Pasará pasará

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: ¿Despropósito o ‘a propósito’ ?

  2. El Día: Jazmines explosivos

  3. El Día: Bolítica

  4. El Día: Pasará pasará

  5. El Día: Por un mundo sin dictadores

  6. Los Tiempos: EL ESTADO, PRINCIPAL CAUSANTE DE LAS ESCASECES

  7. El Deber: Nuestros parques naturales

  8. Cambio: Crisis mundial de alimentos

  9. La Prensa: La tragedia del edificio Málaga

  10. El Diario: Autocríticas oficialistas coinciden con la oposición

  11. El Mundo: Más dudas

  12. Opinión:

  13. Clarín, Argentina: El conurbano, en crisis estructural


El Día: ¿Despropósito o ‘a propósito’ ?



Buscando la verdad

El Presidente de Bolivia, a tiempo de anunciar como “premio” la inmediata entrega al denunciante del 20% de toda mercadería incautada como contrabando, dijo que éste era un "cáncer", citando la salida ilegal de combustibles como ejemplo.
 
Así como aquel, el contrabando de importación es un cáncer, que junto con el narcotráfico pueden propagarse y hacer metástasis distorsionando la economía formal, quitando tributos y empleos al país. ¿Cuánto hace el Estado para combatirlo, siendo que Bolivia pierde 150 millones de dólares anuales por la salida de combustibles de contrabando, y más de 150 millones en tributos evadidos por el contrabando de importación?
 
En su informe quinquenal del 22 de enero pasado, el presidente Morales dijo que el narcotráfico en Bolivia estaba mejor equipado que la Felcn. ¡Y eso que dicha fuerza tiene 1.700 efectivos bien armados, pertrechados y muy bien remunerados! ¿Qué decir entonces del Control Operativo Aduanero (COA) que para combatir el contrabando tiene sólo 125 efectivos, 11 vehículos y ningún helicóptero para cubrir 7.000 kilómetros de frontera, rutas internas y ciudades?
 
Mientras que los contrabandistas gozan de modernas radios de comunicación, celulares satelitales, sofisticadas armas y pagan a “loros” para espiar desde los cerros al COA en sus  desplazamientos a fin de desviar los convoyes con el contrabando, nuestro COA no tiene nada de aquello, es más, sólo opera con “equipos antimotines”. ¡Como si fuera suficiente amenazar con un palo o un gas a un delincuente dispuesto a matar! Así, al COA se lo expone a francotiradores, agresiones y emboscadas enviándolo a una guerra de verdad, totalmente desvalido. El contrabandista se ríe, el COA cae herido, muere o desaparece…
 
Pueblos fronterizos están tomados por el contrabando, son “zonas rojas”. "Hay garajes ocultos. La gente niega a los COA la venta de un café o un almuerzo (…) han llegado al extremo de amedrentar y agredir a los efectivos del COA". La amenaza y el acoso a la Aduana y el COA son patentes. “En estas poblaciones hay mucha pobreza y no hay trabajo. Los contrabandistas se aprovechan de eso. Dan a los comunarios trabajo por horas y luego se hacen sus amigos (…) cuando se les incauta algo ellos los movilizan…” (La Razón,  29/01/2003).
 
En el plano de la solución, ¿por qué no ayudar a generar más empleo formal? ¿Por qué no invertir 30 millones de dólares adicionales para potenciar a la Aduana y al COA para “ahorrar” 150 millones de dólares (contrabando de salida) y ganar 100 millones por tributos (contrabando de ingreso)? ¿Por qué no hacer del COA una Fuerza Especial de Combate al Contrabando, y fusionar la ANB y el SIN para atacar el delito en el mercado interno?
 
Y, dado que la “austeridad fiscal” va dando espacio a la “racionalidad” al autorizarse sueldos mayores al del Presidente del Estado -para que BoA vuele, para explotar el Mutún y para quienes saben de petróleo, ¡hasta por Bs 45.000 mensuales!- ¿por qué no hacerlo con la ANB y el COA? ¡Ningún ingeniero arriesga su vida, como un COA lo hace cada día!
 
Mucho se criticó a los “gobiernos neoliberales” por su escasa voluntad política para combatir el contrabando. Su actitud fue tan débil que propiciaba el abarrotamiento de los mercados con productos extranjeros baratos, ¡así estuvieran manchados con la sangre de quienes luchaban contra su internación ilegal! ¿Un despropósito, o más bien, “a propósito”? En tiempos de cambio, ojalá cambie la historia.

Gary A. Rodríguez A. es Economista y Gerente  General del IBCE

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El Día: Jazmines explosivos

Tribuna.

Hasta la década de los 80 casi se podía ocultar el sol con un dedo.
Los avances en comunicaciones es lo que ha abierto los ojos a una gran parte de la humanidad, que existe un mundo más allá de su propia realidad.

