Analista dice que ninguno de los problemas fue corregido y que tanto el decreto del “gasolinazo” como la derogación del mismo ocasionaron un shock, una subida de precios que lamentablemente se va a mantener en el mercado.
El Mandatario habla sobre diferentes aspectos derivados de sus decisiones.
La Razón
Evo dice que se debe preparar al país para ajuste de carburantes
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Tras anular el gasolinazo, el presidente Evo Morales defendió la medida económica que lanzó y anunció que se debe preparar al país para un ajuste de precios de carburantes, porque el monto de la subvención se incrementa cada año y los bajos precios desincentivan la explotación de crudo.
En Cochabamba, Morales ofreció una conferencia de prensa en la que aseguró que no “fue un error” el decretar el incremento de precios de los carburantes, aunque reconoció que la población no estaba preparada para asumir el costo de una medida “dura”.
“Tal vez el pueblo todavía no estaba preparado como para enfrentar una nivelación de los carburantes, entonces, hay que preparar eso”, anticipó, aunque no dio mayores detalles sobre lo que se perfilaría para enfrentar lo que llamó “sangría” para el Estado, teniendo en cuenta que se destinó para el 2011 más de 1.000 millones de dólares para la subvención.
“Todavía siento y veo que las familias pobres no están para resistir esta medida, aunque sabe que en el futuro beneficia al Estado boliviano”, insistió y añadió: “Nos preparemos, y algún día estar preparados para evitar una sangría económica al Estado de Bolivia”.
Sostuvo que el Tesoro cuenta aún con recursos para afrontar las subvenciones a los combustibles, "pero puede durar unos 5 ó 10 años".
En ausencia del Mandatario, el vicepresidente Álvaro García, el 26 de diciembre, informó que se decretó el incremento del precio de los carburantes, que fue de entre el 22 y 99 por ciento. La decisión generó rechazo de diferentes sectores sociales, entre ellos los afines al oficialismo. El viernes en la noche, el propio gobernante anunció que la medida quedaba anulada.
Un día después de la decisión, planteó formar una comisión nacional para analizar el tema de los carburantes y las subvenciones. El Estado importa gasolina y diésel para abastecer el mercado interno.
Bolivia tiene un consumo de 35.000 barriles diarios de crudo, y el 2010 sólo ha producido unos 4.500 barriles día. El faltante es importado de Venezuela o Argentina, y lo vende a precio subvencionado, reportó EFE.
“Con el precio actual (del barril de petróleo, 27 dólares en el mercado interno) ningún socio puede invertir para sacar más petróleo; ése es el tema de fondo”, explicó y añadió que la estatal YPFB podría invertir en esta área, pero también sería a pérdida.
“La única forma de incentivar (las labores hidrocarburíferas de exploración de crudo) es que se pague el precio internacional (del barril de crudo)”, sostuvo Morales, quien no viajó a Brasil, donde debía participar de la posesión de su colega Dilma Rousseff.
Sectores sociales como la Confederación Sindical Única de Campesinos de Bolivia (CSUTCB) se pronunciaron a favor de la medida, pese al costo social que ello implicaba. El analista político Carlos Cordero calificó de “inteligente y valiente” la decisión presidencial, aunque reconoció que ello no resolvió las causas económicas que obligaron a lanzar el “decretazo”.
Morales deslindó su responsabilidad sobre lo que pueda pasar en adelante en Bolivia, de persistir esta situación. “Salvo mi responsabilidad ante el pueblo boliviano, de cuidar la economía nacional”, expresó y, paralelamente, destacó el hecho de que haya empezado el debate en esta materia.
“Todos saben que la nivelación es necesaria para que los dineros que utiliza Bolivia en la subvención de los carburantes bien pueden ser utilizados en la ejecución de programas de desarrollo de amplio alcance social, como la educación, construcción de hospitales y caminos”, señaló.
Los paliativos al “gasolinazo” fueron anulados, entre ellos el incremento de salarios del 20 por ciento a salud, educación, militares y policías. Dijo que “gobierna escuchando al pueblo”.
Fuentes de apoyo
El Mandatario cuestionó las dificultades para garantizar los recursos para la subvención. ¿Con qué podemos subvencionar?, con la plata del gas o de la coparticipación, señaló. Los municipios, universidades y gobernaciones reciben recursos de coparticipación tributaria. Anunció una dura batalla al contrabando de carburantes.
Ninguno de los problemas fue corregido
La Razón.- Tanto el decreto del “gasolinazo” como la derogación del mismo ocasionaron un shock, una subida de precios que lamentablemente se va a mantener en el mercado.
Con el “gasolinazo” y los incrementos salariales, la inflación proyectada para el 2011 iba a ser muy fuerte; ahora, reducirá su magnitud, pero sin duda habrá una inflación mayor a la esperada antes de la medida porque las expectativas de inflación se desataron; los trabajadores querrán un incremento salarial mayor al que inicialmente el Gobierno pudiera haberles ofrecido antes del “gasolinazo”. Asimismo, en este período, se han desnudado problemas reales del aparato económico boliviano como la ausencia de inversión petrolera y el contrabando incontrolable, pero ninguno de ellos pudo ser solucionado.
Si bien desde el punto de vista económico el “gasolinazo” era necesario, había que complementarlo con otro tipo de medidas compensatorias. La decisión adoptada por el Gobierno genera un grave problema para la imagen internacional del país, pues refleja hacia otros países una imagen de incertidumbre para las inversiones.
Muestra que Bolivia es un país que puede tomar decisiones, pero que las puede modificar en cualquier momento. Con seguridad el panorama para el 2011 se ha complicado.
Armando Méndez Morales es ex presidente del Banco Central.