Otra flota se vuelca y mata a 25 personas

Un bus de Trans Uncía (592-XXH) protagonizó la madrugada de ayer el accidente con más fallecidos en lo que va del año en el país: 25 muertos y 44 heridos. En las dos listas no están incluidos los choferes y el ayudante, que no figuran ni en la de muertos ni en la de heridos. El bus se embarrancó en el puente Choyuma (Pongo), a 105 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, al ir a Llallagua (Potosí), repleto de pasajeros. Aparentemente sufrió una falla en los frenos cuando se desplazaba a gran velocidad en un tramo de bajada y era conducido por un chofer con aliento alcohólico.



El comandante departamental de la Policía, Hernán Trujillo, y algunos sobrevivientes dijeron que después de recorrer 105 kilómetros, la flota, con 72 personas a bordo –incluidos los choferes y ayudante (en la lista sólo figuran 47 pasajeros)–, se descontroló hasta chocar con los defensivos del puente. Con el primer impacto derribó al menos 25 metros de los pretiles de acero y concreto de esa infraestructura vial. Después de hacer añicos los protectores, la flota cayó al precipicio, donde se volcó varias veces expulsando en su caída a niños y adultos, que salieron por las ventanas para acabar esparcidos entre la pedregosa orilla del río o sumergidos dentro de las frías aguas del Choyuma.

Luego de embarrancarse 30 metros, sólo quedaron vestigios de lo que fue la flota: el techo quedó destrozado, los vidrios de las ventanas desaparecieron y el resto era chatarra. Una vez que pasó lo peor, aquellos que se salvaron de milagro –44 pasajeros, dos choferes y un ayudante– salieron del bus en medio de la oscuridad y el agua. En medio de los quejidos de los moribundos pudieron llegar hasta la carretera en busca de ayuda. Contaron que allí se encontraron con la indiferencia de los transportistas que los miraban y se iban.

Al igual que el fatídico 6 de enero de 2010, cuando 22 personas murieron en el accidente de la flota Bolivia ocurrido en el mismo lugar, los bomberos, voluntarios, policías y viajeros que hicieron un alto para ayudar retiraron los 25 cadáveres, entre ellos los de tres niños, que murieron con múltiples golpes. El jueves en el mismo tramo, con una diferencia de 25 kilómetros (km 80), se registró el quinto accidente de la flota El Dorado, donde murieron 13 personas. Cerca al mediodía de ayer, policías de Tránsito Quillacollo dieron con uno de los choferes y propietario del bus, Rodolfo Gandarillas.

El uniformado dijo a su superior: “Aquí está, este es el chofer y se estaba escapando”. Mal dormido, con los ojos enrojecidos, los dientes teñidos de verde de tanto masticar coca, con aliento a alcohol y algo aturdido respondió con monosílabos a las preguntas de la prensa. Atinó a decir que no estaba ebrio, que había tenido un acontecimiento en Llallagua y acababa de llegar. De todas maneras, la Policía lo condujo a una clínica privada para sacarle la muestra para un examen de alcoholemia.

Noticias de TV: Unitel.

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