Robo sacrílego

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Más dudas que certezas

  2. Bajo el Penoco, El Día: Líos de cama

  3. Los Tiempos: CUANDO LA RACIONALIDAD GANA A LA IDEOLOGÍA

  4. El Deber: Robo sacrílego

  5. Cambio: Desempeño de la economía

  6. La Prensa: Los contrastes de La Paz

  7. El Diario: Libros, benditos medios del saber

  8. El Mundo: Peligroso

  9. Opinión:

  10. Clarín, Argentina: El manejo de la publicidad oficial


El Día: Más dudas que certezas

El próximo análisis y la correspondiente aprobación de la Nueva Ley de Pensiones por la Asamblea Legislativa Plurinacional, ha generado en el país no sólo justificada expectativa por el impacto que se supone tendrá lugar entre la población esta normativa legal, sino también porque ha despertado más dudas que certezas acerca de su sostenibilidad en el tiempo. Conviene recordar que todavía está sobre la mesa del debate la creación del Fondo Solidario, la administración de la gestora pública de los fondos individuales y la reducción de la edad de jubilación. Todos y cada uno de estos puntos reviste crucial importancia dentro de un Sistema de Pensiones confiable para la gente.



Resulta plausible  que con  el Fondo Solidario como incentivo se pretenda no sólo subir las rentas bajas, sino ampliar la cobertura del sistema de manera que los trabajadores independientes puedan tener una pensión para subsistir en el futuro, siempre que se sumen al sistema. Sin embargo, es justamente esta universalización del sistema la que genera las primeras dudas acerca de su sostenibilidad. ¿Hasta qué punto existe seguridad que el sistema funcione atendiendo al veinticinco por ciento de la población dependiente aportando para el setenta y cinco de la población restante? El financiamiento del Fondo Solidario no parece alcanzar para un universo tan grande.

Por otra parte, se sigue insistiendo en la administración del fondo de pensiones por una gestora pública, a sabiendas de los antecedentes de las administraciones públicas anteriores, que han sucumbido a la corrupción y quedaron como un botín político más, perjudicando sobremanera a los trabajadores jubilados que esperaban eficacia para recibir sus rentas en cantidad digna y de manera pronta. Hasta donde se sabe, el argumento es cumplir con lo que señala la nueva Constitución en materia de seguridad social. No obstante, es válida la pregunta: ¿Qué garantías existen para no repetir los errores del pasado y evitar otras generaciones “sandwich”, injustamente frustradas?

La edad de la jubilación es otro de los aspectos que alienta opiniones encontradas. Si bien existen sectores laborales que necesitan una edad más temprana para retirarse, otros son valiosos por la experiencia de sus recursos humanos, que pueden rendir mucho más allá de la edad promedio de jubilación. Por tanto debiera ponerse sobre el papel una edad mínima para jubilarse y respetar la decisión de aquellos trabajadores que todavía pueden ser valiosos. Habrá que ver, esa es la duda, si prevalecerá el sentido común entre los integrantes de la Asamblea Legislativa sobre este punto importante.

Se ha asegurado que la sostenibilidad del Sistema está proyectada para 40 años, pero las dudas son más que las certezas, porque el Fondo Solidario quizás no sea capaz de cubrir el universo de personas que se pretende, especialmente por la proyección creciente de personas que se incorporarán al sistema. Si se mira bien, no es sólo la fortaleza del Fondo Solidario, sino la idoneidad de la administración del Sistema de Pensiones, que ya despierta sospechas por el solo hecho que será pública. Por ello, ante tantas dudas y pocas certezas, la carga de responsabilidad de la Asamblea Legislativa Plurinacional tiene estrecha relación con el futuro de los actuales trabajadores bolivianos.

La carga de responsabilidad de la Asamblea Legislativa tiene estrecha relación con el futuro de los actuales trabajadores bolivianos.

