Un Contralor represor

El contralor interino, el masista Gabriel Herbas ha desnudado de la manera más impúdica cuales son sus verdaderas funciones. No son evidentemente velar porque los recursos del Estado sean utilizados de forma correcta de acuerdo a las normas si no ser otro mecanismo que se utiliza en la persecución de los opositores, aun de aquellos que en el pasado eran aliados.

imageLanza su acusación contra Juan del Granado, el actual alcalde Luis Revilla y otros concejales del MSM por un incremento en el costo de la construcción de los puentes Trillizos en La Paz pero cuando se le recuerda que ese incremento fue avalado por un Decreto Supremo aprobado por el gobierno de Evo, dice que eso no tiene nada que ver.

Sostiene, con el mayor descaro, que el incremento existió y los responsables deben ser sancionados pero de su ímpetu inquisidor excluye a quienes aprobaron el decreto que avaló el incremento.



Es evidente que la constatación de que el aumento de precio de la imponente obra estuvo aprobado desde el gobierno, no impedirá que sigan las acciones contra quienes fueron en el pasado sus aliados. Está quedando cada vez más claro que el tema esencial es que cualquier expresión opositora sea cortada de raíz y el respeto a la norma y a la imparcialidad de un debido proceso importa muy poco a los inquisidores del oficialismo masista.

Las organizaciones sociales le pasan la factura

Hasta el pasado año Evo Morales se jactaba de que todas sus acciones las concertaba con las “organizaciones sociales” pero al parecer las cosas están cambiando y hasta se nota un cierto temor cuando se trata de reunirse con quienes son considerados puntales de su gobierno.

image La advertencia fue muy oportuna y se le hizo saber a Evo Morales que no sería prudente tener, como estaba programado, una reunión de evaluación del trabajo gubernamental en la presente gestión. El asunto es que las críticas se apercibían como muy duras además de que era muy probable que la totalidad de los ministros sea cuestionado, por lo que las cosas se podrían salir de control.

Una situación es evidente: varias “organizaciones sociales” ya no confían mucho en Evo y Evo no confía mucho en ellas, lo que está obligando al presidente a tratar de asegurarse el apoyo de las Fuerzas Armadas que se están transformando en el principal respaldo del gobierno y algunos aseguran que en poco tiempo más serán el único.