Tocando la puerta al… estado criminal

imageRonald Méndez Alpire

Siempre escuchamos de parte del presidente Evo Morales la redundante frase “que solo muerto lo sacarán de palacio”, hoy ya sabemos que de él continuar cohabitando con el narcotráfico el camino de muchos jerarcas del gobierno indudablemente será una cárcel del condado de Dale en el Estado de la Florida. Es una verdad incuestionable que los Estados Unidos está trabajando en recabar informaciones, datos, declaraciones y pruebas mediante agencias y agentes infiltrados, con la finalidad de mostrar al mundo la imagen de nuestro gobernante usando un overol de color naranja con cadenas en manos, pies y cintura, y así  humillarnos al país completo. No faltara algún opositor que salte de algarabía por ello, pero no es motivo de festejo porque finalmente esa imagen nos mostrará como país de perdedores.

La gran derrota del MAS en el gobierno fue el fracaso en el cambio de actitud, valores y conciencia, solo repitieron -aumentados y corregidos- cada uno de los errores del neoliberalismo, la corrupción es su bitácora, confundieron la cosa pública con el botín de “la cosa nostra” no existió vestigio de moral en las actitudes de los gobernantes, se comportaron como roedores al acabar, contaminar, y extinguir  todo lo que encontraron en el camino, el único verbo que existió fue el de embaucar, meter la mano en la lata y fanfarronear.



Cuanto castillo de naipes construyeron estos no tardaron  en derrumbarse, ejercieron  la política del avestruz metiendo su cabeza bajo la tierra y haciéndose, simplemente, los desentendidos. 

Sólo basta ver los casos, de Rozsa, Humberto Roca, Leopoldo Fernández, ni que decir sobre el narcotráfico oficialista (hermanitas Terán, Narco-amauta, narco-alcalde narco-general y los narco-masistas), la cuenta regresiva de este gobierno ya se inicio de forma vertiginosa sin posibilidad de detenerse, la ausencia de hombres probos llevó a la sepultura política el proyecto político por el que apostaron los bolivianos.

Hace días el Ministro de gobierno al referirse al caso del General Sanabria señaló: "la extrema derecha mediática", la última semana intentó posicionar en la opinión pública boliviana una serie de "mentiras” sobre la presunta vinculación del ex general René Sanabria, procesado en Estados Unidos por narcotráfico, con el gobierno de Bolivia. " Si no se puede vincular a Sanabria con el estado, con el gobierno y sobre todo con el ministerio de gobierno, lo tendremos que vincular con el “chavo del 8”, la gran sorpresa de esta historia del general y su laberinto es lo que viene, especialistas y penalistas del Estado de Florida manifiestan que no fue una captura sino una entrega pactada la de Sanabria con la DEA, de otra forma no se podrá comprender que un aventajado alumno de los organismos antidroga de los EE:UU se deje capturar como vulgar traficante, que esté negociando en hoteles, recibiendo coimas de $us 75.000 quien en su paso por la FELCN habría desbaratado y decomisado 28 toneladas de droga, que viaje con un supuesto narcotraficante (Vaca Diez) quien es agente de la DEA desde hace mas de 10 años y Sanabria desconozca este hecho. Lo que se viene para después es una especie de “merienda de negros” donde hoy con pruebas la DEA podrá amenazar, amedrentar y acosar autoridades y políticos del partido oficial de forma concreta y donde el estribillo “se trata de una venganza por la expulsión de la agencia antidroga” caerá en saco roto, por el momento se verán menguando los viajes oficiales por el temor de ser capturados por la interpol o la DEA en algún aeropuerto.

Que el narcotráfico se campea en todas las esferas del estado y en todo el territorio es una verdad incontrovertible, que los cultivos de coca se incrementan por miles de hectáreas es indiscutible, que cientos de millones de dólares se transforman en inmuebles, vehículos de lujo, comercios, por ejemplo en los últimos años se construyeron 13 nuevos hangares en el aeropuerto el trompillo en la denominada zona del barrio chino, donde llegan avionetas y pequeños aviones sin asiento con doble tanque de gasolina y espacios para llevar ganado, que la presencia de carteles Mexicanos y Colombianos es innegable, que sicarios andan por la calle, que la policía está contaminada con clanes, que corroen hasta  la respetabilidad de nuestras jovencitas o mises  de apenas  20 años  que no se sonrojan al afirmar a los cuatro vientos que son putas (que ofrecen sus servicios sexuales a cambio de dinero) y así evadir el peso de responder por departamentos de 140 mil dólares y automóviles descapotables de 80.000, ese es el resultado de “Bolivia cambia”, hoy sin lugar a dudas se puede manifestar que nunca existió tanta coca, cocaína, narcotraficantes y corrupción en la historia criminal y delictiva de nuestro país.

