Cossío: «Costas y Suárez van a correr mi misma suerte»

Mario Cossío. La primera autoridad del departamento chapaco habló desde su exilio. Señala que de haber permanecido en Bolivia hoy estaría preso y con la voz embargada.

Roberto Navia. Asunción, El Deber

image Mario Cossío. La primera autoridad del departamento chapaco habló desde su exilio en exclusiva con EL DEBER. Señala que de haber permanecido en Bolivia hoy estaría preso y con la voz embargada. Teme por su vida y la de sus familiares y dice que volverá a Bolivia cuando haya justicia verdadera



– ¿Por qué elige Paraguay para pedir refugio político?

– Primero elegí Sudamérica, que es la primera decisión grande. Tengo un profundo sentimiento latinoamericano y nunca quise irme para siempre. Además, Paraguay rompe cualquier estigma que genera en quienes salimos al exilio de Bolivia. Paraguay es un país democrático que está dirigido por un gobierno que tiene sentido popular, y bueno, yo creo que además valorará en toda dimensión la presencia mía en Paraguay y considerará, ojalá, el refugio permanente. Las propias raíces espirituales del presidente Lugo creo que le dan la grandeza como para mirar el tamaño del problema que está viviendo Bolivia y un boliviano como yo que me veo obligado a estar fuera del país.

– ¿Se vino por tierra o por aire?

– Me vine por tierra.

– ¿Le costó llegar?

– Mi vida corrió peligro desde el momento en que el Gobierno decide derrocarme y está claro que lo hizo no solamente para arrebatarme el Gobierno que gané con el voto del pueblo, sino que quería tomarme a mí. En la madrugada del golpe me di cuenta de que mi libertad y mi seguridad estaban amenazadas y por eso ingresé a la clandestinidad y luego me vine a Paraguay. Yo no soy un fugitivo, soy un referente de la política boliviana, y obviamente que busqué personalmente a las principales autoridades de la Cancillería para avisarles que yo estaba aquí y para entregarles mi solicitud de refugio.

– ¿En el camino no tuvo problemas, tuvo que camuflarse?

– Llegué con muchas vicisitudes. Lo que importa es que el gobernador de Tarija está libre, vivo y hablando. Está diciendo lo que piensa, como siempre.

– ¿Cómo es un día de Mario Cossío en Asunción, bajo la calidad de refugiado temporal?

– Es difícil estar bien del todo lejos de lo que uno más quiere. Yo hice planes para permanecer toda mi vida en Bolivia, pero hoy la persecución política me tiene fuera de mi país. Pero, dentro de todo, espiritualmente me hace sentir muy bien la gente de Paraguay. Los principales líderes políticos y órganos del poder se han manifestado dándome su apoyo.

– ¿Su familia está en Tarija?

– Toda mi familia, mi esposa, mis tres hijas, hermanos…

– ¿Se comunica con ellos?

– Cuando es posible. No siempre lo es en estas condiciones.

– La ministra de Transparencia Institucional de Bolivia, Nardi Suxo, ha llegado a Paraguay para evitar que a usted se le conceda el refugio ¿Cree que lo logrará?

– No sé cuánto de repercusión tendrá la visita, pero en realidad la presencia de esta comisión que envió el Gobierno de Bolivia es la más auténtica evidencia de la persecución política. Está claro que no solamente querían el Gobierno de Tarija que tomaron, sino también al gobernador preso, y yo creo que ésta es la confesión pública más grande que hace el Gobierno.

– ¿Cree que puede encontrar oídos el pedido del Gobierno?

– Quien venga en busca mía tiene que contarle a las autoridades dos cosas. Primero, si en Bolivia existe un poder judicial, un ministerio público, un tribunal constitucional. Segundo, contestar si yo tengo o no sentencia ejecutoriada. A mí me suspendieron del cargo y ahora recién van a investigar si tengo o no culpabilidad. Han vulnerado todos los principios constitucionales de presunción de inocencia.

– El Gobierno de Bolivia a usted lo acusa de corrupción, ¿cuál es su defensa?

– Fui suspendido del cargo y derrocado porque una institución desconcentrada como el Servicio de Caminos  había contratado la provisión de asfalto supuestamente y que supuestamente no habría ejecutado una póliza de garantía de 190.000 dólares. Yo no firmé el contrato de compra, desde el 2006 yo no firmé un solo contrato; implementé un modelo de descentralización en la gestión de los recursos y la ejecución de los proyectos y todas las unidades hicieron sus propios trámites de contratación.  Andan vendiendo mi imagen como si yo hubiera hecho un daño económico y los responsables de esto están libres.

