Reservorio ecológico es contaminado por el narcotráfico. La laguna de Corani es contaminada nuevamente por residuos de coca utilizada para la elaboración de droga.
Sacos de coca molida por narcos, ayer en Corani. – Daniel James Los Tiempos
- En la laguna se verificó ayer la presencia de decenas de bolsas, algunas abiertas y con el contenido esparcido por gran parte de las laderas y la orilla de la laguna, así como al borde de la carretera Cochabamba-Santa Cruz.
No se trata de la primera vez que ese reservorio ecológico es contaminado por el narcotráfico. Hace un año, el 24 de enero de 2010, se informó de una similar contaminación. Sin embargo, ninguna autoridad ha tomado medidas en sentido de proteger la laguna y la vida que depende de la misma.
En el sitio, se pueden notar desechos que por las características datan de mucho tiempo atrás, lo que hace sospechar que se trata de los mismos residuos hallados hace un año, a lo que se suma que en recientes días dichos desechos se hayan incrementado considerablemente y que incluso estén afectando las aguas de la laguna.
Otro detalle es que se puede percibir el olor a gasolina y otros químicos utilizados para la elaboración de droga.
La laguna, situada a 55 kilómetros de la provincia de Chapare, es rica en peces como el pejerrey y la trucha y otras especies que son del deleite de visitantes que llegan al lugar para degustar en los restaurantes ubicados alrededor de dicha laguna y en la población de Colomi. Sin embargo, la contaminación podría acarrear la muerte piscícola y provocar daños en la salud de los pobladores de la zona.
Sobre la presencia y abundancia de coca macerada, se consultó a la asambleísta Soledad Delgadillo, miembro de la Comisión de Asuntos de la Madre Tierra de la Asamblea Legislativa de Cochabamba, y pidió un día para informarse sobre el tema ya que dijo desconocer el hecho.
Hace un año y de acuerdo a la información proporcionada entonces por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), se denunció la existencia de fábricas clandestinas de droga que operaban en las alturas de la laguna, en las zonas de Melga, Candelaria y Lava Lava y en los caseríos de Kanco y El Cañadón. Existe la probabilidad de que nuevas fábricas estén operando cerca a la zona.
Se espera que tanto la Felcn como las autoridades inicien acciones para evitar en lo sucesivo la contaminación a este espejo de agua y fuente de vida silvestre que corre el peligro de ser dañado de manera irreversible sobre todo por la acidez de los químicos capaces de matar la flora y la fauna del sitio.
Por Jackeline Rojas Heredia – Los Tiempos