Sobre un artículo escrito por Pedro Shimose

Vicealmirante Ismael Schabib

Vicealmirante Ismael Schabib Como lo vengo haciendo con algunas notas, esta me parece que pudiera ser ilustrativa para los queridos jóvenes del Occidente de nuestro país que viven bajo el influjo de la propaganda millonaria de los plurinacionales, enemigos de la República de Bolivia, que acaban de estar de aniversario el 22 de enero, justificando el gasto realizado en la fiesta con el pretexto de que “los otros gastaban igual o más para celebrar el 6 de agosto”. ¿Qué tal?

Han pasado algunas semanas desde que bajé del Internet una nota de Pedro Shimose titulada “La ley contra el racismo”, que empieza señalando que “La conquista de un pueblo por otro, la colonización, la migración masiva y el éxodo generan violencia, segregación y discriminación con evidentes secuelas de servidumbre, exclusión, desprecio y humillación. A esa gama de hechos excluyentes, discriminatorios, denominamos ‘racismo’ (…) La dominación de un pueblo por otro sucedió, con todas sus secuelas sociolingüísticas, políticas, económicas y culturales, en el territorio de los Andes bolivianos, mucho antes de que llegaran los conquistadores europeos. Los pueblos puquina, kallaguaya, Urus, etc. fueron conquistados y sojuzgados por el imperio colla/aimara; lo mismo sucedió con los collas/aimaras, conquistados y sojuzgados, a su vez, por los incas/quechuas; y ocurrió exactamente lo mismo con los incas/quechuas conquistados por los españoles, los cuales a su vez, habían sido conquistados y sojuzgados por griegos, romanos, cartagineses, vándalos y árabes… Toda conquista y civilización es violenta porque está consumada por grupos armados que invaden territorios ajenos y se imponen a los pueblos vencidos. ¿Eso pretenden hacer los aimaras en Santa Cruz y Beni? Pando es un departamento ya ocupado por el poder militar colla/aimara”.



En anteriores notas he manifestado que, nunca como hoy, los bolivianos nos hemos sentido diferentes, y esto empezó con la elección del Sr. Juan Evo Morales Ayma. La gente del Occidente de nuestro país votó masivamente por el MAS y la gente del Oriente no. En el Oriente, antes de las persecuciones y “el billetazo” el partido de gobierno se acercó al 30% en Santa Cruz; en Pando y Beni fue menor el porcentaje.

Con el corazón en la mano quisiera decirle a usted, joven boliviano, que nosotros los de las tierras bajas nunca lo hubiéramos hecho presidente de Bolivia al Sr. Morales, no por racismo, sino porque su perfil de candidato no es el elegible de acuerdo a nuestros valores democráticos, pero hemos votado por el Sr. Víctor Hugo Cárdenas como candidato a Vicepresidente, compañero de fórmula del ex Presidente Sánchez de Lozada.

Nosotros a un cocalero muy poco culto, prepotente y racista, nunca lo hubiéramos hecho Presidente de nuestro país, pero más que por cocalero, por muy poco culto.

Existen pensadores que sostienen que la diversidad racial y cultural en una población la enriquece y fortalece, siempre y cuando se respeten las culturas y exista tolerancia.

No es verdad que la población boliviana sea muy diversa; considero que es de las menos diversas de Sudamérica. Bolivia es el país que menos migrantes ha recibido, la diferencia racial y cultural que tenemos es propia, producto de dos regiones demarcadas por la naturaleza, como son las tierras altas y las tierras bajas.

Pero resulta que se han inventado y exportado al exterior varias mentiras sobre la realidad nacional que nos hacen daño a todos los bolivianos:

– “El Oriente es el territorio más rico de Bolivia”. Eso es muy discutible. Es más extenso territorialmente y más rico en minerales el Occidente, eso lo estamos viviendo, ahora que el precio de esas materias primas es elevado. La exportación de granos y otros está muy por debajo de los minerales. Se habla de riqueza, no de potencial.

– “Al Oriente de Bolivia han llegado mayor cantidad de migrantes especialmente europeos” y por eso lucen menos morenos. Esa es otra mentira; europeos han llegado mucho más al Occidente, pero se confunden con la numerosa población Aimara y Quechua y se los percibe relativamente poco. La realidad es que al Oriente han llegado menos migrantes pero debido a que las etnias nativas son pequeñas, porque no son naciones, al hombre semi-blanco se lo percibe más. Esta es una de las pruebas de la monstruosa mentira de las decenas de naciones existentes en las tierras bajas de Bolivia. La única nación nativa es la guaraní en sus diferentes matices, esparcida en un vasto espacio geográfico.

– “En el Oriente vive la nueva oligarquía boliviana”. Otra mentira. Por oligarquía se entiende el gobierno de los ricos, de los poderosos, pero oligarquía es mucho más que eso, es una maraña de influencia económica, familiar y política. Los cambas estamos “demasiado lejos del poder central”, prueba de ello es el número de presidentes orientales vs. los occidentales. En este gobierno, en su nuevo gabinete, no existe un solo cruceño y si por ahí hay un beniano está de adorno. Porque somos sospechosos.

– “Los cambas son separatistas y racistas, las autonomías son el pretexto para la fragmentación de Bolivia”. Una gran mentira. La olla se está destapando: ¿quiénes son los divisionistas?

Los divisionistas y racistas que privilegian a los Aimaras, los odiadores de Bolivia, los que se han inventando otra bandera, los que le cambiaron el nombre a la República, los que politizaron a las FFAA hasta la médula en periodo democrático y le impusieron un lema extranjero, los que propugnan la división de clases, los que se inventaron la masacre de Pando y se la endilgan a Leopoldo Fernández, los terroristas que le endilgan a los cambas el “caso Rozsa”, los que han hecho de los narcocaleros un poder político odioso, etc., son los del gobierno, que usaron a la democracia como un “caballo de Troya” para llegar al poder.

Los del gobierno aimara resucitando el ancestro están en plena conquista del Oriente, en un conflicto inventado por fanáticos ateos adoradores de la “Pachamama” para destrozar el modelo económico agroindustrial de Santa Cruz, entre otros objetivos, porque es el verdadero óbice para implantar un socialismo perdedor en Bolivia. Quieren que deambulemos los bolivianos por nuestras ciudades como los cubanos en la Habana, mendigando un pedazo de pan.

Otra prueba de ese intento de conquista es que la editorial Santillana ha omitido cualquier vestigio de cultura del Oriente boliviano en textos de sexto grado, pese a las treinta y tantas naciones que nos han inventado, porque nación también implica cultura. Es la negación de su propia mentira.

Pedro Shimose nos ha dado un mensaje muy claro con su nota. Sugiero que los hijos de la República de Bolivia tomemos nota.