Mundo al Día XXXVIII

clip_image001 INDICE

1. CHÁVEZ, MÁS SOLO QUE NUNCA

Fuente: EJU



2. EL CASO DE SANTOS RAMIREZ SE PUBLICA EN UN LIBRO

Fuente: La Razón

3. MINERA SAN CRISTOBAL SUFRE LA CRISIS

Fuente: Correo del Sur

4. VENEZUELA GASTO US$220.000 MILLONES EN PAÍSES ALIADOS EN 4 AÑOS

Fuente: El Comercio (Perú) Venezuela

5. EL OCÉANO QUE DIVIDE A PERÚ Y CHILE

Fuente: El País / Madrid

6. ESPAÑA: ZAPATERO ESPERA DEL G-20 MEDIDAS QUE ACABEN CON «LOS ABUSOS Y LA CODICIA»

Fuente: Abc / Madrid

7. LA TRANSICIÓN HACIA LA SOSTENIBILIDAD

Fuente: Jeffrey D. Sachs

8. VENEZUELA: CHÁVEZ PRONOSTICA FIN DE HEGEMONÍA DEL DÓLAR A SU LLEGADA A QATAR

Fuente: La República / Lima

9. ARGENTINA RECORTA EN CERCA DE 20% EL PRESUPUESTO DE LAS FF.AA. POR LA CRISIS

Fuente: El Mercurio / Santiago de Chile

10. LOS MILITARES PERUANOS PIDEN 5% DE REGALÍAS DE LA MINERÍA

Fuente: El Mercurio / Santiago de Chile

11. ECONOMIC PROSPECTS AND THE ROLE OF MONETARY POLICY IN THE CURRENT SITUATION

Fuente: Jürgen Stark

12. A NEW BRETTON WOODS?

Fuente: James M. Boughton

13. DEMOCRISIS

Fuente: Antonio Maria Delgado

14. HUMOR


1. CHÁVEZ, MÁS SOLO QUE NUNCA

Fuente: EJU

Chávez salió de la cumbre de Qatar más solo que nunca. Ahmadineyad y Morales quedan como sus únicos aliados firmes Editorial Los Tiempos.

La II Cumbre de Presidentes de América del Sur y los países árabes (ASPA) que se celebró en Doha, la capital del emirato de Qatar, concluyó con resultados que estuvieron muy lejos de las expectativas que la precedieron. La unificación de criterios sobre la manera de encarar conjuntamente los desafíos que plantea la crisis económica global no sólo que no se produjo, sino que las muchas discrepancias internas en los dos bloques participantes se acentuaron tanto que obligaron a suspender el encuentro antes de lo previsto.

El gran perdedor, el que sin duda más frustrado salió de la reunión, fue Hugo Chávez. Fracasó de la manera más rotunda en todos los objetivos que se propuso alcanzar. En lo económico, porque no logró que los árabes secunden, más allá de las declaraciones líricas, su deseo de esgrimir el petróleo como arma fulminante contra el capitalismo. Y en lo político, porque su tan ansiada alianza entre el mundo islámico y el “socialismo del Siglo XXI” quedó reducida a la condición de una alucinación sin ninguna viabilidad práctica.

Menos notoria, pero no por eso menos significativa, fue la indiferencia con que fue acogida la propuesta de Evo Morales de unir fuerzas para darle el golpe de gracia al capitalismo. Tal disparate no mereció más que sonrisas burlonas pues pocos están más interesados en la recuperación del capitalismo que los países árabes.

Si para algo sirvió la cumbre de Qatar, fue para que se ponga en evidencia la magnitud de las fisuras en el bloque sudamericano. La cínica defensa que hizo Chávez de uno de los más sanguinarios dictadores que el mundo haya conocido, el sudanés Omar Al Bashir, rebasó la paciencia de Lula da Silva, Bachelet y Kirchner, quienes no disimularon su repudio por tan vergonzosa actitud.

A eso se sumó la andanada de feroces críticas a Bachelet por haber sido anfitriona de la Cumbre Progresista de Viña del Mar, de la que fue elocuentemente excluido, como su homólogo boliviano.

Chávez superó todo límite al haber sido el único mandatario que tuvo el descaro de hacer una apología de Al Bashir, condenado por la Corte Penal Internacional por los más de 300.000 muertos y casi tres millones de refugiados víctimas de su plan de exterminio de los cristianos sudaneses. Es verdad que los árabes rechazaron el fallo de la CPI, pero ninguno llegó al extremo de presentar al tirano sudanés como si de un modelo digno de imitar se tratara.

En síntesis, Chávez salió de la cumbre de Qatar más solo que nunca. Tan lejos de los árabes como su principal aliado, Mahmud Ahmadineyad, y solo con Evo Morales como socio de aventuras en la región sudamericana. Muy pobre saldo para quien pretendía erigirse en líder de una poderosa coalición entre el mundo islámico y Latinoamérica.

2. EL CASO DE SANTOS RAMIREZ SE PUBLICA EN UN LIBRO

Fuente: La Razón

El libro titulado Santos Ramírez. Corrupción en Tiempos de Cambio, escrito por los periodistas Marco Zelaya y Daniela Espinoza, está en circulación. Según los autores, el texto es una exhaustiva recopilación informativa acerca del mayor caso de crimen y corrupción que se ha registrado en los tres años de administración del presidente Evo Morales y de su partido, el MAS.

El texto está compuesto por una reconstrucción ordenada y lógica del caso YPFB-Catler Uniservice, que derivó en la muerte del empresario tarijeño Jorge O’Connor D’Arlach Taborga, el 27 de enero en La Paz, cuando se disponía a entregar 450 mil dólares de una presunta coima a los parientes políticos del ex presidente de la estatal, Santos Ramírez, que está bajo detención pre- ventiva en el penal de San Pedro.

Los capítulos narran los hechos fundamentales del caso, en tanto que los subcapítulos aportan mayor información sobre esos sucesos y se pueden leer como historias autónomas.

Los periodistas indican que en el libro se ha incluido los hitos que permiten comprender cómo se encadenaron los hechos y avizorar los posibles desenlaces.

3. MINERA SAN CRISTOBAL SUFRE LA CRISIS

Fuente: Correo del Sur

La empresa Minera San Cristóbal, que estrena dueño, la japonesa Sumitomo, sufre los embates de la crisis global, pues la caída de precios de la plata, el zinc y el plomo le afecta en sus ingresos; para enfrentar este aprieto se ajusta los cinturones reduciendo costos de operación.

"El principal factor que afecta a toda la industria" es la baja cotización de los minerales en el mercado internacional, señaló el vicepresidente de San Cristóbal, Gerardo Garret, al puntualizar que "los precios están deprimidos".

En el desarrollo del yacimiento de Nor Lípez, Potosí, del que se extrae plata, plomo y zinc, ya se invirtieron más de 1.200 millones de dólares, aseguró el ejecutivo al indicar que para este año el empleo de capital es mínimo. La instalación del proyecto minero empezó el 2005, la extracción comenzó el 2006 y la producción comercial inició en el tercer trimestre del 2007.

COTIZACIONES
La cotización de los tres minerales que se extraen de la mina San Cristóbal está en franco descenso en comparación con el año pasado, de acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Minería. El viernes, el mineral argentífero cerró en 13,22 dólares la onza troy, en tanto que el promedio anual del 2008 llegó a 14,98 dólares, sin embargo, llegó a la cúspide en marzo con 19,50 dólares el promedio mensual.

El precio actual del plomo está en 0,56 dólares la libra fina, en tanto que el promedio del año pasado llegó a 0,94 dólares. El valor más alto se registró en febrero con un promedio mensual de 1,39 dólares.

En el caso del zinc, la cotización del viernes llegó a 0,58 dólares la libra fina, menor al promedio anual del 2008, cuando alcanzó 0,84 dólares. El pico del año pasado se registró en marzo con 1,13 dólares, como promedio mensual.

AJUSTE DE CINTURONES

Este comportamiento de los precios en el mercado internacional "por supuesto" que afecta los ingresos de Minera San Cristóbal y "eso significa que tenemos que trabajar duro en lo que es reducción de costos", puntualizó Garret. En la compañía que es de propiedad de la japonesa Sumitomo Corporation "estamos trabajando en esa perspectiva" de bajar costos, remarcó el ejecutivo al manifestar la esperanza, no sólo de San Cristóbal sino de la minería en general, "también esperamos que los precios suban".

Al reconocer que "no es fácil", Garret aseguró que ya están ejecutando el plan de austeridad. "Hay que hacer esfuerzos muy serios", señaló al indicar que "hay que ver tecnología, mecanismos en los cuales podemos ser más eficientes".

4. VENEZUELA GASTO US$220.000 MILLONES EN PAÍSES ALIADOS EN 4 AÑOS

Fuente: El Comercio (Perú) Venezuela

Destacan las donaciones de barriles de petróleo, la adquisición de armas rusas o la compra de deuda externa argentina, reveló el estudio.

Venezuela habría gastado al menos 220.000 millones de dólares de sus recursos por concepto del petróleo en inversiones, subsidios y donaciones en 14 países aliados entre el 2005 y el 2009, según un estudio del Centro de Investigaciones Económicas (CIECA).

Rusia es el principal receptor del dinero Venezolano con 34.485 millones de dólares en compra de armas y convenios energéticos, seguido de Cuba con 24.721 millones de dólares.
El pago por concepto petrolero es reembolsado con donaciones o trueques, como es el caso de Cuba, que realiza misiones médicas en Venezuela a cambio de petróleo.
Otro mecanismo de ayuda que destaca el estudio es la compra de deuda externa a Argentina por 5.000 millones de dólares.

También se entregaron hospitales y escuelas a Uruguay y Guatemala, dinero para la adquisición de maquinaria de recolección de basura a Haití y tractores a Honduras.
Se suma otro estudio de la propia estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) correspondiente al tercer trimestre de 2008, de donde se desprende que el país suministra 689.000 barriles diarios a países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, con créditos a 25 años pagaderos al 1% de interés.

