La esposa de Felipe González habla de la separación

Carmen Romero, ex de Felipe González y candidata a las europeas, está molesta con el ex presidente

clip_image002De nuevo la aún esposa del presidente rompe su silencio para hablar esta vez de forma más clara sobre su papel en el PSOE, su hoja de ruta personal y la importancia de posturas éticas.

Primero fue en Vanity Fair. Pero esta vez, Carmen Romero escogió el diario de Pedrojota para sincerarse.



LA SEGUNDA ENTREGA

En esta segunda entrega -en la que va ir como candidata en la lista del PSOE al parlamento Europeo- habla con más claridad sobre su nueva vida y proyectos como traductora. Durante la entrevista Carmen afirmó que no promocionó antes su trabajo como traductora de Artemisia, la obra de Anna Banti, que realizó hace 20 años "por pudor y discreción".

Recordando esa etapa, Carmen contó que "era consciente de mi dimensión, y mi supervivencia, ser yo misma, dependía sólo de mi discreción". La aún esposa de Felipe González dice que ser abuela "es un placer, no sabe cómo lo disfruto porque es infinitamente más fácil que ser madre".

Sobre el salto a las portadas de la prensa del corazón de la imagen de Felipe González y su nueva pareja, y la aparición de ella en los medios, Carmen afirma que "la fuerza de una mujer es el círculo que la rodea".

clip_image003Quienes están en ese círculo más íntimo no niegan la tristeza que la ha producido enterarse de la relación sentimental de su marido por la prensa así como de la crisis abierta entre el padre y los hijos. Pero pasa sobre todo ello sobre ascuas, sin cerrar ninguna puerta ni rehuir tampoco cuestiones sobre las que reflexiona a su manera. Entre sus declaraciones aborda las siguientes cuestiones.

– Los años en La Moncloa: "Yo era consciente de mi dimensión, y mi supervivencia, ser yo misma, dependía sólo de mi discreción. Vivíamos el primer Gobierno socialista y, por primera vez, una mujer con trabajo propio, independiente, habitaba La Moncloa. No hay un estatuto especial para ser la mujer del presidente, sólo luchar por no dejar de ser tú misma".

– Su papel como mujer de Felipe González: "Siempre fui consciente del felipismo. Lo de ser madre fue cuestión de organización, como hacen tantas otras mujeres. Yo intentaba ser feliz y, de hecho, mirando atrás recuerdo sólo los momentos felices. Esa es la gran ventaja de la memoria, seleccionar sólo la felicidad. Claro que hay malos momentos, pero la memoria hay que construirla a medida y eso requiere un gran esfuerzo mental. Hoy mis hijos agradecen haberme visto como una mujer feliz".

– Hoja de ruta personal: "La vida está llena de oportunidades que están ahí y yo estoy totalmente abierta a ellas. Esa es mi visión de futuro, una visión abierta, tranquila y muy serena".

– La irrupción de Mar García Vaquero: "La fuerza de una mujer es el círculo que la rodea. Las mías han sido pequeñas victorias que se han sucedido a lo largo de toda una vida y, como Artemisia, la protagonista de la novela traducida, me mido a partir de mis propias capacidades. Nada de lo importante ha cambiado en todos estos años, mi día a día es el de siempre, es mi historia. Voy cargada de serenidad y no sé lo que es el desprecio. La vida que me interesa es la mía y la de aquellos que quiero".

– La lista europea del PSOE: "A fecha de hoy, es sólo un rumor del que he sabido por la prensa, como usted misma. Lo que sí pienso hacer es seguir luchando para que el resto de España se parezca a Cataluña en esa dimensión que tienen ustedes de mirar hacia fuera con fluidez, para trasladar su espíritu aventurero como un modelo para Castilla, Andalucía, para todos los que estén dispuestos a tener una dimensión global del Mediterráneo. Quizás hay quien piense que soy la persona idónea para trasladar al Parlamento Europeo ese espíritu".

Rosa Villacastín – El abanico – Carmen Romero rompe su silencio

20.03.09 | 00:07. Archivado en Rosa Villacastín

MADRID, 19 (OTR/PRESS)

Desde que el pasado mes de noviembre, saltó la noticia de que Felipe González había puesto fin a cuarenta años de matrimonio, todas las miradas se volvieron hacía Carmen Romero, su compañera en el triunfo y en la derrota, la madre de sus tres hijos y abuela de sus cinco nietos. Había expectación por saber qué iba a hacer, cuál iba a ser su reacción ante lo inevitable, pero sobre todo había expectación por oír su versión de los hechos, toda vez que las fotos publicadas por revistas y periódicos del ex presidente del Gobierno con Mar García Vaquero, hablaban por sí solas.

Han tenido que pasar cuatro meses para que veamos a la ex primera dama posando para Vanity Fair, en un reportaje que se hizo mitad en Madrid, mitad en Italia, y en el que aparece sobriamente vestida, elegante, más delgada -ha perdido diez kilos desde que se enteró de que su marido había puesto fin a su relación-, interesada por la literatura italiana, muda cuando la periodista le pregunta por su presente, y comedida en sus respuestas sobre su pasado junto al político más carismático y que más tiempo ha permanecido en La Moncloa, desde que en España se instaurara la democracia.

Recuerdos que hoy tienen un valor excepcional si tenemos en cuenta que en aquellos años Carmen ejerció de segunda dama -la primera en España es la Reina Sofía-, en contadas ocasiones, sencillamente porque quería seguir siendo ella misma y no un apéndice del presidente. Una decisión que fue muy criticada por los periodistas y por la gente de su propio partido, pues siendo como era la primera vez que una pareja joven, atractiva y socialista llegaba al poder, lo lógico hubiera sido que se exhibieran un poco más, solo un poco más. Pero en eso Carmen fue implacable, el presidente era Felipe González y no ella, aunque finalmente tuvo que dejar el Instituto donde daba clases, presionada por quiénes le decían que era un disparate que siguiera ejerciendo la docencia en una zona donde era difícil protegerla.

Quizá por todo eso es por lo que Carmen se sintió aliviada cuando abandonó La Moncloa, quería recuperar su privacidad, igual que ahora, ya que ella no ha buscado el interés mediático que despierta, precisamente por un asunto que le ha partido el corazón, como a cualquier mujer en sus mismas circunstancias.

La única mención que hace Carmen de su pasado sentimental, es cuando dice que Felipe y ella se quitaron las alianzas hace veinte años, que algunos interpretan como que hace veinte años que se separaron. No es cierto. Carmen y Felipe, como muchos otros matrimonios han vivido momentos buenos y malos, pero siempre juntos, con independencia de que él invirtiera la mayor parte de su tiempo absorbido por sus compromisos profesionales dentro y fuera de España , y ella entregada a su familia, a sus amigos, y a hacer las cosas que le llenan, como traducir al castellano el último libro de la escritora Anna Banti, sobre la pintora Artemisia Gentileschi, o luchar por la mejora de vida de las mujeres del Magreb.

Que Carmen haya concedido una entrevista a una revista de prestigio no demuestra más que poco a poco va haciéndose con las riendas de su nueva vida.

Rosa Villacastín

Fuente: www.blogs.periodistadigital.com