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Bajo el Penoco, El Día: Líos de cama

Allá en el pueblo, Pacho se molestaba que su esposa le pida los 10 pesos para la comida del día. “Desde mañanita estás con ganas de pelear”, respondía el marido, tratando de evadir su responsabilidad. La pobre mujer se las arreglaba para no fallar con el locrito y cuando Pacho reclamaba, ella siempre salía por la tangente. “Y vos no hablés que llegaste tarde anoche”, le contestaba y todo quedaba en un mar de acusaciones y temas no resueltos en los que a veces transcurre un matrimonio. Es más o menos como ocurre con la Iglesia y el Gobierno del MAS. Los obispos bolivianos prendieron el ventilador el jueves en Cochabamba donde, en otras palabras, dijeron que lo que único que florece en este “proceso de cambio” es el narcotráfico ya que la libertad y la democracia están muriéndose. El ministro de Gobierno, un “cuchillo de la casa”, fue el encargado de responderle a la Iglesia y estuvo a la altura de sus antecedentes. Les dijo de todo y agregó algo que nos hizo recordar al legendario Pacho. Les dijo “machistas” a los curas. Lo que tiene que hacer y decir un ministro para desviar el debate.

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Los Tiempos: CUANDO LA RACIONALIDAD GANA A LA IDEOLOGÍA

Compatibilizar visiones no será un proceso fácil. Hay demasiada carga ideológica que intentará boicotear este tipo de iniciativas

La iniciativa de la ministra de Desarrollo Rural y Tierras de impulsar un encuentro entre varias autoridades de gobierno y productores agropecuarios para analizar la situación del sector y establecer políticas de mediano plazo para apoyar la producción agropecuaria y, de esa manera, garantizar la seguridad alimentaria de la población boliviana es oportuna y necesaria.

Hay que recordar que desde que el Presidente incluyó en su gabinete de ministros a personas que conocen la dura realidad del trabajo y formulan ideas desde la práctica concreta y no desde las elucubraciones político-ideológicas, los sectores productivos del país -no sólo agropecuarios- han sentido que comienzan a ser incluidos y pueden aportar decisivamente al bienestar social.

De hecho, y más allá de legítimas diferencias, hay intereses comunes que se sobreponen a los intentos por polarizar en forma permanente la vida social.

Es en ese contexto que se inscribe el encuentro que se realizó en Santa Cruz la semana que termina y en el que participaron productores agropecuarios de Santa Cruz y Cochabamba, intentando garantizar alianzas productivas de manera que se atiendan en forma conjunta los problemas que cada cual atraviesa, porque esos problemas de inmediato repercuten en los otros.

Probablemente sea la interdependencia entre productores de maíz forrajero y de pollo la que grafique con precisión esa dependencia productiva.

Si a ello se suma que algunas autoridades de gobierno han comprendido que la intromisión estatal en el mercado por causas ideológicas para regular artificialmente precios e impedir la exportación de productos ha afectado el abastecimiento interno, se tiene un contexto favorable para aunar esfuerzos y no afectar los procesos productivos en marcha. En este sentido, la propuesta es dar prioridad al mercado interno pero al mismo tiempo garantizar la libre exportación; contar con planes de investigación en biotecnología agrícola; facilitar la provisión de semillas e insumos (no subvención), y el compromiso estatal de resguardar las fronteras para evitar el contrabando y garantizar la propiedad jurídica sobre la tierra.

Si bien el encuentro al que se hace referencia abre esperanzas de que, teniendo como objetivo central garantizar la seguridad alimentaria, será posible diseñar rutas que permitan la convivencia racional entre diversos tipos de economía, no es posible olvidar que mantienen poder algunas corrientes estatistas pese a que, como se ha visto en múltiples experiencias en el planeta, llevadas a "la vida real" sólo han ampliado los niveles de pobreza luego de un breve período de aparente distribución igualitaria.

Por ello, compatibilizar visiones no será un proceso fácil. Hay demasiados intereses, demasiada carga ideológica que intentará boicotear este tipo de iniciativas. Por ello, lo importante es que exista un serio compromiso de aportar -sin desmerecer los legítimos intereses- a la seguridad alimentaria interna. En la medida en la que cada vez más gente tenga acceso al mercado del consumo, más beneficios recibirán los productores y el Estado, en una triangulación virtuosa que es, finalmente, el objetivo de las políticas públicas.

