La farsa y la realidad

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. Los Tiempos: PERÚ: SEMANA DECISIVA

  2. El Deber: Un incendio que sigue provocando llanto

  3. Cambio: La política de los ricachones

  4. La Prensa: Semana decisiva en Perú

  5. El Diario: La Policía y promesas que nunca se cumplen

  6. El Mundo: Oportunidad

  7. Clarín, Argentina:

  8. El Día:

  9. El Día:

  10. El Día:

  11. El Día: Páginas negras

  12. El Día: Bolítica

  13. El Día: La farsa y la realidad

  14. El Día: País de paz media

  15. El Día: Hay canto de sirenas plurinacionales

  16. El Día: Razones para no vender gas a Chile

  17. El Día: Bolítica

  18. El Día: De trancas y bloqueadores

  19. El Día: ¿Le importa el país al Gobierno?

  20. El Día: Espejito, espejito…

  21. El Día: Paranoia marítima

  22. El Día: La defensa de la verdad

  23. El Día: Bolítica

  24. El Día: Silbidos y rencores


Los Tiempos: PERÚ: SEMANA DECISIVA

Lo más importante es que Perú acude a las urnas en un ambiente de libertad, y su ciudadanía elige a sus mandatarios en forma libre y plural



Ollanta Humala y Keiko Fujimori, los dos candidatos más votados en las elecciones generales de Perú, tienen esta semana más para convencer a su población de ser la mejor opción para gobernar ese país. De acuerdo a los sondeos que se difundieron ayer -último día autorizado para ello-, parecería que hay un empate técnico lo que significa que la pelea será "voto a voto".

En este tiempo se ha evidenciado que Perú presenta una polarización política que responde, además, a la situación económica de sus regiones: en los sectores más desarrollados, particularmente de  Lima hacia el centro y norte, la preferencia se inclina por Fujimori; mientras que los más alejados de esta capital y hacia el sur, lo hace por Humala. La pugna entre sus respectivos seguidores ha estado centrada más en el pasado de ambos y muy poco en las ofertas programáticas. En el caso de Fujimori, por la presencia de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, particularmente por el autoritarismo y la corrupción que impregnaron su gestión. En el caso de Humala, por su pasado militar cercano al "chavismo" -estigma que ya lo hizo perder la anterior elección y del que no ha podido liberarse pese a la amplia difusión de su actual cercanía al modelo brasileño del Partido de los Trabajadores-, como por posiciones ultranacionalistas asumidas en los orígenes de su vida política y su entorno familiar.

Un tercer factor interesante es el realineamiento de diversas personalidades peruanas en este proceso. El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se ha alineado tras Humala mientras que el conocido economista liberal y antiguo adherente de Vargas Llosa, Hernando de Soto, está con Keiko Fujimori. Buena parte de la intelectualidad de izquierda, por su parte, dura y permanente adversaria de Vargas Llosa, ahora avala a Humala, como también el expresidente Alejandro Toledo. Hay denuncias que acusan al Presidente Alan García de ayudar a Fujimori; pero, al margen de estos señalamientos, no está claro qué diferenciará a ambos candidatos a la hora de gobernar.

Keiko Fujimori tiene la ventaja de haber mantenido su programa en forma sostenida, lo que no ha podido hacer Humala, pues, para conseguir la adhesión de diferentes corrientes, para esta segunda vuelta electoral, ha tenido que hacer varias concesiones que, según señalan analistas peruanos, han transformado radicalmente su original propuesta. Por tanto, el reto es saber si esas concesiones son reales o  "tácticas", y sólo la práctica concreta, antes que los pactos suscritos, permitirá absolver la duda.

Viendo este proceso desde el país, debemos recordar que Perú es un vecino que tiene mucho que ver con nuestra vida nacional, dados nuestro común pasado histórico, nuestras lamentables desavenencias y exitosas confluencias, su gravitación económica, así como su indispensable participación en la resolución de nuestro problema marítimo. Por tanto, muestro esfuerzo debe estar dirigido a que cualquiera que gane, Humala o Fujimori, se convierta en un importante aliado dispuesto a mantener y profundizar las relaciones que nos unen y tener la capacidad de comprender -en su real dimensión- nuestra demanda de una salida libre y soberana al Pacífico.

Lo más importante, en todo caso, sigue siendo que Perú acude una vez más a las urnas en un ambiente de libertad, y su ciudadanía elige a sus mandatarios en forma libre y plural.

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El Deber: Un incendio que sigue provocando llanto

Nuestro llanto por la ciudad parece que continuará en forma interminable aunque no le guste al alcalde Percy Fernández, que tildó a este Diario Mayor de “llorón” por nuestras  justificadas quejas  acerca de los males que afectan a la capital oriental. Son muchas las anomalías de esta nuestra Santa Cruz de la Sierra que obligan al llanto y por eso seguiremos con lágrimas en los ojos.

Sin ir muy lejos, hace poco se cumplió un año del incendio en La Ramada. Ese incidente –felizmente sin daños humanos- marcó el momento decisivo para poder cambiar las cosas, justamente aprovechando –en el buen sentido- el siniestro para poner las cosas en orden. Sin embargo, he aquí que al final nada se hizo. Todo sigue igual. Carpas y toldos esparcidos por doquier, suciedad y desorden generalizado, el mismo caos de siempre se lo percibe nítidamente pasado todo este tiempo. Lamentable.

A estas alturas es inconcebible que una urbe de la magnitud de la nuestra -y con tendencia a seguir creciendo en forma irreversible- tenga semejantes muestras de falta de ordenamiento. Si de La Ramada pasamos a otros sectores, el espectáculo es similar. Tenemos un mercado Abasto que desde hace mucho tiempo está en donde no debe estar y también se encuentra plagado de problemas. De ahí pasemos a Los Pozos y a diversas zonas cuya mera enumeración colmaría este espacio. En todas ellas comprobaremos el mismo caos, idéntica falta de higiene, hacinamientos insoportables, etc.

Todo esto conspira no solo contra la ciudad en sí, sino también contra sus propios sufridos habitantes, forzados a convivir con seudocentros comerciales que a esta altura están totalmente inadaptados a las circunstancias de una pujante urbe del siglo XXI.

No puede ser que algunos grupos de gremialistas (o de vaya uno a saber qué intereses recónditos) tengan más peso que la voluntad común de los habitantes cruceños y no cruceños que queremos una ciudad ordenada, limpia y apta para la convivencia. Cuando hay que tomar medidas por el bien común, estas deben imponerse sobre todo capricho, sobre todo interés parcial. Parece que esta verdad elemental no es hasta ahora comprendida por el gobierno municipal y así andamos, con una Santa Cruz que crece y progresa, pero a la vez deja de lado soluciones imprescindibles para el futuro inmediato.

