Deterioro del Gobierno

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Minería, gas y agro, el futuro en democracia

  2. El Día: Siete campanazos del Magreb y Medio Oriente

  3. El Día: Bolítica

  4. El Día: Genios de exportación

  5. El Día: ¡Viva la Pepa!

  6. Los Tiempos: TRANSPORTE, CAOS Y AUSENCIA ESTATAL

  7. El Deber: El genocidio de Libia

  8. Cambio: Un delito racista

  9. La Prensa: Deterioro del Gobierno

  10. El Diario: Campo y producción: urgente prioridad

  11. El Mundo: Herencia

  12. Opinión:

  13. Clarín, Argentina: La credibilidad dañada del INDEC


El Día: Minería, gas y agro, el futuro en democracia



Terra Nostra

Un buen gobierno hace bien a todos. Así aceptó el país el resultado de Evo ganador con  un 53.7% en su primera elección presidencial hace cinco años. Festejos para unos, caras tristes en otros, como debe ser. La sorpresa fue cuando “el cambio” lleva  esencialmente a un modelo estatista, centralizador, discriminador, carente de equidad en derechos fundamentales, y que pone lo comunitario por encima del individuo. Lo ensayado y fracasado por lustros en Europa, Asia, África y que llega  al nuevo Estado Plurinacional de la mano de Cuba y sus satélites. 
Por sus frutos los conoceréis. Cinco años de confrontación, de violencia para la familia boliviana; adiós la seguridad jurídica sobre inmuebles, por el avasallamiento y las medidas “de control social”;  ha disminuido la producción  minera, agroindustrial, y el gas con los hidrocarburos invirtieron la dirección, se importa lo que hace medio siglo ya no ocurría y se han perdido mercados importantes. Los precios se disparan y la inflación sigue en ascenso, siempre por encima de la estimada oficialmente. La inflación real nadie la sabe calcular, ya que en bolivianos un plátano cuesta 1, la arroba de yuca 80, el kilo de azúcar hasta 12, una docena de guineo 8, un pimentón  cuesta lo que 5 hace poco, etc., y lo que entra en los cálculos del INE son celulares, viajes en avión (ahora se castiga al que lo usa con una nueva tasa abusiva de 25 $us y sin saber su destino), y  otras elucubraciones de escritorio, no de mercado. ¿Cómo ajustar una economía cuando los precios se disparan 100, 500 y 1.000 por ciento? Es una economía para aquellos que a los 20 años son capaces de comprar casas y coches de lujo, manejando cuentas corrientes millonarias y, para colmo, sin trabajo conocido. El milagro del Estado Plurinacional.
“Nada es transparente”, lo denuncia R. Prada, un hombre de adentro del proyecto gubernamental. “¿Por qué se insiste que hay control técnico de YPFB del proceso productivo y de la cadena económica de los hidrocarburos…” Adiós industrialización. “¿Por qué se ocultan las superganancias que se llevan las empresas mineras, como la de San Cristóbal, que oscilan en un monto de alrededor de los 1000 millones de dólares, dejando pírricos aportes al Estado boliviano? ¿Por qué se esconde los fracasos del modelo extractivista, los fracasos de la empresa Jindal Steel and Power que va a explotar el hierro del Mutún,….; tampoco no se hacen transparentes las aventuras del Litio? Se aplazan los gobernantes en la letra chica, que es la economía de bolsillo para el ciudadano, pero también en lo grande, en la ausencia de proyectos que podrían cambiar el destino de subdesarrollo y marginalidad económica del país.
No hay peor sordo que aquel que no quiere oír. Que los bonos han mitigado la pobreza extrema pero no revuelven el problema. El país carece de políticas atractivas a la inversión, a la promoción de tecnología para mejorar el rendimiento y aumentar la producción. Insiste en ahuyentar y castigar a la propiedad privada, al empresariado nacional y extranjero, que en todas partes ha resultado el más eficiente creando empleo productivo y, a partir de eso, riqueza. No se entiende la diatriba permanente lanzada contra los “vendepatrias” (todos los que siguen criterios distintos al gobierno) que engañan a los gobernantes, pobres e incautos; raya en el absurdo afirmar que “en manos del Estado todo marcha bien”, lo que no ha ocurrido con éste ni antes con otros gobiernos. Interminable la lista de promesas de los últimos cinco años, y los millones que aseguraban. Hoy se recurre a echarle la culpa al clima, cuando ya no hay a quién más, al calentamiento global, al uso de transgénicos, a la producción de biocombustibles, al capitalismo o al imperialismo.  El país está donde está por obra fundamentalmente de sus gobiernos.
Pero en Diciembre el pueblo empezó a decir sus verdades. La encuesta de Radio Fides (12 y 13/02/2011), señala que ya no confía en este gobierno un 84%; que identifica a Evo como a un mal recuerdo el 26.3% y, enseguida, al Vice con 15.3%, que a su vez le inspira menos confianza y que dice menos verdades (26%). ¿Acaso no es para meditar?,  87.3% no está de acuerdo con el gasolinazo, el 73.4% esté convencido que el gobierno carece de una política económica clara, de política alimentaria el 73.7 e industrial el 52.3%. La encuesta, con 95% de certeza, es mucho más demostrativa por ser realizada en La Paz. ¿Qué resultado arrojaría de realizarse hoy en las poblaciones inundadas de Chuquisaca, Cochabamba, Tarija, Santa Cruz y Beni? ¿O entre los afectados por el cierre de “todas” las carreteras principales del país por deterioro, derrumbes y falta de mantenimiento? A los muertos por dengue no se les incluyó en el sondeo.  
En Libia, M. Al Gaddafi,  un sátrapa declara su vocación de mártir. Suele ocurrir. Cuando han conculcado todos los derechos y libertades de sus pueblos; cuando han fundido a sus países, encima quieren la gloria del martirio,  la comedia del sacrificio. No hay que concederles ese privilegio. Cuando el olor a pólvora se disipe habrá que buscarlos: "Un dirigente político que ha decidido bombardear a sus propios ciudadanos ha perdido toda la legitimidad para seguir al frente de su país" (T. Jiménez, ministra de RREE del gobierno socialista español). Peor, “Según los informes más recientes, el régimen ha desplegado helicópteros y aviones a reacción para aplastar el levantamiento, supuestamente tripulados por mercenarios de la Europa Oriental, Cuba y otros lugares” (Hugh Milesen, cit. por E. Martinez, eju.tv/23022011 <http://eju.tv/23022011> ).
Suben para servir, se encandilan con el poder y joroban a todos.  Evo no ha reconocido errores, Álvaro sí: “con toda humildad”, como define N. Maquiavelo a los hombres soberbios,  “insolentes en la prosperidad y humildes en la adversidad”.  Se trata de salvar el Ego después del ridículo del gasolinazo. ¿Y el futuro del país? Ojalá encuentre solución en democracia.