El desmoronamiento y extinción de la Unión Soviética y luego la caída de  la Cortina de Hierro en gran medida,  han sido consecuencia de la imposibilidad de ocultar cuáles son las condiciones de vida de otros pueblos. La libertad no es más el no encarcelamiento. Tiene mucho más que ver con la esencia del ser humano y su instintiva necesidad de escoger y rechazar.

Ese mundo pequeño encerrado donde no existe la necesidad de conocer lo que sucede en el exterior, se ha reducido a escasos territorios.  Hoy, la televisión no deja rincón del mundo sin explorar y con ella, se expande el discernimiento.

Ese mundo único creado para mantener quieto al pueblo se vino abajo y ahora ya no es sólo la televisión satelital. El Internet es hoy por hoy el gran uniformador.

Corea del Norte sabe esto mejor que nadie. Los esfuerzos de Pyongyang para que nadie se entere como es la vida de sus iguales en Seúl, es la prueba más patente de cuánto se teme  y cuán arrasador es el poder de la información y la comunicación.

Chávez acaba de iniciar los trabajos del tendido de un cable submarino de fibra óptica hasta Cuba para proveer a la isla de un acceso rápido a Internet. Pese a que las restricciones de uso del régimen cubano persistirán,  finalmente la venda caerá.

La imparable ola de disconformidad en el mundo árabe empezó hace poco en Túnez donde las revueltas pusieron fin al archicorrupto  régimen dictatorial de Ben Alí y su mujer, dando inicio a la llamada Revolución de los Jazmines que en virtud al tiempo real de las comunicaciones, se está  extendiendo y explosionando a velocidad supersónica.

En Yemen, cuyo gobierno tiene vagos rasgos de democracia, las protestas van encaminadas a sacar del poder a quien se ha prolongado por 32 años. Los sudaneses, vía Internet, están copiando las protestas de sus vecinos egipcios. En Argelia, la subida de los precios de los alimentos, fue el detonador de las protestas. Hasta en Omán, reino poco acostumbrado a ser contrariado, los súbitos tímidamente se están empezando a manifestar.

Marruecos, rápidamente y previendo lo que está sucediendo, ha determinado subvención a los alimentos cuya alza podría ser el principio de explosiva turbulencia.

Al Rey de Jordania lo han puesto contra las cuerdas y lograron, en días, que cambie al Primer Ministro y su gabinete. El papel de Egipto ha sido hasta ahora  factor equilibrante en la región por su cercanía a los Estados Unidos e Israel. Las medidas de emergencia ante los eventos como nombrar un Vicepresidente luego de treinta años y hacer cambios en el gabinete, ya no son suficientes. Se han cortado los teléfonos celulares, la Internet y las señales de televisión. Tampoco  sirve ya. En las últimas horas los “Hermanos Musulmanes” que medían de palco el desarrollo de los acontecimientos, se han unido a las protestas. Hasta acá, la religión de todos estos países musulmanes -aunque sobreentendida- no había sido casi mencionada. Las protestas tienen más que ver con reformas políticas, el alza de los alimentos, la pobreza y por supuesto, mirar por la televisión como viven otros en el Cercano y Medio Oriente.

Como para recordarle al mundo de bien quién es, Ahjmadineyad, Presidente de Irán,  muy suelto de cuerpo ha aplaudido la lucha del pueblo egipcio por  democracia y espera que Egipto deje de ser secular y se convierta en un verdadero estado islámico.

La situación en Egipto puede ser para Irán un arma de doble filo. No tienen relaciones diplomáticas desde que el Sha Pahleví derrocado en la revolución islamista se refugió en El Cairo hasta su muerte. Irán, paradójicamente, está aplaudiendo la coyuntura pero por otro lado, no deja de preocuparse que la onda expansiva de exitosas revueltas llegue y se manifieste nuevamente como ya sucedió el 2009 en renovados  y propios “días de ira”.

Ante esa perspectiva, agencias noticiosas como Reuters y AFP, dan cuenta de nuevas restricciones al escaso acceso a las redes sociales y simultáneamente, un renovado brío en el ahorcamiento de presos políticos (74 sólo este enero). Triunfo para el brutal régimen sería que Egipto efectivamente convierta su protesta pro-democracia y cambio, en revolución islamista. Improbable, pero latente.

Aparentemente los líderes de las potencias mundiales no han estado leyendo con propiedad los mensajes. El aroma de los jazmines nacidos en Túnez ha sido ignorado y se aproxima un gran caos. Si los cambios no son lo suficientemente profundos y rápidos, incluida la retirada de Mubarak y la conformación de un gobierno de transición que cierre el paso a los islamistas radicales,  el mundo  libre deberá enfrentar situaciones de imprevisibles consecuencias.

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El Día: Bolítica

Se tenía un fondo de $us 150 millones con los aportes para la vivienda; entre el 2006 y 2010 se generó otros $us 100 millones. Este plan tiene un financiamiento de $us 250 millones, por ello hay que hacer una exhaustiva fiscalización".

Jaime Navarro
diputado de unidad nacional


Se dice que: Apenas un 8% de las viviendas proyectadas dentro del Plan Nacional de Vivienda Social en 5 urbanizaciones del país  fueron ejecutadas entre el año 2006 y el 2011".


