El presidente es un hombre de cuidado. Cuando alguien cae en desgracia ante su mirada soberana, por más que provenga de su entorno más cercano, puede estar seguro de que será descalificado, vilipendiando y su memoria borrada del “libro de los justos”. Pasó con su mentor Filemón Escóbar, con su cuasi suegro Román Loayza y ahora le toca el turno a Gustavo Torrico, ex jefe de bancada del MAS y ex viceministro de gobierno. Evo Morales dice en Palacio que el nombre del grupo de los “satucos” -comandado por Torrico- viene de Satanás, olvidando que fueron su tropa de choque más fiel en la ciudad de La Paz…
Lejos del litio
El periódico surcoreano JoongAng Daily advierte en su editorial que la visita del presidente Evo Morales a Corea del Sur “No es suficiente para garantizar un futuro acuerdo” para la explotación del litio. “A pesar de que las dos partes han firmado un convenio inicial de cooperación en investigación y desarrollo, un acuerdo final sigue siendo distante”.
Nueva derecha
Hay una nueva derecha en Bolivia y está en el gobierno. No una liberal, que promueva la competencia o el fair play, sino una patrimonialista, donde pequeños grupos de interés usufructúan de los negocios con el Estado. Se parece demasiado a la vieja derecha, al “capitalismo de camarilla” del que hablaba Joan Prats y que es el modelo que en realidad ha dominado históricamente en el país, a veces con discurso privatizador y actualmente con uno estatista. Pero con el mismo resultado y, en ocasiones, con los mismos beneficiarios. Los sectores populares simplemente sirvieron de escalera a la nueva oligarquía y ahora les toca la desmovilización forzada.