulado Marching powder, algo así como “Polvo encerrado”, en el que describe la vida cotidiana en ese centro de reclusión.

El Mundo, citando a Young, refiere que “éste es el único recinto en el mundo donde los presos deben costearse el alojamiento. A mayor ingreso, mejores son las condiciones de la vivienda”. También se observa cómo unos reos hierven un “potaje” de hongos y pegamento, con el que se drogan y les “quemó los sesos”.

Lonely Planet, una guía para turistas, menciona al penal entre los atractivos turísticos dignos de visitarse al viajar por Sudamérica.

La guía describe que “la fama de San Pedro es que funciona como ninguna otra prisión. No hay guardias en el interior, los internos no visten uniformes, no hay toque de queda y los presos deben trabajar para ser capaces de costear sus gastos, que son la necesidad de alquilar o comprar una celda, Esa infame prisión es ahora mismo un lugar rudo para visitar”.

“En su interior es como un pequeño pueblo. La cárcel está dividida en ocho áreas” claramente diferenciadas por el dinero.

Otra versión del hecho

Un guardia del penal de San Pedro explicó que el destituido Juan Jaldín, quien la noche del martes fungía como responsable de seguridad, aceptó una solicitud de visita a tres internos extranjeros en un día no habitual, pues los reos reciben a sus allegados los jueves y domingos.

Canal 11 mostró las imágenes de un grupo de europeos cuando salían presurosos del panóptico.

Jaldín aceptó el pedido y el grupo ingresó en el recinto. Los reglamentos establecen que los visitantes pueden permanecer en el penal hasta las 20.00.

Según la versión, los viajeros se excedieron unos minutos (no precisó cuántos), pero a partir de ese momento no está permitido abandonar el lugar por la puerta principal y se debe emplear el acceso lateral de Gobernación.

El policía dijo que debido a que en esos instantes había una concentración de gente en la plaza de San Pedro por el traslado del agresor de periodistas Adolfo Cerrudo, los extranjeros no pudieron salir, por lo que esperaron en la sala de Gobernación hasta las 20.45, cuando dejaron el recinto. Se les pidió que cubran sus rostros para preservar su imagen.

Pelos y señales

Los reos calificaron las denuncias de turismo como un “show” de los medios.

El penal de San Pedro es famoso en todo el mundo por ser una prisión atípica.

La circulación de droga en el recinto penitenciario es mostrada como común y corriente.

Un tour de dos horas, según trascendidos, cuesta 250 bolivianos por persona.

Un supuesto ex recluso de nombre Kenny es el responsable de llevar a los mochileros.

El Comando policial aún no designó a los reemplazantes de las autoridades destituidas.