Una inversión de $us 550 millones ha producido 240 mil empleos en los sectores vivienda, telecomunicaciones y caminos. Lo que impidió cumplir con el 100% de la inversión fue el retraso de los recursos que provienen de fuentes externas".

Wálter Delgadillo
Ministerio de Obras Públicas y Vivienda

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El Día: Pasará pasará

Bajo el Penoco

Acaban de aprobar un incremento del 40 por ciento en el precio del azúcar en las tiendas de Emapa, y con 7,50 el kilo, hemos alcanzado el mismo nivel que tiene este producto en Perú. La idea es cortar de esta manera una de las rutas del contrabando. El famoso “precio justo” se está desmoronando como castillo de naipes en la red de pulperías plurinacionales, donde no saben qué hacer para lograr algo de eficacia en el abastecimiento de los productos de la canasta familiar. En Emapa están tratando de controlar que la gente no juegue “pasará-pasará” y por eso es que exigen carnet de identidad a los compradores, ya que la regla es una venta por mes. Como Bolivia es el reino del “chanchullo” (el presidente da el ejemplo cuando “rodillea” al descuido y reconoce que hizo trampa para conseguir su segunda reelección), los comerciantes mandan a tíos, suegros y cuñados a hacer fila para luego revender “la azuquita pa´l café” en el mercadito de aquí cerca. La última de los “emapas” es la prohibición de venderles a los menores de edad, con la esperanza de que las colas disminuyan. ¿Cuál será el próximo paso? ¿La libreta de racionamiento? Más referencias…Cuba.

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El Día: Por un mundo sin dictadores

Editorial

El mundo ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. Países históricamente subdesarrollados han conseguido superar problemas de pobreza y atraso. Naciones de Europa del Este, la ex Unión Soviética, de América Latina y Asia han emergido como verdaderos fenómenos económicos y algunas de ellas ya se erigen como grandes potencias, tal como sucede con Brasil, Singapur, Corea, Chile, Polonia, Ucrania, entre muchas otras. Casos como el de Perú, Vietnam, Costa Rica, Estonia, etc., son pruebas de que el rezago no es una condena de por vida y tampoco constituye un designio histórico imposible de revertir.

Hoy sobran los ejemplos de países que han optado por ser ricos, mientras que otros se encuentran entrampados en el subdesarrollo por culpa de visiones culturales erradas, de procesos políticos retrógrados y porque todavía persisten en el mundo numerosos regímenes autocráticos que mantienen a sus pueblos sumidos en la pobreza, la corrupción y el abuso de poder.

El auge de los precios de las materias primas ha sido, sin duda alguna, uno de los impulsores del progreso de muchos países que de a poco abandonan los últimos lugares de los rankings sociales. En otros, en cambio, este periodo de bonanza ha beneficiado apenas a unos cuántos, a las élites que desde hace décadas se mantienen en el poder o a los procesos populistas que engullen grandes cantidades de recursos, sin el consiguiente efecto sobre la calidad de vida de las grandes mayorías. En estos países no se han resuelto los problemas básicos de la supervivencia y la ausencia de libertad y la violación a los derechos humanos agravan el cuadro de opresión.

El hastío frente a autocracias que llevan hasta tres décadas en el poder, la sensación de fracaso y frustración han sido el común denominador de la cólera popular que se ha desatado en Túnez a mediados de enero y que se propagado por el norte de África y una vasta región del mundo árabe. En Egipto, Mauritania, Yemen, Jordania, y Argelia se ha desatado la ira de la gente exigiendo cambios, protestando por el desempleo, la pobreza y la corrupción, problemas que se han mantenido ocultos gracias a sanguinarios esquemas de represión. Se teme que en las próximas semanas, esos mismos estallidos sociales, con decenas de casos de inmolación que reflejan el alto nivel de desesperación, puedan extenderse hacia Libia y Sudán, donde los caudillos populistas han usado el islamismo radical para enfrentar a la gente con los enemigos externos y alejarlos así de los problemas concretos.

Los estallidos que se viven hoy en aquellas regiones no pueden desvincularse de lo ocurrido el 2009 en Irán, donde multitudes hastiadas del fraude y el abuso, desafiaron a las fuerzas del tiránico Mahmund Ahmadineyad. Tampoco es un fenómeno aislado lo de Cuba y sus presos políticos  mantenidos en las sombras de cárceles medievales o la presión mundial hacia China que se ha incrementado en los últimos meses. El régimen de Silvio Berlusconi, en Italia, se encuentra en la cuerda floja porque los italianos ya no aguantan más su pose y actitudes de dictadorzuelo de república bananera, mientras que en América Latina se deteriora aceleradamente la imagen de líderes que desprecian la democracia. La gente ya no los tolera y parece estar convencida que la libertad y el estado de derecho son ingredientes imprescindibles para la prosperidad.