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El Deber: Robo sacrílego

Vivimos, -tal vez sea más apropiado decir que de milagro sobrevivimos-, en esta Santa Cruz de la Sierra, otrora paternal y con aires conventuales, amén de segura y laboriosa, a merced hoy, y desde hace ya buen tiempo, del crimen, del asalto y del robo a sangre fría y con tintes de crueldad y sadismo.

No hay día, y este es el diagnóstico inevitable, en que los medios de comunicación, cualesquiera sean ellos, no destaquen en titulares, no un caso de extrema gravedad, sino varios, cometidos en circunstancias de sorprendente crueldad, por apropiarse de lo ajeno y por hacer correr sangre sin culpas en el trasfondo. Nutrida siempre la crónica roja viene a ser el termómetro que marca los grados de peligrosidad que reviste el simple hecho de ser vecino de esta cálida urbe grigotana, hasta no hace mucho tranquila y conventual, cabe reiterarlo.

Pero sacrilegios en la comisión de delitos graves y hasta fatales para las víctimas no se habían dado o al menos en la memoria no teníamos noticias de algo así. Por eso, con enorme y muy justificado espanto, estremecidos por su crudeza y el menosprecio manifiesto de los símbolos de nuestra vieja fe, nos enteramos del sacrílego robo registrado en nuestra Santa Iglesia Catedral Metropolitana, de cuyos venerados espacios se llevaron piezas que, si bien de alto precio material, eran de valor incalculable desde el punto espiritual y de nuestra ardiente fe.

Extraños a nuestro medio y con hálitos diabólicos deben ser, sin duda alguna, los autores del robo que sólo puede calificarse de sacrílego por no existir otro vocablo mucho más infamante y que signe a los autores con estigmas indelebles. Robo sacrílego en nuestra Iglesia Mayor, punto de convergencia de la gente de buena fe. Desde luego que el castigo de Dios y su Corte Celestial no se hará esperar y será duro en extremo e inapelable.

Queda esperar que este robo  sacrílego e infamante sea investigado así sea removiendo cielo y tierra hasta dar con el o los autores del bárbaro hecho para su encarcelamiento hasta el fin de sus días. La investigación atañe a todos, sin llegar desde luego a interferir la labor de los llamados expresamente por ley para hacerla. Poner en claro el sacrílego hecho o colaborar para su esclarecimiento sin meterse en niveles que no son pertinentes, puede reportar tranquilidad de conciencia y granjearse algo de la gracia de nuestro buen Dios.

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Cambio: Desempeño de la economía

"Vemos una situación positiva en Bolivia, hay unas buenas perspectivas económicas para este año y para el año que viene", indicó ayer el representante residente del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Bolivia y Perú, Luis Brewer, al presentar un informe sobre la situación actual de la economía mundial a noviembre de 2010 y su impacto en el país.

El funcionario calificó de positivo el desempeño de la economía boliviana y afirmó que los niveles de inflación están dentro de los rangos tolerables y razonables respecto de los países de la región. "La proyección que tenemos nosotros para la economía boliviana para este año y el próximo es que el superávit en el comercio internacional, en la cuenta corriente, comercio de bienes y servicios, se va a mantener; por lo tanto, se espera un incremento moderado de las reservas", apuntó Brewer.

Es decir, las palabras del representante residente del FMI destacan la fortaleza de la economía boliviana y corrobora que nuestro país salió muy bien de la crisis financiera internacional que se originó en Estados Unidos el segundo semestre de 2008. Es que el éxito boliviano en capear la crisis tuvo su cimiento en la aplicación de una política cambiaria menos volátil y más estable del tipo cambio del dólar estadounidense respecto del boliviano.

A diferencia de países como Chile, Colombia y Brasil, que optaron por fuertes apreciaciones de su moneda respecto de la divisa estadounidense, lo que encareció el precio de sus productos de exportación, Bolivia mantuvo una política económica mucho más coherente que garantiza su estabilidad macroeconómica.

En este contexto, lo que hizo el representante de ese organismo financiero internacional fue sólo reflejar los indicadores económicos bolivianos, que señalan y certifican la solidez de una economía que hasta hace menos de cinco años era altamente dependiente de la cooperación externa —sujeto a una serie de condicionamientos— y créditos de entidades internacionales, tanto para proyectos productivos, infraestructura y ajustes estructurales, como para equilibrar la balanza de pagos.