Hace falta una planificación concreta de los muchos problemas pendientes de solución y un cronograma puntual para irlos resolviendo. Sabemos que la tarea no es fácil, pero hay que iniciarla.  Sinceramente queremos dejar de llorar. Deseamos más bien sonreír ante la nueva imagen de una Santa Cruz de la Sierra limpia, progresista y meticulosa. No es mucho pedir para dejar de derramar lágrimas…


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Cambio: La política de los ricachones

La historia del viejo Estado -republicano y colonial- nos ha demostrado con creces cómo han gobernado los grupos de poder económico y político. Éstos se han encargado de estructurar finas y extensas redes para mantenerse en sitios de privilegio, por generaciones. Habían acostumbrado a los pueblos a las prácticas coloniales que a ojos vistas lindaban con la corrupción, pero llevadas a escena por ricos y elegantes señores parecían cosa de la "alta política".

La repartija de los cargos públicos -conforme a vinculaciones cuasimafiosas- convivió desde la Colonia con aquel sentido patrimonial y prebendal del manejo de la cosa pública. Asumir un determinado cargo en la administración estatal no era asunto de servicio público, de compromiso social, sino algo natural, muy propio de las clases acomodadas o de quienes eran parte de algún grupo exclusivo, de influencia empresarial o política. El poder era igual a riqueza, influencia, arrogancia, abuso, libre arbitrio. Era un tema exclusivo de unos pocos que gobernaban a nombre de la mayoría, a la que usaban y abusaban para lograr sus fines. Ésa fue la democracia con la que se fundaron nuestras repúblicas, supuestamente independientes y soberanas.

Más allá de la dependencia y el sometimiento que tenía que ver con la condición externa de nuestros países manejados por minorías, internamente el gobernar estas tierras no pudo estar más depreciado. Los grupos oligárquicos, dueños del poder, controlaron durante casi dos siglos todos los poderes del Estado, todas las oficinas y reparticiones de la administración pública -hasta las alcaldías de pueblo-, las Fuerzas Armadas, la Policía. Todo estuvo bajo el control totalitario y abusivo de las élites burguesas, más allá de la voluntad de los pueblos.

En el caso boliviano, es por de más sabido que durante la dictadura de Hugo Banzer, de los años setenta, el poder no sólo se movió alrededor de grupos criminales y bandas de torturadores, sino que clanes familiares se repartieron a gusto y sabor las oficinas públicas, con preferencia las aduanas y las estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) o la Corporación Minera de Bolivia (Comibol). El fin no era el crecimiento y el desarrollo de Bolivia, como quisieron hacernos creer con su famosa frase de "paz, orden y trabajo", era simple y llanamente enriquecerse y enriquecer a su entorno. Fue precisamente durante aquella época que se fue estructurando el poder vinculado a las mafias del narcotráfico, que aflorarán luego con el gobierno del generalote Luis García Meza, hoy condenado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, al igual que su cómplice Luis Arce Gómez, el "coronel de la cocaína". El narco-poder también se instaló en su momento en la escena política y se hizo del gobierno para poner al Estado al servicio del negocio ilícito y quiso perpetuarse en éste para contaminar a toda la sociedad. Así gobernaron las élites mafiosas en Bolivia, y en América Latina se tienen casos emblemáticos que hablan por ejemplo de la "parapolítica", como es el caso colombiano, o simple y llanamente el "poder de la mafia", en el caso de Fujimori y el tenebroso Vladimiro Montesinos en Perú. En uno como en otro caso, al igual que el narco-poder, los delitos de lesa humanidad fueron su sello.

Por ello no extraña mucho que algunos resabios de aquella vieja política, colonial y corrupta, hoy aparezcan vinculados al soborno y el chantaje, como se ha denunciado las últimas semanas en la Gobernación del Beni. En su momento se destapó el caso de la entonces Prefectura de Pando y el manejo cacical de aquella estancia pública. El padrinazgo mafioso también montó toda una estructura de miedo que excluía y humillaba a la mayoría en favor del poderoso padrino. Tarija conoce también de aquel manejo perverso. En fin, por estas tierras bolivianas imperó por mucho tiempo el poder de los ricachones sobre todos nosotros. Afortunadamente, aquello va siendo cosa del pasado.

Fue precisamente durante aquella época  (la dictadura de Banzer) que se fue estructurando el poder vinculado a las mafias del narcotráfico, que luego afloraron con el gobierno del generalote Luis García Meza…

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La Prensa: Semana decisiva en Perú

Nuestro esfuerzo debe estar dirigido a que cualquiera que gane, Humala o Fujimori, se convierta en un importante aliado.

Ollanta Humala y Keiko Fujimori, los dos candidatos más votados en las elecciones generales de Perú, tienen esta semana más para convencer a su población de ser la mejor opción para gobernar ese país. De acuerdo con los sondeos que se difundieron ayer ?último día autorizado para ello?, parecería que hay un empate técnico, lo que significa que la pelea será ?voto a voto?.

En este tiempo se ha evidenciado que Perú presenta una polarización política que responde, además, a la situación económica de sus regiones: en los sectores más desarrollados, particularmente de Lima hacia el centro y norte, la preferencia se inclina por Fujimori, mientras que los más alejados de esta capital y hacia el sur, lo hace por Humala. La pugna entre sus respectivos seguidores ha estado centrada más en el pasado de ambos y muy poco en las ofertas programáticas. En el caso de Fujimori, por la presencia de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, particularmente por el autoritarismo y la corrupción que impregnaron su gestión. En el caso de Humala, por su pasado militar cercano al ?chavismo? ?estigma que ya le hizo perder la anterior elección y del que no ha podido liberarse pese a la amplia difusión de su actual cercanía al modelo brasileño del Partido de los Trabajadores?, como por posiciones ultranacionalistas asumidas en los orígenes de su vida política y su entorno familiar.

Un tercer factor interesante es el realineamiento de diversas personalidades peruanas en este proceso. El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa se ha alineado tras Humala, mientras que el conocido economista liberal y antiguo adherente de Vargas Llosa, Hernando de Soto, está con Keiko Fujimori. Buena parte de la intelectualidad de izquierda, por su parte, dura y permanente adversaria de Vargas Llosa, ahora avala a Humala, como también el expresidente Alejandro Toledo, y hay denuncias que acusan al presidente Alan García de ayudar a Fujimori. Pero, al margen de estos señalamientos, no está claro qué diferenciará a ambos candidatos a la hora de gobernar.

Keiko Fujimori tiene la ventaja de haber mantenido su programa en forma sostenida, lo que no ha podido hacer Humala, pues para conseguir la adhesión de diferentes corrientes para esta segunda vuelta electoral, ha tenido que hacer varias concesiones que, según señalan analistas peruanos, han transformado radicalmente su original propuesta. Por tanto, el reto es saber si esas concesiones son reales o ?tácticas?, y sólo la práctica concreta, antes que los pactos suscritos, permitirá absolver la duda.

Viendo este proceso desde el país, debemos recordar que Perú es un vecino que tiene mucho que ver con nuestra vida nacional, dados nuestro común pasado histórico, nuestras lamentables desavenencias y exitosas confluencias, su gravitación económica, así como su indispensable participación en la resolución de nuestro problema marítimo. Por tanto, nuestro esfuerzo debe estar dirigido a que cualquiera que gane, Humala o Fujimori, se convierta en un importante aliado dispuesto a mantener y profundizar las relaciones que nos unen y tener la capacidad de comprender en su real dimensión nuestra demanda de una salida libre y soberana al Pacífico.