El hastío frente a autocracias que llevan décadas en el poder, la sensación de fracaso y frustración fueron el común denominador de la cólera popular que se ha desatado en Túnez y que se propagado por el norte de África y el mundo árabe donde  se ha desatado la ira protestando por el desempleo, la pobreza y la corrupción.

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Los Tiempos: EL ESTADO, PRINCIPAL CAUSANTE DE LAS ESCASECES

Como en el caso del fallido gasolinazo, la escasez de alimentos y el alza de sus precios indican que algo anda mal en la política agropecuaria nacional

Poco más de un mes después del fallido intento de elevar los precios de los combustibles al nivel de los de los países vecinos, y rendido ante la imposibilidad de lograr que tal medida sea aceptada como un acto patriótico y de defensa de la economía popular, el Gobierno si bien parece haber renunciado, por lo menos temporalmente, al método del gasolinazo, ha optado por otra medida muy similar aunque con menor efecto multiplicador: aplicar en menos de un mes un par de "azucarazos" con el ya conocido argumento de desalentar la especulación y el contrabando mediante el pleno restablecimiento de la vigencia de las leyes del mercado, esta vez para fijar los precios del azúcar.

A tal decisión se ha llegado después de múltiples intentos fallidos para burlar la más antigua y conocida de las leyes que rigen la actividad económica, la que enseña que cuando hay un desequilibrio entre la oferta y la demanda de un producto, no hay voluntarismo que valga. Y que cuantos más esfuerzos hace el Estado a través de sus comisarios para fijar los precios, peores son los resultados que obtiene.

Tuvo que pasar todo un mes de penoso y muy forzado trabajo de dos de las empresas estatales creadas para fomentar la producción de alimentos pero que terminaron abocándose a copar la cadena comercial hasta competir con las tiendas de barrio para que al final el Estado se rinda ante lo evidente y reconozca que la escasez de azúcar no es ocasionada por la ambición desmedida de los vendedores sino, simple y llanamente, porque durante los últimos meses la producción disminuyó, el contrabando se incrementó en la misma proporción y que ambos males fueron ocasionados por erróneas políticas económicas gubernamentales.

El primer paso para rectificar esos yerros fue dado el 14 de enero, cuando sorpresivamente el precio del azúcar en las tiendas de Emapa subió de 4,30 a 5,30 bolivianos el kilo (23 por ciento). Dos semanas después se dio el segundo paso, cuando el kilo se incrementó de 5,30 a 7,50 bolivianos (41 por ciento). Así, mientras la atención colectiva estaba concentrada en un gasolinazo, el precio de uno de los productos básicos de la canasta familiar sufrió un incremento acumulativo de casi 80 por ciento.

El argumento para justificar tal decisión fue, salvando las distancias propias del caso, el mismo que un mes antes se esgrimió para justificar el alza del precio de los carburantes. Es decir, que cinco años después de "nacionalización", en un caso, y de poco más de dos años de prohibición de las exportaciones, en el otro, el resultado fue la disminución de la capacidad productiva nacional y, por consiguiente, escasez tanto de combustibles como de alimentos.

La magnitud del fracaso en ambos casos -hidrocarburos y alimentos- se hace más notable si se recuerda que hace no mucho tiempo el nuestro era un país exportador de unos y otros. Ya todos estábamos habituados a que la capacidad productiva nacional sea superior a la demanda interna gracias a lo que la escasez y el racionamiento pasaron a ser sólo malos recuerdos.

Ahora, el caso del azúcar está a punto de reproducirse con el maíz y la soya. Pero todavía no se percibe en las autoridades gubernamentales la voluntad necesaria para enmendar el rumbo, sino, más bien, de seguir en la misma línea errada, esta vez metiendo al Estado a la agricultura…

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El Deber: Nuestros parques naturales

Los parques naturales bolivianos están amenazados de muerte y no hay nadie que quiera defenderlos. Los parques Amboró, Choré, Noel Kempff, Madidi Isiboro Sécure y otros sufren los embates de los furtivos recolectores de madera, que avanzan detrás de los ‘colonizadores’, convertidos en destructores de bosques y vendedores de las tierras que quedan.

Pero hay un peligro más agresivo todavía que amenaza a los bosques e incluso a los parques naturales. Son las carreteras diseñadas para atravesar esos parques, sin considerar que están violando territorios sagrados para la vida en el planeta.

En efecto, más del 60% de la riqueza de especies botánicas y zoológicas del planeta están contenidas en pequeños reductos, llamados parques naturales, como los bolivianos.

Los pueblos que habitan el parque natural Isiboro Sécure han tratado de alertar a la opinión pública nacional e internacional sobre el riesgo de que la carretera diseñada para atravesar ese parque acabe con él y su riqueza en especies animales y vegetales.

La carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos tiene un trazo que corta el parque en dos. Los funcionarios del Gobierno central aseguran que se tomarán todas las medidas para evitar que ese territorio se convierta en un nuevo Chapare, dominado por la coca.

