Melchorita, el revés a Evo

Dante Pino Archondo

DANTE Por supuesto que, saben lo que hacen. Si ellos fueron los que provocaron la violencia en Warisata. Bloquearon caminos, tomaron rehenes, abusaron de ellos, aterrorizaron al pueblo, todo con el fin de provocar al gobierno para que hayan tiros y muertos. La diferencia con el gobierno de Goni, fue que este pisó el palito y movilizó a las fuerzas del orden para restablecer la paz, mientras que ellos, dejan que el pueblo se muera de hambre, que los caminos bloqueados permanezcan así y evitan los tiros. Porque saben lo que pasa luego.

Han originado en base a la confrontación y el uso de la violencia un proceso de desagregación nacional, con el visto bueno de una mayoría que les han dado el voto por cuatro veces en menos de cinco años. Con tales antecedentes e impulsos creados al compas de elecciones programadas, no hay nada que les conmueva.



El cuadro que tenemos no es halagador, al contrario, nos lleva un poquito cada día al derrumbe final. Mientras en Bolivia se vive de la ideología, de la politización total, de las denuncias diarias, de las amenazas permanentes y de libertinaje planificado para que el narcotráfico, en otros países, donde la serenidad no se ha perdido y el pueblo sabe que no puede darse lujos socialistas en medio de una pobreza creciente, se hacen negocios internacionales y se concretan proyectos que una vez fueron bolivianos.

Uno de ellos se llama Melchorita, en el Perú. Un ambicioso proyecto para lograr la relicuefacción del gas peruano que le permitiría exportarlo al mercado que desee. La Planta Melchorita tiene un costo de $us. 3.800 millones de dólares bajo el consorcio Perú LNG que lidera la compañía Hun Oil y la Repsol española.

¿Se acuerdan en Bolivia de este mismo proyecto para vender gas a mercados del norte, tanto a México como Estados Unidos? ¿Y todo el mundo que se armó para evitar que el gas pase por Chile? Bueno, al final Bolivia no solo perdió el proyecto sino que ahora no produce gas al extremo que tiene que importar gasolina y gas licuado. El tema del gas sirvió para tumbar a un gobierno y desatar la violencia a límites que costaron la vida de muchos bolivianos.

Pues ahora el Perú logró lo que Bolivia no pudo. Y mientras la economía peruana se constituye en un referente para la inversión, El Estado Plurinacional de Bolivia es una mala palabra en el mundo de los negocios internacionales. Melchorita tiene una capacidad para procesar 620 Mpcd, con una meta de exportación de 4,2 Tcp durante los próximos 18 años. El proyecto comprende la planta de licuefacción en la terminal marítima, el gasoducto de 408 kilómetros que cruza los Andes y llega hasta el Pacífico.

Esto es lo que el pueblo de Bolivia debería pedir como rendición de cuentas al señor Evo Morales. ¿Por qué se ha perdido la oportunidad de ser un país exportador de gas? ¿Por qué ahora somos deficientes en la explotación de este recurso energético?, ¿dónde está ahora Bolivia como país dueño de reservas de gas mucho mayores a las que tiene el Perú?

Parece que es más fácil distraer al pueblo con juegos artificiales distractivos que encarar con responsabilidad el futuro nacional.

Bolivia en la mira