Sacerdote pide pruebas a Quintana sobre tierras de la Iglesia

comunidadsanandres Ante las declaraciones de Juan Ramón Quintana, Director de la Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), en el sentido que la Iglesia en la zona de la Chiquitania “hace trabajar a los comunarios en sus predios y no les paga un centavo”, monseñor Carlos Stetter, obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco, salió a la palestra para pedirle a esa autoridad que pruebe esa acusación, caso contrario, exige una retractación pública.

“Ante el interés extraordinario de Quintana por las tierras de la Iglesia hace estos comentarios infundados. Nuestro deseo es que el INRA coadyuve con la responsabilidad de dotar los títulos respectivos, ya que se cumplió la Función Económica Social (FES)”, afirmó Stetter.

Documentos en regla

El Monseñor aseguró que todas las propiedades adquiridas en el tiempo por el Vicariato de Chiquitos y Diócesis de San Ignacio de Velasco, cuentan con su título Ejecutorial y están inscritos en Derechos Reales.



“Estos predios fueron objeto del proceso de saneamiento simple de oficio dentro del Polígono Nº 21 y el Polígono Nº 5, de acuerdo a la Resolución determinativa de área de saneamiento simple de oficio No. DD-SSO 008/2000 de fecha 18 de agosto de 2.000 y Resolución aprobatoria de área de saneamiento simple de oficio No. RSS 0038/2000 de 20 de septiembre de 2.000”, manifestó la autoridad eclesiástica.

Indicó que dichas propiedades han sido saneadas por medio de un Convenio suscrito entre Fegasacruz, Agasiv, Asogasam, Agasar, INRA e IGM.

"Sin embargo, han pasado diez años desde el saneamiento de oficio y hasta la fecha las autoridades del INRA no han entregado el título respectivo, a pesar que esos terrenos cumplen con todas las normas establecidas con la FES”, resaltó el Monseñor.

Contribución de la Iglesia

Stetter, dijo que la Iglesia realizó una importante contribución con estos terrenos apoyando en la producción agropecuaria beneficiando a 820 familias.

Además, fundó 11 comunidades desde 1990, logrando establecer 2.400 familias migrantes del interior del país. Asimismo, se construyó tres microhospitales, capillas, aulas escolares, bibliotecas y otros beneficios sociales para la gente de escasos recursos económicos de esa zona chiquitana.

La Diócesis de San Ignacio mantiene 35 unidades educativas que alberga a 26.000 estudiantes. También construyó 368 aulas y el equipamiento de equipos informáticos y bibliotecas. De la misma manera, mantiene por 45 años el Colegio Agropecuario San Miguelito que alberga a 100 alumnos de 30 comunidades rurales de departamento de Santa Cruz, quienes pertenecen a diferentes grupos étnicos como Chiquitos, Guarayos, Quechuas y Aymaras.

El Día – Santa Cruz