Durante los gobiernos neoliberales, Bolivia permanentemente extendió la mano para conseguir asistencia financiera para reconstituir sus reservas internacionales, estabilizar su moneda, seguir pagando sus importaciones y restablecer las condiciones para un firme crecimiento económico mientras, supuestamente, corregía sus problemas subyacentes.

No obstante, a menos de cinco años de la asunción de Evo Morales Ayma a la primera magistratura del país, esa realidad se trasuntó en una economía sólida que certifica —a octubre de 2010— históricas reservas internacionales del Banco Central de Bolivia por 9.300 millones de dólares; es decir, 7.600 millones de dólares más de lo que recibió en enero de 2006.

En los primeros seis meses de este 2010, el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia había alcanzado un crecimiento del 3,64% —sobre una meta anual de 4,51%—, así como la construcción un 10%, el transporte 8,8%, el sector de los servicios de electricidad, gas y agua un 6,7% y la industria del petróleo crudo y gas natural un 6,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Respecto del sistema financiero, el crecimiento boliviano alcanzó un 5,04%; el comercio un 4,2%, la industria manufacturera un 4% y las comunicaciones un 3,21%.

Y si durante 2009 el PIB boliviano creció un 3,36% —el más alto de la región y en plena crisis financiera internacional— y en 2008 marcó un récord de 6,15% gracias a la expansión de la minería, la construcción, la industria manufacturera y la inversión estatal.

En este sentido, al tercer trimestre de este 2010, Bolivia obtuvo un superávit comercial de más de 1.200 millones de dólares. Es decir, mientras las exportaciones al mercado externo sumaron 5.049 millones de dólares, las importaciones fueron de 3.832 millones de dólares.

Hasta diciembre se prevé superar en 6% la meta fijada para este año del pago de tributos  al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), ya que entre enero y octubre se recaudó un total de 23.760 millones de bolivianos, que incluye el sector de hidrocarburos. Además, la mitad de los créditos y depósitos en el sistema financiero nacional ya está en bolivianos y el resto en moneda extranjera, según destacó el Banco Central de Bolivia (BCB).

Por eso, la política macroeconómica que impulsa el gobierno nacional prevé que esa tendencia continúe en los siguientes meses, pues el comportamiento de la cartera y los depósitos bancarios muestra la confianza de la gente en la moneda nacional. El incremento de la bolivianización de nuestra economía implica una mayor soberanía monetaria, reduce la vulnerabilidad del sistema financiero y otorga mayor efectividad a las políticas monetaria y cambiaria.

Es en ese contexto que el representante del FMI ponderó el comportamiento de la macroeconomía boliviana y destacó la "aceleración en el crecimiento y un pequeño aumento en la inflación, pero se mantiene dentro de los rangos tolerables (…) Si uno estudia la economía reciente de Bolivia, en promedio la inflación boliviana, en los últimos 20 años ha sido el 7 por ciento, tener una inflación del 3,5 y 4 por ciento este año, nosotros pensamos que se maneja dentro de los parámetros razonables".

Y como corolario de la fortaleza del modelo económico boliviano, el Fondo Monetario Internacional pidió a la Argentina —el 21 de octubre— seguir los pasos del gobierno del presidente Evo Morales, al asegurar que "el ejemplo de Bolivia es ilustrativo, ya que muestra que una gestión cuidadosa de los ingresos generados por los productos energéticos es perfectamente compatible con un gasto social correctamente focalizado y genera importantes réditos en términos de estabilidad". Los hechos y las cifras corroboran esta realidad.

FMI: La proyección que tenemos para la economía boliviana para este año y el próximo es que el superávit en el comercio internacional, en la cuenta corriente, comercio de bienes y servicios, se va a mantener; por lo tanto, se espera un incremento moderado de las reservas.

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La Prensa: Los contrastes de La Paz

La Paz puede y debe mejorar mucho. Todo lo que se ha hecho es insuficiente. Las calles requieren de un reasfaltado total, lo mismo que las aceras?