Pero resulta inverosímil cualquier propósito de ese tipo, pues el Gobierno nacional ha comprobado que no puede evitar que los cocales se extiendan, a tal punto que esos cultivos se dan ahora en los nueve departamentos del país.

En efecto, el Órgano Ejecutivo del Estado no puede evitar que los cocales se extiendan ni en Yungas de La Paz ni en las regiones aledañas a Chapare. El negocio del narcotráfico ha hecho que Bolivia se convierta en el territorio de donde sale la mayor producción de cocaína con destino a Brasil y Europa. La campaña que han realizado los pueblos originarios del parque Isiboro-Sécure ha sido respaldada por organizaciones de defensa del medio ambiente, pero de nada ha valido, pues el Gobierno se mantiene firme en su intención de violar el Isiboro Sécure con una carretera.

Dicen los expertos en carreteras que si se quisiera evitar que el proyecto atraviese el mencionado parque sería preciso hacer una variante que costaría muchos millones de dólares.

A estas alturas surge una pregunta: ¿de qué se ocupan las oficinas de defensa del medio ambiente de los organismos internacionales si no van a ser capaces de respaldar a los pueblos originarios que están clamando por una ayuda?

Se han dado incluso algunos casos de acuerdos hechos entre regiones específicas, como el parque ecuatoriano Yasuni, que será preservado para que no lo violen las empresas petroleras.

En este caso se trata de un parque que será invadido, depredado y destruido por cocaleros que ya se han anoticiado de la invasión y han llegado hasta la zona, en espera de que lo hagan las máquinas, sus aliadas.

La opinión pública boliviana tendría que repetir este pedido de auxilio, pedido angustioso que envían los pueblos originarios, que ahora están más desprotegidos que nunca. En efecto, jamás, en la historia de Bolivia, se había dado una situación de depredación de los bosques nacionales como se da ahora.

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Cambio: Crisis mundial de alimentos

La reciente decisión del gobierno del presidente Evo Morales Ayma y de los empresarios azucareros del país de nivelar el precio del azúcar a los que rigen en el mercado internacional, constituye una respuesta coyuntural, necesaria y correcta; porque no era posible seguir subvencionando un producto que prácticamente había desaparecido del mercado interno y cuya comercialización redituaba grandes ganancias a revendedores, acaparadores, agiotistas y contrabandistas.

Pero más allá de que la medida asumida es dura, ya que fijó el kilo del azúcar en 7,50 bolivianos en los puestos de Emapa y en 8 bolivianos en los comercios tradicionales, el incremento del precio de venta de ese producto era la única opción para garantizar su abstecimiento en el mercado interno.

Sin embargo, ¿por qué el Ejecutivo y los empresarios del sector se vieron obligados a subir el precio del azúcar? ¿Qué factores internos y externos influyeron para tomar esa medida? ¿Por qué la subvención estatal no beneficiaba al pueblo sino a inescrupulosos comerciantes, acaparadores y agiotistas?

Mientras voceros de corrientes opositoras aseguran que la escasez de azúcar fue consecuencia del abrogado Decreto Supremo Nº 748 —de nivelación de los precios de las gasolinas y del diésel—, los hechos apuntan a otros factores internos y externos.

Durante el pasado 2010, el cambio climático que castiga al mundo mostró su rostro perverso con sequías, heladas, granizadas e inundaciones, fenómenos naturales que golpearon con diversa fuerza a los países del mundo, y el territorio boliviano no fue la excepción.

Es decir, el aumento de la temperatura del planeta —producto del capitalismo depredador y contaminador de la naturaleza— dejó de ser una amenaza, porque ya altera los ciclos climáticos naturales y, como consecuencia, la producción de alimentos ha ingresado en una etapa crítica. Según el investigador Lester R. Brown, el ascenso de la temperatura también hace que resulte más difícil aumentar la cosecha mundial de granos con la rapidez suficiente para ir a la par del ritmo sin precedentes de la demanda. Es que por cada elevación de un grado celsio en la temperatura del planeta, por encima del nivel óptimo durante la temporada de crecimiento, cabe esperar un descenso del 10% en el rendimiento de los granos.

Además, otra tendencia emergente que amenaza a la seguridad alimentaria es el acelerado derretimiento de los glaciares de las cordilleras de los Andes y de los Himalayas, principales fuentes de abastecimiento, no sólo de agua potable para el consumo de cientos de millones de seres humanos, sino que alimentan ríos que abastecen del líquido vital a los sistemas de regadío para el cultivo de alimentos. Sin ese derretimiento de los hielos la cosecha de granos experimentaría una gran caída y los precios ascenderían proporcionalmente. No obstante, esta es sólo una de las consecuencias del calentamiento del clima de la Tierra.

Y mientras los pueblos demandan que los países ricos asuman su responsabilidad para frenar el progresivo calentamiento global, estos, encabezados por Estados Unidos, impusieron en la cumbre climática de Cancún una declaración que no responde a la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar los fenómenos climáticos extremos que afectan a la humanidad y ya han causado miles de muertes. Aunque se menciona la adopción de un segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto, no se explicitan fechas ni mecanismos para que ello ocurra y se incluye sólo la adopción de compromisos voluntarios.

