Masivo funeral de la niña asesinada en Arizona

alg_christina_taylor_green La bandera más grande de las recuperadas de los restos de las Torres Gemelas luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 fue izada el jueves en el funeral de la víctima más joven del ataque a balazos que dejó seis muertos en Arizona.

Más tarde, 2.000 dolientes llenaron la iglesia de Saint Elizabeth Ann Seton para darle el último adiós a Christina Taylor Green (foto), la niña de 9 años cuya vida comenzó y terminó con dos de los momentos más estremecedores en la historia reciente del país.

Por todos lados había recuerdos de la niña nacida el 11 de septiembre del 2001 (día de los atentados en el Centro de Comercio Mundial y el Pentágono). Un grupo de niñas, con vestidos de holanes, atestiguaron el momento en que el féretro de su amiga entró a la iglesia. La mejor amiga de Christina les dirigió un saludo desde su lugar, en la procesión de los dolientes.



Green murió el sábado cuando, según la policía, un hombre disparó contra un grupo de gente durante una reunión pública con la congresista Gabrielle Giffords, que recibió un disparo en la cabeza.

Frente a la iglesia, más niñas _y cientos de personas_ vestían de blanco y agitaban banderas estadounidenses en ambos costados de la calle, formando una fila que se extendía por más de medio kilómetro (un cuarto de milla) para mostrar su solidaridad.

Cientos de motociclistas se unieron a la guardia del cortejo y más de una docena de habitantes se vistieron de ángeles.

El funeral de la niña es el primero de las víctimas del ataque. La alumna de tercer grado estaba interesada en la política y acababa de ser elegida como integrante del consejo de estudiantes de su escuela. También era la única niña en su equipo de Pequeñas Ligas de béisbol.

Antes de la ceremonia, la familia y los amigos más cercanos de Christina se reunieron ante la gran bandera estadounidense recuperada del lugar donde estaba el Centro de Comercio Mundial. Todos guardaron un minuto de silencio, tomados de las manos y llorando.

Soldados con guantes blancos escoltaron a la familia y a los dignatarios hacia la iglesia, mientras un coro entonaba himnos.

"Seguramente ella nos hubiera dicho hoy: ‘Disfruten la vida’", dijo el obispo Gerald Kicanas, quien ofició la misa de cuerpo presente. "Hubiera querido decirnos hoy: ‘Dios me ha amado mucho. Ha puesto su mano sobre mí y ha dispuesto un lugar para mí’".

"Su nacimiento fue el 11 de septiembre del 2001", añadió. "Su muerte ocurrió en otro día trágico, el 8 de enero del 2011, cuando tenía sólo 9 años. Pero ella ha encontrado su lugar de descanso en la mansión de Dios. Se ha marchado a casa".

Grey figuró en un libro titulado"Faces of Hope" (Rostros esperanzadores) que narra la corta vida de un bebé por cada estado del país y nacido el día que los terroristas mataron a casi 3.000 personas.

Su presunto homicida, Jared Loughner, de 22 años, anonadó en febrero a un profesor universitario al hablar sobre acabar con los bebés con atentados dinamiteros.

Empero, la policía del recinto universitario decidió no intervenir.

"Sugiero que sea vigilado", escribió un agente.

La fuerza pública difundió el miércoles 51 páginas de informes policiales sobre el último año universitario de Loughner, concluido en septiembre cuando fue considerado mentalmente inestable y suspendido por ese centro del Condado de Pima.

Según el agente, "era obvio que no podía entender completamente sus actos"

El 30 de noviembre, el mismo día que el detenido compró una pistola Glock, colgó un video en YouTube criticando a la policía universitaria.

"Si la policía te saca de un centro docente por hablar, el sacarte de un centro docente es anticonstitucional", dijo en el video.

Lo funcionarios del centro informaron a los padres de Loughner que para volver a clase tendría que ser sometido a una evaluación psiquiátrica para demostrar que no era un peligro. Nunca regresó.

AP