La Paz está cambiando su imagen debido a las obras interesantes, importantes y necesarias que ha emprendido la municipalidad durante los últimos años. Pero no deja de ser una ciudad de grandes contrastes y de escaso desarrollo.

Los puentes Trillizos, aun sin haber sido inaugurados, han embellecido el paisaje. Hay dos nuevos mercados modernos y en las laderas, obras que dan mejor la calidad de vida a sus habitantes que ahora pueden disfrutar de parques infantiles o canchas deportivas y accesos menos insufribles. Está bien que se hubiera adoptado la prudente política de no habilitar los puentes Trillizos hasta que la seguridad de transitar por ellos sea total.

A pesar de ello, La Paz no llega a ser comparable con las capitales de ninguno de los países de Sudamérica que, en materia de desarrollo arquitectónico, orden y limpieza, nos llevan decenas de años de ventaja.

Cargamos sobre nuestras espaldas el estigma de ser un país pobre y atrasado, pero podrá llegar el día en que la enorme riqueza que tenemos será desenterrada e industrializada y pasemos a ser el país más rico del subcontinente. Naturalmente, eso dependerá de la gestión eficiente y honesta que hagan los gobernantes de las fabulosas reservas de hierro, gas, litio, cobre y uranio que tenemos y de que los precios de los minerales y productos agrícolas estén tan altos como ahora.

Pero La Paz puede y debe mejorar mucho. Todo lo que se ha hecho es insuficiente. Las calles requieren de un reasfaltado total y uniforme, lo mismo que las aceras, que se han convertido en un peligro para la integridad física del viandante. El transporte público es caótico. Los conductores de minibuses se dan el lujo de bloquear las arterias parando donde les viene en gana, ocupando todo el ancho de las calles y avenidas por dos o tres cuadras, sin que haya un policía que ponga orden.

?En la Pérez no se para, no se sube ni se baja?, dice una frase que se hizo popular. Pero un poco más abajo, en la plaza San Francisco, sí se para en tres y hasta cuatro filas, se sube y se baja de minibuses, trufis y taxis que se detienen transversalmente. Apenas desaparecen las llamadas ?cebras?, el caos vuelve a cada esquina, de las que también desaparecen los policías, y aquellos que permanecen carecen de autoridad para frenar el abuso de los conductores prepotentes.

En El Alto, el caos del transporte es peor, como lo es la ineficiencia policial. Es una ciudad desordenada, indisciplinada, con las calles llenas de baches; con conductores y peatones que ignoran olímpicamente las señales de semáforos y con minibuses que paran en grupos irregulares en medio de amplias avenidas. Cáscaras de frutas, bolsas de plástico usadas, papeles tirados por todos lados y basura de toda especie muestran una ciudad mugre, mal cuidada, desprolija y maloliente, dando una pésima primera impresión a los turistas que llegan por cualquier vía.

¿Quién soluciona estos problemas?

Es un trabajo de todos. De los municipios, de la Policía, del Gobierno y de la propia población. La Paz es diferente a todas las capitales de América, pero puede ser la más linda si se eliminan esos problemas y se le da un toque de pintura a las casas y edificios de las laderas.

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El Diario: Libros, benditos medios del saber

Sólo en un país que no lee, que hace escarnio de la cultura y donde se llega a los peores extremos en políticas tendentes a un socialismo extremo, es posible que autoridades del campo de la educación promuevan la “anulación de determinados textos”; es decir, abolir de los programas curriculares de escuelas y colegios algunos libros que, seguramente, no convencen al partido de gobierno o no comulgan con poses socialistas que se piensa imponer en el país.

Hace pocos años, el propio Canciller sostenía: “Es mejor leer en las arrugas de nuestros viejos que en páginas de los libros”. Una posición peregrina y absurda que no caló en nadie porque de hecho e instintivamente se produjo rechazo. Dentro del mismo contexto de “genialidades”, también el mismo Ministro de Relaciones Exteriores dijo: “Son más nutritivas las hojas de coca que la leche; por lo tanto, conviene dar coca a nuestros niños”. ¿Qué sería del país si estos dislates fuesen puestos en práctica? ¿Habría una niñez y una juventud que acepte tales propuestas?

