Necesitamos nueva fórmula para salir al mar

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz-02-109x110 “El 23 de marzo se conmemora la muerte del Coronel Eduardo Avaroa y de muchos otros soldados, héroe de la Guerra del Pacífico enfrentada hace 132 años, donde las tropas bolivianas se enfrentaron al ejército chileno. Mediante un impuesto de diez centavos sobre quintal de salitre exportado del territorio, se desató la guerra. Posteriormente se unió Perú gracias al Tratado firmado en Bolivia”. (El Mundo 23-03-11)

Son 132 años de insistir con una fórmula que no da resultado. Es necesario plantear nuevas alternativas, tomar en serio este tema y abrir un espacio de debate democrático nacional. Y Sobre todo, mantenerlo como una política de estado.



Quiero reiterar mi propuesta expresada el 20 de Abril de 1998, en un artículo de opinión titulado… “La devolución de Hong Kong a China, ¿puede abrigar esperanza de la devolución del mar a Bolivia?”, publicado en el periódico El Deber de Santa Cruz:

“La solución de este añejo conflicto, debería ser para bolivianos, chilenos y peruanos, como curar viejas heridas de nuestra América morena, de cara a entrar con dignidad latino americana al próximo milenio. Facilitando la integración que tanto soñó Simón Bolívar y que comienza a materializarse, vía Mercosur, vía Pacto Andino y quien sabe un día un Mercado Común Interamericano.

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Estimo que la fórmula de un canje territorial sería una alternativa realista, digna de ser estudiada y debatida públicamente en busca del necesario consenso. Tanto en nuestra nación como así también en las naciones hermanas, con las que nos vimos envueltos en esta página negra de la historia latino americana. E aquí un “trascendental reto” para el gobierno Nacional, especialmente para la cancillería de la República y para nuestra Embajada en Chile. Nada se tiene que perder y sí mucho que ganar. (…)

Estoy completamente seguro que tanto chilenos como peruanos entienden la imperiosa necesidad que tenemos de una salida soberana al mar (Perú ya nos dio el puerto de Ilo), como quien entiende que una persona necesita piernas para poder andar. También entienden que con este doloroso cercenamiento, se disminuyó en gran medida la posibilidad de progreso y bienestar para nuestro pueblo, violando nuestros Derechos Humanos. Lo complicado que encuentro para ambos gobiernos, es justificar ante su Nación y ante la misma historia, ceder una parte de su territorio a cambio de nada; sean cual sean los antecedentes. Al fin y al cabo cada pueblo cuenta la historia a su manera (y la gente obviamente la cree). Aquí encuentro útil el sistema de canje territorial, creo que esta figura allanaría muchísimo el camino.

Es evidente que esta es una idea todavía en bruto, que precisa ser pulida discutida y concertada tanto en nuestro país como en Chile y Perú, pero es necesario comenzar a crear conciencia de ella ya. Es por el momento una pequeña semilla, que adecuadamente tratada podrá ser el futuro de un árbol grande de paz y justicia. Como decía Su Santidad Juan Pablo II "las utopías del ayer son las realidades de hoy”.

Es muy probable que la idea, que no es nueva, haga que muchos "nacionalistas" se rasguen las vestiduras. Repito que la idea no es nueva, lo que son nuevos son los aires que se respiran hoy por hoy en nuestro planeta, que conforman una atmósfera muchísimo más propicia que en el pasado, para viabilizar un acuerdo fraterno entre países consanguíneo que dignifique nuestra condición de tal. Si alguien tiene una mejor idea que la plantee y el debate nacional se verá democráticamente enriquecido, lo importante es aportar con soluciones en busca de un mejor futuro para la Patria

Es importante tener en cuenta que para nosotros la tierra no es factor limitante, ¡el mar si lo es! somos un país altamente despoblado, que utilizamos poquísimo nuestro territorio. Las fronteras con Chile no son la excepción. Esta otrora rica región de Bolivia es hoy una de las más pobres de la República, un puerto marítimo mejoraría significativamente sus posibilidades de progreso, mucho más que un pedazo de territorio desértico y subutilizado. Un puerto marítimo podría devolver a esta zona su antiguo esplendor (…)

Dios quiera que con los chilenos se pueda repetir ese inolvidable acto de reconciliación que tuve la dicha de presenciar; en la plaza de la Concordia (hoy llamada plaza 24 de Septiembre), donde vi desfilar frente al Presidente paraguayo Juan Carlos Wasmosy, a nuestros hoy viejos soldados excombatientes de la guerra del Chaco, portando en sus manos la hermosa bandera Paraguaya, bandera que un día combatieron a muerte y hoy la reconocen como la del hermano que Paraguay es y siempre debió ser.