– Si usted dice tener argumentos para defenderse, ¿Por qué no se quedó en Tarija?

– Si me quedaba hubiera estado preso y no sé si hubiera estado vivo. El Gobierno no acabó de digerir sus derrotas consecutivas en Tarija, lo que no ganó en las urnas hoy lo tomó con el apoyo de fiscales y de jueces.

– ¿Por qué quiere tomar Tarija?

– Quiere tener el control físico del territorio donde están los hidrocarburos; quiere tener una región que sea el enlace entre el oriente y el occidente, además el objetivo fui yo, que soy uno de los políticos al que quieren acabar con su carrera, borrarme de la disputa política en Bolivia.

– ¿Quiere decir que el Gobierno lo ve como un potencial presidenciable?

– No lo sé. Seguramente me darán una sentencia en mi ausencia para inhabilitarme legalmente a cualquier postulación futura.

– ¿Usted tiene aspiraciones de candidatear a la Presidencia de Bolivia?

– Mi aspiración era completar mi periodo de gobernador, después vendría el análisis de qué hacer.

– ¿Cómo queda la autonomía ahora?

– Creo que éste no es el momento de la autonomía en Bolivia, la autonomía fue conquistada en lo formal, hoy hace parte del nuevo diseño del Estado boliviano y es producto de nuestra lucha. La implementación está interferida, obstruida por el poder central.

– ¿Queda congelada la autonomía?

– Hoy los antiautonomistas están tomando los gobiernos autónomos, y los autonomistas somos los que hemos puesto los muertos, los presos y los perseguidos. Varios estamos en el exilio.

– ¿Qué va a pasar con sus bienes materiales ahora, corren peligro?

– Todo lo que tengo corre peligro. Pero yo no soy un hombre que entregó su vida a hacer bienes materiales. Me dediqué a la gente más pobre con políticas que implementé siendo autoridad. Un bien mayor que me interesa preservar sin duda es la seguridad de mi familia.

– ¿Usted es un hombre adinerado?

– Soy un hombre de clase media que todo lo que construí lo hice desde mis 17 años trabajando sin descanso hasta ahora que tengo 50.

– ¿A cuánto asciende su patrimonio?

– A un millón de bolivianos, a lo mucho.

– ¿Están en cuenta bancaria?

– En una parte sí. Soy un hombre que no se dedicó a hacer bienes. Yo materialmente tenía más bienes antes de empezar en la política.

– ¿Tiene una casa?

– Sí, tengo lo que tengo con mi familia básicamente. No tengo empresas, no tengo tierras.

– ¿Quién va a mantener a su familia ahora?

– Eso es parte de las decisiones que vamos a tomar con la familia, repensar.

– ¿Pero usted está tomando sus previsiones en sus cuentas bancarias?

– Yo no tengo cuentas con dinero, soy un hombre que viví siempre dignamente pero con mucha modestia también. Lo que he construido en la vida lo gané con lucha y trabajo. Es la primera vez que tengo un juicio en mi vida. Mi trayectoria política fue impecable, jamás tuve procesos ni un memorándum de llamada de atención en 20 años como servidor público. Con el Gobierno de Morales estoy conociendo a los jueces y a los fiscales. Primera vez en mi vida que tengo que ir a una audiencia a defenderme. Éste es el trago más amargo de mi vida.

– En Paraguay está en alguna casa de refugio?

– Estoy seguro, que es lo más importante. Felizmente encontré amigos y un pueblo muy cariñoso. Decenas de gente me han ofrecido sus casas.

– En Paraguay hay 120 refugiados de diferentes países. ¿Usted mantiene contacto con algunos de ellos?

– No, desde mi llegada a Paraguay he mantenido una absoluta discreción. No quiero ser un  huésped incómodo para nadie, llevo una vida muy discreta.

– ¿Mantiene contacto con el gobernador cruceño Rubén Costas o con otras autoridades?

– No conversé con ninguno. Tomé la decisión de salir del país y la gestioné. No mantengo contacto en este momento con mis colegas gobernadoras.

– ¿Cree que a Costas le depara la misma suerte que a usted?

– Creo que todos van por el mismo camino: Rubén y Ernesto Suárez y el resto de los alcaldes opositores.

– ¿Cuál es la situación de sus seres queridos en Bolivia?

