“Golpe a golpe …”

SUSANASusana Seleme Antelo

Sin ‘verso a verso’ ni métrica poética, como sí escribió Antonio Machado su ‘Caminante no hay camino…’, el gobierno del Estado Plurinacional Comunitario, además de Socialista y Autonómico- hoy con autonomías sólo en papel- acaba de asestar otro ‘golpe’ al país: por primera vez en la historia del Bolivia el incremento al precio de los combustibles oscila de 57% a 80%. ¡De un plumazo! Aquí no hubo progresión planificada de precios, sino golpe a mano armada y sin anestesia.

El análisis de ese grosero aumento es un banquete de revelaciones y contradicciones. Por ejemplo, tiene un denominador común con los vilipendiados gobiernos neoliberales, de los cuales el MAS sigue muchas recetas, aunque frente al país abomine de ellas: ha echado mano del más duro de los ajustes de la satanizada economía de mercado: los precios, y promulga el incremento un domingo, un día después del feriado de Navidad. La subida de combustibles es el ‘impuestazo’ o impuesto indirecto del que no se salva nadie: es el más duro golpe al bolsillo de los más pobres –que son la mayoría- como sucede en toda economía sujeta al ‘Kapital’, a la globalización, a la inflación y la no concordancia entre producción, valor y precios.



¡Qué contradicción, y qué cinismo! Hace tres días decían que eran falsos los rumores sobre el incremento; pero la medida confirma que la nacionalización de hidrocarburos fue un engaño: apenas se trató de una readecuación tributaria con las empresas extranjeras. En tanto, el gobierno no hizo exploración ni explotación, de ahí que con las actuales reservas tenemos gas sólo para 9 años y como si fuera poco, el Ministerio del ramo tuvo una ejecución presupuestaria de apenas 13.60 % en 2010. ¡Que vergüenza y qué engaño! Como engañoso ha sido todo el discurso nacionalista-estatista, pues mientras en Paraguay el agro creció 33.7%, en Bolivia sólo 1.10 % y hoy está en riesgo la seguridad alimentaria de sus habitantes, es decir la suya, la de los demás, la mía…

El gobierno de Evo Morales y compañía va de ‘golpe en golpe’ contra la democracia pero también contra el ‘vivir bien’ que tanto pregonan. Esta vez no se trata de un antidemocrático golpe militar o institucional contra autoridades de la oposición, electas por voto popular – 8 alcaldes y dos gobernadores por el momento- sino de un grosero golpe nada menos que a la economía popular ¡a la economía del asalariado, su víctima directa! Pero también es un golpe a la precaria economía del trabajador-a informal o cuenta propista, cuyo universo asciende a casi 80 % de la población económicamente activa (PEA). Es además un golpe a la producción agrícola y minera, de pequeños y medianos productores y es un golpe general a la canasta familiar de todas y todos los habitantes del país.

Este bruto incremento de 80% se sentirá en los alimentos, en el trasporte, la educación, la salud y los medicamentos; la vivienda, los servicios, productos varios y también en el ocio y recreación, si pensamos en el desarrollo humano sustentable e integral para la reproducción de la fuerza laboral. Aquí no vale el pretexto de que el incremento es para luchar contra el contrabando y los contrabandistas: vaya contradicción, recurrir a eufemismos que no conjugan el signo con el significado, para tapar la ineficiencia e ineficacia de la gestión pública para luchar contra ese flagelo. Dan ganas de decir ¡manga de inútiles, dejen de mentirle al país!

¿Dónde quedan el antiimperialismo, el anticapitalismo y la apuesta por los movimientos sociales-populares, indígena-originario-campesinos de Evo Morales Ayma? Hoy descarga el ‘golpe’ precisamente sobre ellos, sobre el salario real de unos y otros, es decir sobre el ya contraído poder adquisitivo del sueldo. Y como si la responsabilidad en primera y última instancia no recayera sobre el mismo, el presidente se va de ‘turismo político’ para hacerle lance a la debacle de semejante incremento. Adivine adivinador: ¿temor al desencanto popular? Cada vez que las papas queman, Morales se manda a mudar, pero queda el ‘Vice’, tan jacobino y bolchevique él, que se presta a todos los excesos.

En todo caso, deberían estar preparados para el temporal que se avecina, cuando la gente se reponga del golpe a mansalva y vea que todo los artículos de primera necesidad suben descomunalmente y el salario o la ganancia del día se hace gas, como el gas… Como dice mi amigo Pancho, el hambre es revolucionaria. Habrá que ver cuánto, con una oposición política esmirriada y perseguida; una Central Obrera Boliviana cooptada por el oficialismo y una ausencia de conducción-liderazgo de masas-calses medias y sociedad civil en todo el país. Por el momento, los transportistas están en aprestos de combate y empiezan con más calma que prisa las convocatorias ciudadanas y el rechazo popular.