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El Día: Siete campanazos del Magreb y Medio Oriente

Barlamentos.

La inmolación de un concejal potosino trajo a colación la cuestión ¿cuán lejos está Bolivia de réplicas del terremoto en el Magreb –países árabes del norte africano- y el Oriente Medio? Quizá el efecto –la inmolación- es el mismo en los suicidios de Potosí y Túnez. La causa es la misma   –la desesperación-. Qué desencadena la segunda es la cuestión del ser o no ser de la primera, parafraseando a Hamlet.
La de Túnez desató la ira de un pueblo cansado de parodias democráticas del mandamás militar, nacido de un golpe, que se prorrogó un cuarto de siglo mediante elecciones sospechosas en 1989 y 1994. Enfermo del mal autocrático del prorroguismo, en 2002 modificó la Constitución para permitir ser reelecto.
Primer campanazo: el trasfondo de la inmolación fue el abuso, pero lo que sacó a las calles a la gente fue la subida de precios de alimentos básicos.        
La primera réplica fue en Yemen, uno de los países árabes más pobres. Su petróleo se acabará pronto, aunque sus reservas de gas natural son copiosas. Es democracia de dientes para afuera: si bien ha sido mandamás desde 1978, la reelección de su presidente en 2006 fue vista como “parcialmente libre”.
Segundo campanazo: la corrupción endémica, el desempleo alto, la acelerada urbanización y la población joven son elementos explosivos.      
Otro desplazamiento telúrico derivado sacudió a Egipto, el país árabe más populoso. Su presidente sucedió al Nobel de la Paz Sadat, asesinado por extremistas islámicos dizque por avenirse a la paz con Israel. Después de 18 días de multitudinarias protestas, se logró tumbar al dictador de 30 años y fortuna de 70.000 millones de dólares, en país de 80 millones de egipcios, donde 32 millones driblean el hambre con un par de dólares al día, o menos.
Tercer campanazo: la desigualdad engendra conflicto. La pobreza extrema no puede coexistir con la riqueza extrema.
Otra réplica del terremoto ocurrió en Bahrein, país insular del Golfo Pérsico. Una taza de leche moderna por su riqueza petrolera, el comercio con Arabia Saudita y los servicios bancarios. Tiene una sólida clase media, lo que tal vez incide en que es más liberal que sus vecinos –y más tolerante en lo religioso. Exigen cambios en una monarquía suní en país de mayoría chií, dos variedades del Islam. La revuelta es de desenlace incierto, por los excesos represivos de la policía y el fuego nutrido de militares.
Cuarto campanazo: a mayor educación de la gente, más descontento con los autócratas.
Rebotó el reverbero a Argelia, nación petrolera ensoberbecida por 155.000 millones de dólares de reservas. Jóvenes desempleados en su mayoría, se lanzaron a las calles protestando por la subida de precios de alimentos básicos. El fondo de la revuelta yace en limitaciones a la libertad, y la desesperanza de millones sin futuro, hoy que la puerta migratoria europea se ha cerrado. Es una sociedad oprimida por un régimen autoritario socialista que no atiende clamores del pueblo y lo importa todo.

