Piñera: Tratado de 1904 garantizó 106 años de paz; Murillo: ‘Chile no tiene voluntad política’

Chile da otro portazo. Presidente Piñera reitera rechazo a reclamo boliviano; dijo que su país ‘cumple y hará cumplir el tratado de 1904’ y que no tiene problemas limítrofes pendientes con Bolivia.

La Razón – Ernesto Calizaya

image PIÑERA: EL TRATADO DE 1904 GARANTIZÓ 106 AÑOS DE PAZ



Causa. En su informe, el presidente chileno dijo que su país lo cumple y lo hará cumplir

El presidente chileno, Sebastián Piñera, reiteró ayer que su país “no tiene ningún problema limítrofe pendiente con Bolivia” y que el Tratado de 1904 fijó los límites entre ambas naciones y “garantizó 106 años de paz”.

“Con Bolivia, Chile no tiene problemas limítrofes pendientes”, alcanzó a decir Piñera antes de ser interrumpido por los aplausos en el Congreso chileno, donde por segunda vez en su mandato, rindió la tradicional cuenta pública que se celebra cada 21 de mayo.

Con el Congreso de Valparaíso de escenario, a donde asistieron unos mil invitados para escuchar su informe anual, el mandatario chileno señaló que “el Tratado de 1904 fijó con claridad los límites y ha permitido el más amplio libre tránsito para el comercio exterior boliviano y, al mismo tiempo, ese tratado ha garantizado 106 años de paz entre Chile y Bolivia”.

Obstáculo. Las palabras de Piñera evocaron además la postura que asumió en marzo pasado, cuando en ocasión de celebrar el Día del Mar, el presidente Evo Morales anunció que recurriría a tribunales internacionales con la demanda marítima boliviana.

“Las declaraciones del presidente Morales incluyendo su intención de acudir a tribunales u organismos internacionales para su aspiración territorial y marítima, constituyen no solamente un serio obstáculo a las relaciones entre ambos países, sino que además no se condicen ni con la letra ni con el espíritu del Tratado de 1904”, manifestó Piñera.

El citado tratado de “Paz y Amistad” reconoció la soberanía de Chile sobre territorios que antes eran bolivianos y puso fin al conflicto del Pacífico en el que Bolivia perdió el acceso al mar.

“Esta norma se halla plenamente vigente y Chile la cumple y va a hacerla cumplir”, expresó Piñera. Además, recordó que con Bolivia se discute, desde el 2006, una agenda bilateral de 13 puntos, que incluye la demanda marítima, publicó la agencia de noticias EFE.

Agenda. En ese marco, Piñera insistió en que “dentro del marco del respeto a los tratados vigentes y del espíritu de las conversaciones realizadas, Chile va a seguir avanzando, va a tener la más total y plena voluntad de diálogo para encontrar esas soluciones útiles, concretas y factibles para ambos países”.

Bolivia tampoco descartó el diálogo, pero ante la falta de avances en 132 años de enclaustramiento, conformó la Dirección de Reivindicación Marí­tima y traza las estrategias pertinentes.

“La comunidad internacional debe entender que llegó el momento para que la inmensa herida que tenemos los bolivianos por el enclaustramiento marítimo sea cerrada en base a un proceso que con un fallo justo y certero, le devuelva la cualidad marítima al país”, dijo Morales el 23 de marzo.

Un discurso frente a 967 invitados

En la tradicional “cuenta pública”, el presidente da su informe anual desde el Congreso chileno. Este año asistieron 967 invitados entre parlamentarios, autoridades, diplomáticos, dirigentes gremiales y empresariales. Es la segunda vez que Sebastián Piñera asiste.

‘Bolivia no renunció al diálogo’

Iblin linarez – Tras el informe anual que el presidente Sebastián Piñera presentó a los chilenos ayer, los senadores bolivianos  Eugenio Rojas y Gonzalo Mendoza (MAS) manifestaron que la agenda de 13 puntos entre Chile y Bolivia no debe estar condicionada a la presentación de una demanda marítima ante el tribunal internacional de La Haya.

“Bolivia en ningún momento ha renunciado al diálogo y a la agenda de los 13 puntos, pero el tema del mar también tiene que entrar al diálogo, es un tema bilateral entre ambos países, pero en el sentido que tiene que ser con salida soberana, ése es nuestro planteamiento”, señaló Rojas.