“Golpe a Golpe”… así nos tratan Morales, el ‘Vice y los suyos … ¿Qué hacemos los NO afines? Hasta ahora, seguir recibiendo golpes. ¡Qué fin de año más desalentador!

Así fue todo el año 2010…

Hasta el 26 de diciembre el balance del año que vivimos era uno de los más negros desde el punto de vista democrático: defenestración de autoridades de oposición democráticamente electas; zarpazos a la ya maltrecha administración de justicia vía la politización del Ministerio Público y sus ‘guillotinas judiciales’ merced a la cooptación de más de un juez y fiscales; la desinstitucionalización de lo que quedaba de institucionalidad democrática; la presentación del cierre de la primera fase del montaje del caso Rósza-separatismo-terrorismo, su escandaloso y arbitrario listado de imputados, con falsas evidencias, sin derecho a la defensa y sin el debido proceso; amén de los muertos, presos y exiliados políticos. Sin embargo, el cierre de gestión económica es igual de grosera para los sectores populares a los que dice el gobierno defender y servir.

El desastre se veía venir, según los analistas y expertos económicos. La economía iba de tumbo en tumbo, merced a experimentos ya fracasados en todas partes donde se aplicaron, impulsados aquí por la fiebre nacionalista-estatista-ideológicamente ultramontana anti toda lógica económica de un país de la periferia capitalista, que quiere, sin embargo, ingresar al socialismo real. Parece broma, cuando Cuba -el único país que aún se dice socialista- está desandando el camino tras 50 años de penurias y fracasos económicos.

¡Qué golpe devastador para un final de año, que puede ser -éste sí- el principio del fin del romance hipócrita del masismo con los sectores populares! El único romance que sigue siendo fiel a sus principios es el que mantiene el presidente Morales con los cocaleros del Trópico cochabambino, que no sufren las oscilaciones de la economía de mercado, la legal, claro. La economía política del narcotráfico se mueve con reglas capitalistas, pero como es ilegal, la ganancia-plusvalía no merma: siempre se incrementa.

¡Vaya, que año, este 2010! No nace de la noche a la mañana, es más bien el colofón de los cinco anteriores, ahítos de demagogia y populismo; de ignorancias en la planificación del desarrollo para ser mejor ciudadanos-as. Cinco años cultivando odios y revanchas étnicas con rupturas de lazos en el tejido social, lazos que están por encima del origen étnico entre bolivianas y bolivianos. Es decir, los lazos de la solidaridad y el afecto común de ser bolivianos y al mismo tiempo cruceños, tarijeños, pandinos, benianos, potosinos, cochalas, paceños chuquisaqueños, orureños. Y todo por la peregrina fijación de la “capacidad de irradiación política de la cultura aymara” según el ‘Vice’, es decir, aymara-etnocentrismo, por encima de otras culturas y pueblos étnicos, que según el propio MAS son 36… solo para la exportación, pues en los hechos la primacía se la lleva lo aymara.

Con este somero balance anual y quinquenal, que daría para mucho más ¿quién podrá creer en el gobierno que se dice “del cambio para vivir bien”? En los hechos, si es de cambio, pero de cambio para vivir mal y peor. Mal y peor con la inflación pisando los talones al poder adquisitivo del salario; con el desempleo y el subempleo, la violencia institucionalizada desde el poder total, el copamiento territorial ‘tumbando’ autoridades legalmente electas; el adoctrinamiento ideológico con la Ley Avelino Siñani de corte aymarista puro, los presos de conciencia, que no es lo mismo que la compra de conciencias de civiles, militares y afines …

El Vice dice que ‘presume’ que a Evo Morales y a el, la derecha los quieren asesinar… ¡Qué expediente más cursi! Cuando no hay argumentos para justificar tanto desmadre, se recurre al del ‘asesinato’ o magnicidio. No es la primera vez, y ya causa hilaridad… Nadie quiere matarlos, porque luego tendrá que rendir las cuentas que hoy no rinden. Claro, sin Nardy Suxo’s con la espada en ristre vengándose de moros y cristinos, con y sin motivo, sino con la legalidad democrática en la mano

¿Qué 2011 podemos esperar bolivianas y bolivianos? Nada mejor que este 2010, si las conciencias democráticas y libres del país no se organizan y se oponen al pensamiento único, autoritario y totalitario –que no es suposición como reclaman por ahí- sino la dura realidad que vive Bolivia. Golpe a golpe, aunque aun podemos escribir y hablar… A pesar de los golpes ¡feliz año nuevo!

Semanario UNO