Lo más importante, en todo caso, sigue siendo que Perú acude una vez más a las urnas en un ambiente de libertad y su ciudadanía elige, en forma libre y plural, a sus mandatarios.

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El Diario: La Policía y promesas que nunca se cumplen

Desde hace varias décadas, los gobiernos – legales y dictatoriales –, han “visto la conveniencia” de reestructurar a la Policía no solamente con la finalidad de mejorarla, capacitarla, hacerla más efectiva sino, sobre todo, corregir altos grados de corrupción que invadieron sus cuadros y que, con alguna razón, daban lugar al criterio del pueblo: “La policía es escuela de pillos”. Esta frase peyorativa debió ser suficiente acicate para que los mandos policiales, por dignidad y propia responsabilidad, se reorganicen y tomen los caminos de la Constitución y las leyes; pero, siempre ocurrió lo contrario.

Las promesas y propósitos, del Gobierno y de la propia policía, han sido muchas; tantas que la misma institución del orden nada hizo por cumplir buenos propósitos y las políticas del “dejar hacer y dejar pasar” continuaron y agravaron situaciones ilícitas. En los últimos años, aun con “fidelidad ilimitada y apoyo sin condiciones al Gobierno que expresaron sus comandantes”, nada se hizo para el cambio o, por lo menos, para disminuir altos grados de corrupción; al contrario, se incrementaron.

En los últimos tres meses, el Presidente, con mucho acierto y oportunidad, destituyó a dos comandantes enrostrándoles conductas indignas contra el país y su propia institución; se cambió muchos mandos y surgieron nuevos propósitos de enmienda; pero hay un criterio acentuado en la comunidad: no caben cambios en una entidad que tiene que ser reformada, reestructurada, reorganizada de raíz empezando por los altos mandos y terminando en los cuadros de tropa.

El contrabando, el narcotráfico, la violación a los derechos humanos, los excesos de oficiales y tropa, la permisividad con los delincuentes y hasta la falsificación (no “clonación”) de placas y documentos de automotores, son delitos en que se han visto involucrados policías de alta y baja graduación.

El Presidente, ante cuadro tan tenebroso, decidió – con el mejor de los criterios – “suprimir toda fuente de ingresos a la Policía”, por supuesto, todos los que estén al margen del Presupuesto General de la Nación que, se entiende, deben ser auditados por la Contraloría. La Policía “administró recaudación de fortunas en Identificación Personal”, multas y cobros de toda laya en Tránsito y retenes policiales, guardias personales en embajadas, instituciones y domicilios particulares; de todo lo recaudado no se rindió cuentas y, como corolario, vende “rosetas de inspección a automotores” por inspecciones que no se realizan.

La institución policial, pese a lo que digan sus integrantes, tiene que ser entidad plena de valores morales, íntegra en su comportamiento, modelo de respeto y consideración a la colectividad, seriedad, honestidad y responsabilidad en todos sus actos; de otro modo, no tiene razón de existir porque, como ha funcionado hasta ahora, sólo incrementa la corrupción, los atentados a las garantías constitucionales y se convierte en instrumento de extremos. El Gobierno no tendría que retroceder en sus propósitos y empezar, en el menor tiempo, una reestructuración total de la institución policial; de otro modo, los paliativos, parches y remiendos momentáneos sólo agravarán la corrupción que arrojará graves consecuencias.

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El Mundo: Oportunidad

No todos tienen la posibilidad de enmendar sus errores y comenzar una nueva oportunidad, para llevar adelante sus proyectos, especialmente en el campo de la política.

Después de los errores que casi llevaron a la disolución del Consejo Nacional Democrático (Conalde), la posibilidad de una nueva oportunidad llega con la reunión realizada entre los Comités Cívicos de Beni, Pando y Santa Cruz.

No se trata de la primera vez que los tres comités deciden llevar adelante una tarea conjunta; sin embargo, tal vez por una acción estratégica, lo que en su momento fue un fuerza importante dentro del actual proceso político, optó por dar un paso al costado con resultados que como era de esperar, resultaron favoreciendo a la arremetida del Gobierno que no deja el paso a la posibilidad de reunir bajo su égida a los dos departamentos que han resistido valientemente a esos esfuerzos.

Vale la pena recordar que los comités cívicos se convirtieron la fuerza política más importante durante el proceso de regimenes militares autoritarios, cuando los partidos políticos habían quedado poco menos que anulados, victimas de sus propios errores.

Losa comités cívicos, bajo la égida del Comité pro Santa Cruz, tuvieron oportunidad de lograr importantes avances que debilitaron a esos gobiernos y no vacilaron en brindar su apoyo a movimientos sociales, como la huelga de hambre de las mujeres mineras que terminó obligando a cambios en la política autoritaria de un gobierno de fuerza.

En el caso del Conalde, por su capacidad de convocatoria fue un interlocutor válido con el actual gobierno, los desmarques y desaciertos terminaron debilitando a sus propios miembros, lo que terminó en un desbande. Recordemos que en algún momento, se había logrado integrar a seis de los nueve departamentos del país.

La posibilidad de recuperar fuerzas es real; sin embargo, es importante actuar con lealtad y poner manos a la obra, pero se debe también fortalecer la posición al interior de las regiones.

Uno de los problemas más graves es el relacionado con las divisiones internas que se manifiestan no sólo en el movimiento cívico, donde se han abierto frentes de discusión que no eran necesarios y que debilitan su estructura.

Hemos mencionado en varias oportunidades que la lucha por la autonomía está todavía en sus inicios y que habrá un camino muy largo por recorrer; sin embargo, la propuesta ha sido analizada con seriedad por el gobierno que no solo la ha considerado importante, sino que ha tomado partido por ella, incorporándola como un objetivo del Estado en la Constitución Política.

La ley de Autonomías, un instrumentos que tendría que ser el resultado de esa lucha, ha sido mas bien un esfuerzo por torcer sus verdaderos objetivos y dar pasos decisivos para la centralización del poder, en condiciones aún más duras que durante los procesos dictatoriales o los neoliberales que los gobernantes critican.

Las competencias otorgadas a las regiones, por los estatutos autonómicos aprobados por los referéndums, permitían un manejo independiente de la administración; sin embargo, la ley aprobada por el actual gobierno ha limitado dichas competencias al mínimo, inclusive disminuyendo las que otorga la Constitución Política; con seguridad ellas serían recuperadas palmo a palmo, si los movimientos cívicos no abandonan el empeño.

Hoy parece surgir una nueva oportunidad y es importante que quienes la han tomado como bandera, den con acierto los pasos necesarios para lograr que sus objetivos finales estén cada vez más próximos, pero ese empeño deba sostenerse especialmente en la unidad dentro de las regiones, sin recelos ni discriminación. Todos los ciudadanos deben resultar aventajados, incluyendo los que hoy ejercen el poder.