Según los legisladores, la intención de llevar la demanda marítima ante tribunales internacionales, que anunció el presidente Evo Morales el 23 de marzo, en ningún momento dispuso dejar de lado las conversaciones con el Gobierno chileno,

Mendoza dijo que la postura boliviana “no entorpece absolutamente en nada el diálogo de los 13 puntos” y que “Bolivia insiste en mantener el diálogo”, al mismo tiempo que afirma su “derecho a presentar los recursos que vea pertinentes, ante organismos que crea convenientes”.

Si bien el presidente Piñera se ratificó ayer en la postura asumida en marzo pasado al decir que no hay temas limítrofes pendientes con Bolivia, para Rojas “sí hay temas pendientes y eso es precisamente lo que se va a valorar en las instancias internacionales”.

RAZA POLÍTICA:

La Razón, Iván Paredes

‘Chile no tiene voluntad política’

Fue el ex canciller de Hugo Banzer Suárez en época democrática. Tiene 30 años de experiencia en la diplomacia y en su gestión se logró firmar la agenda sin exclusiones con Chile. “Fue en febrero del 2000, en Algarve, Portugal”, recuerda. No esconde su molestia con la nula voluntad política de Chile para resolver el tema marítimo, que según él, viene de varios años atrás. “El Gobierno tardó en darse cuenta de la falta de voluntad política de Chile”, expresa.

imageJavier Murillo.

Vive de cerca la política exterior del país. Es crítico, pero —sobre todo— expresa su enfado con la falta de voluntad política de Chile para poder resolver la demanda marítima. Considera que el acudir a tribunales internacionales es propicio y que la demanda jurídica debe tener todos los argumentos legales para lograr el retorno de la soberanía territorial. 

Ex canciller de Hugo Banzer Suárez, Javier Murillo de la Rocha, revela —con orgullo— que en su gestión logró incluir una “agenda sin exclusiones” con Chile. Dice que este documento fue la base para que los gobiernos de Evo Morales y Michelle Bachelet sellen una agenda de 13 puntos, ahora en statu quo.

Para él, la “diplomacia de los pueblos” se la maneja por “idealismos” y que este mecanismo tiene poco efecto en la política exterior, aunque reconoce que es favorable en la causa marítima.

Considera que si la Cancillería del Estado de Bolivia comprueba el conflicto del enmallado en la zona de Pisiga, debe emitir una “enérgica” ante su par chilena. La Razón estuvo allí y comprobó que ciudadanos de Colchane (Chile) cercaron con troncos y alambre al menos 1.500 metros sobre la superficie fronteriza compartida entre los dos países.

La acción recordó otras actualizaciones similares en el pasado, cuando sin consentimiento de Bolivia en 1962 Chile desvió aguas del río Lauca y también, en otro tiempo, las del manantial Silala.

— ¿Cómo considera el enmallado que realizaron pobladores chilenos en la localidad de Pisiga Bolívar?

— Respecto de las denuncias sobre el enmallado y un supuesto desvío del río Isluga, hay que hacer lo que está haciendo la Cancillería: Verificar en el terreno la veracidad de tales denuncias y, si éstas son confirmadas, hacer una enérgica representación ante el Gobierno de Chile. Pero, repito, que hay que esperar los resultados de esa verificación.

— ¿Este conflicto se lo puede considerar similar al del Silala y el Lauca?

— Existen diferencias sustanciales con los casos del Lauca y del acuífero del Silala, no se trata éste último de un río, sino de vertientes canalizadas artificialmente. En el caso del Lauca se trató de un desvío unilateral consumado en 1962, lo que provocó la ruptura de relaciones. En el caso del Silala se trata de una concesión hecha hace más de 100 años para que las aguas provenientes de bofedales canalizadas artificialmente sirvieran a las locomotoras de vapor del ferrocarril Antofagasta Bolivia. Cuando cambió el objeto de la concesión, Chile siguió utilizando tales caudales sin beneficio para Bolivia. Ése es un acto arbitrario y abusivo.

— Hablando del Silala, ¿cómo analiza este conflicto?

— Silala se trata de una cuestión de principio. Para Bolivia son vertientes canalizadas, repito, artificialmente, mientras que para Chile se trataría de un río internacional de curso sucesivo. Esto último es inaceptable para Bolivia. Las aguas pertenecen íntegramente a nuestro país.

— En el tema marítimo, ¿cómo se debería resolver el diferendo?

