Caso Rózsa habría sido un montaje del gobierno de Evo para destruir a la oposición

WikiLeaks. El informe asegura que el Gobierno de Bolivia armó un falso complot para matar a Evo Morales y culpar a sus adversarios para justificar las persecuciones. Ex director de Inteligencia habría contratado a Rózsa.

El Día, 30  de Diciembre, 2010

Testigo de EEUU confirma tramoya del terrorismo

Cables. El coronel Jorge Santiesteban habría contratado a Eduardo Rózsa.



image Un cable de la Embajada de EEUU en La Paz difundido por Wikileaks señala que el servicio de inteligencia del Gobierno preparó un falso complot para culpar a la oposición cruceña.

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En la madrugada del 16 de abril de 2009, un comando de élite de la policía boliviana irrumpe en el hotel Las Américas de Santa Cruz, la capital del Oriente del país. Veinte minutos más tarde, los cadáveres semidesnudos de tres hombres yacen tiroteados en sus habitaciones. Son Eduardo Rózsa Flores, húngaro-boliviano; Árpad Magyarosi, húngaro, y Michael Dwyer, irlandés. El comando se lleva consigo a otros dos supervivientes: Mario Tadic, boliviano de origen croata, y Elöd Tóásó, húngaro. Así arranca uno de los episodios más tenebrosos de la reciente historia de Bolivia. El Gobierno sostiene que los cinco extranjeros eran terroristas contratados por los dirigentes opositores de Santa Cruz para impulsar una rebelión armada y asesinar al presidente, Evo Morales.

Trama para perseguir a  opositores. Sin embargo, una fuente cercana al caso ofrece a la Embajada de EEUU una versión muy diferente: los mercenarios, afirma este testigo, fueron contratados en realidad por los servicios de inteligencia para montar una falsa trama terrorista y justificar la persecución desatada después contra los dirigentes de Santa Cruz, bastión opositor al Gobierno.

Según este relato, recogido en un cable de mayo de 2009, los mismos servicios secretos liquidaron a Rósza, Magyarosi y Dwyer para borrar pistas y sembraron pruebas falsas. Los otros dos, Tadic y Tóásó, salvaron su vida porque no conocían el origen de la trama y porque las autoridades los utilizarían como testigos para apuntalar la farsa. Ambos fueron torturados, como constatan los diplomáticos estadounidenses en unas fotografías que les aporta el testigo.

Según el diario ‘El País’ de España

El informe asegura que el Gobierno de Bolivia armó un falso complot para matar a Evo Morales y culpar a sus adversarios para justificar las persecuciones.

WikiLeaks: el caso Rózsa habría sido un montaje

EEUU maneja información de que el caso Rózsa fue simulado

WikiLeaks. Ex director de Inteligencia habría contratado a Rózsa

image Proceso. Fiscal Soza informa el 17 de diciembre sobre la pesquisa.

La Razón

Apoyado en una fuente cercana al caso terrorismo, Estados Unidos maneja la información de que el grupo liderado por el abatido Eduardo Rózsa fue contratado por servicios de inteligencia bolivianos para montar una trama y justificar el ataque a la oposición.

Ésta información fue difundida por el periódico español El País y proviene de los expedientes secretos estadounidenses revelados por el portal WikiLeaks. El documento data de mayo del 2009; un mes después de la desarticulación del grupo irregular.

La madrugada del 16 de abril del 2009, un grupo de élite de la Policía ingresó al hotel Las Américas de Santa Cruz y desarticuló el grupo irregular, matando a Rózsa, Michael Dwyer y Árpad Magyarosi, mientras que detuvo a Mario Tadic y Elöt Tóásó.

Según la fuente del país del norte, los mercenarios fueron contratados por los servicios de inteligencia bolivianos para montar una falsa trama terrorista y justificar la persecución desatada a los líderes cruceños.

Los servicios de inteligencia habrían liquidado a los tres miembros del grupo para borrar pistas, y sembraron pruebas. Dos salvaron la vida porque no estaban al corriente de la trama y porque las autoridades los utilizaron como testigos para apuntalar el montaje, se señala en el reporte de El País.

La embajada, en el informe, asegura que no tiene la forma de comprobar la versión, pero añade que la fuente es un personaje bien situado y con una trayectoria solvente. Se identifica al director de Inteligencia, coronel Jorge Santiesteban y al Capitán Wálter Andrade como los responsable de contratar a Rózsa.

El reporte estadounidense, siempre apoyado en su fuente, sostiene que el objetivo era tender una trampa a los grupos separatistas, y de paso liquidar políticamente a los principales dirigentes regionales.