En consecuencia, las reducciones de gases que se adopten serán definidas por la voluntad de los países y no por una meta común global. En Cancún se demostró que los países ricos del norte no están dispuestos a reducir sustancialmente sus emisiones contaminantes, y, por lo tanto, el paulatino incremento del clima del planeta seguirá y, sin duda, afectará a la producción de alimentos.

En ese contexto, Estados Unidos asumió la ‘idea’ de ‘Internacionalizar la Amazonia’ y así —supuestamente— frenar la devastación de la mayor reserva de biodiversidad del mundo. Aunque la propuesta aparece como una alternativa que debería ser discutida por las naciones, en los hechos oculta los intereses hegemónicos de los mayores depredadores de la Tierra. Es decir, mientras los países ricos no asumen la voz de los pueblos para reducir drásticamente la emisión de sus gases de efecto invernadero, buscan sacar ventaja de la crisis ambiental que ellos mismos provocaron.

Por eso, el ex ministro de Educación brasileño, Cristóvão Buarque cuestionó esa ‘alternativa’ y puso las cosas en su lugar. Dijo que si se internacionaliza la Amazonia, deberían ser ‘internacionalizados’ las reservas mundiales de petróleo y el capital financiero de los países ricos, porque quemar la Amazonia es tan grave  como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores financieros globales. Es decir, el hambre que azota al menos a 1.000 millones de seres humanos.

Estados Unidos y los países ricos también deberían ‘internacionalizar’ la tenencia de los arsenales nucleares capaces de borrar todo vestigio de vida de la faz de la Tierra, así como ‘internacionalizar’ la deuda externa de los pueblos para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela.

Además, urge que los países productores de granos, como el maíz, dejen de desviar el 30% de su producción para la fabricación de etanol y prioricen la comida para los seres humanos. En este contexto de crisis mundial de alimentos, se inscribe el incremento temporal de los precios del azúcar y el compromiso de los ingenios azucareros de abastecer el mercado interno para que, con la próxima cosecha de abril, bajar los precios recientemente acordados.

En un contexto de crisis mundial de alimentos se inscribe el incremento temporal de los precios del azúcar y el compromiso de los ingenios azucareros de abastecer el mercado interno para que, con la próxima cosecha de abril, bajar los precios recientemente acordados.

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La Prensa: La tragedia del edificio Málaga

Es imprescindible la creación de una comisión de alto nivel para revisar todos los detalles de las edificaciones realizadas últimamente.

Justamente al cumplirse una semana de la tragedia del edificio Málaga, que ha causado verdadera conmoción nacional e internacional, tuvimos que resignarnos a una dolorosa verdad que no queríamos suponer: de ella no quedaba sobreviviente alguno. No es usual que una estructura de nueve pisos y decenas de metros de altura colapse de un momento a otro. Penosas lecciones en torno a la alarmante carencia de medios para lidiar con este tipo de emergencias, caben además otras reflexiones.

El llamado boom de la construcción, especialmente en el denominado eje del país, se ha incrementado notablemente en los últimos tiempos. Al ritmo de dinero que surge por doquier ?muchos de esos fondos probablemente sean de origen sospechoso?, edificios multifamiliares y de oficinas proliferaron como hongos. En diversas publicaciones se mencionó la incorporación de tecnología de punta en las nuevas construcciones, muchas de ellas apodadas como ?edificios inteligentes? por las sofisticaciones introducidas. Lo que nadie sabía era que también había un edificio asesino y quién sabe ?Dios no lo quiera? tal vez haya otros.

Es por eso que se impone imperativamente una exhaustiva investigación, no solamente en el caso del Málaga, sino también corresponde un análisis minucioso, imparcial y veraz, de todas las construcciones en altura de por lo menos estos últimos cinco años. Solamente así se podrá calmar la natural ansiedad general surgida a raíz de la tragedia, ya que ésta puso ante la luz pública alarmantes faltas de fiscalización, de control y de seguimiento en un tema tan delicado como el de la construcción de viviendas multifamiliares ?o de oficinas? en propiedad horizontal. Creemos que también se debe investigar las relaciones contractuales existentes entre las compañías de construcción y los obreros encargados del trabajo de albañilería, el hecho de que un joven de 15 esté entre las víctimas es un antecedente bastante negativo en esta área.

La vivienda es el primer y último refugio del ser humano, sea ésta lujosa o precaria. Hasta los animales confían en su madriguera para sentirse seguros. Ahora resulta que ?en medio de la abundante oferta actual? no sabemos con certeza qué casas o edificios son confiables para vivir con tranquilidad. Esto debe cambiar.

