Los municipios a los que no pudo acceder el oficialismo por la vía del voto están siendo tomados por la fuerza con la complicidad de un sistema judicial que a estas alturas ya está totalmente controlado. Los casos del alcalde electo de Sucre, Jaime Barrón y el de Potosí, René Joaquino, por estar relacionados con capitales de departamento naturalmente tuvieron mayor impacto nacional.
Seguidores del encarcelado alcalde de Warnes, Nyls Carmona (Santa cruz) realizan una marcha de protesta, ayer. (foto izq El Deber). El pueblo de Sucre se movilizó en junio en apoyo al alcalde electo Jaime Barrón, sin embargo se consolidó el «golpe» en su contra y el MAS lo reemplazo con una de sus concejales (foto La Prensa)
Estos dos casos en cierta forma han tapado otros que se están produciendo en ciudades intermedias y en poblaciones pequeñas en las que realmente se muestra de manera descarnada los métodos del MAS que incluyen el chantaje y el amedrentamiento.
En Punata, una ciudad de casi 50 mil habitantes ubicada en el valle cochabambino se ha dado un caso que ejemplifica muy bien esta situación. Resulta que en esa población ganó la alcaldía Víctor Balderrama con una votación del 74 por ciento encabezando la agrupación Insurgente Martín Ichu, en tanto que el MAS solo obtuvo 14 por ciento.
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Esta votación permitió a Balderrama contar con cinco de siete concejales. Sin embargo, ya se ha hecho norma que lo que menos importa es la voluntad expresada en las urnas. Balderrama tenía una acusación en su contra por supuestos malos manejos en su anterior gestión pero no se logró su destitución. Ante esto se presentó una nueva acusación en su contra, esta vez por una supuesta violación. No se inició un proceso pero el fiscal dijo que se trataba de un delito de orden público y por tanto hizo la acusación formal .
Sin embargo el concejo municipal punateño no suspendió a Balderrama por lo cual un ciudadano cualquiera presentó contra tres concejales una denuncia por “incumplimiento de deberes” y el fiscal ordenó la inmediata detención de estos. Los tres concejales fueron liberados por unas horas para que asistan a una sesión, realizada en chichería (cantina) para ocultarse de la población, suspendan a Balderrama y elijan como nueva alcaldesa a Leticia Camacho (masista por supuesto).
Los tres concejales fueron puestos en libertad de forma inmediata y uno de ellos, Jorge Arnez fue elegido presidente del Concejo. En suma, el MAS, con solo el 14 por ciento de votación controla un importante municipio en Cochabamba mediante una maniobra que incluyó el amedrentamiento, la compra de conciencias y la complicidad de las autoridades judiciales. Ese es el método.
En Potosí los masistas no pudieron hacerse de la alcaldía debido a que los concejales de Joaquino se resistieron al chantaje, a la intimidación o no accedieron a venderse por dinero. Además advirtieron que la población no estaba dispuesta a permitirlo. Se suspendió a Joaquino pero uno de su mismo partido se hizo cargo de la alcaldía.
Para refrescar la memoria acudimos a un resumen del periódico Los Tiempos sobre la situación de los autoridades electas perseguidos por el gobierno utilizando a fiscales y jueces.
«Alcaldes suspendidos:
Quillacollo. Héctor Cartagena renunció a pocas horas de asumir.
Sucre. Jaime Barrón dimitió para enfrentar un juicio por racismo.
Punata. Víctor Balderrama dejó la Alcaldía, acusado de violación.
Bermejo. Delfor Burgos fue suspendido por nombramientos ilegales en su anterior gestión.
Potosí. René Joaquino es acusado de conducta antieconómica.
Alcaldes procesados:
Buenavista. Bladimir Chávez está con medidas sustitutivas. Lo acusan de acarreo de votantes para las elecciones del 4 de abril.
Camiri. Luis G. Moreno tiene un proceso por la compra de terrenos.
Okinawa. Dionisio Condori es investigado por el Ministerio de Transparencia.
Cotoca. Wilfredo Áñez tiene un proceso en marcha.»
En Santa Cruz tambien Percy Fernández fue denunciado por un concejal del MAS y ex asesor de Roberto Fernández, de haber pagado 1 millón de bolivianos para la limpieza de un canal sanitario y marcha un proceso.
Nyls Carmona, alcalde de Warnes, acusado de malversación de fondos, daño económico al Estado y otros cargos por el Ministerio anticorrupción fue encarcelado y sufrió un infarto esta internado en una clínica privada; ya se apresta un concejal masista a ocupar su lugar.
El Sin Miedo Luis Revilla no es la excepción, con lo que el MAS se haría del botín más preciado, la alcaldía de La Paz.
En realidad todos los gobernadores y alcaldes opositores están en la mira y se sabe que en la Contraloría General, a cuyo cargo está el masista Gabriel Herbas, han recibido la instrucción de escarbar cualquier asunto que pudiera servir para acusarlos. El partido gobernante no está dispuesto a perdonar a nadie en su afán de hacerse del poder total.