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Opinión:

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Clarín, Argentina:

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El Día:

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El Día:

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El Día:

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El Día: Páginas negras

No se olvide que los jueces han tenido un papel de primera importancia en la historia de las civilizaciones. No puede entonces confiarse la justicia en manos de militancias políticas radicales o insolventes moralmente. Esta es la cuestión que plantea la Ley del Régimen Electoral, a pesar de que el propio Evo ha insistido en que la prensa no tendrá limitación alguna para entrevistar y dar a conocer al gran público las cualidades de los postulantes a los altos puestos del órgano judicial, todavía quedan recovecos en la misma ley que exige la autorización del Tribunal Supremo Electoral para que los periodistas puedan interrogar al postulante. Así que las próximas elecciones para magistrados y jueces tendremos que votar a ciegas. Y si -como es lo más probable- sale de las urnas un Órgano Judicial impropio de un país civilizado, tendremos que acatar las decisiones de un Órgano Judicial capaz de las mayores aberraciones e injusticias.

Esta sería una de las consecuencias de la forma de gobierno que rige actualmente en el país. Si es verdad que un Estado Democrático de Derecho es el que distribuye adecuadamente las competencias estatales en los órganos legislativo, ejecutivo y judicial, la conclusión es que el régimen político del MAS está muy lejos de ser democrático.

Pongamos por ejemplo algunos hechos que enturbian la historia del gobierno masista: Me refiero a Santos Ramírez, hombre de confianza de Don Evo, ex presidente de YPFB actualmente encarcelado, imputado principal de una estafa de gran envergadura. El hecho no pudo disimularse, entre otros motivos, porque en aquella hazaña cayó asesinado el ingeniero Jorge O’Connor D’Arlach.

El segundo punto negro mayúsculo del actual Gobierno fue la captura del ex general René Sanabria detenido en Panamá por delitos graves de narcotráfico y actualmente encarcelado y juzgado en Florida (USA). Sanabria no era un cualquiera. Ocupó los cargos de jefe de la policía antinarcóticos, y luego director de la “inteligencia” de la Policía boliviana. Nadie se enteró de sus turbios negocios: Ni el Ministerio de Gobierno ni el de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción. No sigo contando el negociadillo de las placas clonadas por demasiado conocido.

Pero sí mencionaré que el reo Sanabria probablemente se acogerá a la condición de testigo protegido que, según la legislación norteamericana, puede otorgar ciertos alivios a la pena impuesta al condenado.

Con éstos y otros antecedentes, unos frescos fiscales bolivianos pretenden meter sus narices en el proceso contra Sanabria. Ni el tribunal admitirá funcionarios ajenos. Y, muy probablemente, ni el consulado estadounidense les otorgará la visa.
 

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El Día: Bolítica

Lo que sí tenemos, como corresponde, y esto es tranquilizador para los chilenos, es que las Fuerzas Armadas se encuentran en su capacidad plena para resguardar la soberanía y la integridad territorial".

Andrés Allamand
Ministro De Defensa De Chile


Se dice que: La demanda internacional de reivindicación marítima que pretende Bolivia, ha enturbiado el diálogo que venía sosteniendo con Chile sobre una agenda de 13 puntos incluido un acceso soberano al mar.


El discurso ‘bélico’ del Ministro de Defensa de Chile no coincide con lo que señala el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien dijo que la mejor forma de avanzar hacia acuerdos es el diálogo".

Rubén Saavedra
Director De Estrategia Marítima

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El Día: La farsa y la realidad

Lo mismo que igual. Fue simplemente una farsa la promesa de hacer cambios sustanciales a la Ley del Régimen Electoral en lo relativo a la libertad de expresión. Se mantienen las restricciones al derecho a la información y lo que es peor, se institucionaliza la censura previa en Bolivia, ya que los periodistas que pretendan entrevistar a los candidatos a ocupar cargos en el Órgano Judicial, deberán mandar antes su cuestionario para que algún funcionario del Tribunal Supremo Electoral, es decir, del régimen, lo tachonee a su antojo. Los operadores del Gobierno del MAS le han agarrado terror a la prensa, porque están convencidos que la comunicación libre tiene más poder del que realmente tiene. Ellos creen, por ejemplo, que los medios poseen la capacidad de hacer quedar de burros a los que son inteligentes y viceversa. No quieren sobreexponer a “sus” candidatos a jueces y magistrados, porque tienen miedo a esas distorsiones, como si la gente fuera tonta y no pudiera darse cuenta con una simple entrevista, quién es quién y para quién juega. De la misma forma están convencidos que la propaganda tiene la virtud de reemplazar a la realidad. Y así están gobernando, a puro spots, jingles y transmisiones en vivo.

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El Día: País de paz media

Recientes noticias de prensa han dado cuenta que Bolivia ha sido calificado como un país de paz media por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), con base en 23 indicadores diferentes, conflictos internos e internacionales, así como su nivel de militarización, que configuran una escala para medir la Paz Global. El informe señala que el país ha mejorado su índice de paz, pese a que el puesto con el que ha calificado se encuentra muy alejado de los países considerados pacíficos, como Islandia, Nueva Zelanda, Japón, o de Uruguay, el más pacífico de la región. En otras palabras, todavía hace falta recorrer un largo trecho hacia un país en paz consigo mismo y con los demás.

Si se considera que los niveles de tranquilidad se sustentan en la manera cómo se resuelven los conflictos entre los ciudadanos y sus gobiernos y de qué forma las naciones crean su estabilidad sin utilizar la fuerza militar, corresponde hacer votos porque el país avance hacia un mejor y mayor entendimiento entre oficialistas y opositores, privilegiando el interés colectivo por sobre los mezquinos y ruines intereses personales y de grupo. Asimismo, resulta sensato  alentar la construcción de escenarios de diálogo y consenso, donde el intercambio de criterios sea civilizado y desprendido, especialmente si se consideran asuntos vitales para el bienestar de la ciudadanía.

Bolivia es un país tradicionalmente pacífico, en el buen sentido de la palabra. Sin embargo, su paz social se ha visto permanentemente alterada por la dinámica de sus conflictos políticos internos, resultantes de la histórica lucha dialéctica en la construcción de la nación boliviana. En esta dirección la unidad de objetivos puede allanar los obstáculos hacia el entendimiento por el progreso y el desarrollo del país. Por otra parte, hace falta todavía mayores esfuerzos en el terreno diplomático para hacer comprender a los países vecinos que la preocupación nacional por ocuparse de sus centenariamente desguarnecidas fronteras no significa de riesgo alguno de agresión.

Conviene recordar que resulta suficiente que Bolivia establezca un puesto militar de vigilancia o emprenda mejoras en las unidades cuartelarias para que voces interesadas acusen al país de ingresar a una escalada armamentista. Basta repasar las páginas de la historia para que gobernantes y ciudadanos asuman que el país está obligado a manejarse con mucha cautela y moderación en esos terrenos de difícil tránsito. Para ello, hace falta que exista una mayor unidad de criterios entre opositores y oficialistas para velar por los intereses mayores del país, tal como sucede en los países vecinos.

La clasificación de país de paz media debería alentar a las fuerzas vivas del país a comprender mejor la dinámica de las relaciones sociales en tiempos de democracia, utilizando en una escala creciente los instrumentos del diálogo, la persuasión y el consenso, tan fáciles de olvidar en una democracia todavía imperfecta y en construcción como la nuestra. El hecho que se recurra de manera reiterada a las medidas de presión, como bloqueos de carreteras y toma de instituciones o predios, o la intolerancia política nos muestra la magnitud de la tarea colectiva a encarar en procura de una paz social. Si se mira bien, lograr un mejor nivel de paz es todavía una tarea posible y necesaria.