5. EL OCÉANO QUE DIVIDE A PERÚ Y CHILE

Fuente: El País / Madrid

La victoria de la selección chilena de fútbol el domingo ante el combinado peruano no fue un triunfo más. Era el primero en 24 años de partidos entre ambos equipos. Y llegaba en un momento especial, después de diez días de tensiones a raíz de la decisión del Gobierno de Alan García de interponer una demanda contra Chile en La Haya en la que reclama la soberanía de 35.000 kilómetros de área marítima. Aunque las aguas parecen haberse calmado, la tempestad golpeó de lleno las relaciones de ambos países, y salpicó a un tercero, Bolivia, en un complicado juego diplomático a tres bandas.

Según la versión oficial, la pretensión de Perú es lograr una resolución judicial que dibuje los límites marítimos, puesto que ellos sólo los consideran pesqueros. Para Santiago, sin embargo, los límites ya fueron fijados en una declaración de 1952 y en otra de 1954. La demanda abarca una extensión del océano Pacífico en la zona fronteriza entre las ciudades de Tacna (Perú) y Arica (Chile). Esta localidad perteneció a Perú hasta la Guerra del Pacífico (1879-1884), en la que Chile arrebató a Bolivia su territorio de costa, situado al sur de Arica. Una eventual declaración a favor de Perú bloquearía cualquier posibilidad de salida al mar para La Paz.

"Buscamos una solución pacífica, de equidad, a un tema que lleva anclado muchos años", defiende en conversación telefónica con EL PAÍS el canciller peruano, José García Belaúnde, quien al ser preguntado acerca de qué tiene que perder Perú en este tema, responde tajante: "No tenemos nada que perder, hemos hecho una oferta de paz para solucionar un asunto", insiste.

Su homólogo chileno, Mariano Fernández, discrepa: "La pretensión peruana de hacer un trazado distinto del existente está alejada de la realidad de lo que ocurre en toda la costa del Pacífico de nuestra subregión. De norte a sur de la costa del Pacífico, en América del Sur, existe un sistema jurídico de límites marítimos fijados sobre los paralelos. Perú quiere introducir ahora otra figura geográfica, lo que francamente carece de consistencia", argumenta Fernández a este periódico.

Más allá de lograr o no recuperar los 35.000 kilómetros de área marítima, hay quien piensa, sobre todo desde la vertiente chilena, que la demanda de Perú ha de interpretarse en clave interna. "Uno de los motivos es detener el avance nacionalista de Ollanta Humala [líder del Partido Nacionalista Peruano y rival presidencial de Alan García en las últimas elecciones]", explica Cristian Garay, profesor de la Universidad de Chile. Desde el inicio de su segundo mandato en julio de 2006, García ha sufrido el desgaste de los grupos nacionalistas. Su popularidad, que ha remontado los últimos meses, estaba por los suelos. El argumentario antichileno da bastantes réditos en Perú, por lo que la demanda puede catapultar de nuevo al líder del APRA. A pesar de todo, el canciller García Belaúnde niega esta posibilidad. "El presidente no tiene otros problemas que no tengan otros Gobiernos. No lo manejamos en clave interna", enfatiza.

Chile, cuyas relaciones con el mundo son excelentes, pero muy complicadas con sus vecinos, no ha impugnado aún la competencia de La Haya -tampoco lo ha descartado, según confirma el propio canciller- porque se encuentra dentro del plazo de tres meses para presentar lo que se denominan excepciones preliminares, es decir, hasta el 19 de junio. Aunque en un primer momento, la no impugnación se ha considerado como una primera derrota chilena, para muchos analistas la presentación de la memoria de Perú es muy débil y los argumentos chilenos, bastantes sólidos como para dejar actuar a la Corte Internacional en una primera instancia. Chile podría pedir la incompetencia de La Haya durante la contramemoria, en un plazo de un año, o durante el juicio oral.

Aunque no se trata de un proceso negociador, Chile ha puesto a trabajar un fuerte equipo diplomático, encabezado por la segunda autoridad de la Cancillería, el subsecretario Alberto Van Klaveren. La demanda es una cuestión de Estado en Chile, apenas hay voces disonantes entre las distintas formaciones políticas.

En todo este mar de roces entre ambos países, hay un tercero, Bolivia, que no se ha querido mantener al margen y ha provocado un conflicto triangular. Si La Haya diese la razón a Perú en su demanda, se bloquearía una de las posibles salidas al mar que tanto ansía La Paz. La crítica a la actuación de Lima ha llegado a poner de acuerdo a políticos enfrentados permanentemente con el ex presidente Jorge Quiroga o el actual mandatario, Evo Morales. Si ejecutivo no descartó la semana pasada la posibilidad de llevar también a La Haya su exigencia. "Si fuese boliviano, yo lo haría", asegura Cristian Garay, quien reconoce que "es más compleja" la petición de La Paz que la de Lima.

Aunque ambos Ejecutivos niegan un enfriamiento de las relaciones bilaterales, Alan García y la presidenta chilena, Michelle Bachelet, apenas han tenido contacto estos días. Pero lo cierto es que el tejido empresarial chileno en Perú es fuerte. En medio de una crisis económica profunda, es una garantía, según los analistas, de que no van a permitir que el caso vaya a más.

6. ESPAÑA: ZAPATERO ESPERA DEL G-20 MEDIDAS QUE ACABEN CON «LOS ABUSOS Y LA CODICIA»

Fuente: Abc / Madrid

«Decisiones concretas y compartidas» que permitan eliminar «los incentivos que han provocado abusos y codicia», es lo que espera el Gobierno español de la próxima cumbre del G-20, que se celebrará el próximo día 2 de abril en Londres, bajo el lema «Estabilidad, Crecimiento y Empleo». En un vídeo colgado de la página web del Plan E, donde se explican las medidas tomadas por el Ejecutivo contra la crisis, Zapatero repasa los objetivos de España en la cumbre.

De la reunión, Zapateor explica que «debe representar una nueva etapa en el esfuerzo de la comunidad internacional por salir de la crisis financiera y económica». Las grandes potencias y los países emergentes se reúnen en Londres «para fijar un nuevo orden internacional con decisiones concretas y compartidas para fijar un nuevo orden internacional que instaure un sistema financiero más transparente, seguro, eficaz y fiable, para eliminar los incentivos que han provocado abusos y codicia y para acabar con los paraísos fiscales y garantizar que el conjunto del orden internacionl pueda seguir obteniendo financiación».

7. LA TRANSICIÓN HACIA LA SOSTENIBILIDAD

Fuente: Jeffrey D. Sachs

La crisis económica mundial va a acompañarnos durante una generación, no simplemente un año o dos, porque en realidad es una transición hacia la sostenibilidad. La escasez de materias primas y los daños causados por el cambio climático en los últimos años han contribuido a la desestabilización de la economía mundial que ha provocado la crisis actual.

Unos desorbitados precios de los alimentos y los combustibles e importantes desastres naturales han desempeñado un papel importante en el socavamiento de los mercados financieros, el poder adquisitivo de las familias e incluso la estabilidad política.
Visto así, una política esencial que los países desarrollados y en desarrollo deben aplicar para superar la crisis es la de cons-truir infraestructuras idóneas para el siglo XXI. Algunas de ellas son: una red eléctrica eficiente alimentada por energía renovable; redes de fibra e inalámbricas que transmitan la telefonía y la conexión de banda ancha a la red Internet; sistemas de agua, riego y alcantarillado que utilicen y reciclen eficientemente el agua potable; sistemas públicos de tránsito urbano e interurbano; carreteras más seguras; y redes de zonas naturales protegidas que conserven la biodiversidad y los hábitats de las especies protegidas.

Esas inversiones son necesarias a corto plazo para compensar la reducción del gasto mundial en bienes de consumo que subyace a la recesión mundial y –lo que es más importante– son necesarias a largo plazo, porque un mundo atestado con 6.800 millones de personas (y en aumento) no puede, sencillamente, sostener el creci-miento económico, a no ser que adopte tecnologías sostenibles que economicen unos recursos naturales escasos.
En la práctica, la crisis mundial significa que en el mundo en desarrollo se están limitando las inversiones sostenibles en lugar de aumentarlas. Al perderse el acceso a los préstamos bancarios internacionales, las flotaciones de los bonos y la inversión extranjera directa, ahora se están aparcando los proyectos de infraestructuras de los que se hablaba en el pasado, lo que amenaza la estabilidad política y económica de docenas de países en desarrollo.
De hecho, en todas las partes del mundo hay una enorme acumulación de inversiones atrasadas en infraestructuras decisivas. Ha llegado la hora de hacer un esfuerzo mundial concertado para ejecutar dichos proyectos. No es algo fácil de hacer. La mayoría de las inversiones en infraestructuras requieren la dirección por parte del sector público para crear asociaciones con el sector privado. Lo habitual es que el sector público concierte acuerdos contractuales con empresas privadas no solo para construir las infraestructuras, sino también para explotarlas como monopolio regulado o en régimen de concesión.
Los estados suelen carecer de la capacidad técnica necesaria para formular semejantes proyectos, lo que crea posibilidades de favoritismo y corrupción cuando se conceden contratos importantes. Es pro-bable que se lancen esa clase de acusaciones contra los gobiernos, aun cuando no sean ciertas, si bien con demasiada frecuencia lo son.
Aun así, la acumulación de semejantes proyectos atrasados está haciendo estragos ahora en la economía mundial. Las mayores ciudades del mundo son una combinación de atascos de tráfico y contaminación. La atmósfera se está llenando de gases que provocan el efecto de invernadero por la intensa utilización de combustibles fósiles. La escasez de agua está afectando prácticamente a todos los centros económicos importantes, desde Norteamérica hasta Europa, África, la India y China.