Asimismo, alguien tendrá que ir a la cárcel o sufrir las consecuencias de lo sucedido en el edificio derrumbado. No puede quedar impune este horroroso hecho. Al mismo tiempo que la investigación específica al triste caso siga su curso, reiteramos que es imprescindible la creación de una comisión de alto nivel ?impecablemente objetiva? a fin de proceder a revisar todos los detalles, planos, estructuras, etcétera, de las edificaciones realizadas últimamente. Solamente así se podrá asegurar la tranquilidad de la gente y se restaurará al mismo tiempo la confianza (que por ahora se ha perdido) ante la evidencia incontrastable de una tragedia que bien pudo ser evitada de haber existido una vigilancia eficiente por parte de las autoridades del ramo.

Controles, controles, aquí, ahora y en el inmediato futuro. Sanciones ejemplares para quienes directa o indirectamente permitieron este funesto episodio también se imponen. La ciudadanía lo exige, el país y los trabajadores lo merecen.

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El Diario: Autocríticas oficialistas coinciden con la oposición

Los graves sucesos populares acaecidos como efecto del “gasolinazo” dictado al día siguiente de Navidad y anulado cuatro días después, minutos antes de que termine el año 2010, han determinado un verdadero trastorno en el pensamiento de algunos intelectuales del partido gobernante, quienes se han visto obligados a sacar la cabeza de las nubes y poner los pies en la tierra. En efecto, algunos de ellos no sólo están revisando sus tácticas sino también confirmando que los avances logrados por su gestión no se han cumplido, hay que revisarlos o bien programar otros nuevos con el objetivo de salvar la nave del Estado de un inminente naufragio.

En una entrevista publicada el 19 de enero en un medio oficialista, los teóricos de la cúpula gobernante, Alfredo Rada (AR), y Raúl Prada (RP), hicieron agudas críticas, llegando a concluir que tienen los mismos puntos de vista o aun más radicales que la oposición. En efecto, el segundo de los citados afirmó, entre otras cosas, que pese a que han pasado cinco años “No hemos salido del modelo dependiente”, “No hemos llegado a construir un modelo productivo”, “solamente hay una retórica sobre la industrialización, que no se sustenta en ningún plan concreto”, “hay que reconducir el proceso”, seguimos en el neoliberalismo.

Junto a esa apreciación, AR dijo a Erbol: “Hay que trabajar” para satisfacer las demandas de la población para asuntos como aumento de salarios, empleo, vivienda, salud, mejorar los niveles de inversión pública, construir un modelo de desarrollo, convertir el Ministerio de Planificación en lo que originalmente se pensó el año 2006, así como aprobar una serie de medidas “estructurales” que no se las habría dictado hasta el momento.

Con menor optimismo, RP fue más concreto y afirmó que el Gobierno “no ha avanzado” y con actitud autocrítica aseguró que “Me preocupa que no hemos entrado en la transformación institucional (…) se necesita una transformación institucional, una transformación en las formas de gobierno… debemos enraizar en el poder con los movimientos sociales… tiene que haber una vigilancia, un control por parte de los movimientos sociales… que garanticen la aplicación de la Constitución”, “tiene que haber una especie de suprapoder que esté sobre los propios ministerios”… y aplicar la consigna “Todo el poder a los movimientos sociales”… en una especie de paráfrasis a la tesis “Todo el poder a los soviets”, etc., aspectos incumplidos, los unos y los otros para el futuro. RP también sostuvo que “seguimos en formas neoliberales… mientras no cambiemos esas formas, obviamente no estaremos haciendo transformaciones”, afirmaciones que no sólo coinciden con las sostenidas por sectores de oposición sino que van más allá de lo que dicen estos.

Por lo demás, las autocríticas agregan que hay que superar la actual “economía plural” y que ésta tiene que tener “un objetivo muy claro como una economía social y comunitaria”, “que no es necesario pelearse con la empresa privada”, “reforzar las relaciones de reproducción no capitalistas”. Entre tanto AR habló de hacer funcionar el “Ministerio de Planificación… que ha ido pasando a segundo plano”, dictar una nueva Ley de Bancos y el sector minero transnacional que está operando en Bolivia”, etc.

En síntesis, las reveladoras críticas de los principales teóricos del régimen actual y originadas en la conmoción social de fines de diciembre, terminaron dando plena razón a las afirmaciones que en el mismo sentido, aunque con menor incidencia, estuvieron haciendo grupos opositores y analistas de prensa, radio y TV, algunos de los cuales, amedrentados por presiones oficiales y la censura impuesta por los artículos 16 y 32 de la “Ley mordaza”, debieron suspender sus programas.

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El Mundo: Más dudas

Existen temas que por el revuelo que se les dio desde las esferas del Gobierno, se mantienen en la consideración del público y resurgen ante cada manifestación de nuevos hechos, que muestran que la situación ha sido enredada de una manera particular, tratando de buscar culpables.

Cuando se denunció la participación de un grupo que tramaba actividades terroristas en el país, lejos de intentar apresar a los implicados para poder tener argumentos para respaldar esa afirmación, se prefirió hacer desaparecer al cabecilla y perseguir a las personas cuyo nombre, por una u otra razón, se encontraba registrado en una computadora.