La intolerancia política nos muestra la magnitud de la tarea colectiva a encarar en procura de una paz social, aún así, lograr un mejor nivel de paz es todavía una tarea posible y necesaria.

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El Día: Hay canto de sirenas plurinacionales

U n proverbio árabe señala: "La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía".

En la mitología griega, las sirenas viven en una isla del Mediterráneo. Su canto es tan bello que los marinos que las escuchan no pueden resistírseles y arrojan sus naves contra los arrecifes.  "(…) Este canto se revela melodioso y desgarrador, y está colmado de bellas promesas", relata Ulises en La Odisea.

En Bolivia esos cantos vienen igual: nos están diciendo que vamos a elegir altos magistrados del Poder Judicial para que mejore la administración de justicia, en “un hecho inédito” como lo han repetido los oficialistas.

Pero en la realidad, con el poder de la Asamblea Legislativa Plurinacional, seleccionarán a sus “cuates” como lo dijo
un dirigente indígena arrepentido.

Y entonces del “cuoteo” que teníamos durante la era de los mega y pegacoaliciones, ahora tendremos un “cuateo” y no será extraño que alguien jure con el puño izquierdo levantado como lo hizo un miembro del Tribunal Supremo Electoral (TSE)

En otro hecho,  al unísono la Asamblea Legislativa Plurinacional y el TSE señalaron que “no había tiempo” de cambiar una coma al reglamento de selección de magistrados.

Pero ni bien lo sugirió el presidente Evo Morales, ambos poderes cambiaron de opinión, aunque en ese tema, en otro canto de sirena, maquillaron el artículo 82 en el que le dan la oportunidad de opinar a los candidatos, pero a los medios de comunicación no le permiten abrir los espacios de opinión.

Y así van aumentando los cantos de sirena como que la democracia es directa y participativa según el artículo 11 de la Constitución Política del Estado (CPE).

Pero ni bien se plantea una iniciativa legislativa ciudadana para cambiar alguna de las tantas leyes que contradicen a la misma CPE, de pronto aparecen los candados legales y políticos como exigir  25% de las firmas del padrón con huellas dactilares, y por suerte no han pedido grupo sanguíneo, o que, en misión imposible, se convenza a los parlamentarios masistas que cedan al pedido de revocatoria de mandato.

Y es así como, en nombre del pueblo y los dos tercios de la Asamblea, se hace y deshace de la normativa, de la vida y milagros de este país.

Y la soberanía que debería recaer en el pueblo, es decir el mandato,  éste ha quedado en poder de los asambleístas del MAS, al extremo que hasta tienen la potestad de interpretar la violación o no a la CPE, en una tarea que antes era ejercida por el Tribunal Constitucional.

Enterado de los cantos de sirena Ulises tapó sus oídos y así pudo salvar su vida y se resistió al cielo y las estrellas que le ofrecían.

Eso no hacen sin embargo algunos funcionales llamados “tarjetas prepago” por la diputada opositora Jessica Echeverría, cuando dice que “los raspan, los usan y luego los botan” a propósito de la detención de un juez que después de tenerlo para sus fines de toma del poder, se lo llevaron a La Paz en mangas de camisa y  luego lo destituyeron. Y colorín colorado, el canto ha terminado…

 

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El Día: Razones para no vender gas a Chile

Durante el reciente Primer Seminario Internacional “YPFB Gas y Petróleo”, ante una pregunta puntual de la prensa, el ministro del ramo afirmó que es imposible vender gas natural a Chile porque el Gobierno actual respeta la decisión expresada en la cuarta pregunta del Referéndum del Gas, convocado bajo la Presidencia de Carlos Mesa en julio de 2004, “de no vender ni una molécula de gas” al vecino país.

La respuesta “de memoria” del ministro puede justificarse por querer zafarse del acoso periodístico, pero la realidad es otra y otras son las razones por las cuales no es posible, en la actualidad, vender gas a Chile.

En primer lugar, no existe un gasoducto por el cual se podría exportar gas a Chile. Antes de pensar en un contrato habría que pensar en un proyecto de gasoducto, con todas las dificultades técnicas y económicas que implica esa empresa. Tampoco se podrían utilizar los gasoductos argentinos, como subrepticiamente se hizo en algún momento por parte de ENARSA: el envío de gas a la Argentina está al máximo de la capacidad del ducto y las ansiadas ampliaciones del GIJA están atrasadas, como de costumbre.

Tampoco existe una solicitud de empresarios o del Estado chileno para comprar gas boliviano. Sobran “declaraciones de interés”, como la que hacemos cuando asistimos a un concurso de reinas de belleza. Pero de negociar contratos, ni sombra. El tema recurrente en esa clase de negocio es la confiabilidad, una materia prima muy rara en nuestro país, desde siempre. Confiabilidad de suministro, de reglas, de imparcialidad de la justicia, que no se adquiere con declaraciones, por demás ambiguas, como las que siguen repitiendo las máximas autoridades del Estado y del sector.

En realidad,  el ministro de Hidrocarburos ocultó la razón más importante: no podemos vender lo que no tenemos. Aunque hubiere compradores en Chile y resultare factible, para el tamaño de ese negocio, la construcción de un gasoducto desde el Chaco hasta posiblemente el megapuerto de Mejillones, al presente no sobra gas para exportar, con base en el informe de Ryder Scott al 31/12/2009, que, por cierto, sigue sin publicarse. Evidentemente se ha declarado la comercialidad del campo Aquío, pero su potencial ha generado contradicciones entre los que saben (los operadores) y los que declaran. En todo caso, la próxima certificación de reservas dará el verdadero potencial de ese campo y de otros que se podría descubrir pronto.

Conociendo estas poderosas razones, el ministro ha buscado una explicación falsa. La IV pregunta del Referéndum del año 2004 no prohibió la venta de gas a Chile, sino ratificó el acuerdo del pueblo boliviano “con la política del presidente Mesa” para utilizar el gas como un medio para obtener una salida libre y útil al océano Pacifico.

Carlos Mesa, quien actuó responsablemente con esa temática, ineludible en ese entonces, ya no es Presidente y existe hoy otra política de relacionamiento con Chile, aunque es siempre más difícil entender en qué consiste.

Por tanto, con esos antecedentes, el Referéndum de 2004 no es ningún obstáculo para una eventual exportación de gas a Chile, si el país y el Gobierno lo estimaran oportuno y si, además, se dieran las condiciones para un tal emprendimiento.

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El Día: Bolítica

El primer requisito para tener un diálogo sólido con Bolivia es el pleno y total respeto de ese tratado (de 1904). Estas conversaciones son de carácter bilateral y no competen a otro país o a organismos internacionales’.

Sebastián Piñera
Presidente de Chile


Se dice que: ¿Cuál es la estrategia de Bolivia hacia Chile? ¿Si la intención es demandarlo ante tribunales internacionales, por qué se toma la iniciativa de pedirle otra propuesta?   ¿No estaban cansados del diálogo improductivo con Santiago?.


