El día que mancharon la pelota

Despido, mentira y traición son los argumentos del último episodio de la tormentosa relación entre el trío formado por Diego Maradona, Carlos Bilardo y Julio Grondona. La pelea es reciente pero la compleja relación entre tres de los personajes más trascendentales del fútbol argentino está plagada de desencuentros. El ídolo popular alcanzó la cima y se convirtió en deidad en el Mundial de México 1986, cuando brilló como nunca en la selección que levantó la Copa del Mundo.



Bilardo, técnico de aquel equipo, se jacta de haberlo apoyado incondicionalmente e incluso de haberle dado la cinta de capitán, relegando a Daniel Passarella. Ante las críticas que recibía el equipo en los meses previos a que Argentina ganara su segundo Mundial, el mánager recuerda que a Maradona "lo mataban" y cuenta: "Diego dijo: ‘Si se va Bilardo, me voy yo’.

Y yo dije: ‘Si se va Maradona, me voy yo’". Ambos se quedaron y lograron el título con la omnipresente figura de Grondona moviendo los hilos por detrás. Algo parecido sucede ahora. Bilardo afirmó que si Maradona se iba, él también dejaba la selección. Pero eso no pasó e incluso parece que tras la salida del entrenador, el mánager tomó más poder e intenta recuperar el prestigio que obtuvo al ganar un Mundial y lograr el subcampeonato en Italia 1990. "Al Narigón lo quiero como a un padre", dice Maradona en su libro "Yo soy el Diego", publicado en 2000. Antes habían tenido diferencias en varias ocasiones, con insultos en público.

Noticias de TV: América.

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