La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo de la ONU encargado de la lucha antidroga, ha hecho público hoy un informe que confirma la expansión de los cultivos de coca ilegales en Bolivia, que ya alcanzan las 30.900 hectáreas, totalizando un crecimiento del 22% desde la llegada al poder de Evo Morales. La JIFE señala que la cosecha potencial de hoja de coca se elevó hasta las 40.200 toneladas, la cantidad más alta producida en el país desde 1998. Al mismo tiempo, el organismo internacional aplaza la política oficial antidroga del gobierno boliviano, la denominada “Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Revalorización de la Hoja de Coca 2007-2010”, por considerar que no cumple con los tratados internacionales. “El mecanismo actual de fiscalización y vigilancia de sustancias sometidas a fiscalización internacional no funciona de forma adecuada en Bolivia”, dice el informe, agregando que “La Junta observa con pesar que el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia no ha avanzado en la aplicación de las recomendaciones formuladas”. La JIFE exhorta a la administración de Evo Morales a que se “adopten políticas eficaces y redoble sus esfuerzos por eliminar el cultivo ilícito de arbusto de coca en su territorio y a que haga frente de manera decisiva a la fabricación y al tráfico ilícitos de cocaína”. En otro acápite, el organismo se refiere a Venezuela citando a la Organización Mundial de Aduanas y afirma que es uno de los principales puntos de partida de la cocaína hacia Europa. Este “jalón de orejas internacional” a los países del ALBA llega en el momento en que el régimen evista afronta una grave crisis por la detención del capo de la inteligencia antidrogas, general René Sanabria, por implicación en un caso de narcotráfico. Lo cierto es que en los últimos cinco años Bolivia ha hecho de la expansión de los cultivos de coca una suerte de política de Estado, bajo la coartada del “patrimonio cultural”, lo que sin duda ha tenido repercusiones en cuanto a la ampliación de la producción de cocaína. Pero el mundo comienza advertir que lo que se intentó vender como un “gobierno indígena” había sido en realidad un Estado Cocalero…