– Una buena parte de la gente cercana mía ya fue tomada presa y está perseguida. En esta persecución no se salvan hermanos, hijos, padres, madres, no se salva nadie. Esta persecución no tiene límites ni nombre.

– Bajo esta su teoría, ¿adónde va a llevar esto al país?

– Estoy convencido de que Bolivia está ya en el camino de la dictadura.

– El título de refugiado ¿qué le concederá, en caso de que se lo otorguen?

– Me concede, como dicen los tratados internacionales, el derecho a vivir en un país diferente como es éste, ejerciendo derechos fundamentales como acceder a la salud, a la educación, el libre tránsito, la posibilidad de trabajo, un techo y un marco de seguridad mayor.

– ¿Hay alguna posibilidad que no le den el refugio definitivo, lo ha llegado a pensar?

– Sí, en la vida hay dos opciones. Pero yo confío en la sabiduría del presidente del Estado paraguayo y en la comisión que va a resolver el tema. Ellos saben que si bien resolverán mi situación individual para uno u otro lado, van a resolver también la postura en relación a la propia democracia, a las libertades y el respeto a los derechos fundamentales que están recogidos en los tratados internacionales. Pero en todo caso yo prefiero no hablar de este tema y dejar que las autoridades hagan su tarea.

– ¿Tiene un plan B?

– Éste no es el momento de imaginar otro plan. Corren todavía unos días por delante para que se resuelva este tema.

– Cuándo estima volver a Bolivia?

– Uno sabe cuándo sale, pero no cuándo vuelve y lamentablemente eso es duro, pero es la realidad. Me encantaría volver lo antes posible.

– Cuando no esté Evo, me imagino…

– Incluso con él, pero libre, ojalá hubiera justicia en Bolivia para poder decir las ideas que uno tiene. La preocupación nacional debe estar centrada en este tema. La economía se acomoda, los bienes materiales se resuelven, pero lo que es difícil recuperar es la libertad y la vida que hoy están latentes en Bolivia. Éste es el gran desafío que tiene Bolivia y que América Latina empieza a advertirlo.

– ¿Pero si ya todo está fraguado, qué queda?

– Que no deje de decir lo que piensa, de expresar lo que siente, donde estén. El Gobierno podrá perseguir a muchos pero no encarcelar a todos. Lo importante es que las ideas estén vivas y para eso el pueblo no tiene que dejarse acobardar con el terror, con el miedo.

Acometida del Gobierno para traer a Cossío

EL DEBER – Agencias

El Gobierno boliviano lanzó una ‘ofensiva’ diplomática desde varios frentes para impedir que las autoridades paraguayas otorguen el estatus de refugiado político a Mario Cossío.

Evo Morales pidió al Gobierno del Paraguay no proteger ni dar refugio político al gobernador suspendido de Tarija, Mario Cossío, que busca refugio político en el vecino país. “Quisiera que las instituciones del Estado (paraguayo) no sean protectoras de la corrupción. En ningún momento (Cossío) es perseguido político”, dijo el mandatario.

Por otro lado, desde el vecino país se conoció que la ministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo, hace gestiones con autoridades paraguayas para impedir el asilo al gobernador defenestrado.

“Fue una reunión bastante incómoda. Me sentí presionada", dijo en rueda de prensa la senadora Zulma Gómez, del partido Liberal paraguayo, al finalizar una reunión con Suxo y el director general de Recuperación de Bienes de Bolivia, Ricardo Céspedes.

Según la legisladora, miembro del Consejo Nacional del Refugiado (Conare), Suxo le señaló que en Paraguay ‘no están respetando la soberanía de Bolivia’ en el caso Cossío, y que se trata de un político opositor del departamento de Tarija que "compró a los medios" paraguayos para tenerlos a su favor. “Yo le dije que era una falta de respeto hablar de esa forma” de la prensa de otro país, puntualizó Gómez.

La Conare dará a conocer su decisión a mediados de enero.

Protesta en la embajada

Representantes de supuestas organizaciones tarijeñas pidieron en puertas de la embajada de Paraguay en La Paz la extradición del suspendido gobernador Mario Cossío, para que se defienda de las acusaciones de corrupción pública que pesan en su contra.

“Hemos venido para pedir a la embajada paraguaya que pida información al Ministerio Público, a la Contraloría y a todas las instancias correspondientes, y pedir todas las investigaciones que se han hecho por varios meses”, indicó a ABI Mary Luz Arce, una de las dirigentes de la protesta.