Así, pues, los gobiernos deben fortalecer sus ministerios de infraestructuras (incluidos el agua y el saneamiento, la energía eléctrica, las carreteras y las tecnologías de la información y la comunicación), así como sus bancos nacionales de desarrollo, para que puedan formular adecuadamente proyectos y programas de infraestructuras a largo plazo. La capacidad para contrarrestar la crisis de forma cons-tructiva mediante asociaciones mayores entre el sector público y el privado determinará el éxito posterior de los países y las regiones. Resulta interesante que los Estados Unidos estén a punto de crear un Banco Nacional de Infraestructuras por primera vez.

No obstante, los asesores económicos americanos y europeos creen por lo general que un intenso y corto estímulo será suficiente para restablecer el crecimiento económico. Se equivocan. Lo que hará falta es una revisión de la economía mundial para orientarla hacia la sostenibilidad.

Además, las autoridades del mundo rico creen que pueden seguir desatendiendo al mundo en desarrollo o dejándolo abando-nado a su suerte en los mercados mundia-les. Ésa es también una receta para un fracaso e incluso un futuro conflicto mundia-les.

Los países desarrollados tendrán que hacer mucho más para ayudar a los países pobres mediante la transición hacia la sostenibilidad. Mientras la mayor parte de la legislación sobre el “estímulo” ha sido hasta ahora a corto plazo y dirigida hacia dentro, un aumento de la financiación para unas estructuras sostenibles en los países pobres daría un potente impulso a las economías del mundo rico.

Los países desarrollados deben acceder a encauzar ahorros considerables hacia los países en desarrollo para financiar el aumento de las inversiones sostenibles. Se puede hacerlo directamente con carácter bilateral, por ejemplo, mediante préstamos a largo plazo de los organismos de crédito a la exportación de los países desarrollados. También se puede hacerlo multilateralmente, aumentando las corrientes de inversión en infraestructuras del Banco Mundial y los bancos de desarrollo regional (incluidos el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Asiático de Desarrollo). Se deben utilizar los dos cauces.
Tampoco reconocen los países desarro-llados que, sin una financiación mucho mayor de unas infraestructuras sostenibles en el mundo en desarrollo –en particular, las de generación y transmisión de electricidad sostenible–, un acuerdo mundial sobre el cambio climático este año (ni en ningún momento cercano) será imposible.

El mundo rico espera en cierto modo que los países pobres limiten su utilización de los combustibles fósiles sin una nueva e importante ayuda financiera ni fuentes energéticas sostenibles. En casi todas las propuestas de los países ricos sobre metas, límites, compromisos y permisos relativos a los gases que provocan el efecto de invernadero, apenas hay una palabra sobre la ayuda a los países pobres para financiar la transición a las tecnologías sostenibles.

La reunión del G-20 en Londres el 2 de abril infunde esperanzas de que se haga un verdadero esfuerzo mundial para reparar la desfalleciente economía mun-dial.

Ése es el momento y el lugar para lanzar el impulso mundial hacia la sostenibilidad. Si no afrontamos ese imperativo, la crisis mundial pondrá en peligro el mundo durante los años futuros.

8. VENEZUELA: CHÁVEZ PRONOSTICA FIN DE HEGEMONÍA DEL DÓLAR A SU LLEGADA A QATAR

Fuente: La República / Lima

El presidente venezolano Hugo Chávez pronosticó el fin de la "hegemonía" del dólar a su llegada el lunes a esta ciudad, donde participará en una cumbre de naciones árabes y sudamericanas.

Como respaldo a su afirmación, el mandatario mencionó la propuesta hecha por China y Rusia sobre una nueva moneda para las reservas internacionales que no dependa de ningún país.

"Nosotros apoyamos con fuerza propuestas como esta", agregó Chávez en declaraciones transmitidas el lunes en la tarde por la estatal Venezolana de Televisión (VTV).

"En América del Sur ustedes saben que tenemos años proponiendo… la Petrosur, la Unión Suramericana, y ahora más recientemente el ‘sucre’, la nueva moneda para los pueblos y los países de América Latina", apuntó.

Chávez indicó que hay una nueva geopolítica mundial en marcha en la que "está naciendo un nuevo mundo", con la caída de "los imperios" en medio de una crisis mundial del capitalismo.

"Venimos diciéndolo desde hace una década y más. Es momento, estas reuniones (como la cumbre a la que asistió) son muy, muy importantes para ir precisando cómo es que vamos a conformar… el nuevo mundo pluripolar", señaló.

9. ARGENTINA RECORTA EN CERCA DE 20% EL PRESUPUESTO DE LAS FF.AA. POR LA CRISIS

Fuente: El Mercurio / Santiago de Chile

La Fragata Libertad, el equivalente argentino del Buque Escuela Esmeralda chileno, hará este año el viaje de instrucción más corto de sus últimos diez años, en una señal de austeridad de las Fuerzas Armadas trasandinas ante la crisis económica.

Según informó ayer el diario La Nación, el gobierno argentino está extremando sus recursos para ajustarse a los números presupuestados y aprobados por el Congreso para este año, y en la cartera de Defensa eso implica reducir en al menos 20% el presupuesto operativo de las Fuerzas Armadas.

De acuerdo al matutino, el recorte será de unos 70 millones de dólares en total, y la rama más afectada será la del Ejército, que contará con un presupuesto 25% menor. En fondos, se estima que el Ejército recibirá más de US$ 32 millones menos; la Armada, unos US$ 21 millones menos, y la Fuerza Aérea, alrededor de US$ 16 millones menos.

La principal consigna de este recorte sería privilegiar la formación y el personal militar, con el costo de reducir al máximo los ejercicios en el extranjero. Esto, sin embargo, no comprometería la participación argentina en misiones de paz, ya que estos costos se solventan con recursos nacionales y de Naciones Unidas. Tampoco se verían afectadas operaciones que ya contaban con un presupuesto propio y aprobado, como las reparaciones del rompehielos Almirante Irízar y del submarino San Juan.

"Esta situación nos hace acordar mucho a 2001 (con la crisis del gobierno de Fernando de la Rúa), aunque en aquel momento lo primero que se tocaron fueron los sueldos por la ley que recortó en 13% los salarios de todo el personal estatal", le manifestó a La Nación un militar con experiencia en el manejo presupuestario que no fue identificado.

"El panorama es complejo, porque el presupuesto militar lleva muchos años de recortes y está en su punto más delicado. Seguir achicando significa quedar al borde de no operar, porque nuestras estructuras ya están casi reducidas a su mínima expresión. De todos modos, vamos a hacer todos los ahorros posibles", agregó esta fuente militar.

Hace tiempo que las FF.AA. argentinas estaban exigiendo un aumento del presupuesto militar. Hacia 2007, la ministra de Defensa, Nilda Garré, argumentaba que era urgente incrementar el gasto para "frenar la caída" y empezar a apuntalar el esquema militar argentino; según informaciones de diarios, la "mayoría" del material bélico está hoy fuera de servicio, y la falta de munición hace imposible sostener un combate en el tiempo.

Esto se vio reflejado en el presupuesto militar del año pasado. Según un reciente estudio del Centro de Estudios Nueva Mayoría, se incrementó de US$ 2.401 millones en 2007 a US$ 2.830 millones en 2008. Esta última cifra equivale al 5,66% del gasto militar de los países de Latinoamérica. Sin embargo, las esperanzas de un aumento similar en 2009 quedaron truncadas por la crisis.

¿Cuánto le cuesta la crisis financiera a los gobiernos?, Comunidad Andina

clip_image002A finales de febrero, el Presidente Barack Obama presentó al Congreso d e Estados Unidos (EEUU) el Presupuesto del Gobierno para el año fiscal 2010. En su informe señala que el déficit fiscal para 2009 alcanzaría USD 1.75 billones (en inglés, 1.75 trillions), lo cual representa el 12,3% del Producto Interno Bruto (PIB) de EEUU. Por su parte, la Unión Europea (UE) ha anunciado que al menos seis Países Miembros han alcanzado en 2008 un déficit fiscal mayor o igual a 3% del PIB (límite máximo de acuerdo a las normas comunitarias), lo cual ocasionaría una posible amones tac ión por parte de la Comisión Europea y definiría un plazo para que sus presupuestos vuelvan a mantenerse por debajo de dicho límite. De igual forma, la tercera economía mundial, China, prevé que el déficit presupuestario será de 3% del PIB para 2008, mientras que para la India, el déficit gubernamental para 2008 ascendió a 6% del PIB y se estima que alcance 8,5% en 2009.

Asimismo, el FMI ha estimado que para Japón esta variable alcance en el 2009 el 7,1% del PIB.

Las economías andinas, por su parte, c o n excepción de Ecuador, experimentaron sendos superávits fiscales en 2008. Para el año 2009, como efecto de la crisis mundial, los países andinos han estimado mayores dificultades en términos fiscales, por lo cual Colombia,

Ecuador y Perú han proyectado déficit presupuestarios, mientras que Bolivia estima que aún se mantendría un superávit, pero en menor medida que en la gestión de 2008.

Estos resultados deficitarios se explican por un mayor gasto gubernamental, principalmente en actividades de inversión pública, con el fin de reactivar la economía “desde adentro”, a través de la generación de empleo, en vista de que a nivel privado, la demanda de empleo no se reactivará debido al a menor demanda mundial de exportaciones.

El FMI estima, por primera vez desde la creación de la OMC, una reducción del comercio mundial de 2.8%, en especial por parte de las economías industrializadas.

clip_image004CAN: Evolución reciente de la inflación Una de las variables que permite evaluar la salud de una economía y la estabilidad en su sistema de precios, es la inflación, definida como el aumento sostenido y generalizado del nivel general de precios de bienes y servicios en una economía. Como se observa en el gráfico, desde mediados de año 2007, los países andinos registraron un incremento paulatino de sus tasas de inflación debido a que sus economías se ubicaban en un ciclo expansivo, explicado, entre otros factores, por la coyuntura internacional.

A partir del cuarto trimestre del 2008, la presión inflacionaria comienza a desacelerarse por efectos de una menor demanda, por parte de los países desarrollados, de los principales productos de exportación, lo que ha ralentizado la actividad económica andina. Fuente: Bancos Centrales e instituciones de estadística de los países andinos

De esta forma, la inflación ha regresado a los niveles del año 2007, previos al auge experimentado por la subregión. A febrero de 2009, Bolivia registra una variación anual en sus precios de 8.1%, Colombia, 6.5%, Ecuador 7.9% y Perú 5.5%.