— Con relación a nuestra causa marítima, debo insistir en que los grandes problemas internacionales que implican límites o cesiones territoriales sólo se resuelven cuando existe una voluntad política de las partes, más grande que los obstáculos que hay que remover para alcanzar la solución. No basta, en consecuencia, que la causa sea justa. ¿Quién podría dudar de la justicia de nuestra causa marítima? No basta tampoco la solidaridad internacional, que ha estado y está de nuestra parte. Tampoco es suficiente que exista una fórmula genial o una habilidad de los operadores diplomáticos excepcionalmente eficaz. Nada de esto reemplaza a la voluntad política, y esta voluntad política no ha estado presente en ninguna de las negociaciones emprendidas a lo largo de los pasados 132 años que llevamos enclaustrados.

— Entonces, ¿cómo se debe trabajar en este tema?

— Hay que trabajar en la línea de demostrar a Chile, y eventualmente al Perú, de que el encierro boliviano perjudica a sus intereses económicos y políticos y que se ha convertido en un freno para un mejor desempeño de la integración subregional y regional.

— ¿Por qué cree que Chile no presentó ninguna propuesta sobre la demanda marítima?

— Si Chile no presentó ninguna propuesta concreta es porque no tiene voluntad política para resolver nuestro enclaustramiento.

— ¿Cómo ve la estrategia de acudir a cortes internacionales para resolver el tema marítimo?

— Respecto del cambio de estrategia, creo que el Gobierno tardó demasiado tiempo en darse cuenta de que Chile estaba

—como en muchas ocasiones en el pasado— en un juego dilatorio y evasivo. Siempre sostuve, y lo ratifico, que cualquier acercamiento sólo tiene sentido en la medida en que nos acerque al mar soberano; de lo contrario, es repetir la historia que se dio, por ejemplo, los años 50 con los abrazos entre Paz Estenssoro e Ibáñez del Campo, que distrajeron la atención boliviana sobre el desvío del río Lauca.

— ¿Cómo cree que se debería ejecutar esta demanda?

— Es preciso que se estudie esa vía con el máximo cuidado y detalle sobre las connotaciones jurídicas, políticas e internacionales de esta decisión, con el fin de que su puesta en marcha, se realice sobre terrenos sólidos y bien sustentados. Ése es mi criterio, y como bolivianos desearíamos más que esa gestión tenga pleno éxito.

— ¿Cuándo fue ministro de Relaciones Exteriores qué logros se obtuvieron en el tema marítimo?

— Cuando me desempeñé como Canciller, logramos —en febrero del 2000, en Algarve, Portugal— suscribir una declaración conjunta con el compromiso de Chile de adoptar una agenda sin exclusiones, para que, en el nuevo milenio, resolvamos todos los problemas pendientes, en el plano político, económico y de integración, con Chile, cuyo desarrollo se tradujo en la agenda de los 13 puntos. Había que hacer una agenda conjunta, con una visión del siglo XXI y no del siglo XIX,  a la que se aferra Chile en sus relaciones con Bolivia. Ése fue un avance importante en la relación bilateral.

— ¿Cómo entender la diplomacia de los pueblos impulsada por el gobierno de Evo Morales?

— Habría que entenderla como la movilización de una conciencia pública favorable a nuestra causa, algo que tiene importancia, sin duda, pero es una propuesta que se inscribe más dentro de los idealismos, en tanto que la política exterior responde, lamentablemente, sólo a los equilibrios de poder, vale decir, a los dictados del realismo político. Nuestra causa despierta, es cierto, simpatías en algunos sectores de la ciudadanía chilena, pero eso no es suficiente para definir una gestión internacional de semejante magnitud, repito, que incluye posible cesión de

áreas territoriales.

— Desde que asumió Evo Morales el poder, Bolivia tuvo diferendos con Estados Unidos ¿Cómo puede perjudicar este distanciamiento al país?

— Creo que es bueno que se hubiera bajado el tono de las recriminaciones mutuas con Estados Unidos. Nos guste o no, es la primera potencia del mundo. Es importante, asimismo, ir recuperando el criterio de que las relaciones de Bolivia con el mundo no deben tener preferencias ni vetos, y que la apertura con todos los países del mundo sólo tendría que estar limitada por el estricto respecto a nuestras decisiones internas y soberanas.

— A raíz de los intereses del Estado ¿Cómo deben trabajar nuestros funcionarios del servicio exterior?

— Nuestros operadores diplomáticos tienen que coadyuvar eficientemente a la inserción competitiva de Bolivia en el contexto globalizado. Las oportunidades para el desarrollo, inversiones, tecnología y mercados, están más allá de nuestras fronteras, y es allí donde tenemos que llevar la presencia de Bolivia, profesionalmente, para impulsar, con tales recursos, el desarrollo de nuestro país. Ésa es la prioridad de nuestra política exterior: la clave es crecer para ser menos vulnerables, menos dependientes.