Quinto campanazo: poco valen las reservas de divisas ante la inequidad y la exclusión social.
En Marruecos, el rey prometió reformas políticas después de cinco muertos, centenares de heridos y arrestados en marchas y concentraciones de protesta en nueve ciudades y más de media centena de regiones. Aunque el país cuenta con partidos políticos de variado tinte, y un Parlamento elegido por voto libre, el poder está demasiado concentrado en el monarca.

Sexto campanazo: a mayor conciencia del pueblo, mayor ansia de libertades políticas.  
Libia está al borde de la guerra civil, dicen analistas de la revuelta en el país del “Líder y Guía de la Revolución”: el dictador de 42 años, dizque socialista. Aviones y helicópteros bombardean las ciudades revoltosas, y milicianos disparan sobre cualquier persona que deambule por ahí, quizá en búsqueda de alimento. Gaddafi o quizá sus herederos de la dinastía en ciernes, parecen decididos a sembrar de muertos con tal de mantenerse en el poder. Mientras los líderes mundiales condenan la matanza y envían sus barcos para repatriar connacionales, tiemblan las bolsas de valores y el petróleo quizá llegue a 200 dólares el barril por el temor de que se corten suministros del gran productor norafricano.
Séptimo campanazo: Los pueblos no gustan de gobernantes prorroguistas y angurrientos, sean socialistas, monárquicos o democráticos; militares o civiles.
Tildar de árabes a los persas es torpeza que provoca tanto enojo como llamar inglés a un escocés. El sismo de los países árabes tuvo su réplica inclusive en la asfixiante teocracia del Irán de Ahmadinejad, hoy aliado de Evo Morales. Remarca que los países autocráticos, desiguales o corruptos deberían poner las barbas en remojo.
Los campanazos derivados del Magreb y el Oriente Medio le caen al pelo a los regímenes de Chávez y Ortega. También a Evo Morales, que se la pasa hablando burreras y armando pleitos nimios, quizá para marear la perdiz en el plano interno. Su Vicepresidente sueña con ilusas metas revolucionarias, mientras el pueblo refunfuña por el alza de precios de alimentos básicos y el transporte público.
Vaticino que la era de las comunicaciones globales, innovada ahora con satélites al Internet de banda ancha en artilugios cada vez más pequeños, tendrá consecuencias inesperadas. Como forzar a los gobernantes a precautelar el bien público. No oficiar de corruptos o de alucinados de cambios con recetas calcadas de ideologías obsoletas.

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El Día: Bolítica

El sueño es tener vehículos eléctricos en base a baterías de litio, y Japón podría ser un excelente socio con la experiencia que tiene en la fabricación de vehículos que son un orgullo en el mundo".

Evo Morales
presidente de bolivia


Se dice que: El presidente Morales acoge en La Paz a una numerosa delegación japonesa que intenta rebasar a Corea e Irán en la carrera por convertirse en el socio más estratégico para la explotación del litio boliviano".


No se puede perder el tiempo, yo sugeriría que el Gobierno consiga cooperación de otros países, Bolivia tiene que desarrollarse con el litio y queremos que sea en beneficio de ambos países ya que Japón tiene tecnología, capital y mercado".

Toshio Watanabe
embajador de japón en bolivia

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El Día: Genios de exportación

Bajo el Penoco

El gerente de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Álvaro Rodríguez, ha dicho que “en ningún otro país de Sudamérica es posible encontrar alimentos tan baratos como en el mercado nacional, lo que constituye un factor para que los productos se vayan al exterior”. Semejante descubrimiento de este genio de la economía (¿no se lo podrá exportar?) se produce después de que la inflación en el rubro alimenticio en Bolivia ha llegado a cifras récords y después, claro, de cinco años de aplicación de una despiadada política consistente en exprimir a los productores para obligarlos a vender al “precio justo” que se le ocurrió al Gobierno. Justamente estas genialidades son las que han provocado la escasez y el aumento de los precios. Si Emapa cree que hoy (con el azúcar a diez y doce bolivianos) los precios son bajos ¿no eran bajos hace algunos años, cuando se decidió aplicar controles y prohibir las exportaciones? Tanta improvisación en manos de gente tan supina es como para horrorizarse.

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El Día: ¡Viva la Pepa!

Editorial

Si hay un sector de la sociedad boliviana que encarna y representa la ausencia de Estado, la anomia y el irrespeto del principio de autoridad que reinan en Bolivia, ése es el autotransporte. Los prestatarios de este servicio público actúan en el marco del más absoluto libertinaje. Ellos fijan sus propias reglas, imponen sus “normas de calidad”, asignan las rutas y hasta deciden si es conveniente o no que los conductores de los buses beban alcohol mientras realizan su trabajo.