No existió indicios de que el Presidente o el Vice estén involucrados directa o indirectamente en esta actividad pero ellos son responsables de las líneas políticas por las que camina el país, poco favor le hacen a los gobernantes sus estrechos colaboradores y militantes al embarrarse con el narcotráfico, lo que nos conduce   al punto de ser un estado criminal como el algún momento lo fue Nigeria.

Que los organismos antidroga de los EE.UU y sobre todo la DEA no son un manojo de virtudes, no es ninguna novedad, en el pasado se tomaron atribuciones que rayaron en el abuso y la violación permanente de la soberanía, mal con ellos y peor sin ellos, pero la influencia que ejercen en la comunidad internacional nos coloca en desventaja pintándonos un letrero de nación criminal, y obligándonos a agachar la cabeza ante los demás países en asuntos de cooperación, negocios y relaciones: Ese es el cambio.

No está alejada de la verdad la frase “Estado Criminal” el que el Presidente de la Republica sea paralelamente presidente de las federaciones de cocaleros es un síntoma de más de sospechoso en un estado que produce 5 veces más coca de la que se consume, que de la coca excedentaria apenas alcanza al 20% la que está destinada al consumo humano y su industrialización en productos variados, el restante 80% de la producción de más de 40.000 hectáreas es netamente usada en la fabricación de pasta base de cocaína para la exportación, para la creación de una nueva burguesía nacional originaria, con capital criminal que no solo adquieren bienes inmuebles en el casco viejo cruceño sino nacional, está adquiriendo fabricas e industrias, el comercio y la banca están contaminados. En el transcurso de un año 40 jefes y oficiales de la Policía Nacional están en la cárcel, lo que tumba el argumento del General Nina cuando dice que son casos aislados.

Somos un “Estado Criminal”, importador de carteles mafiosos y exportador de droga, donde no se respetan los derechos humanos, se violenta la C.P.E. hecha a su medida, se viola la economía jurídica y se pisotean los valores de la institucionalidad, -y eso que no estamos hablando de la corrupción del aparato público-,  se criminaliza la política de quien se atreve a ser opositor, si esto no es un estado mafioso…..entonces qué somos.

Que el Estado Criminal se cae de maduro, caída; que ni Chávez ni Ahmadineyad podrán detener el desmoronamiento en picada, es inevitable; lo grave es lo que se viene  un día después, no existe liderazgo político de la oposición con capacidad y convicciones para asumir el reto, ni pensar en los uniformados, son simples serviles sin opinión ni valores democráticos, ven y dejan pasar -siempre que a ellos les toque algo-, después de Evo pasarán gobiernos débiles que no soportarán el grito fuerte de nadie, la disputa por heredar las migajas que deje el MAS serán de moros y cristianos, con el peligro que el populismo desesperado elija algo parecido a Evo, ante este cuadro desolador parece que el remedio es peor que la enfermedad, no existió vaticinio ni bola de cristal para anunciarnos lo que se vendrá pero que se viene… se viene.

Pareciera hasta paradójico que a Evo lo están derrocando los muertos, los presos y fugitivos, si, los más de 70 muertos en su régimen por balas salidas de palacio de gobierno, por la masacre de Rozsa en el hotel América, por la detención inconsistente y arbitraria de  Leopoldo Fernández que a casi tres años de su detención no tiene sentencia, por la ilegal forma de usar como sicarios políticos a los fiscales para destituir autoridades legalmente electas, por hacer huir de miedo a los “opositores”, y la cereza que le faltaba a este helado fue la cohabitación con el narcotráfico en su escala máxima, esa es la lista que acabó con un gobierno de esperanzas para sectores sociales desclasados y abandonados de la política.

Definitivamente los discursos de los serviles buscando afanosamente el justificar su encamada con el narcotráfico, con la mafia, son estériles, caen en el ridículo sus argumentos como: “se trata de una conspiración mediática de los “Medios de la derecha””, “es la venganza de la DEA por su expulsión”, “los opositores están orquestando esta campaña”. Por qué mejor no hacen como Evo y Álvaro que optaron por evadir las cámaras y hacerse los desentendidos para evitar caer en contradicciones, o simplemente porque no existen argumentos para tapar el sol con la mano cerrada y el brazo en alto.