10. LOS MILITARES PERUANOS PIDEN 5% DE REGALÍAS DE LA MINERÍA

Fuente: El Mercurio / Santiago de Chile

Militares de Perú dijeron ayer que ven con buenos ojos destinar el 5% de las regalías de futuras operaciones mineras y de energía para las Fuerzas Armadas, una propuesta que se podría discutir el jueves en el Congreso nacional.

La iniciativa, que busca dotar a las FF.AA. de recursos para operaciones y mantenimiento, fue presentada por el vicepresidente de Perú, Luis Giampietri, un almirante retirado de la Marina y también actual legislador del partido oficialista APRA.

"Esto nos permite mirar a futuro y poder hacer un plan de largo plazo que nos ayude a alcanzar los niveles que requieren nuestras FF.AA. para cumplir con la defensa nacional", dijo a la agencia Andina el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. de Perú, Francisco Contreras, quien comparó el proyecto con el canon del cobre que se destina en Chile a las fuerzas militares. "Ellos no viven del presupuesto ordinario, sino que tienen un canon especial", recalcó.

Perú es el segundo mayor productor mundial de cobre -después de Chile- y tiene en la minería uno de los motores de su economía.

11. ECONOMIC PROSPECTS AND THE ROLE OF MONETARY POLICY IN THE CURRENT SITUATION

Fuente: Jürgen Stark

Ladies and Gentlemen, since the second half of 2008, we have witnessed the deepest economic downturn since World War II and the fastest deceleration in inflation since the launch of the euro. We have confronted this situation with unprecedented decisions. Unprecedented has been the magnitude and size of interest rate cuts. Since October 2008, we have reduced key ECB interest rates by 275 basis points.

Unprecedented has been the scope of liquidity support we offer to the financial system. But central banks alone are not in a position to resolve the current financial crisis. Policy makers need to prevent a further deterioration in economic and financial conditions. To this end, resolute action is needed to restructure, recapitalise and consolidate the banking system.

To be realistic, the year 2009 will be a very difficult year. 2009 will be the year of adjustments in the balance sheets of banks, firms and private households. These adjustments should lay the foundations for economic conditions to eventually stabilise and improve.

Let me now elaborate in greater detail on where we stand in terms of economic and monetary developments in the euro area and how this has affected the conduct of monetary policy. I will subsequently talk about how we have adjusted our refinancing operations in response to the financial crisis. Finally, I will briefly discuss challenges in the resolution of the crisis.

ECONOMIC PROSPECTS

  1. GLOBAL ECONOMIC SITUATION

Let me start with the economic outlook. The world economy is currently undergoing its deepest downturn since the Second World War. The crisis started in summer 2007, as losses in the US sub-prime mortgage market, a relatively small segment of the US housing markets, triggered the ongoing financial turmoil. However, its impact on the global economy remained relatively limited until the summer of 2008.

However, after the collapse of Lehman Brothers last September, the tensions in global financial markets escalated to a full-blown financial crisis and thereafter turned into a global economic crisis. The severe global economic downturn has now become more synchronised. The collapse in global trade has amplified the adverse impact from the financial turmoil and caused emerging market prospects to deteriorate drastically. In advanced economies, falling house prices, tumbling financial markets, collapsed household and business confidence, and the resulting need to restructure consumers’ and firms’ balance sheets have been curbing private consumption and investment. In emerging economies, nosediving global trade and the unwinding of both internal and external imbalances accrued in past years have led to a sharp decline or even negative GDP growth rates.

According to most economic forecasts, the weak growth period is expected to last for some time. For example, the IMF projects that the world GDP growth would decelerate to only ½ % in 2009 measured in terms of purchasing power parity and even to turn negative when measured in terms of market exchange rates. For advanced countries this means a negative annual growth rate of -2% in 2009. For emerging economies the growth is projected to remain positive, although the 3.3% growth projection is just half of the pace recorded in 2008.

While it is expected that the world economy will recover in 2010, risks surrounding the outlook are on the downside as the depth and length of the global economic downturn will crucially depend on the evolution of the financial crisis.

The inflation outlook has also changed significantly. Global inflationary pressures are quickly diminishing. In the short term, this is mainly due to effects from lower commodity prices, but over time, weaker labour market conditions and sluggish global demand increasingly play a role.

  1. EURO AREA ACTIVITY

Let me now come to the euro area. Economic activity has not been sheltered from the negative impact of the global financial crisis. We had seen already a moderation in the underlying momentum of euro area economic growth before the crisis got worse. This slowdown reflected the dampening effects from sharp increases in commodity prices before the summer 2008 and the ongoing correction in the housing market in some euro area countries.

As a result of all these factors, euro area activity declined markedly in the second half of 2008. After falling moderately in the second and third quarters of 2008, euro area GDP growth contracted very sharply in the fourth quarter of the year, decreasing 1.5% quarter on quarter. This reflected not only a decrease in foreign demand for euro area exports but domestic demand was also adversely affected by domestic factors, notably very low confidence and tight financing conditions. Annual growth in 2008, at 0.8%, was the weakest rate since the early 1990s.

Indicators for the first months of this year suggest a further large contraction in activity in early 2009. Consumer and business sentiment worsened further, falling to new all-time lows in February. Moreover, labour markets have deteriorated which does not bode well for consumer spending. In this context, let me stress that we in the ECB Governing Council anticipated in our interest rate decisions that there will be bad news to come for the first quarter of 2009, as we take our decisions in a forward looking manner. Once these expectations of further weakness in growth are confirmed by official data, we will not to take it into account again – there is no double counting!

Looking ahead, we expect a protracted period of further weakness in euro area activity. We have to face the truth that 2009 will be a very difficult year. It will be a year of balance sheet adjustments across banks, non-financial companies and private households. This could be a further drag on investment and consumer spending, already negatively affected by very low global demand, tight financing conditions and, in the case of private consumption, a further deterioration in labour markets. However, these corrections are inevitable as they lay the foundation of the gradual recovery. This is also reflected in the March 2009 ECB staff macroeconomic projections. The expected negative or very low annual GDP growth in 2009 and 2010 somehow masks these developments as it is affected by negative carry-over effects of the previous year. Looking beyond the annual growth numbers, the underlying quarterly profile embodies expectations of increasingly positive quarterly rates of growth in real GDP over the course of 2010.

Underlying this outlook is the expectation of a gradual improvement of the external environment and a normalisation in financial markets, reflecting the extensive policy measures that have been introduced to restore the functioning of the financial system, both inside and outside the euro area. This together with low inflation rates which strengthen real incomes and the strong fiscal and monetary stimulus should support the gradual recovery in euro area activity.

In our view, the economic outlook remains surrounded by uncertainty. The risks to economic growth appear now to be more balanced. On the one hand, there may be stronger than anticipated positive effects, also on confidence, stemming from the extensive macroeconomic stimulus under way and reflecting other policy measures taken. On the other hand, concerns relate mainly to the potential for the turmoil in financial markets to have a stronger impact on the real economy, as well as to the emergence and intensification of protectionist pressures and to possible adverse developments in the world economy stemming from a disorderly correction of global imbalances.

  1. EURO AREA PRICE DEVELOPMENTS

Let me turn to price developments. Inflation in the euro area has declined rapidly since it reached its highest level in over a decade in the summer of last year. According to Eurostat’s flash estimate, euro area annual HICP inflation was 1.2% in February 2009, well below the rate of 4.0% registered in July 2008. This decline primarily reflects the marked fall in global commodity prices, and in particular oil prices, over this period, owing mainly to weak global demand. The fall in commodity prices has also contributed to a significant diminishing of supply chain pressures from very high levels as signalled by strong falls in survey measures on price setting indicators of companies and substantial declines in producer prices at early production stages.

Looking ahead, HICP inflation is expected to fall further in the coming months. This mainly reflects a rather technical effect which is called “base effect”. Base effects are important when looking at developments in annual inflation rates, i.e. comparing the price level now with the one registered a year ago. The increases in energy and food prices, which led to the extended inflation hump until mid-last year, will subsequently drop out of the year-on-year comparison in the coming months. These base effects will exert significant downward pressure on overall inflation and there is a high likelihood that in this process of ongoing disinflation annual HICP inflation in the euro area will temporarily turn negative in the middle of 2009. It also cannot be excluded that we will see in some euro area countries negative inflation rates for a more extended period of time.

However, this will mark most probably only a trough in inflation. The same factors pushing down inflation in the first half of 2009, namely base effects related to volatile oil and food prices, will subsequently unwind and actually put upward pressure on prices, contributing to rising inflation rates over the course of the second half of 2009. Overall, the ongoing disinflation process in the euro area is expected to imply sharp fluctuations in HICP inflation rates during 2009 as also foreseen by the ECB staff projections. For 2010, the ECB staff project HICP inflation at moderate rates.

Let me emphasise that sharp fluctuations in annual inflation rates or the temporary emergence of negative inflation rates is a normal concomitant of any disinflation process, which by its very nature is temporary and thus should not be confused with another “d”-word, namely deflation. From a conceptual point of view, deflation is a completely different state. A deflationary process is a persistent, broad-based and self-sustaining decline in the overall price level. It is reinforced by the anticipation that prices will decline further in the future. As a consequence, inflation expectations become unanchored and negative, with adverse effects on investment and consumption.

By contrast, disinflation, which is linked to transitory movements in relative prices, is per se a welcome development because it helps sustain real incomes, provided that medium-term inflation expectations remain well anchored at levels consistent with price stability. To the extent that this is the case, short-term volatility in annual inflation rates, including negative inflation rates, is not relevant from the medium-term perspective of monetary policy. We expect that price stability is maintained at the medium-term. Moreover, available information indicates that medium-term inflation expectations in the euro area are solidly anchored at levels consistent with the aim of the Governing Council of keeping inflation at rate of below, but close to, 2% over the medium term. Such a firm anchoring represents the strongest and most reassuring safeguard against any risk of a downward spiral of inflation and inflation expectations. The fact that we have a clear mandate and a clear definition of price stability is helpful in anchoring inflation expectations.