El Estado, ya sea bajo la forma de gobierno central, municipio, policía o autoridad de fiscalización, siempre ha actuado en complicidad con este sector, en desmedro del bienestar y la seguridad de los usuarios, obligados a aguantar micros malolientes y destartalados, buses al mando de choferes ebrios que se desbarrancan en los precipicios y que matan por docenas y camiones sobrecargados que destrozan las carreteras que le han costado cientos de millones de dólares a los contribuyentes.

Durante las últimas semanas, el rimbombante Estado Plurinacional de Bolivia, ese “Estado Integral” que aspira a dominar la vida, la economía y la conciencia de los que habitan el país, ha hecho gala de su falta de capacidad para lidiar con un sector que no sólo se ha dedicado a maltratar a la población a través de la paralización de un servicio esencial, sino que también han sido los protagonistas de un oprobioso espectáculo público cargado de violencia, ataques a la propiedad privada y agresiones a peatones y conductores.

En principio, la reacción del Estado, autor intelectual del desbarajuste inflacionario que ha derivado en la pelea por las tarifas del transporte, fue tratar de lavarse las manos y tirarle el fardo a los municipios, entidades que tampoco tienen la fortaleza institucional, las competencias y menos aún, el poder de policía para imponer su autoridad. La fuerza pública, siempre connivente con aquellos que actúan con mano abierta para transar y beneficiarse del caos, ha mirado de palco cómo los transportistas hacían de las suyas en las calles de las distintas ciudades del país.

No es mentira que es necesario tomar el toro por las astas en el aspecto tarifario del transporte. Lo que resulta inaudito es que hasta ahora no existan los mecanismos legales y técnicos para llegar a definiciones concretas y lo que es más inadmisible aún, que sea el precio de los pasajes el único aspecto de discusión entre el Estado y los transportistas, cuyo servicio es pésimo e inseguro. Está claro que las tarifas han sido simplemente un elemento de chantaje mutuo que nos obliga a todos a soportar un tumor maligno imposible de extirpar.

La última novedad del transporte es la decisión unilateral de elevar sus tarifas, medida que ha sido adoptada en convenio con dirigentes y sindicatos de misteriosas intensiones y dudosa representatividad. Los transportistas se burlan de la gente, como lo han hecho siempre, anunciando mejoras que han prometido en numerosas ocasiones y que jamás han cumplido. El Gobierno opta por la capitulación y deja todo en manos de los usuarios, condenados a ser los eternos perdedores de esta comedia llamada Estado boliviano, cuya mejor expresión se encuentra en ese histórico y españolísimo grito: ¡“Viva la Pepa”!
 

Durante las últimas semanas, el rimbombante Estado Plurinacional de Bolivia, hizo gala de su incapacidad para lidiar con un sector que no sólo se ha dedicado a maltratar a la gente a través de la paralización de un servicio esencial, sino que fueron protagonistas de un espectáculo público cargado de violencia, ataques a la propiedad privada y agresiones a peatones y conductores.

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Los Tiempos: TRANSPORTE, CAOS Y AUSENCIA ESTATAL

Son tan grandes los vacíos legales que resulta imposible que los problemas relacionados con el transporte sean debidamente afrontados y resueltos

Entre los muchos problemas que han causado severos dolores de cabeza a todos los gobiernos de nuestro país durante las últimas décadas, el del transporte figura entre los más destacados. Ahora, cuando después del fallido "gasolinazo" de diciembre transportistas han decidido aprovechar las circunstancias para "nivelar" sus tarifas -lo que significa su incremento-, ponen en muy serias dificultades a los gobiernos municipales y departamentales de todo el país pero, sobre todo, al Gobierno central.

Para que resulte tan difícil hallar una solución al asunto intervienen muchos factores. Entre ellos, el principal es la falta de instrumentos legales que definan con precisión los derechos y obligaciones de las partes involucradas, lo que facilita que las autoridades nacionales, departamentales y municipales rehúyan su responsabilidad con el argumento de que las leyes vigentes no les dan competencias suficientes para resolver la situación. Siempre encuentran algún argumento legal para desentenderse del asunto y, lamentablemente, siempre tienen algo de razón.

En efecto, el marco legal vigente en nada contribuye a allanar el camino hacia una solución del problema. Es que si bien la Ley Marco de Autonomías "Andrés Ibáñez" en su Artículo 96, Parágrafo VII. Inc. 4 señala entre las competencias exclusivas de los gobiernos municipales "Regular las tarifas de transporte en su área de jurisdicción, en el marco de las normas, políticas y parámetros fijados por el nivel central del Estado", deja abierto un enorme vacío pues las "normas, políticas y parámetros…" a los que se refiere, sencillamente no existen.

Como lo han hecho notar expertos en la materia, no hay ningún decreto, resolución ministerial o administrativa de autoridad sectorial a nivel central que pueda servir como marco de referencia. A lo máximo que se ha llegado es a la contratación de varias consultorías para que elaboren estudios que sirvan de guía para la toma de decisiones pero, al ver que los resultados no le convenían el Gobierno optó, una y otra vez, por desecharlos.