  Si tanto se habla del diálogo, que Chile presente una propuesta concreta en el marco de las resoluciones de la OEA, para que se inicie formalmente un proceso de negociación para que Bolivia acceda con soberanía al Pacífico’.

Evo Morales
Presidente de Bolivia

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El Día: De trancas y bloqueadores

Lo que ocurre con el bloqueo en la frontera con Perú, donde están con ganas de empatar el récord de un mes de Evo Morales, debería servir para que el Presidente le ponga freno a las rabietas que están comenzando a encrespar a los chilenos. En la región de Puno, alrededor de 15 mil aymaras han puesto de cabeza a todo el sur peruano, haciendo las mismas demandas que en Bolivia se convirtieron en política de Estado;  es decir, ahuyentar empresas extranjeras. Mirando lo que pasa en ese lugar, donde además de interrumpir un importante corredor de exportación, los manifestantes han saqueado, han tomado rehenes y han causado destrozos de toda índole, uno se pone a pensar qué pasaría si en lugar usar los puertos chilenos, las importaciones y exportaciones bolivianas se hicieran por Perú, alternativa que resurgió recientemente. Qué ocurriría si, por una de esas casualidades, Bolivia consigue un acceso al Pacífico (con o sin). Al día siguiente no serán 15 mil sino más los bolivianos de las 36 nacionalidades, incluidos los híbridos y futuros cruzamientos, los que estarán dispuestos a bloquear y dejarnos a todos fritos, sin comida ni nada. En esta Bolivia donde cada vez se importa más (no confundir con importancia), es bueno tener vecinos serios como Chile y Brasil. Cambiarlos por trancas sería un grave error.

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El Día: ¿Le importa el país al Gobierno?

¿Qué está haciendo el Gobierno de Evo Morales para solucionar los graves problemas del país? Acabamos de salir de un estruendoso y fallido gasolinazo que desnudó la catastrófica situación financiera del Estado y las únicas respuestas que han surgido del régimen es más represión, más persecución, más politiquería y mucho más de aquel esquema que llevó el MAS a concentrarse únicamente en acaparar poder y a descuidarse por completo de la economía.

Las medidas que toman las autoridades del área económica son paliativas y en muchos casos contradictorias. Supuestamente el gasolinazo estaba dirigido a erradicar las cuantiosas erogaciones que hace el Estado para subsidiar los combustibles, con montos cada vez más crecientes y que este año podrían alcanzar los mil millones de dólares.

Paradójicamente, desde el mismo Gobierno surge la “brillante” idea de declarar una amnistía para los automóviles ilegales, lo que significará, sin duda alguna, un incremento notable en el consumo de carburantes; es decir, más importaciones, más subsidios y por supuesto, la posibilidad de que el déficit fiscal se eleve al cinco por ciento, una cifra que hubiera puesto con los pelos de punta a los “gobiernos neoliberales”, que jamás gozaron de los excelentes precios internacionales actuales que propiciaron ingresos para el Estado de casi 60 mil millones de dólares en los últimos cinco años. Qué pueden significar frente a esa cifra tan monstruosa, derrochada sin contemplaciones por el Estado Plurinacional, algo así como 600 millones de dólares por concepto de los “autos chutos”.

Nadie quiere invertir en Bolivia. Por más ruegos, amenazas y anzuelos que lanza el Gobierno, los indicadores y numerosos estudios confirman cada vez con mayor nitidez que el país se ha vuelto uno de los territorios menos atractivos del mundo para los capitales extranjeros. Y en lugar de tratar de cambiar esta historia que nos condenará a la inmolación, el presidente Morales insiste con sus torpezas, con sus ataques a los empresarios y otras acciones hostiles que profundizan el problema. Para subsanar esta anemia financiera, el Estado está procediendo a vaciar las arcas del Banco Central, de donde ya han sacado más de 3.500 millones de dólares en préstamos para empresas estatales elefantiásicas que no producen más que spots publicitarios, como sucede con YPFB, que gasta más en propaganda que en proyectos de exploración y perforación.

Los burócratas supinos que manejan el tema agropecuario en el Gobierno creen que ya superaron lo peor en la crisis alimentaria. Están entusiasmados por la época de cosecha, cuando hay abundancia y naturalmente los precios tienden a bajar. Pese a ello, insisten en las prohibiciones, en el control de precios y otras restricciones que precisamente ayudaron a profundizar la escasez. Los números indican que si bien la agricultura se ha recuperado en parte de la aguda sequía del año pasado, está muy lejos todavía de alcanzar los niveles que aseguren la soberanía alimentaria. En los últimos meses, el país batió el récord en la importación de comida y los pronósticos anticipan un nuevo período lleno de dificultades. Pero en lugar de ayudar a promover una explosión productiva en el agro, el régimen insiste en desincentivar, en amedrentar y enturbiar aún más el clima de negocios y la inseguridad jurídica. Para colmo, en lugar de atinar a subsanar los problemas, vuelve a herir la inteligencia pública con diagnósticos que no engañan a nadie.

 

Nadie quiere invertir en Bolivia. Por más ruegos, amenazas y anzuelos que lanza el Gobierno, los indicadores y numerosos estudios confirman cada vez con mayor nitidez que el país se ha vuelto uno de los territorios menos atractivos del mundo para los capitales extranjeros.

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El Día: Espejito, espejito…

Después del fallido gasolinazo de diciembre del 2010 que reveló que la economía boliviana tiene serios problemas estructurales, nuevamente el gobierno ha sacado a relucir los resultados macroeconómicos, en imágenes relucientes, en el intento de colocar en un segundo plano el problema de la falta de inversión, la hipertrofia del sector informal, los cuellos de botella en la agricultura boliviana, la baja productividad tanto del sector privado como públicos, el reverdecer de la conflictividad social, la precariedad del empleo, para sólo mencionar las más importantes restricciones.

Esta vez las declaraciones sobre temas macroeconómicos de nuestras autoridades tuvieron el mensaje de que nadie es profeta en su propia tierra. Los bolivianos no entenderíamos lo maravilloso del manejo macroeconómico y siempre estaríamos pidiendo más,  en cuanto universidades y profesores en los Estados Unidos habrían quedado deslumbrados frente al milagro económico nacional.  Evoeconomics rumbo al Nobel. Espejito, espejito dime ¿cuál es el modelito más bonito? ¡Huay! de que nos respondas adecuadamente. Te llevaremos al los tribunales de espejos para juzgarte por no reflejar la verdad revolucionaria. Ahora bien, es sorprendente que el equipo económico necesite la aprobación y beneplácito de una academia que en general difunde y apoya ideas neoliberales. Debería ser más bien motivo de preocupación que a los intelectuales imperialistas, en este caso el uso del lenguaje común de nuestro gobierno, elogien el manejo macroeconómico. ¿Será porque seguimos con la misma receta macroeconómica del pasado? ¿y a quienes se aplaude se los considera neoliberales de izquierda?

