Del gasolinazo al impuestazo

arce-catacora El naufragio de la política económica de Evo Morales (la denominada “Evonomics” o “Evonomía”) es cada vez más patente. Si el intento de solucionar la apremiante necesidad de recursos por parte del TGN se enmascaró durante el fallido gasolinazo como una búsqueda de “sinceramiento” en los precios de los combustibles, el nuevo embate contra el bolsillo de los ciudadanos será camuflado como una “redistribución del ingreso”. La segunda receta mágica del ministro Luis Arce Catacora, antes apodado “superluchín” por las luminarias de la dirección de comunicación de su cartera, es nada más y nada menos que el impuesto a los salarios, medida nefasta si las hay, ya ensayada por Gonzalo Sánchez de Lozada y causante del febrero negro. De concretarse el impuesto estaríamos ante una nueva contracción del poder adquisitivo de los bolivianos, ya mermado por una creciente presión inflacionaria en buena medida generada por el circulante adicional proveniente de la narco-economía. Lo que queda demostrado es la urgencia de disminuir el agujero negro fiscal creado por la expansión incontrolada de la burocracia, que aumentó en un 92% en los últimos años, y de la que son claros ejemplos la multiplicación de los ministerios -de 12 a 21- y la proliferación de empresas estatales deficitarias, verdaderos elefantes blancos del evismo…