El asunto se complica más aún si se considera que las principales urbes del país ya han superado hace mucho los límites de un solo municipio lo que obliga a que sean varios gobiernos municipales los involucrados en el transporte urbano y sus problemas. En el caso de Cochabamba, por ejemplo, resulta en la práctica imposible separar la ciudad capital de Quillacollo y Sacaba, que no son sólo municipios autónomos sino provincias diferentes, lo que automáticamente obligaría a que se aplique el Parágrafo III de la Ley 031 según el que la regulación del transporte intermunicipal es competencia exclusiva del gobierno departamental.

Como es fácil constatar, son tan grandes los vacíos legales que resulta imposible, mientras esa falencia no sea subsanada, que todos los problemas relacionados con el transporte, el más visible de los cuales es el de las tarifas, pero no el único, sean debidamente resueltos. Mientras tanto, tal ausencia de normas permite que las autoridades nacionales, departamentales y municipales rehúyan la ingrata tarea que deben cumplir dejando el conflicto en manos de la ciudadanía y los transportistas.

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El Deber: El genocidio de Libia

El dictador libio Muamar al Gadafi ha ordenado a la fuerza aérea de su país el bombardeo de las manifestaciones de protesta que reclaman por la libertad y la democracia.

El Gobierno boliviano mantiene un silencio inexplicable ante este genocidio y la Cancillería sólo ha atinado a decir que espera un desenlace pacífico, que sea sin injerencia extranjera.

La última alusión de este pronunciamiento parece respaldar la declaración del régimen dictatorial, que atribuye las protestas a una supuesta injerencia del “imperio”.

Miles y miles de libios que protestan contra una dictadura que tiene 42 años de permanencia en ese país son, según esta lectura, que el Gobierno boliviano parece tomar en cuenta, solamente agentes del gobierno de Estados Unidos.

Lo que corresponde a un país pacifista, con un gobierno que dice estar siempre del lado de la vida, es expresar una palabra clara sobre el genocidio ordenado por el propio dictador Gadafi desde el escondite donde se ha refugiado.

Salvo que existan compromisos demasiado fuertes entre el gobierno de Trípoli y el de La Paz, surgidos a raíz de las visitas que hizo a esa ciudad el presidente Evo Morales.

Si es así, el país tendría que saber cuáles son esos compromisos, y si obligan al Gobierno boliviano a guardar silencio sobre uno de los hechos más lamentables, sobre un hecho criminal ordenado por el presidente de un país extranjero.

La comunidad latinoamericana, con muy pocas excepciones, ha condenado este genocidio, con pronunciamientos claros surgidos desde Brasil, Chile y Paraguay.

Todo esto tiene que ver con la política exterior boliviana que, como se sabe, es algo que maneja el presidente Morales en persona.

Pero hay límites incluso para eso, pues no parece correcto que el jefe de Estado pueda mantener relaciones cordiales con regímenes dictatoriales o de dudosa vigencia de sistemas democráticos adulterados.

El Parlamento nacional tendría que pedir explicaciones sobre estos hechos, principalmente el relacionado con el genocidio de Trípoli y, si se diera el caso, recomendar al Ejecutivo un pronunciamiento claro y contundente sobre estos hechos lamentables.

La colectividad boliviana, a través de diferentes medios de comunicación, pero sobre todo de las redes de Internet, está condenando los crímenes de Gadafi. Nadie apoya a este dictador desde Bolivia.

Los ciudadanos que miran en la Tv las escenas sangrientas de las masacres ordenadas por Gadafi están esperando que el Gobierno boliviano exprese la opinión de la colectividad nacional, eterna enemiga de los dictadores y defensora de la libertad y la democracia.

Bolivia nunca ha aceptado dictadores y por esa actitud es un país conocido como amante de las libertades. Lo que corresponde ahora al gobierno de turno, al gobierno que representa al pueblo boliviano, es decir lo que está en la mente de sus ciudadanos.

Las amistades, simpatías o compromisos, pasan a un segundo plano cuando se trata de la defensa de la libertad y de la vida.

El Gobierno de Evo Morales está demorando demasiado en condenar el genocidio de Libia ordenado por el dictador Gadafi.

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Cambio: Un delito racista

Amalia Laura Villca, titulada de Derecho de la Universidad San Simón de Cochabamba, se armó de valor y decidió denunciar que sus compañeros que debían graduarse este sábado, que estos optaron por contratar los servicios de un estudio para manipular una fotografía reglamentaria de los futuros abogados, en la que ella aparece en el mosaico de graduados con una identidad diferente, que rechaza su pollera, sus trenzas y su origen étnico de indígena quechua.

Es que los futuros colegas de Amalia Laura no tuvieron una mejor ‘idea’ que pagar 50 bolivianos —según denuncia la víctima— para que un fotógrafo de marras realice un fotomontaje, porque supuestamente "se veía fea". Y por eso en la imagen sustituyó sus atuendos tradicionales por una toga, un traje exterior que usan los magistrados, letrados, catedráticos u otras personas para actos específicos, como una graduación luego de culminar los estudios universitarios.