El discurso triunfalista de la macroeconomía sigue alimentando mayores expectativas en ciertos grupos sociales y en otros genera desconcierto. ¿Por qué  el país de las maravillas que se exponen los power points, no le llega a los bolsillos de la gente? La mayoría de las personas no tiene trabajo decente, gana muy poco y sobrevive en la informalidad impulsada por burbujas de consumo.  Como siempre se hace uso de la estadística para mostrar un mundo mágico a nivel macroeconómico, sin embargo, un análisis más sereno muestra que las cosas no son tan interesantes y tienen pies de barro. En el 2010, el crecimiento económico alcanzó el 4,1%, en los últimos 5 años el promedio anual fue de 4,6%, resultado similar al período de auge neoliberal. 1994–1998, cuando en promedio también crecimos al 4,7%, en contexto externo mucho menos favorable. El desempeño del producto del período neorrevolucionario aún sigue por debajo de la era de oro del capitalismo de Estado cuando el crecimiento promedio estuvo en torno de 6%. En la vitrina oficialista también se exhibe una tasa de desempleo menor de 5,7%.  Ciertamente un dato relevante pero para menos del 20% de la población que trabaja en el sector formal, porque el restante 80% sobrevive en bravo mar de informalidad donde el neoliberalismo pasea sus mejores galas. A rigor el tema relevante en Bolivia es la precariedad del empleo, cuya solución depende de políticas microeconómicas y productivas que no se aplican. También se menciona el aumento del consumo de los servicios públicos (electricidad, agua y luz) que ciertamente es destacable pero habrá que ver si este no esta sólo asociado a la burbuja de consumo que se vive en el país debido al aumento del gasto público y el boom de las exportaciones. Sólo el tiempo nos dirá si el choque de ingresos positivos, que sostiene el aumento del consumo, es permanente o transitorio. En el sector externo, la explosión de las exportaciones y el superávit comercial consiguiente que se explica, en gran medida, por la bonanza de los precios internacionales de las materias primas.

Ésta es una historia vieja y se la debemos, sobre todo, al milagro chino. Asimismo,  se habla con orgullo, de que la inversión extranjera directa estaría en 650 millones de dólares en el 2010, éste es un resultado que más bien nos debería provocar sonroja. Esta cantidad sólo está reponiendo la depreciación de capital, además si la comparamos con lo que reciben nuestros vecinos debería abochornarnos. En el 2010,  Brasil recibió cerca a 50 mil millones de dólares, Chile 15 mil y Perú en torno de 8 mil verdes. ¿Golpearse el pecho por el 4 % de lo que recibió Chile?  ¡No way José!

Para terminar cabe hacer un apunte sobre la sostenibilidad de estos resultados macroeconómicos. Tres motores que impulsan el crecimiento económico bonsái   de la boliviana a saber: el sector externo, la inversión y el gasto público, y la inversión extranjera y nacional. De estos tres impulsores sólo las exportaciones aún muestran alguna fortaleza en el corto y mediano plazo. En el tema fiscal ya se encendió  la luz roja del déficit público, que este año pude que llegue al 5% del producto. Es decir que el motor de la demanda interna impulsado por el gasto público puede quedarse sin gasolina. Y definitivamente en ningún momento la economía boliviana pudo encender el motor de la inversión extranjera directa y las inversiones nacionales estuvieron a media máquina.

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El Día: Paranoia marítima

Conforme pasan las semanas, los meses y los años, nos damos cuenta que estamos inmersos en una locura marítima que nos está haciendo daño. La insania mental del Gobierno es de tal magnitud que después de un largo enamoramiento con Chile, que duró un lustro, ahora, al no verse correspondido, ha caído en un peligroso estado depresivo que lo está llevando a cometer disparates. Es como la novia despechada que puede utilizar el puñal o el veneno contra su burlador.

Apena escribir sobre este tema y en estos términos, pero, ¿qué más se puede decir? No cabe duda que existe actualmente una chifladura con sabor a sal, con sabor a mar, que tiene en ascuas a la opinión pública boliviana. S.E. decidió demandar a Chile ante tribunales internacionales  para que los chilenos nos devuelvan la costa que nos usurparon en 1879, pero cuando se impone la demencia no hay asunto que se pueda solucionar correctamente.

Algún personaje pensante allegado al MAS –no es el canciller ni el cónsul en Santiago– le ha dicho a S.E. que la Tesis de los hermanos Chávez no funciona; que Atacama se perdió del todo a bayonetazo limpio y a punta de retiradas "estratégicas"; que no hay el cuento chino de que en el Tratado de 1904 entregamos el territorio pero no el mar; que no hay esos islotes que no se le habrían concedido a Chile en el Tratado y que los podemos reclamar. Que habría que dejarse de tonterías y negociar.

Pero, claro, S.E. está perplejo al ver que ha perdido miserablemente su tiempo. No comprende cómo puede burlarse de los bolivianos todos los días, arrancarles hasta el alma, y sin embargo, no poder hacerle piruetas mágicas a los chilenos y conseguir alguna concesión que lo saque de la situación ridícula en que se embarcó para marear la perdiz a sus compatriotas esperanzado en recuperar un respaldo político perdido.

Una vez que la estrategia falló y que el presidente Piñera le ha dicho en serio a S.E. que no le gustan las bromas, que Chile no está para chistes, éste se ha quedado sin soga ni cabra y ahora está lanzando patadas de ahogado, como es eso de exigirle a los transandinos que presenten una “propuesta concreta” sobre la demanda marítima nacional. Pero si está a la vista que la “propuesta concreta” de Chile es volver a la boba Agenda de los 13 puntos, para que bolivianos y chilenos nos conozcamos mejor, lleguemos a la confianza mutua, pasen otros cinco años, y el próximo mandatario mapochino nos mande al carajo.

¿Qué es eso de que los chilenos hagan una propuesta concreta en el marco de las resoluciones de la OEA? ¿Y que, además, Bolivia siga empeñada en pleitear en tribunales internacionales? La verdad es que S.E. conoce muy bien a los bolivianos, bastante permisivos y babas heladas, pero de ahí no pasa. No es lo mismo decir tonterías en las masticables reuniones cocaleras del Chapare cochabambino que entablar una negociación internacional de envergadura con quien se apoderó de nuestro litoral. Ahora que ni Venezuela nos tira pelota, ¿qué pretende hacer con Chile S.E.? ¿Pero acaso no le han contado sobre el peso específico que tiene Chile en el ámbito de las naciones del mundo? ¿No le han dicho a S.E. que Pinochet se fue hace tiempo, que se murió, y que ahora todos alaban al Chile democrático? ¿No sabrá S.E. que un Estado, por plurinacional que sea, no funciona sin una  cancillería? Elemental Watson, very elemental…

Además hay otro asunto elemental, ¿por qué será Chile quien haga una propuesta marítima en el seno de la OEA? ¿No es demasiado optimismo pensar así? ¿No le corresponde a Bolivia, en todo caso, hacer la demanda o la propuesta? ¿Pero qué está sucediendo dentro de la inteligencia del Estado Plurinacional? ¿Se ha perdido definitivamente la brújula? Que el embajador de Bolivia en la OEA, en vez de rascarse, se queje ante el organismo, aunque ya no sirva para nada quejarse.