También se revela que la policía “plantó” las pruebas esgrimidas por la Fiscalía, como “un dispositivo de memoria con falsas listas de empresarios de Santa Cruz implicados”, “la tarjeta de visita de un sospechoso” (se trata de Hugo Achá, hoy en Estados Unidos), y un video, ininteligible, en el que Rózsa supuestamente habla de un plan para matar a Evo Morales.

En el curso de la investigación, también se reveló que la CIA habría tenido contacto con Rózsa. “El Gobierno boliviano está casi seguro de poder aprovecharse de esta oportunidad para vincular al imperio con la supuesta conspiración, y confirmar así las acusaciones más locas de Evo Morales sobre los tejemanejes estadounidenses”, escribe el encargado de Negocios en febrero, según el documento revelado por WikiLeaks.

Se añade, “pasarán muchos meses antes de que se sepa toda la verdad de este caso. Si es que alguna vez llega a saberse”.

Andrade apareció en fotografías junto a Rózsa e Ignacio Villa Vargas, ‘El Viejo’, quien fue identificado como el delator.

Imputan a 39 personas

Después de 20 meses de investigación, la Fiscalía presentó el 17 de diciembre, la imputación formal contra 17 personas, entre ellas los ex líderes cruceños Branko Marinkovic y Guido Náyar. También está imputado Pablo Costas, hermano del gobernador cruceño, Rubén Costas. 18 de los acusados huyeron de Bolivia. La Fiscalía, en reiteradas ocasiones, aseguró que Rózsa y sus cómplices atacaron al grupo de élite, que se vio obligado a responder al fuego. Ignacio Villa Vargas fue identificado como el delator del grupo; hoy está prófugo. El fiscal Marcelo Soza anunció que se investigará e identificará a quienes financiaron al grupo.

Cívicos exigen investigación internacional sobre el caso

Tras conocer el último cable del departamento de Estado de EEUU, de mayo del 2009, el vicepresidente del Comité Pro Santa Cruz, Nicolás Rivera, planteó la necesidad de que la investigación sobre el caso terrorismo lo realice una comisión internacional.

“Ya hemos solicitado a las Naciones Unidas, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y en todos los espacios de la comunidad internacional, que se haga una investigación imparcial para establecer la verdad histórica de los hechos. Vamos a seguir insistiendo, porque no queremos que se siga utilizando ésto para chantajear, humillar o exaccionar a la gente”, afirmó.

Recordó que el presidente cívico, Luis Núñez, viajó a Estados Unido y se trasladó hasta la Organización de Estados Americanos, para exigir la investigación del caso, porque “hay muestras elocuentes de que la justicia boliviana fue comprada por la administración de Evo Morales”.

Negó que el Comité se haya involucrado en actos terroristas, y cree que la investigación del fiscal Marcelo Soza, quien imputó a 39 personas presuntamente involucradas con Eduardo Rózsa, va a ser usada como cortina de humo para aplacar protestas sociales.

EEUU sospecha de trama oficial en caso terrorismo

WikiLeaks. Un testigo aseguró a la embajada estadounidense en La Paz que la Inteligencia boliviana preparó un falso complot contra Evo Morales. Sospechan de ejecución extrajudicial

imageAcusado. Eduardo Rózsa fue encontrado en el hotel Las Américas; una fuente dice que fue contratado por el Ejecutivo

El País y agencias, El Deber

Madrugada del 16 de abril de 2009. Un comando de élite de la Policía boliviana irrumpe en el hotel Las Américas de Santa Cruz, la capital del Oriente del país. Veinte minutos más tarde, los cadáveres semidesnudos de tres hombres yacen tiroteados en sus habitaciones. Son Eduardo Rózsa Flores, húngaro-boliviano; Árpad Magyarosi, húngaro, y Michael Dwyer, irlandés.

El comando se lleva consigo a otros dos supervivientes: Mario Tadic, boliviano de origen croata, y Elöd Tóásó, húngaro. Así arranca uno de los episodios más tenebrosos de la reciente historia de Bolivia.

El Gobierno sostiene que los cinco extranjeros eran terroristas contratados por los dirigentes opositores de Santa Cruz para impulsar una rebelión armada y asesinar al presidente, Evo Morales.

Sin embargo, una fuente cercana al caso ofrece a la embajada de EEUU una versión muy diferente: los mercenarios, afirma este testigo, fueron contratados en realidad por los servicios de Inteligencia bolivianos para montar una falsa trama terrorista y justificar la persecución desatada después contra los dirigentes de Santa Cruz, bastión opositor al Gobierno.

Según este relato, recogido en un cable de mayo de 2009, los mismos servicios secretos liquidaron a Rósza, Magyarosi y Dwyer para borrar pistas y sembraron pruebas falsas. Los otros dos, Tadic y Tóásó, salvaron su vida porque no estaban al corriente de la trama y porque las autoridades los utilizarían como testigos para apuntalar el montaje.