La cultura en general, producto de la libertad de pensamiento y del derecho a la libre expresión, es bien de toda la humanidad; sin los valores culturales no hubiese progresado hasta los niveles a los que llegó. Creer que los libros -por considerárselos ajenos a cualquier proceso político- son malos, es una aberración y su marginamiento de los programas educativos y, peor, su destrucción, implicaría imitar la conducta de tiranos como Nerón, Hitler, Idi Amin Dada y otros que, ignorantes sobre la importancia de la palabra escrita, han dispuesto la quemazón de millones de ejemplares de libros referidos a múltiples disciplinas del saber.

El Libertador Simón Bolívar, genio de la cultura y convencido de la urgencia de educar a los pueblos, decía: “Un pueblo ignorante es ciego constructor de su propia desgracia”. Cuánta razón había en este hombre de cerebro e ideas brillantes, de mente esclarecida que sabía y entendía cómo había personas que buscarían, en todos los tiempos, la anulación de la cultura, que evitarían la alfabetización del pueblo, que impedirían por cualquier medio coartar la libertad de pensamiento y poner trabas al derecho de expresar libremente ideas y criterios que son libre propiedad del ser humano.

Ante la idea de suprimir del escenario educativo y cultural del país determinadas publicaciones, habrá que pensar que fue, simplemente, un “lapsus linguae”, producto de una estulticia pasajera, el que se haya vertido tal concepto, porque es difícil creer que alguna autoridad, en su sano juicio y con un mínimo de educación y cultura, emita opiniones para suprimir libros y publicaciones que son el patrimonio de un país y continuarán siendo forjadores de la mente de niños y jóvenes.

Los libros son los lábaros que conducen a los pueblos al desarrollo y al progreso; son íconos que simbolizan el saber y entender del ser humano, son luces que no pueden faltar en un túnel de oscuridad como es la ignorancia; son, finalmente, la representación de lo que deben hacer las autoridades en pos de conseguir la formación integral de niños y jóvenes; son, los libros en general, depositarios de ideas, criterios, pensamientos, inventos, tecnología y del espíritu de generaciones, de hombres y mujeres que a través de los años han aportado a la formación de multitudes. Quienes actúan como autoridades -especialmente en el campo de la educación- deberían hacer uso de su derecho a pensar, convenir y concordar en que la cultura mediante los libros y toda forma de comunicación son patrimonio de los bolivianos y no corresponde condenar ni siquiera a parte de ellos al ostracismo o buscar su desaparición.

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El Mundo: Peligroso

El canciller Choquehuanca ha dado a conocer el estado en que se encuentra la reanudación de las relaciones con los Estados Unidos de Norteamérica, las mismas que como recordarán los lectores, se encuentran seriamente debilitadas desde el 2008, cuando los gobiernos de ambas naciones decidieron expulsar a los embajadores por una situación recíproca. Mientras el canciller boliviano hace esa aseveración, asesores del gobierno norteamericano muestran su preocupación por el hecho de que Venezuela y sus amigos, entre los que bien sabemos, se encuentra Bolivia, son un peligro para el país del norte, por las actitudes belicistas que presentan.

Como recordarán, tanto Venezuela como nuestro país han adquirido armamento de Rusia y reiteradamente, anuncian el fortalecimiento de sus fuerzas armadas con la compra de aviones y otros pertrechos. Una de las principales preocupaciones de los Estados Unidos está precisamente relacionado con la instalación de plantas nucleares, como producto de los convenios de Venezuela con Irak.

Las relaciones con esa nación del medio oriente comprometen también a nuestro país que en los últimos tiempos, no sólo han girado alrededor de las mencionadas plantas sino que también se ha citado a ese país como el socio con el que se llevará adelante la explotación del litio, en la zona del salar de Uyuni y como ya se ha mencionado en anteriores oportunidades, ser estaría también en tratativas para hacer a ese país un socio en el aprovechamiento de minerales radioactivos.