Es decir, los agresores consumaron un proceso racista de ‘transformación’ computarizada de la víctima de cholita a ‘señorita’.

"Pregunté (al fotógrafo del estudio): &iquest;han hecho fotomontajes?, y me dijo que sí, porque te ves fea (…) Me han puesto la toga de otro cuerpo con mi cara", denunció la víctima del hecho.

Sin embargo, ese flagrante acto de racismo, por lo tanto un delito penado por las leyes bolivianas, fue el corolario de una serie de actitudes discriminatorias a su condición de indígena quechua. Amalia Laura nació en el ayllu Jatun Kayana, municipio de San Pedro de Potosí.

"Todos los días decían: empleadita del hogar, seguro están estudiando para asesorar a sus empleaditas y con eso nos van a sacar hasta medias" y lamentó que sus futuros colegas abogados mantengan una mentalidad colonial. "Me decían que yo soy la empleada del juzgado. Desde que he entrado a la universidad he tenido esta discriminación de parte de los docentes", señaló Amalia Laura.

"Quiero que se me respete, yo ya he sufrido suficiente (…) Cuando un juez me invitó a trabajar al juzgado tuve problemas, no me dejaban pasar porque me decían que tengo que ir formal a trabajar al juzgado", dijo. No obstante &iquest;qué es vestir de manera formal? En la mentalidad colonialista, que lamentablemente pervive en varias instituciones públicas y privadas y en mentes aprisionadas en el oscurantismo colonialista, ‘formal’ no es sino la obligación de vestir traje y corbata, en el caso de los varones; y traje sastre o vestido ‘decente’, en el caso de las mujeres.

Los actos de graduación del grupo de futuros colegas abogados de Amalia Laura están agendados para este sábado, a las 16.00. Según la red Erbol, la víctima de ese flagrante acto de discriminación racial "es presionada ahora para asistir al acto de graduación vestida como sus futuros colegas", es decir, disfrazada de ‘señorita’.

Amalia explicó que en una reunión le dijeron que al acto deben asistir con traje "formal, con camisa, (porque) así se dio en el reglamento". "No me permiten entrar, porque dicen que me parezco a una madrina", denunció. Por su parte, la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor de San Simón, Irma Ivanovick, no halló otro argumento que asegurar que "desconocía de todos los actos que se estaban sucediendo en torno a la graduación".

"Los actos de graduación lo hacen en forma independiente a las autoridades de la facultad. (…)Hasta que no se aclare esta situación (…) no habrá acto de graduación", señaló, y agregó que es necesario escuchar a las dos partes.

En esto Ivanovick tiene razón. Sin embargo, los agresores de Amalia &iquest;podrán justificar el acto racista que cometieron? Corresponde a las autoridades del Ministerio Público investigar e identificar a los responsables, cómplices y encubridores, para que un tribunal jurisdiccional sancione un hecho racista en contra de la dignidad humana, paradógicamente consumado por algunas personas tendrán en sus manos la aplicación de la ley.

Es necesario investigar e identificar a los responsables, para que un tribunal sancione un hecho en contra de la dignidad humana, paradógicamente consumado por quienes tendrán en sus manos la aplicación de la ley.

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La Prensa: Deterioro del Gobierno

Quizá ha llegado el momento en que el Gobierno tome las cosas con más seriedad. La política económica es una larga lista de desaciertos?

Las encuestas están confirmando la sensación generalizada que existe en el país sobre el deterioro de la imagen del Gobierno del presidente Evo Morales, partiendo del rechazo de su política económica.

El último trabajo hecho para medir este cambio brusco en las simpatías de los bolivianos estuvo al cargo de radio Fides, con resultados que fueron leídos por su director, el sacerdote Eduardo Pérez Iribarne.

Lo valioso de esta encuesta es que fue hecha en los barrios populares de la ciudad de La Paz, conocidos como las laderas, además de otras zonas de barrios conocidos.

Que un gobierno apoyado por el 64% de los votos hace apenas un año sea criticado en su política económica por el 73% de los encuestados, o que el presidente Morales haya recibido el segundo puntaje más alto como personaje ?mentiroso?, es sorprendente.

Lo revelador de esta encuesta, aparte de las cifras del catastrófico derrumbe de la popularidad del Presidente y de su Gobierno, es que hay un alto porcentaje de encuestados que aprobarían ajustes graduales de los precios de los carburantes. Revelador pero también curioso porque viene a confirmar las cifras que proporcionó el vicepresidente Álvaro García Linera sobre el presunto apoyo de la gente a los minigasolinazos.

De todas maneras, se trata de una medición interesante. Revela que en este momento los encuestados preferirían votar por Juan Del Granado, en 39%; por Samuel Doria Medina, en 20%, y por Evo Morales, en 17%.