As in the case of growth, a considerable degree of uncertainty surrounds the inflation projections of the ECB staff. Risks to these projections are broadly balanced. They relate in particular to the risks to the outlook for economic activity as well as to risks to commodity prices.

  1. MONETARY AND FINANCING CONDITIONS

Latest money and credit data support the view that inflationary pressures have been diminishing. Broad money growth decelerated in 2008, increasingly so at the turn of the year. In particular, it brought headline M3 growth back to levels that reflect the underlying monetary dynamics, which also decelerated.

The financial turmoil and its intensification in September 2008 had a substantial impact on the behaviour of market participants and affected money and credit dynamics, leading to higher volatility in money and credit aggregates. On the money side, this relates in particular to marketable instruments, but also to the significant substitution that is taking place between different categories of deposits included in M3. On the credit side, the flow of bank loans to the private sector around the turn of the year was also rather volatile, partly reflecting a possible turn-of-the year effect. But discounting this effect, latest credit developments confirms the decline in the growth of bank credit to households and firms observed during 2008.

This shows how important it is to look through short-term developments when assessing the underlying pace of monetary expansion and the associated indication for risks to price stability.

Let me turn to the financing conditions in the euro area which have deteriorated further since September 2008. With plummeting equity valuations and soaring credit spreads, the overall cost of financing for euro area non-financial corporations has edged upwards. At the same time, bank lending rates have declined. In fact, it seems that the substantial past reduction in the key ECB interest rates is increasingly being passed through to bank lending rates, indicating that, despite the tensions in financial markets, the transmission mechanism of monetary policy is not significantly impaired in the euro area.

MONETARY POLICY

Let me now turn to the second part of my speech, namely the role of monetary policy in the current situation.

The financial crisis has contributed to a pace in disinflation and economic deceleration which has been unprecedented. This has required us taking unprecedented decisions to contain adverse spillover effects of financial market tensions on the real economy and thereby to maintain inflation over the medium term in line with price stability.

In a coordinated move, the ECB and other major central banks announced reductions in their policy interest rates on 8 October 2008. Overall, since October 2008, we lowered the key ECB interest rates by 275 basis points. The overnight money market rates fell even more steeply over this period, as the ECB significantly enlarged its liquidity provision to euro area banks. Since October last year we have provided the banking sector with unlimited funds at maturities up to six months, against an expanded range of eligible collateral. These decisions have been taken in a timely and decisive manner, in a context characterised by an exceptionally high level of uncertainty.

To better understand the scale of our interventions in the interbank money market, one needs to appreciate its importance in the implementation and transmission of monetary policy. Money market interest rates, especially of short maturities mark the starting point in the transmission of monetary policy. They determine the marginal costs of refinancing of the banking sector and thereby act through the bank lending channel. Money market interest rates are a key factor in determining the entire yield curve and thereby are crucial for the expectations channel of monetary transmission. Of course, longer-term interest rates and bank lending rates cannot be directly controlled by the central bank, but expectations of short-term money market rates are key in determining them.

Contributing to the functioning of the money market and preventing a liquidity crunch therefore has been crucial to forestall a breakdown of the transmission of monetary policy and a systemic crisis. As a consequence of our measures, the Eurosystem’s consolidated balance sheet has grown by two thirds from summer 2007 until most recently, or by 6% of euro area nominal GDP. To put these numbers into perspective, the size of our balance sheet has grown from 13% of euro area nominal GDP in 2007 to over 20% most recently. By providing unlimited funds in our refinancing operations we have ensured that banks facing difficulties raising funds in the market are always able to fulfil their liquidity needs.

But we need to be realistic about what we, as a central bank, can achieve. In my view, we cannot expect to see the money market functioning the way it did before August 2007. What is certainly encouraging is that recently the volumes allotted in our refinancing operations have come down slightly. The same is true for the number of banks participating in these operations. Spreads between secured and unsecured interest rates at term maturity have gone down somewhat. But they have remained high. The turnover in unsecured interbank lending, especially at longer maturities, still remains low. To be clear: The problem is not a lack of liquidity in the market. It is the lack of trust among the banks themselves. Unless trust in the solvency of banks is re-established, there is hardly any chance that conditions in the money market will normalise.

As already mentioned, financing conditions have not eased exactly in line with key ECB interest rates. So will key ECB interest rates have to be cut to even lower levels? In principle, even after last Thursday’s decision the ECB could still contribute to easing credit conditions by cutting its key interest rates further. But this will not fundamentally solve the problems that have caused the financial crisis. The contrary could be the case. If maintained for an extended period of time, too low or very low interest rates might in fact aggravate them. They have the potential to weaken the incentives for banks to clean up their balance sheet of troubled assets and monitor their credit risk carefully. This in turn may reinforce the very problems that currently impair the functioning of the financial system. Too low interest rates tend to foster lending to unprofitable business. This would harm the growth potential of the economy and thereby prepare the ground for anaemic growth. Or, as in the past, it could lay the foundations for another asset price bubble. Finally, very low interest rates hamper the functioning of the money market: The lower interest rates in the money market, the lower the incentive of banks to trade funds in the market rather than depositing them safely, at the same low return, with the central bank.

So, as we have started to operate at very low interest rates, are we running out of ammunition to ease monetary conditions further if warranted? Do we need to take more non-standard measures?

Let me emphasise that what we have implemented so far has already been rather unconventional. But in considering any additional action to improve the functioning of the financial system and transmission of monetary policy we need to be mindful of our responsibilities and our mandate – i.e. to be conscious of what monetary policy can do and, even more importantly, what it cannot, and consequently should not do.

Central bank measures aimed at easing credit conditions have not been met with undivided enthusiasm. Commentators have worried about a host of issues. Will the expansion of central bank balance sheets ultimately lead to inflation? As central banks are seen as switching attention from implementing monetary policy by steering short-term interest rates to targeting the composition and size of their balance sheets, have they lost their instrument? Have they become intransparent and unpredictable? With the measures put in place, how are central banks going to preserve their financial and political independence which has been so hard to earn? Under what conditions and when are central banks going to unwind these measures?

I can assure you, we have not lost sight of the principles that have successfully guided us in the past. The measures that we have taken and any additional measures we might implement remain strictly consistent with our responsibilities. Accordingly they meet a whole range of criteria and they will continue to do so.

Any additional measures need to be consistent with our mandate and our principles. Consequently, they can only be taken with the view to pursue price stability and to contribute to the preservation of financial stability. Pursuant to this objective and the Treaty requirements the measures must be compliant with the prohibition of monetary financing. In addition, the scope of such measures is limited by the need to contain the Eurosystems risk exposure so as to safeguard its financial independence, as otherwise the ECB will end up jeopardising its credibility. Furthermore, as conditions in the financial system will eventually improve and in line with our assessment of risks to price stability these measures will be unwound. Accordingly, and finally, bearing also in mind that the health of the financial system cannot be made the ECB’s responsibility, one needs to be careful not to blur the responsibility of monetary and fiscal authorities in the euro area.

Of course, we will do whatever we judge to be necessary and appropriate to maintain price stability and contribute to the preservation of financial stability. But we will strictly adhere to these principles.

In considering further easing measures, these principles have obvious implications. Central banks can alleviate liquidity risks. But they cannot address the perceived solvency problems that impair the financial system. One could conceive measures to ease credit conditions by taking over some of the credit risk on commercial paper that banks currently hold. The ECB has already been accepting corporate loans as part of collateral in its regular liquidity operations. By operating through the banking sector, this has significantly contributed to providing funding to non-financial corporations – and thereby an easing of credit conditions. Buying corporate debt outright would circumvent the banking sector.

We have a responsibility to keep the Eurosystem financially sound. This concern puts a break on how much further we can expand our balance sheet.

HOW TO SOLVE THE CRISIS?

Clearly, the challenges for resolving the current crisis remain tremendous. There is no panacea. We have made our contribution by making sure that longer-term inflation expectations have remained anchored in line with price stability and by preventing a liquidity crunch. It remains our responsibility to continue to do so. But one cannot rely solely on central bank policies to address all the consequences of the financial crisis and its fall-out on the economy.

Resolute action is needed to restructure, consolidate and recapitalise the banking system. Specifically, action is needed to help banks support their balance sheet so as to sustain an adequate flow of credit to the non-financial sector.

Since last autumn, governments have provided or pledged a substantial amount in guarantees for new debt issuance by banks. In addition, they have recapitalised a number of financial institutions. The commitments to provide support are already substantial. But it will take time for the measures to be completely implemented and to show their full effects. In case these measures prove to be insufficient, they need to be complemented by further actions to address problems on the asset side of banks’ balance sheets.

To be successful in resolving the financial crisis the asset support schemes need to meet a whole range of objectives. From the central bank perspective the overwhelming objective is to safeguard financial stability and restore the flow of credit from banks to the private sector. In addition, the measures taken will need to be implemented in a way so as to maintain a level playing field in the EU financial market and minimising the burden to public finances.

In line with these objectives, the Eurosystem has issued a set of guiding principles for the design and implementation of asset support schemes to address the most critical issues.

Apart from guidance on the types of assets and institutions that would be eligible to support, these guiding principles call for an adequate degree of risk sharing as a necessary element to limit the cost to the government, to provide the right incentives to the participating institutions and to maintain a level playing field across these institutions. They also mention that schemes with well-defined exit strategies should be favoured and that conditionality may be attached to such schemes.