A juicio de Tito Hoz de Vila

Compartió con Murillo de la Rocha el gabinete ministerial de Hugo Banzer Suárez. El ex ministro de Educación y ex senador Tito Hoz de Vila considera que el ex diplomático fue uno de los pocos cancilleres que trabajó con perfil bajo por el bien de la política exterior. 

— ¿Cómo califica al señor Javier Murillo de la Rocha?

— Como un profesional idóneo. Supo manejar de manera profesional sus responsabilidades en la Cancillería, a diferencia de ex cancilleres histriónicos que hacían la política exterior a través de los medios.

— ¿Cómo califica el paso de Murillo por la Cancillería de Bolivia?

—Su trabajo fue positivo y exitoso, a diferencia de otros. Logró introducir una agenda sin exclusiones con Chile, creo que eso fue lo más importante. Lo comparó, salvando las diferencias ideológicas, con el actual canciller David Choquehuanca, quien también trabaja con un bajo perfil. Volviendo a Javier (Murillo de la Rocha), la población lo conoció poco, justamente porque prefería no salir en medios para mostrar sus resultados. Es una personalidad destacada en las cancillerías de varios países.

Chile da otro portazo

Piñera reitera rechazo a reclamo boliviano. El presidente de Chile dijo que su país ‘cumple y hará cumplir el tratado de 1904’ y que no tiene problemas limítrofes pendientes con Bolivia.

El Día, 22 de Mayo, 2011

El presidente chileno, Sebastián Piñera, advirtió ayer que la intención de Bolivia de llevar a instancias internacionales su pretensión de lograr una salida soberana al mar constituye un "serio obstáculo" para las relaciones bilaterales.

Lo dijo en un acto público oficial. En la tradicional cuenta pública ante el Congreso, que se celebra cada 21 de mayo, Piñera defendió, además, que Chile "no tiene problemas limítrofes pendientes" con Bolivia, que perdió su acceso al Pacífico en una guerra librada contra el país vecino a fines del siglo XIX. Sin embargo, el Mandatario anunció que su país "va a seguir avanzando y va a tener la más total y plena voluntad de diálogo" con Bolivia, con el que en 2006 inició una agenda de trece puntos que ahora ha quedado en suspenso.

Según Piñera, la "eficacia" de esa instancia de diálogo ha sido reconocida tanto por Chile como por Bolivia, y su objetivo es lograr soluciones "útiles, concretas y factibles" para ambos países.

La demanda boliviana. El anuncio hecho en marzo por el presidente boliviano, Evo Morales, constituye "no sólo un serio obstáculo para las relaciones entre ambos países, sino que no se condice ni con la letra ni con el espíritu de 1904, que está plenamente vigente y que Chile cumple y va a hacer cumplir", dijo Piñera.

El Tratado de Paz y Amistad de 1904 reconoció la soberanía de Chile sobre territorios que antes eran bolivianos y a cambio ese país se comprometió, entre otros aspectos, a construir el ferrocarril entre la ciudad chilena de Arica y La Paz y a dar facilidades a Bolivia para usar los puertos del norte del país. "El tratado de 1904 fijó con claridad los límites y ha permitido el más amplio tránsito para el comercio exterior boliviano y al mismo tiempo ha garantizado 106 años de paz", subrayó ayer Piñera.

La aspiración de los bolivianos. La aspiración de Bolivia, de obtener una salida al mar, ha entorpecido desde el siglo pasado los vínculos entre ambos países, que no tienen relaciones diplomáticas con rango de embajadores desde 1962, con un breve paréntesis entre 1975 y 1978, cuando fracasó el último intento de dar solución a la petición boliviana. Chile ya afronta desde 2008 una demanda interpuesta por Perú ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para modificar a su favor el límite marítimo con su vecino del sur. De las últimas declaraciones del Mandatario chileno, distintos medios internacionales se hicieron eco de la noticia referida al tema marítimo.

Quieren avanzar en la agenda

EL GOBIERNO CHILENO QUIERE REINICIAR LA AGENDA DE 13 PUNTOS CON BOLIVIA, QUE EMPEZÓ EL 2006, ENTRE AMBOS PAÍSES.

132 Años Es el tiempo que Bolivia está enclaustrada sin salida al océano Pacífico