El presidente de Ecuador, Rafael Correa, pretende obtener más legitimidad y más poder con la consulta convocada, según él, para disponer de "instrumentos para gobernar" y acelerar así reformas en sectores clave como la prensa, la banca y la justicia, estimaron analistas.
Correa pretende obtener más legitimidad y más poder con la consulta convocada, según él, para disponer de "instrumentos para gobernar" y acelerar así reformas en sectores clave como la prensa, la banca y la justicia, estimaron el 12 de enero de 2011 analistas.
"La medida está destinada a restaurar la legitimidad y el poder del presidente, que de todas maneras fueron erosionados con los eventos del 30 de setiembre", dijo a la AFP el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Ecuador, Adrián Bonilla.
El martes en Guayaquil (suroeste), Correa anunció que enviará las preguntas a la Corte Constitucional para su aprobación.
El 30 de setiembre, centenares de policías se rebelaron y retuvieron por unas horas a Correa, quien desde un hospital de los uniformados denunció haber sido víctima de un intento de golpe de Estado y de asesinato. Su rescate se produjo a través de una operación militar. La insubordinación dejó 10 muertos y 274 heridos.
El mandatario "pretende concentrar más poder y concentrarse más en el poder", dijo a su vez el analista y catedrático universitario Vladimiro Alvarez, quien se considera un "crítico" del gobierno socialista que este sábado cumplirá cuatro años.
Correa prevé presentar las preguntas de la consulta para, según dijo este martes, definir "instrumentos para gobernar", que incluirían desde temas petroleros y ambientales hasta restricciones a banqueros y dueños de medios, así como una reestructuración de la justicia y medidas para enfrentar la inseguridad y la delincuencia.
Antes de que la consulta sea convocada por el Tribunal Electoral, la Corte Constitucional debe calificar las preguntas del presidente, quien el martes llamó a sus simpatizantes "a enfrentar un nuevo desafío" en las urnas y negó que pretenda "perennizarse" en el poder.
"Se dará la consulta porque falta madurez en las instituciones políticas. Desde el retorno a la democracia (en 1979) se han dado disputas entre intereses oligárquicos y registrado una cultura de ingobernabilidad", estimó el director de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad Católica, Vladimir Sierra.
Bonilla, por su parte, indicó que Correa, quien persigue su quinto triunfo consecutivo en las urnas desde que asumió el cargo, emplea una "estrategia bastante extrema para forzar transformaciones sociales" y sostuvo que la consulta "supondría una nueva victoria presidencial".
"Más allá de lo que las preguntas contengan, el hecho de ganar una nueva consulta popular restauraría la imagen de líder invencible del presidente", señaló.
Correa, cuyo mandato deberá concluir en 2013 con la posibilidad de extenderlo hasta 2017, logró aprobar en un referéndum la integración de una Asamblea Constituyente para redactar la nueva Carta Magna, que fue aceptada en otra consulta.
El jefe de Estado ha dicho que gobierna "con el pueblo" mediante las consultas populares al igual como lo hace el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, su amigo y aliado.
"Podría perfilarse como un uso abusivo de ese mecanismo, pero es la única manera de no frenar el proceso de transformación", dijo Sierra, quien añadió que la justicia ha sido coartada por intereses políticos.
El analista afirmó, además, que sus detractores "están debilitados" ante un gobernante con un buen nivel de popularidad. "En vez de tener una posición crítica, racional y moderna, la oposición instrumenta un discurso que pretende hacer de Correa un sujeto que aspira a tener poderes plenos", indicó.
De otro lado, Alvarez manifestó que el jefe de Estado generará un debilitamiento del sistema democrático ecuatoriano al no respetar la autonomía de la justicia y que la consulta "tiene un carácter demagógico y populista para obtener respaldo".
AFP