CONCLUSION

Let me conclude. We face unprecedented challenges. At the ECB we have demonstrated a willingness and capacity to react rapidly to exceptional circumstances. We have cut interest rates sharply to forestall the emergence of downside risks to price stability. We have provided unlimited liquidity support to the banking system so as ensure that liquidity risk does not lead to a systemic crisis. But, ultimately, we alone as central bankers cannot resolve the current financial crisis. The onus is now on governments, supervisory and regulatory authorities, and the financial industry itself, to cooperate to act resolutely to restructure, recapitalise and consolidate the banking system. Such government measures are under way. On our side we will continue to do whatever we judge to be necessary and appropriate to maintain price stability and contribute to financial stability. And in doing so we will stick to the principles that have served us well in the pursuit of price stability. We will safeguard our financial independence. We will be transparent and accountable for our actions. Most importantly, we will remain faithful to our mandate and provide an anchor of confidence and stability in difficult times.

12. A NEW BRETTON WOODS?

Fuente: James M. Boughton

When French President Nicolas Sarkozy and British Prime Minister Gordon Brown called for a “new Bretton Woods” agreement in October 2008, they were recalling the success of the International Monetary and Financial Conference held in Bretton Woods, New Hampshire, in July 1944. What Sarkozy and Brown envisaged was a new multilateral agreement to stabilize international fi nance in the 21st century, the way the 1944 conference, which established the International Monetary Fund and the World Bank, stabilized financial relations among countries in the second half of the 20th century. The summit meeting of world leaders held in Washington, D.C., in November 2008 started a process that could lead to such an agreement. What would that take to succeed? What kind of leadership, and what kind of commitment, would be needed? History offers some useful lessons.

On several occasions throughout the 20th century, political leaders in major countries sought international agreements on the global economic or financial architecture. Many of those efforts failed, Bretton Woods being the major exception. The central lesson that emerges from these efforts is that successful reform in response to a crisis requires three ingredients: effective and legitimate leadership combined with inclusive participation; clearly stated and broadly shared goals; and a realistic road map for reaching those goals.

PARIS, 1918–19

A useful starting point to survey such efforts is the Paris peace conference of 1918–19, which followed World War I. Although its main purpose was to redraw political borders and to establish principles for avoiding a repeat of the war, establishing a framework for restoring free trade and the flow of capital was also on the agenda. U.S. President Woodrow Wilson provided leadership by enunciating his “Fourteen Points” as a polestar. All of the victorious allied powers were present. Although only the large countries had a significant impact on the outcome, the inclusion of the other allies lent legitimacy to the proceedings.

The economic goal of open trade and finance was widely shared, but how to achieve it was left unresolved because it was not the top priority at the conference. Agreement on a framework was scuttled by differences on war reparations, on the practical aspects of returning to the gold standard, and on the need for an international institution with oversight powers. The U.S. Congress declined to ratify participation in the new global institution, the League of Nations. A 1920 follow-up conference in Brussels established the League’s Economic and Financial Section, but its functions and powers were limited. These failings contributed substantially to the ensuing decades of autarky, unstable financial relations among countries, and economic depression.

LONDON, 1933

Between the wars, the most ambitious event was the World Monetary and Economic Conference, held under the auspices of the League of Nations. It was preceded by two relatively successful meetings one in Genoa in 1922 that re-established the gold standard for a group of mostly European countries, the other in Rome in 1930 that established the Bank for International Settlements.

The 1933 London conference sought to re-establish fi xed parities for a wider range of currencies. As with the League of Nations, this effort failed primarily because of a lack of support from the U.S. government. Three years later, the United States did sign an accord with France and the United Kingdom on a stabilization pact known as the Tripartite Agreement. That agreement, however, was an ad hoc effort to ward off a potentially competitive devaluation of the French franc. Though successful on its own terms, the agreement lacked an institutional structure and a sustainable enforcement mechanism. It thus did little to prevent similar conflicts from arising in the future.

BRETTON WOODS, 1944

During World War II, the U.K. and U.S. Treasuries initiated plans to overcome the weaknesses of the piecemeal interwar approaches by establishing multilateral financial institutions for the postwar period. By mid-1942, the U.K.’s John Maynard Keynes and Harry Dexter White of the United States had prepared fi rst drafts of their respective plans and had begun exchanging ideas to develop a common proposal before the end of the war. Preparations for what would become the Bretton Woods conference began in earnest in the middle of 1943.

Keynes suggested limiting participation to a few countries, with the United Kingdom and the United States as “founder states” of the proposed institutions. This time the United States took the broader view. White insisted that delegations from all 45 allies in the war against the Axis be included and be given an opportunity to participate in the drafting sessions and in key decisions. Representatives of 18 countries met in Washington, D.C., in June 1943 to offer suggestions, and a 17-nation preparatory drafting conference was held in Atlantic City, New Jersey, in June 1944. All 45 delegations convened in Bretton Woods a few weeks later.

The singular success of Bretton Woods is attributable to the extraordinary circumstances in which it was held and to the care devoted to its preparation. Any concerns countries had about threats to national sovereignty posed by the powers given to the World Bank and IMF were effectively neutralized by the twin traumas of depression and war that characterized the interwar period. The willingness of the U.S. government to host the meeting, to take the lead in the design of the IMF, to commit itself to be the principal creditor, and to accommodate the needs of other countries (for example, by accepting the “scarce currency” clause, which imposed requirements on the dominant creditor country) was critical to the success of Bretton Woods.

The two-and-a-half-year collaboration between Keynes and White produced many revisions to the original proposals, not just to accommodate each other but also to make the design more appealing to other countries. The unanimous agreement on the Articles resulted from the careful development of a realistic plan, strong leadership from the two predominant countries, the legitimacy that came from an inclusive process, and the effect of a major crisis in stimulating the political will to act.

The planners of Bretton Woods intended to create three multilateral institutions, not two. A proposed international trade organization proved to be too politically divisive, and so a decision on it was postponed until after the war, with nearly fatal effect. As a fallback option, a group of countries established the less potent General Agreement on Tariffs and Trade in 1948. It was not until 1994 that the World Trade Organization came into being.

THE END OF FIXED EXCHANGE RATES, 1971–73

Following substantial pressures on exchange rates in the 1960s and the offi cial termination of gold convertibility of the U.S. dollar in 1971, it became apparent that a new monetary order was needed. IMF Managing Director Pierre-Paul Schweitzer took the lead by proposing a realignment of keycurrency exchange rates, including a devaluation of the dollar.

The major industrial countries were divided on how to respond, and developing countries resisted being left out of the discussions. The Group of Ten (G-10) industrial countries (Belgium, Canada, France, Germany, Italy, Japan, the Netherlands, Sweden, the United Kingdom, and the United States) took the lead by agreeing to currency realignments at a December 1971 meeting at the Smithsonian Institution in Washington, D.C. But that agreement quickly came under strain, and the focus shifted back to the IMF. Although the G- 10 could not devise a solution on its own, it did agree to the creation of the Committee of Twenty (C-20), a ministerial advisory body that at the time represented the 20 countries and constituencies of the IMF Executive Board.

The C-20 had the advantages of a preexisting institutional framework and secretariat and the political support of both the industrial and the developing countries. But it lacked a realistic plan for restoring stability to the payments system. The French and U.S. positions on exchange rate stability the former wanting a return to fixed parities and the latter wanting market-determined rates were too far apart to permit a consensus. After two years the goal of exchange rate stability was abandoned and the IMF instead was mandated to exercise “firm surveillance” over what was supposed to become a stable system through bilateral and multilateral oversight. That mandate was eventually enshrined in the Second Amendment of the IMF Articles of Agreement in 1978.

THE OIL-PRICE SHOCKS OF THE 1970S

U.S. Secretary of State Henry Kissinger called for a new Atlantic charter to coordinate the responses of industrial countries to the oil-price shock of 1973–74. Both the IMF and the Organization for Economic Cooperation and Development (OECD), then comprising mainly wealthier industrial economies, responded by developing proposals for a financial facility to recycle the surpluses of oil-exporting countries.

The OECD plan was to create a Financial Support Fund by borrowing from oil exporters and lending to OECD member countries. With strong backing from both the United States and the major European countries, the OECD quickly negotiated a treaty establishing the support fund. But even before the OECD facility was in final draft form, the IMF had established an Oil Facility that was borrowing from oil exporters and rich countries and lending on low-conditionality terms to oil-importing countries, both industrial and developing. Political support for the OECD proposal vanished, and the treaty was never ratified.

CALLS FOR A NEW BRETTON WOODS IN THE 1980S

The exchange rate system was already unstable by the time the Second Amendment took effect in 1978, and it became much more so over the next few years. On several occasions from 1982 to 1985, senior finance officials from France, the United States, and other countries called for a “new Bretton Woods,” although no one ever publicly articulated either the goals for such a conference or a road map for surmounting the failed effort of a decade earlier. Despite the high-level backing, which included French President François Mitterrand and U.S. Treasury Secretary James Baker, the proposal was never acted on. Instead, the G-5 (France, Germany, Japan, the United Kingdom, and the United States)—which had largely supplanted the G-10 as the primary steering committee for the industrial countries—acted on its own in 1985–87 to halt the five-year sustained appreciation of the dollar and then to try to stabilize rates around a new equilibrium.

RECENT REFORMS

In 1998, the U.S. Congress took the initiative by convening the International Financial Institutions Advisory Commission, which recommended that the IMF stop making longer-term loans and write off its claims on heavily indebted poor countries that are implementing an effective development strategy approved by the World Bank. These recommendations stimulated public discussion—most importantly in the G-7 (the G-5 plus Italy and Canada) and then in the International Monetary and Financial Committee, the advisory policysetting body of the IMF, the successor to the Committee of Twenty. Those discussions eventually resulted in the adoption of the Multilateral Debt Relief Initiative and the IMF’s Policy Support Instrument in 2005.

WHAT WE HAVE LEARNED

The international financial architecture over the past century evolved in response to circumstances of the moment. Formal conferences were occasionally an important element of that process. In most cases, however, institutional adaptation to changes in the world economy came from the interplay of internal deliberations and initiatives from groups of industrial countries. When problems were clearly identified and the major countries agreed on the type of solution required, deliberations within a group of those countries usually provided the necessary leadership for reform. In the most successful efforts, leadership came from a small inner group that was willing to include, listen to, and absorb ideas from a wide outer set of participants.