Ambos fueron torturados, como constatan los diplomáticos estadounidenses en unas fotografías que les aporta el testigo, y que muestran a los dos hombres "ensangrentados, con dientes perdidos, costillas rotas, moretones y laceraciones provocadas por cortes de cuchillo".

La embajada asegura que no tiene forma de comprobar la versión, pero añade que la fuente es un personaje bien situado y con una trayectoria solvente. Su testimonio apuntala la teoría que vienen sosteniendo tanto la oposición boliviana como algunas investigaciones periodísticas, que insisten en que el complot fue una fabricación del Gobierno para dar un golpe definitivo a los dirigentes de la levantisca Santa Cruz. Cuna de yacimientos de hidrocarburos, la región, mayoritariamente criolla, votó en 2008 a favor de la autonomía y se ha convertido en la abanderada contra Morales y su proyecto socialista.

El pasado fin de semana, de hecho, la Fiscalía presentó cargos formales contra 39 implicados en la ‘conspiración’, entre los que figuran prominentes políticos y empresarios cruceños.

El caso ha estado salpicado de irregularidades desde el principio. Según un cable del 23 de abril de 2009, el vicepresidente, Álvaro García Linera, aseguró al cuerpo diplomático que los cinco terroristas atacaron con armas de fuego y explosivos a la Policía cuando fue a detenerlos.

Sin embargo, la evidencia pericial recabada en las habitaciones 456, 457 y 458, de la que se hizo eco en su día la prensa boliviana, apunta a una ejecución extrajudicial. El circuito de cámaras de vigilancia del hotel había sido desactivado antes de la operación, y los registros de Internet fueron borrados.

El informante de la embajada añade que las armas halladas eran nuevas y habían sido colocadas por la Policía, que ni siquiera se había molestado en quitar los precintos.

García Linera anticipó hechos

Cinco días después del asalto al hotel Las Américas, el 21 de abril de 2009, el vicepresidente Álvaro García Linera se reunió con el cuerpo diplomático para informar sobre la “célula terrorista” encabezada por Eduardo Rózsa. Allí, García Linera -según el cable 203720- anticipó que el Gobierno impulsará la investigación hasta las últimas consecuencias, pero expresó su temor de “posibles arrestos de miembros de la oposición política de Santa Cruz”.

García Linera, sin embargo, aseguró que las investigaciones encabezadas por Marcelo Sosa no se transformarían en una “caza de brujas” contra los opositores. En la reunión con los diplomáticos, García Linera pidió la ayuda de la comunidad internacional para indagar las conexiones del grupo Rózsa. El informe de EEUU elaborado por el encargado de negocios, Kris Urs, advierte que, según los datos proporcionados por el mismo Gobierno, Rózsa nunca pensó dar un golpe militar contra La Paz ni tenía pensado matar al presidente Evo Morales ni otros funcionarios del Gobierno. En un despacho elaborado el 29 de abril de 2009, la embajada advierte sobre la posibilidad de que el Ejecutivo utilice el caso Rózsa para perseguir a miembros de la oposición en Santa Cruz. Destaca que, según un informe del diario El País, una fuente denominada Comandante Gonzalo advirtió que el Gobierno de Morales había contratado a Rózsa en agosto de 2008.

  El caso Rózsa 

La madrugada del 16 de abril de 2009, un grupo de élite de la Policía llegó de La Paz a Santa Cruz e irrumpió en el hotel Las Américas, en pleno centro de la ciudad, y ejecutó un operativo que terminó con la vida de Eduardo Rózsa (húngaro-boliviano), Michael Dwyer (irlandés), Magyarosi Árpád (húngaro). Los únicos dos sobrevivientes, Tadic Astorga (boliviano) y Elöd Tóásó (húngaro) fueron detenidos y trasladados a La Paz, donde actualmente se hallan presos.

Pocas horas más tarde, el presidente Evo Morales anunció desde Venezuela -donde asistía a una cumbre de la ALBA- que se había desbaratado, bajo sus órdenes, un complot para asesinarlo y que habría sido planificado por elementos de ‘extrema derecha’, que incluía a ‘mercenarios extranjeros’.

Sin embargo, el operativo genera ciertas dudas, como: ¿por qué, si se habla de terroristas, estaban alojados en dos hoteles de lujo? o ¿por qué los implicados se sacaron fotos con sus armas? Además, ¿por qué se impidió el ingreso de la Fiscalía cruceña al lugar de los hechos?.

El fiscal Marcelo Soza presentó el 17 de diciembre ante la juez IV de Instrucción en lo Penal, Margot Pérez, una acusación formal contra 39 personas a quienes vincula a la célula terrorista que, según sus investigaciones, tenía afanes secesionistas en Bolivia.

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