Reemplaza la Nación Boliviana por Estado Plurinacional, ubica la whipala junto a la tricolor y aparecen militares adscritos al MAS.
El gobierno del MAS está empeñado en cambiar el rol institucional de las Fuerzas Armadas para incorporarlas, funcional y orgánicamente, a lo que denominan el “proceso de cambio” para lo que Evo Morales ha instruido la elaboración de una “doctrina militar” que se adecue a la nueva Constitución Política del Estado y la noción del “Estado plurinacional”.
Esta nueva “doctrina” ha movido la preocupación de la oficialidad, la cual, sin embargo, no puede expresarse debido a que las Fuerzas Armadas no deliberan y verter cualquier criterio sobre este y otros temas podría ocasionar la baja inmediata del involucrado.
Las raíces de la instrucción cursada por el presidente Morales a la Escuela de Altos Estudios Nacionales se encuentran en el “Memorando de Entendimiento en Materia de Seguridad y Defensa” que suscribieron el pasado año los ministros de Defensa de Bolivia, Walker San Miguel y de Venezuela, Gustavo Rangel.
La pasada semana el Cuerpo de Generales y Almirantes en servicio pasivo hicieron llegar al comandante en jefe de las FFAA una serie de observaciones sobre la nueva “doctrina” que pretende el presidente Morales como base filosófica para normar la actividad castrense y le hicieron conocer su preocupación sobre algunas decisiones que afectan a la vida de la institución.
Una de ellas es que, paradójicamente, la nueva doctrina no cambiaría el criterio del “enemigo interno”. Lo que cambia es la identificación de ese potencial “enemigo interno”. Es decir si durante las décadas de los 60 y 70, al influjo de la “guerra fría” los enemigos eran los que sostenían la ideología de izquierda, ahora, los enemigos son los que se opondrían al “proceso de cambio”.
De acuerdo al criterio de los generales y almirantes esto significaría que las Fuerzas Armadas retomen el papel represivo que abandonaron con el advenimiento de la democracia, aunque ahora los destinatarios de sus hipótesis de conflicto podrían ser los dirigentes cívicos autonomistas con el argumento de que pretenderían la división del país.
Los oficiales en servicio pasivo tienen observaciones de tipo conceptual insistiendo en que su existencia está directamente ligada a la existencia de la “Nación boliviana” y se debe a este criterio y no al del “Estado plurinacional” que en los hechos implicaría un sometimiento al gobierno del MAS.
Otras de las observaciones está relacionada con los “símbolos patrios” mencionados en la nueva Constitución, que incluye a la whipala, en la misma categoría que la enseña tricolor. De acuerdo al razonamiento de los militares en retiro, eso significaría que las FFAA serían la expresión de una parte de la nacionalidad, concretamente de aquella asentada en el occidente del país, y, es más, en solo una parte de él, lo que contradice el carácter nacional de la institución castrense.
Cuestionaron también que se les haya prohibido asistir a los actos religiosos que son parte de su tradición castrense, pero si les obligan a asistir a los cursos de formación política masista como lo hizo el comandante del Ejército, Gral. Ramiro de la Fuente en una clara muestra de adscripción al partido político del gobierno.
Uno de los aspectos que más preocupa a los oficiales en servicio activo y pasivo de las Fuerzas Armadas, es la adscripción de Bolivia a la doctrina militar venezolana que tiene como su principal hipótesis de conflicto, una confrontación con los Estados Unidos por el tema del petróleo.
Esto que Hugo Chávez llama la “doctrina bolivariana” no es otra cosa que el sometimiento de las FFAA a los gobiernos y esta claro que ha comenzado a ser ejecutada al pie de la letra por sus discípulos, entre los que destaca el presidente Evo Morales.