En el Día Internacional de la Libertad de Prensa, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) acaba de divulgar su informe 2010 sobre la persecución a comunicadores en todo el mundo. El reporte identifica a dos gobiernos estrechamente aliados al de Evo Morales, Irán y Cuba, como algunos de los que más encarcelan periodistas en todo el planeta.
Según la investigación del CPJ, apenas en los últimos dos meses las autoridades de Teherán han detenido a cuatro periodistas, entre ellos escritores internacionalmente conocidos como Issa Saharkhiz o el bloguero de 18 años Navid Mohebbi, que cometió el delito de cubrir temas sobre los derechos de la mujer.
En Cuba, a pesar de la liberación de 17 periodistas gestionada por la Iglesia Católica, permanecen tras las rejas otros cuatro por no aceptar la condición de abandonar el país luego de una eventual excarcelación. Uno de ellos es precisamente el ganador del Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ, Héctor Maseda Gutiérrez.
Otro de los países que sale muy mal parado en el ranking es China, de economía semi-capitalista pero aún gobernada por el despotismo de partido único de la burocracia comunista. El reporte revela un aumento significativo desde 2009, cuando el CPJ encontró 24 periodistas presos en China. El informe también indica que sólo la represión en Irán y China bastan para impulsar las cifras mundiales de encarcelamiento de periodistas al nivel más alto en los últimos 14 años.
Uno de los datos que se desprende del reporte es que la nueva frontera que están tratando de cerrar los gobiernos totalitarios es Internet, a través de 10 técnicas represivas: bloqueo de la web (Irán), censura de precisión (Bielorrusia), acceso denegado (Cuba), control de la infraestructura (Etiopía), ataques a sitios manejados desde el exilio (Myanmar), ataques con malware (China), crímenes cibernéticos del Estado (Túnez), poderosos interruptores para Internet (Egipto, Myanmar y China), detención de blogueros (Siria, país también integrante de la ALBA) y violencia contra periodistas de Internet (Rusia).
La información es relevante, sobre todo en momentos en que se anuncian una serie de restricciones a la libertad de expresión para las próximas elecciones judiciales de Bolivia, que incluirán prohibiciones al envío de mensajes por celulares e Internet.
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