La situación no quedó allí sino que una vez que se iniciaron las investigaciones, fueron extrañamente forzadas para que se cumplan en la sede de gobierno y no en otro lugar, a pesar de que las acusaciones llegaban directamente al distrito de Santa Cruz.

En un momento culminante de la situación, los investigadores consideraron que habían descubierto una veta informativa, apareció un informante clave que se encargó de involucrar en los hechos a una considerable cantidad de personajes, extrañamente todos con una forma de pensar opuesta a la del Gobierno o poseedora de bienes que este preferiría arrebatar para distribuir entre sus parciales.

Como recordarán los lectores, las cosas se fueron profundizando en forma permanente, a pesar de las dudas y contradicciones que se fueron presentando cada cierto tiempo y que no siempre fueron aclaradas en la forma debida.

Un hecho detonante de la situación y que bien podría aclarar el estado de las cosas, fue la aparición de un video en el cual un personero del Gobierno se encontraba entregando dinero al testigo famoso, pidiéndole que desaparezca del medio una vez que había cumplido las tareas encomendadas a satisfacción de los mandantes.

Luego de una momentánea desaparición el autor de la entrega se presentó a informar a las autoridades; sin embargo, nada ha trascendido sobre las razones por las que había realizado esa acción y quiénes eran las personas que le encomendaron la tarea. Por el contrario, las autoridades de Gobierno prefirieron iniciar una investigación para conocer quien era la persona que había hecho llegar el video a los medios de comunicación, lo que confirma la autenticidad de la mencionada evidencia de las acciones que se reflejaban, en lugar de conocer al autor de la grabación que con seguridad lo hizo para tener pruebas de la operación, ya que con seguridad el dinero no era de propiedad de la persona que hacía la entrega.

Inclusive dentro de las esferas del Gobierno, surgió la oposición a que se exija a un periodista revelar la fuente de una información y ese hecho fue considerado como una “chambonada” que se debía enmendar; sin embargo, la investigación no tomó otro rumbo.

Actualmente ha surgido otro hecho que bien podría servir para aclarar el problema, nuevamente es muy poco lo que se hace y más bien se pasa por alto. El personaje central de video se encuentra en el país, paseando por las calles y nadie se preocupa por pedirle nuevos detalles, antes que la ciudadanía siga tejiendo su versión sobre el tema y que a medida que pasa el tiempo, siembra mayor cantidad de dudas, inclusive entre los personeros del Gobierno que tal vez por no haber tomado parte directa en las investigaciones, tiene una cantidad mayor de dudas y les agradaría conocer a los verdaderos culpables y resolver un problema que involucra a una gran cantidad de ciudadanos, muchos de ellos presos, asilados o perseguidos, precisamente sobre la base de las declaraciones de un informante que a estas alturas, ha perdido toda la credibilidad, por lo menos para una buena parte de la ciudadanía.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: El conurbano, en crisis estructural

Para revertir el gravísimo deterioro de las condiciones de vida de una enorme proporción de la población del Gran Buenos Aires se requiere articular un modelo de desarrollo consistente, que oriente la ocupación del territorio de manera racional, revirtiendo la actual concentración demográfica en una reducida área espacial que, de seguir la actual tendencia, enfrentará problemas aún más severos en un futuro mediato.

En un país de baja densidad poblacional, el conurbano se mantiene como el principal espacio de recepción de la migración interna y externa. En esta zona se concentra alrededor del 40% de los pobres del país, vale decir casi cuatro millones de personas y se registra la mayor falta de acceso a servicios básicos. Las carencias de viviendas, cloacas, agua corriente de red son proporcionales a las deficitarias prestaciones de los servicios de seguridad, educación y salud, principalmente en las villas y asentamientos. Por su parte, buena parte de la política asistencial es manipulada de manera clientelar, sirviendo más para consolidar las deficiencias que para construir presupuestos sustentables para el desarrollo individual, familiar y colectivo. Este contexto de pobreza urbana altamente concentrado en las afueras de la Ciudad de Buenos Aires también registra las tasas de desocupación juveniles más altas de todas las regiones del país, ya que en los 24 partidos del Gran Buenos Aires, el 15% de los varones de menos de 29 años no tiene trabajo; y entre las mujeres la tasa llega al 21,2%, según cifras del INDEC. Además, se estima que más del 40% de los trabajadores del conurbano no está registrado en las empresas. Por su parte, la situación de los menores es delicadísima, ya que la pobreza o indigencia de sus hogares, sumada a la ausencia de contención institucional, los arroja a la droga, la anomia y la violencia.

Ante esto, es imprescindible articular, consensuar e implementar un plan nacional de desarrollo demográfico, territorial y productivo sustentable, sin dejar de revertir en lo inmediato el actual abandono institucional que deja a una enorme masa poblacional al margen de derechos básicos.

Muy poblado y con elevadísimos niveles de pobreza y deficiencias institucionales y de vivienda, el Gran Buenos Aires demanda respuestas urgentes y un plan de desarrollo sustentable.

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