Si bien se ha puesto en duda la capacidad de Irak para realizar ese tipo de actividades en nuestro país, las negociaciones se encuentran avanzadas y en cualquier momento podría concretarse, dado el nivel de las relaciones, por lo menos en la forma como las han presentado las autoridades del gobierno.

Por otra parte, resulta también interesante ver cómo la búsqueda de mejores relaciones con país del norte surge en el momento en que el partido republicano, de tendencia de derecha ha conseguido una mayor presencia dentro de los organismos legislativos.

Podemos asegurar que la nueva situación representaría el manejo de las relaciones con Cuba y sus aliados alrededor de algunas exigencias como la liberación de los presos por razones ideológicas que en los últimos tiempo ha dado lugar a huelgas de hambre y pronunciamientos a nivel internacional, a favor de esas personas, perseguidas por el gobierno castrista.

Si bien el canciller Choquehuanca ha asegurado que la reanudación de las relaciones pasa por la autonomía de los dos países en el manejo de las relaciones, reduciendo cualquier intervención, sabemos que otra de las grandes preocupaciones del país del norte es el narcotráfico que en los últimos tiempos ha incrementado su influencia en el mercado norteamericano y que aunque nuestras autoridades se esmeren en negarlo, el incremento en las plantaciones de coca que no guarda relación con las fábricas descubiertas, las plantaciones erradicadas, los decomisos u otras acciones; todo ello nos muestra más bien que la producción de cocaína se ha incrementado y ese hecho ha sido reconocido por las autoridades, que en reiteradas oportunidades han manifestado su preocupación, aunque es muy poco lo que se ha venido haciendo para revertir.

La última protesta de nuestro gobierno con relación al país del norte marcha precisamente por ese camino, recordemos que estaba relacionada con la descertificación que se había hecho de nuestro país y que fue rechazada, precisamente considerando en que las relaciones estaban rotas y no había justificación para lo que se consideraba un acto de intromisión.

Otro de los temas que actualmente gira en el ambiente internacional, está ahora vinculado con las restricciones que se anuncian a las libertades de expresión e información y que conllevan la amenaza de cárcel para los periodistas y cierre para los medios.

Por otro lado no está de más recordar que la tensión con el gobierno de Obama llegó a un momento en que nuestras autoridades hicieron algunas declaraciones discriminatorias en torno al origen y el color del gobernante del norte.

Somos conscientes de que la consideración de que los aliados de Venezuela constituyen un peligro resulta graciosos desde nuestro ángulo, pero no ser consecuentes con lo que se dice y se hace nos parece todavía más peligroso, porque no nos deja ver a qué atenernos.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: El manejo de la publicidad oficial

La utilización de los espacios publicitarios gubernamentales y medios estatales para difundir propaganda oficialista y atacar a la oposición o descalificar las voces críticas ha sido una característica invariable de este Gobierno. En contraste, los partidos políticos pueden ver acotado su acceso a los espacios en radio y TV en la próxima campaña electoral.

Esto ocurre porque la nueva ley electoral establece mayores limitaciones para el financiamiento partidario y coloca en manos del Estado la administración y asignación de la pauta publicitaria en los medios audiovisuales. No hay, sin embargo, regulación de la publicidad oficial. Los partidos políticos y candidatos no podrán adquirir directamente espacios en radio y televisión ni recibir financiamiento privado para publicidad. Por otra parte, la nueva ley de medios impone a los mismos la cesión del 10% de sus espacios publicitarios al Estado para que se reparta entre los partidos.

Si bien el propósito de estas normativas debería ser el de garantizar parámetros más equitativos y mecanismos más transparentes, su puesta en práctica puede significar una mayor asimetría, distorsión y opacidad en la competencia política. Más aún teniendo en cuenta que la Dirección Nacional Electoral se mantiene en la órbita del Ministerio del Interior.

La reiterada confusión en el manejo gubernamental de los medios estatales, el abuso en la utilización de los espacios de publicidad oficial y la ausencia de organismos de control electoral autónomos son factores que generan una distorsión en el ejercicio de la pluralidad democrática.

El modo en que el Gobierno distribuye y utiliza las pautas de publicidad estatal despierta lógica aprehensión sobre el modo en que se distribuirán los espacios en la próxima campaña.

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