Each of the major attempts to revise the international financial architecture came in response to a crisis. When they succeeded, they did so only partially. This observation leads to three broader but interrelated lessons about the context in which financial and other reforms are attempted.

• It is inevitable that some important goals have to be set aside, such as the trade organization at Bretton Woods and systemic rules for exchange rates in the 1970s. Even the best “new Bretton Woods” will solve only a few problems. Whatever gets set aside is unlikely to get accomplished for another generation—or at least until the next major crisis.

• Financial crises often occur at times when other—and possibly more serious—crises are competing for attention. In the past year, the world economy has suffered a variety of ills, including a financial meltdown and wide fluctuations in the prices of food, fuel, and other basic commodities. Over the longer run, both climate change and the persistence of extreme poverty in much of the developing world are looming crises. If revising the rules of international finance dominates the agenda, the opportunity to find better ways to deal with other issues could be lost, possibly for many years.

• Decisions on which countries have a seat at the table have a major effect on what gets done and what gets set aside. Only the major participants in financial markets— industrial and emerging market countries—can devise new rules for finance, but they cannot by themselves devise new rules for trade in commodities. Nor can they cope alone with climate change or extreme poverty. The more inclusive the participation in the next Bretton Woods, the more likely the outcome will have long-run benefits for mankind.

13. DEMOCRISIS

Fuente: Antonio Maria Delgado

La crisis económica será un factor determinante en los resultados de la extensa seguidilla de elecciones que inicia América Latina. De paso, pondrá a prueba la institucionalidad democrática de la región. Ante las crecientes dificultades de la gente para comprar pan, pagar el transporte y conseguir empleo, Nina Castells, mejor conocida como la Evita Piquetera, cree que no tiene que suceder mucho más en Argentina para que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se vea en los zapatos del depuesto Fernando de la Rúa. "Acá está todo mal. Esto es un caos", dice la dirigente de un grupo famoso por cortar calles y rutas. "No se puede comprar nada. La gente piensa que al gobierno se le fue el tema de la economía de las manos, y ya no quiere saber nada más. Sólo falta que alguien prenda un palito de fósforo para que la gente vuelva a salir a la calle".

Expresiones de descontento como éstas no son nuevas en una región acostumbrada a manifestaciones de protesta de todo tipo y magnitud, que incluyen desde desempleados hasta poderosos latifundistas.

En los últimos años éstas no se transformaron en las violentas manifestaciones callejeras que condujeron a la salida de su entonces presidente Fernando de la Rúa en 2001, así como al boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003. No obstante, las presiones sociales que empieza a generar la crisis financiera en distintos rincones de América Latina sí podrán tener impacto político, por lo menos a través de las urnas de votación. Y es que los efectos más complicados de la crisis se empezarán a sentir justo cuando América Latina comienza una temporada de vitales elecciones parlamentarias y presidenciales en las mayores economías de la región, partiendo por las que tendrán El Salvador y Ecuador y cerrando el ciclo con la de Brasil para elegir al sucesor de Lula en octubre de 2010.

"Los gobiernos serán juzgados tanto por sus campañas durante los años de bonanza, así como por su capacidad de amortiguar los efectos de la crisis", dice el brasileño Sérgio Fausto, coordinador de Estudios y Debates del Instituto Fernando Henrique Cardoso. Esto colocaría a los actuales gobiernos y a los bloques oficialistas en una situación de desventaja ante sus rivales debido a la magnitud de la crisis y la falta de recursos financieros e institucionales para adoptar políticas anticíclicas en la mayoría de ellos, con la excepción de Chile y, quizás, Brasil. Aunque ello no significa necesariamente que las oposiciones políticas latinoamericanas ganarán los próximos comicios, los partidos de gobierno tendrían a la crisis jugando en su contra.

Para algunos observadores, la crisis podría tener un efecto político y social más allá de las urnas. "Tendremos estancamiento económico, más pobreza, más desempleo, más criminalidad y más violencia social", dice Michael Bagley, director de Estudios Internacionales de la Universidad de Miami. "No podemos predecir, pero sí podemos vislumbrar más inestabilidad, más descontento con más intervenciones en la política no mediadas por las instituciones ni los partidos políticos. Ese tipo de escenario puede desembocar en golpes militares, en esfuerzos por restablecer el autoritarismo. O, simplemente, desembocar en caos".

Incluso quienes tienen una visión más positiva creen que la crisis podría generar un punto de quiebre en la relación de los latinoamericanos con sus instituciones, si es que los países no logran mantener los avances sociales que se habían conseguido en los últimos años. "Tenemos que pensar que aquí tenemos 100 millones de personas que salieron de la pobreza durante el quinquenio virtuoso, y esa clase media emergente que hay en América Latina es la que va a causar sin duda cualquier inestabilidad o ingobernabilidad que podría producirse bajo los rigores de la crisis", dice Marta Lagos, directora de la Corporación Latinobarómetro, que mide anualmente la relación de los latinoamericanos con la democracia. Lagos duda que la crisis genere un caldo de cultivo para nuevas dictaduras en la región, pero si generará problemas de gobernabilidad.

"Calculamos que hay unos 80 o 100 millones de habitantes de la región que hoy están dispuestos a salir a la calle para defender sus derechos. La cifra se incrementaría si llegamos a un momento crítico de recesión, después de dos o tres años de bajo o de ningún crecimiento. Allí entonces uno se pregunta hasta qué punto la población latinoamericana va a seguir defendiendo la democracia".

PEOR DE LO ESPERADO

La preocupación surge por la apreciación de que los líderes latinoamericanos no han calculado realmente la severidad con que la crisis en la economía estadounidense impactará a la región. El propio Fondo Monetario Internacional se ha visto obligado a modificar su pronóstico de crecimiento para América Latina en 2009 ya en tres ocasiones, desde el 3,5% que mantenía en septiembre de 2008, hasta el 1,1% anunciado a fines de enero. "Y no me sorprendería que termine siendo aún menos", dice Claudio Loser, quien encabezó en 2002 el Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI. "No sería descabellado pensar que para América Latina ésta sería la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y ciertamente competiría con la crisis de la deuda de los años 80", y que generó lo que posteriormente se conoció como la década perdida de América Latina. En esta ocasión, son tres los golpes directos que recibirán las economías latinoamericanas. El primero es el cierre casi completo del financiamiento internacional y el flujo de capitales hacia la región. Esto implicará dificultades adicionales al momento de buscar financiamiento desde el exterior, lo que limitará el gasto público o cualquier iniciativa anticíclica a los montos acumulados en sus reservas. Y éstas no son eternas.

El segundo es el efecto de la contracción en Estados Unidos en su demanda mundial de productos manufacturados, que perjudica a países como México, y disminuye el apetito de los estadounidenses y de los europeos de irse de viaje por la región, lo cual golpea al Caribe. De paso, frena el flujo de remesas, lo cual impactará a Ecuador, México y Centroamérica. El tercer golpe está siendo propinado por la caída de los precios de las materias primas, que reducirá los ingresos fiscales y su capacidad de maniobrar para reducir los efectos de la crisis.

En este contexto, Brasil y Chile están entre los países mejor posicionados. Las altas reservas que el gobierno de Santiago acumuló durante el período de vacas gordas probablemente le serán suficientes para superar sin mayores problemas el de vacas flacas. Una inesperada ayuda para la alianza gobernante, pues le permitirá tener a un gobierno más gastador justo en un año en que el candidato opositor de derecha, el empresario Sebastián Piñera, lidera las encuestas para suceder a la presidenta Michelle Bachelet.

En Brasil, el comparativamente alto grado de diversificación de la economía probablemente le ayudará a suavizar el impacto de la caída de los commodities. Y aunque no hay que despreciar el efecto que en la caída en las exportaciones puede tener en los ingresos fiscales, y en la capacidad de maniobra del gobierno, el país tiene los recursos suficientes para impulsar los planes de crecimiento y sociales que han permitido sacar a millones de brasileños de la pobreza en los últimos años.

LOS ENIGMAS

Distinta es la historia en países que no ahorraron en estos años de bonanza y que carecen de un sector privado sólido y capacidad de financiar el consumo interno que les ayude a suavizar el impacto de la caída en los precios de los commodities. Muchos de ellos tomarán medidas que buscan disminuir los efectos inmediatos de la crisis, pero que erosionarán las instituciones, las confianzas y las posibilidades de crecimiento. "Para ver esto, sólo hay que fijarse en lo que hizo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con las cuentas de ahorro previsional que estaban bajo la gestión de instituciones privadas", dice Fausto.

"Éste es un ejemplo de la respuesta equivocada al dilema que plantea la crisis". O, en otras palabras, cuando se sacrifica el futuro en nombre de las agonías del presente. Los analistas ven estos tipos de problemas, con diferentes grados de urgencia, en Ecuador, Venezuela, Argentina, Honduras, El Salvador y Guatemala. El caso ecuatoriano es uno de los más problemáticos. "Correa no tiene ahorros ni capacidad de crédito. Por eso acudió a los fondos de la seguridad social y a los recursos que están en el Banco Central por concepto del encaje bancario", dice Roberto Izurieta, director de proyectos para América Latina de la Universidad George Washington. "Está raspando el fondo de la olla. Se le están acabando los recursos. Se dice que Irán y Venezuela le prestarán dinero, pero éstos son países que actualmente enfrentan el mismo problema que él".

En Venezuela, entre tanto, el mandatario Hugo Chávez se ha resistido a adoptar las medidas necesarias para estabilizar la balanza de pagos del país, aun cuando sus reservas se agotan rápidamente. El año pasado, el país importó unos US$ 56.000 millones en bienes y servicios, mientras que a un precio de US$ 40 el barril, el país obtendría unos US$ 28.000 millones en concepto de exportaciones petroleras, dice Ricardo Hausmann, director del Centro de Desarrollo Internacional de la escuela de gobierno de la Universidad de Harvard y ex ministro de Planificación de esa nación.