Es que nada es más perjudicial que la improvisación. Improvisar en medio de campesinos o en cuarteles es jugar con fuego. La tontería del juez Garzón, que provocó risotadas al otro lado de la cordillera, fue una improvisación acabada. Si seguimos improvisando en cuestiones de diplomacia, nuestro destino será quedarnos encerrados en el ALBA nomás. Ahí se puede improvisar, insultar al imperialismo, venderles chompas de alpaca a los acalorados cubanos y comprarles habanos o ron. Mientras tanto, que el gobernador de Oruro, Santos Tito, siga negociando y firmando convenios con el alcalde de Huara – ¿dónde será Huara? – para conseguir un puertito sin soberanía por ahí. Después podrá hacerlo el gobernador paceño o el potosino. ¿Sabrá la cancillería que Santos Tito negocia un puerto para Oruro con Chile? Ciertamente, la demencia marítima nos está extraviando.

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El Día: La defensa de la verdad

El Espíritu Santo es llamado "Espíritu de verdad". Los bautizados y confirmados hemos recibido el Espíritu Santo. Dentro de dos semanas celebraremos la fiesta de Pentecostés y, ésta, será una ocasión muy propicia para renovar nuestra confirmación. En la fiesta de Pascua renovamos nuestro bautismo y en Pentecostés la confirmación. Las lecturas de este domingo nos hablan de la confirmación.

La primera lectura tomada del libro de los Hechos 8,5-8. 14-17 nos brinda un testimonio del sacramento de la confirmación. El diácono Felipe con su predicación ha anunciado a Jesucristo en el pueblo de Samaria. La comunidad de Jerusalén envía allá a Pedro y Juan, apóstoles, para que completen la obra del diácono Felipe. A los ya bautizados por éste, los apóstoles invocan al Espíritu Santo y les imponen las manos.

El Espíritu Santo que los Apóstoles recibieron en Pentecostés, este mismo les es dado a los bautizados y confirmados por manos de los Apóstoles. Los sucesores de los apóstoles son  hoy día los obispos. Así como Jesús no dejó huérfanos a los apóstoles, hoy día tampoco, sino que reciben el mismo Espíritu en la confirmación. Al Espíritu se le dan los nombres de: Abogado, consolador, defensor de la verdad…

El Vaticano II nos dice que los fieles “por el sacramento de la confirmación se vinculan más estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con una fuerza especial del Espíritu Santo y con ello quedan obligados a difundir y defender la fe como verdaderos testigos de Cristo, por la palabra y juntamente con las obras” (LG 14).

Cristo preparó en la última cena a sus discípulos asegurándoles, “no les dejaré huérfanos” (Jn 14,18). Les prometió al Espíritu Santo y, Jesús mismo estará con ellos, “ustedes me verán y vivirán porque yo sigo viviendo” (Jn 14,19). El día de la Ascensión les dijo: “yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28,20).

En aquella noche de despedida, en la última cena, les pidió encarecidamente: “si me aman guardarán mis mandamientos”. Por ello, ser de Cristo, estar con Cristo, vivir en Cristo, conlleva una conversión vital. La fe y el amor a Cristo nos introducen en un verdadero intercambio de amor entre Dios Padre, entre Él mismo y todos los bautizados. Por esto afirma Cristo: “Yo estoy con mi Padre, ustedes conmigo y yo en ustedes” (Jn 14,11).

Seguimos celebrando la Pascua, a Jesús que resucitó de entre los muertos. Pero la resurrección de Jesús es algo más que alegrarse y cantar aleluyas. La Pascua se nota que está bien celebrada cuando no sólo en la Eucaristía estamos unidos a Él, sino también en toda nuestra vida, cuando se ve en nuestra conducta. La petición de la oración colecta de este domingo nos invita a pedir que: “los misterios que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifiesten en nuestras obras”.

El protagonista que hace posible que vivamos en comunión con el Padre y el Hijo es el Espíritu Santo, el gran regalo que hizo Jesús resucitado a su Iglesia en la primera comunidad y nos lo hace también hoy a cada uno de sus discípulos.

El Concilio Vaticano II dice: “el Espíritu Santo habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo. Guía la Iglesia a toda la verdad, la unifica en comunión, la provee y gobierna con diversos carismas” (LG 4).

El Espíritu Santo puede venir a todos, pero no todos lo pueden recibir. Sólo el cristiano lo ve y lo conoce. Conocemos al Espíritu Santo, “porque él habita en nosotros” y es necesario verlo y conocerlo para recibirlo.

En la Eucaristía, cumplimos el mandato de Cristo, “hagan esto en memoria mía” (Lc 22,19, 1 Cor 11,24). En ella debemos estar unidos a Cristo, como nos enseña el evangelio de hoy, “yo estoy con mi Padre, ustedes conmigo y yo con ustedes” (Jn 14,20). Cristo prometió una interpermanencia entre Él y los discípulos que participan en la Eucaristía: “quien come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mi y yo en él… igual que yo vivo por el Padre, el que me coma vivirá por mí” (Jn 6,56-57).

El discípulo de Jesús se fortifica en la Eucaristía para defender la verdad y sobre todo para vivirla en sí misma. Pues como nos dice el apóstol Pedro hay que “estar dispuestos a defendernos delante de cualquiera que nos pida razón de la esperanza que tenemos” (1 Pe 3,15). Será difícil defender la verdad pero para ello tenemos al Espíritu Consolador, Abogado y Defensor, el Espíritu de la Verdad.

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El Día: Bolítica

Está totalmente mal, una vez más se repite la historia. Esto nos va a llevar un conflicto interno en El Alto y en el país porque no sabemos cuántos autos van a ingresar ni qué  montos se van a recaudar y a qué se va destinar".

Mauricio Cori
Repres. de la Gobernación de La Paz en El Alto


Se dice que: Sin el debate necesario, la mayoría de la bancada del MAS aprobó el proyecto de ley que legaliza vehículos a gasolina, gas natural vehicular y diesel que estén en aduana y zonas francas al momento de su promulgación.


Es una ley social, los opositores siempre defienden a los grandes importadores, pero y qué hacemos con la gente que tiene autos indocumentados en las provincias, en regiones como el Beni no vamos a tener 10% saneados y 90% de autos chutos".

Isaac Ávalos
Senador del Mas

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El Día: Silbidos y rencores

Los bolivianos a veces somos duros de aprender, pero con un profesor como Evo Morales resulta imposible que se le metan a uno algunas lecciones que él suele dar. En los cinco años que viene repitiendo discursos (más o menos tres por día, es decir unos cinco mil), una de sus enseñanzas favoritas ha sido la de historia, que para él es sinónimo de revivir rencores, algunos basados en la realidad y otros sacados de la ficción, como ese  cuento que dice que a los indígenas que aprendían a leer les sacaban los ojos. No ha habido día en que el Presidente no haya metido el dedo en la llaga, ya sea para dividir, para confrontar o para hacerle hervir la sangre a unos contra otros. El otro día, cuando visitó Sucre, el jefazo pudo comprobar lo buenos alumnos que habían sido los capitalinos. Ellos han sufrido más que nadie por la actitud vengativa del Primer Mandatario, quien los amenazó en público cuando lo rechiflaron por primera vez, en el año 2006. Han pasado casi cuatro años de la masacre de La Calancha y los sucrenses volvieron a silbarle, esta vez, recordándole que no olvidarán lo ocurrido en noviembre de 2007.

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