Por otro lado, la imagen externa del Gobierno también se ha deteriorado de manera alarmante en las últimas semanas. Quizá sea entretenido provocar reacciones de molestia en Santiago de Chile o en Asunción, pero no parece correcto que un gobierno tenga como comportamiento permanente el lanzar provocaciones a los vecinos.

En este momento, el Gobierno paraguayo está esperando una disculpa del presidente Morales por su afirmación de que los gobiernos que dan asilo a los perseguidos bolivianos son también corruptos.

Las afirmaciones sobre la delicada negociación con Chile son hechas con tan alto grado de torpeza, que se convierten en otro elemento perjudicial para el diálogo bilateral.

El canciller David Choquehuanca dice que la negociación con Chile se hará por los medios diplomáticos y no por los medios de comunicación. Pero da la impresión de que esa política no fue consultada con el presidente Morales, quien es el causante de las dificultades que han surgido en ese diálogo, con sus alusiones a la recuperación de Atacama.

El Cónsul de Bolivia en Chile también parece ajeno al estilo de Choquehuanca, pues hace aparatosas apariciones y declaraciones sobre supuestos cambios en la jerarquía a cargo de las relaciones exteriores.

Quizá ha llegado el momento en que el Gobierno nacional comience a tomar las cosas con más seriedad. La política económica es una larga lista de desaciertos, la política exterior es un campo de práctica libre de errores, todo el ?proceso de cambio? parece inmerso en una gran confusión.

Y a ello se suman las discrepancias que existen en el seno del Gobierno, discrepancias que han dejado de ser secretas.

El país está exigiendo algún grado de seriedad en el manejo de sus destinos y de la cosa pública.

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El Diario: Campo y producción: urgente prioridad

Desde estas mismas notas editoriales, EL DIARIO ha llamado la atención a los niveles del Estado involucrados en los temas agropecuarios, acerca de la falta de inversión en el campo, especialmente referida al Occidente del país y al acelerado despoblamiento que es su consecuencia directa. Ahora es la propia Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia que muestra su preocupación por la alarmante migración campo-ciudad, asegurando que “para el 2015 los campesinos seremos el 27% de la población y la pobreza en las ciudades aumentará”. A la vuelta de 30 a 40 años Bolivia ha invertido su condición de población mayoritariamente campesina a habitantes concentrados en las ciudades en mayor número, y sus efectos se dejan sentir gravemente.

La CSUTCB acaba de proponer que los distintos niveles estatales, incluidas las gobernaciones y alcaldías, destinen al agro el 35% de sus presupuestos, dado que al presente sólo se lo hace en el orden del 19%, según afirma. Su propuesta denominada “Revolución Productiva Comunitaria”, con dicha base financiera, pretende abarcar las diversas fases del universo productivo, como la recuperación de la fertilidad de las tierras, riego, cosechas, mecanización regional del agro, bancos de semillas, etc., hasta la comercialización de los productos agrícolas.

No obstante el énfasis declarativo por lo comunitario, la propuesta contempla “la transferencia directa de recursos a las familias”. Esta dualidad demuestra la estructura minifundaria de corte románico-individualista, opuesto a lo comunitario en el agro. Es decir que la Reforma Agraria de 1953 transformó las haciendas en pequeñas propiedades o minifundios, por lo que sólo las subsistentes comunidades indígenas pueden referirse a una economía comunitaria.

Toda propuesta para revertir el abandono e improductividad del campo merece atención más que aplausos, junto a un contenido de realización efectiva, pero, en el caso concreto, cada ministerio e instituciones descentralizadas tienen objetivos específicos que cumplir por lo que no están en condiciones de ceder el 35% de sus presupuestos al agro. Otra cosa es que el Presupuesto General del Estado destine globalmente el porcentaje debido a un plan debidamente estructurado. Su administración es otro aspecto delicado que al parecer no se encuentra claro. Los dirigentes de la CSUTCB se quejan porque los proyectos tardan tres a cuatro años en llegar a las comunidades y “los intermediarios consumen los recursos”. Estos hechos deberían haberse perfeccionado si hablamos de un gobierno campesino-originario como el actual, pero la queja se repite como en épocas “neoliberales”.

El planteamiento en mesa surge en momento oportuno alentado por la crisis alimentaria que ha hecho su aparición en el país, sin visos de una pronta retirada. Se trata de una nueva incitativa para que el Gobierno encare con capacidad y decisión un reto semejante, largamente esperado en el campo. Sin duda, la propuesta de la CSUTCB no será perfecta como ocurre con todo lo preliminar, pero debe ser sometida a una ponderación equilibrada. El campo debe constituir la urgente prioridad del presente a fin de vencer nuestra actual dependencia de una serie de insumos importados como los alimentos, productos de los que no sólo debemos auto-abastecernos, sino exportarlos.