El país no puede endeudarse en este momento, así que si se mantiene el ritmo de gasto no pasará mucho tiempo antes que agote el dinero guardado. "Venezuela es como un tren que va a 150 kilómetros por hora y a cierta distancia, en la vía, hay un muro y el conductor hasta ahora se rehúsa a poner el pie sobre el freno", dice Hausmann.

Los tres países "enigma" son Cuba, Panamá y México. Irónicamente, Raúl Castro podría contar con un respiro y soportar menos presión interna de cambios. Con la situación deteriorándose rápidamente en el Caribe, la economía semicerrada de Cuba casi no "importa" la crisis global, y el derrumbe de los commodities alimenticios (que la isla importa) probablemente equilibre la caída de los turistas.

Con elecciones en mayo próximo, las autoridades panameñas aseguran avanzar sin problemas, pero su economía depende de la confianza de inversionistas nerviosos. Con un gobierno poco popular y con sus finanzas desbalanceadas, sin Banco Central ni herramientas monetarias, depende de las obras públicas de la ampliación del canal para mantener su nivel de actividad y liquidez. Por ahora, Balbina Herrera, la candidata del oficialista PRD, va 23 puntos debajo de la coalición opositora Alianza por el Cambio, que encabeza el empresario supermercadista Ricardo Martinelli.

En México, el ambicioso plan de Felipe Calderón en infraestructura, la inversión pública y las reformas, pueden ser insuficientes para contrarrestar el aumento del desempleo en una economía que crecerá más lento y que pierde la válvula de escape de la migración hacia EE.UU. El tema es preocupante porque los adolescentes desempleados en zonas rurales son el mejor insumo para los grupos delictivos y de narcotraficantes que protagonizan una dura lucha con el Estado mexicano. Pero los observadores no creen que esto se acentúe por la situación económica. "La relación entre crisis económica y algún tipo de desafío a la estabilidad política no es automática", dice Rodolfo de la Torre, coordinador de la oficina de investigación en desarrollo humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, basado en México. El funcionario da como ejemplo la crisis del 94 en México que tuvo efectos posiblemente más fuertes que los esperados en la coyuntura actual, pero que no desembocó en problemas de gobernabilidad.

"Puede haber un descontento con la economía pero que se materializa por formas que no involucran un desafío a la autoridad. Están las vías electorales, de libertad de expresión, los mecanismos políticos para que se exprese ese descontento sin que se desborde". No obstante, el descontento social va al alza. "México es un país donde se socializan las crisis", dice Francisco Farina, vocero del Frente Sindical Mexicano. "Los recursos se privatizan en las empresas, las ganancias son para los particulares, pero al momento de las crisis se toma el dinero de los contribuyentes para rescatar a los privados".

En Argentina, el control del gobierno de los fondos de retiro y una renegociación parcial de su deuda le dio espacio para aventar el temor a un nuevo default en 2009 y 2010. Sin embargo, diversos analistas coinciden que el país se dirige gradualmente hacía un proceso de ajuste. El descontento popular ha ido en aumento a la par con el ajuste de las tarifas de los servicios públicos de luz, gas y transporte, largamente congeladas por las autoridades. Por ello estimaron que en las elecciones parlamentarias de septiembre el peronismo será castigado por los votantes. La duda es si la oposición se unirá, con lo cual la derrota podría ser dura. O si se mantendrá separada, con lo cual el gobierno seguirá dominando como primera minoría.

Nina Castells -quien actualmente contempla la posibilidad de lanzarse como candidata para la gobernación de la provincia de Corrientes, en el norte tropical del país- no cree que los comicios sean una válvula suficiente. Arguye que el grado de insatisfacción es ya muy palpable en ciertos barrios populares. "Hay una psicosis generalizada como del 19 y 20 de diciembre de 2001 [fecha en que renunció De la Rúa]", cuenta. Y aclara que "nosotros no estamos de acuerdo con eso y tratamos de calmar a la gente, porque la gente entró en desesperación, y esa desesperación a veces se puede desatar de una manera", pero que, como ella misma dice, en América Latina nadie sabe cómo puede terminar.

CALENDARIO ELECTORAL

– 15 de marzo, 2009 – El Salvador. Presidenciales. El candidato del opositor (FMLN), el periodista Mauricio Funes, lidera estrechamente las intenciones de voto, luego que su partido ganase las elecciones legislativas y de alcaldes de enero pasado.

– 26 de abril, 2009 – Ecuador. Presidencial. Rafael Correa buscará la reelección.

– 3 de mayo, 2009 – Panamá. Presidencial. Empresario opositor es favorito.

– 28 de junio, 2009 – Uruguay. Presidenciales. El oficialista Frente Amplio corre con ventaja.

– 5 de julio, 2009 – México. De diputados federales y algunas gobernaciones. El opositor PRI se adelanta en las encuestas.

– 25 de octubre, 2009 – Argentina. Legislativas. Se renuevan la mitad de los diputados y un tercio de los senadores.

– 29 de noviembre, 2009 – Honduras. Presidencial.

– 6 de diciembre, 2009 – Bolivia. Presidencial. El presidente Evo Morales buscará la reelección hasta 2015.

– 11 de diciembre, 2009 – Chile. Presidenciales. La derecha opositora lidera las encuestas, a través de Sebastián Piñera.

– 7 de febrero, 2010 – Costa Rica. Presidenciales. Posible duelo entre dos mujeres.

– 30 de mayo, 2010 – Colombia. Presidenciales. Aún hay dudas sobre si Álvaro Uribe va o no a la reelección.

– Principios de octubre, 2010 – Brasil. Presidenciales. Por ahora, el opositor José Serra lidera las encuestas.

CRISIS Y RIESGO POLÍTICO

Argentina: Los analistas creen que este país se dirige hacia una crisis. Aun cuando los precios de los alimentos resistirán el embate de la crisis, la economía argentina ya está dando señas de su rápido deterioro. Aun cuando su decisión de nacionalizar los fondos de pensiones le brinda cierto oxígeno, el rápido encarecimiento del costo de la vida está disparando el descontento y los fondos podrían comenzar a escasear en 2010.

Brasil: Uno de los países mejor preparados gracias a sus amplias reservas y avances en la diversificación de su economía. No obstante, la desaceleración podría afectar la popularidad de Lula y disminuir los prospectos de elección del partido de gobierno en las elecciones de 2010.

Colombia: Los analistas están preocupados sobre el riesgo de que la crisis económica termine deshaciendo los avances en la reducción de pobreza que Colombia ha conseguido en los últimos años. El país sigue teniendo un serio problema de desigualdad que ha servido de base para la insurrección armada.

Chile: Considerado como el mejor preparado para aguantar la crisis. Sus holgados niveles de reserva y prudente manejo económico le brindan recursos para adoptar medidas contracíclicas que suavicen el impacto en el desempleo. Sin embargo, hasta ahora, su uso es tímido. Queda por ver, no obstante, si la crisis beneficia o no a la alianza oficialista, frente a un candidato de derecha que está fuerte en las encuestas.

Ecuador: Este país andino es considerado como uno de los más vulnerables a la crisis económica. Su alta dependencia de los precios del petróleo es similar a la de Venezuela, pero a diferencia de Caracas, Quito no cuenta con los recursos para poder protegerse temporalmente del impacto (una moneda propia, por ejemplo) y los recursos del estado podrían comenzar a escasear al inicio del segundo semestre.

México: Debido a su extrema dependencia de EE.UU. para su comercio exterior, la economía mexicana podría contraerse en 2009, acentuando el desempleo, lo que a su vez podría traducirse en un mayor descontento y una mayor incidencia en la criminalidad. La popularidad del oficialismo va a la baja, mientras sube el opositor PRI.

Perú: Sigue siendo el país de mayor crecimiento de la región. Pero la popularidad de Alan García se ha venido a menos y la aún elevada dependencia de la economía del país en las exportaciones de materias primas podría terminar traduciéndose en un mayor desempleo y descontento popular que propicien la reaparición en la escena de movimientos izquierdistas armados y un ambiente fértil para el resurgimiento de líderes populistas.

Venezuela: La caída de los precios del petróleo debió haber motivado a Venezuela a aplicar serios cambios en su conducción de la crisis, pero hasta ahora el gobierno se ha rehusado a recortar el gasto y a mantener el tipo de cambio en niveles artificialmente altos. Un recorte del gasto público tendría serias consecuencias políticas en el país, debido al profundo debilitamiento que ha sufrido el sector privado en los últimos años.

14. HUMOR

CAMPO DE NUDISTAS

Ricardo se hizo miembro de un exclusivo campo de nudistas. En su primer día, se quitó la ropa y fué a dar una vuelta por el sitio.

Una linda joven apareció y él inmediatamente tuvo una erección …

La chica inmediatamente notó su erección, se acercó y le dijo: Me llamó?

Yo..? No! Respondió Ricardo. Porqué?

Ud. debe ser nuevo aquí. Tenemos un reglamento, que cuando un hombre tiene erección ante una mujer, es porque la desea. Por lo tanto debo complacerlo …

Entonces ella lo lleva a un jardín, se acuesta sobre una toalla y se deja poseer ardientemente.

Ricardo, loco de contento sigue paseando por el lugar y se introduce en el sauna, donde al descuido se le escapa un tremendo pedo.

De pronto se le presenta un tipo grande y musculoso con una erección grande como un bate de béisbol y le dice: Señor, me ha llamado ?

Yo? No! Responde Ricardo …

Ud. debe ser nuevo aquí. Le explico: si Ud. se tira un pedo significa que me ha llamado y que Ud. me desea … Y dicho esto, lo tira al piso y lo viola reiteradamente.

Con mucha dificultad se dirige a la Administración y le dice a la empleada (también desnuda): Tome, le devuelvo las llaves, la tarjeta y quédese con los U$S 500 de la cuota inicial !

Pero Señor, Ud. ha estado aquí solo un par de horas y no ha visto la totalidad de nuestros servicios …!

Escúcheme jovencita: tengo 78 años de edad y apenas una erección por mes, pero me tiro como 15 pedos por día !

No me conviene … Gracias !

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