Se realizaron 200 entrevistas en 4 ciudades: La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, para medir la calidad de la democracia en el país.
Presentación del estudio sobre la calidad de la democracia en Bolivia, ayer. Foto Noé Portugal Los Tiempos
La calidad de la democracia en Bolivia presenta un bajo nivel, debido a que actualmente se halla en fase de transición “contiene la incógnita de si la misma nos llevará hacia el fortalecimiento de la democracia o, en cambio, hacia su debilitamiento”, según la evaluación y percepción de 200 actores políticos, sociales, económicos y analistas entrevistados en cuatro ciudades del país: La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz.
Entre el 20 de enero y el 8 de febrero pasado, la Asociación Boliviana de Ciencia Política (ABCP), bajo el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer, realizó 200 entrevistas para medir la calidad de la democracia en el país a personalidades de los siguientes sectores: políticos del oficialismo, políticos de la oposición, dirigentes vecinales, dirigentes sindicales, dirigentes indígena/campesinos, analistas políticos, analistas económicos, empresarios privados y comunicadores sociales.
Estos actores fueron consultados sobre su valoración sobre: el estado de los mecanismos de representación y participación ciudadana, el estado de los Derechos, Garantías y Libertades Ciudadanas, el estado de los Derechos Humanos, el estado de la Institucionalidad Democrática, la Gestión Pública para el Desarrollo y la Responsabilidad Pública y Rendición de Cuentas.
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De un promedio de la calificación de estas tres dimensiones, el estudio concluye que la calidad de la democracia, en una escala del 10 a 1, obtuvo 4,8 puntos, “se aplazo, pues está por debajo de cinco, estamos en la categoría de democracia en transición y la duda es, si vamos hacia arriba o hacia abajo, aunque por la tendencia parece que es para abajo”, explicó el presidente de la ABCP, Marcelo Varnoux, al referirse a las conclusiones del estudio presentado anoche en Cochabamba.
Según el estudio, sobre el estado de los derechos, garantías y libertades ciudadanas, la calificación está por debajo de cinco. Por ejemplo: las garantías al debido proceso tienen una calificación de 4,5, casi por ese mismo puntaje esta el respeto a la presunción a la inocencia. Entre las razones que aducen está la injerencia del Gobierno en el poder judicial y la actitud política de algunos sectores que no están a tono con la democracia.
La calificación al estado de los Derechos Humanos también está por debajo de cinco, lo mismo que en el tema de la institucionalidad democrática, donde se ha medido la independencia de los poderes y si la administración de la justicia está contribuyendo a la democracia. Al respecto los entrevistados coinciden que no existe independencia de poderes y que existe una fuerte injerencia del Ejecutivo en el Legislativo, razón por la que no existe debate en la aprobación de las leyes.
La gestión pública para el desarrollo tampoco tiene buena calificación, es de 4,8, pues consideran que el Gobierno no tiene políticas públicas. Finalmente, con relación a la responsabilidad pública y rendición de cuentas, también el puntaje esta por debajo de cinco, la gente percibe que los gobiernos nacional, departamentales y municipales no son transparentes y que el control social no funciona, pues quienes deben ejercer esta función están coaptados por el Gobierno o sus dirigentes están prebendalizados.
Un estudio piloto
La Fundación Konrad Adenauer, que hace 40 años apoya a las instituciones democráticas, el desarrollo democrático y el estado de derecho en Bolivia ha apostado por este estudio piloto en el país porque permitirá analizar las falencias del sistema y mejorarlo, manifestó la representante del organismo internacional en Bolivia, Susanne Kass.
Informó que la Fundación en Argentina tiene un estudio anual denominado Índice del Desarrollo de la Democracia en América Latina, que tiene ciertos problemas en su aplicación en la realidad boliviana por la falta de datos estadísticos actualizados, razón por la cual cuando se presentó la propuesta de medir la democracia con la metodología de la autopercepción de los actores políticos, sociales, económicos y otros, no dudaron en apoyarla.
Dijo que este estudio va a permitir en los próximos años realizar comparaciones y se podrá establecer la tendencia del desarrollo de la democracia en Bolivia.
Los Tiempos