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El Mundo: Herencia

La Organización de las Naciones Unidas recordó el pasado lunes el Día Internacional de la Lengua Materna, para destacar el valor que tiene la lengua en la cultura y lo importante que es la conservación de esos valores dentro de un mundo pluricultural. Para nosotros, la celebración instituida en el primar año de este siglo, tiene connotaciones especiales en momentos en que el Gobierno se encuentra empeñado en rescatar los valores culturales de la ciudadanía.

Recordamos que en su artículo quinto, la Constitución Política del Estado reconoce la existencia en nuestro país de 36 idiomas, correspondientes a otras tantas naciones originarias y nos exige conocer por lo menos una de ellas, además de la lengua materna.

No obstante lo antes anotado, una gran parte de la ciudadanía tiene como lengua materna el idioma español, aunque como es sabido, cada una de las naciones que fueron colonias de España e inclusive cada región dentro de esas naciones, ha dado a su lengua características especiales que merecen ser recogidas y practicadas, porque en ellas están asentadas las raíces culturales de los ciudadanos.

Las lenguas nativas de las que hacíamos referencia líneas arriba, tienen en su práctica una gran cantidad de vocablos derivados del español y a su vez tienen una gran influencia en el habla costumbrista que recoge una gran cantidad vocablos provenientes de las lenguas nativas. Vale la pena recordar que esa influencia reciproca tiene su origen en la vida de la colonia que no puede ser pasada por alto, ya que representa un espacio de cuatro siglos de una interacción permanente que difícilmente podría ser dejada de lado.

La práctica de la lengua materna está directamente relacionada con una gran cantidad e acciones intrafamiliares; tradiciones y costumbres que fueron transmitiéndose de generación en generación, con los consiguientes cambios atribuibles a cada momento en particular.

La declaración de un día del calendario a recordar la influencia de la lengua materna tiene connotaciones especiales en tiempos en los cuales, debido al desarrollo permanente de la tecnología, las personas se encuentra en contacto con conceptos que vienen a formar parte de un leguaje intencional que sin llegar a convertirse en aquel que se pretendía con el Esperanto, resulta fácilmente comprensible para quienes lo practican.

Los estudiosos de la lengua se encuentran actualmente profundizando el conocimiento de la lengua que se maneja en las página de Internet, especialmente en las conversaciones cuya comprensión requiere un esfuerzo especial para las personas mayores, por lo menos en un grado mucho mayor que para los jóvenes que lo practican con desenvolvimiento.

Ello no significa otra cosa que un llamado de atención para quienes viven preocupados por recuperar tradiciones, costumbres y valores de culturas que en su momento fueron mucho más sólidas y que no tendrían la necesidad de amenazas y prevenciones, como acontece en la época presente en que se ha visto una Ley Contra la Discriminación y el Racismo; en el pasado, a pesar de la explotación y el abuso con que se trataba en particular a las personas que apoyaban con su fuerza de trabajo las labores domésticas o las actividades productivas e inclusive entre las naciones, sobre la base de su mayor o menor desarrollo, pero que también se les reconocían y se les reconoce las capacidades que logran mostrar.

Se ha insistido en que ésa discriminación era producto de las creencias religiosas o del color de la piel y podemos asegurar que sobre todo, la explotación de un sector de la sociedad por otro, más que por esas razones, radica en el nivel de educación. Las personas mejor formadas destacan en la vida de la sociedad sin ser discriminadas y por lo general, como producto de esa su formación, cultivan también valores que les fueron transmitidos en la infancia.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: La credibilidad dañada del INDEC

Acaban de cumplirse cuatro años de la intervención del INDEC por parte del gobierno de Néstor Kirchner, realizada con el propósito de cambiar el método de cálculo del Indice de Precios al Consumidor y tratar de ocultar la creciente inflación. A partir de ese momento la evolución del índice oficial comenzó a divergir de la de los índices provinciales y de la de los indicadores privados, que se convirtieron en un instrumento indispensable ante la pérdida de credibilidad del índice oficial. La manipulación del índice de precios afectó otros indicadores que lo utilizan como deflactor.

Posteriormente surgieron prevenciones, planteadas por técnicos en la materia, sobre la metodología y eficiencia con que se estaba preparando el Censo realizado el año pasado. Días pasados, un empleado del INDEC se sumó a las denuncias que tanto trabajadores del organismo como técnicos externos realizan sobre la manipulación de las cifras del Censo que están siendo procesadas, a partir de lo cual fue despedido.

La respuesta oficial forma parte de la política en la materia: la intervención del INDEC fue acompañada de desplazamientos y despidos de técnicos y con la irrupción de patotas oficialistas que amedrentan a los empleados. En esa misma línea, el Gobierno ha iniciado una campaña de presiones sobre las consultoras que elaboran indicadores de precios.

El empleo de la intimidación y la fuerza, además de ser éticamente cuestionable y en algunos casos ilegal, no puede ocultar, sin embargo, la pérdida de credibilidad del INDEC.

Se cumplieron cuatro años de intervención al INDEC, durante los cuales se perdió la confiabilidad en los índices de precios y otras estadísticas estatales.

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