La cancillería boliviana encabezada por David Choquehuanca desistió de presentar un proyecto de resolución sobre la demanda marítima en la OEA, ante la perspectiva de lograr sólo 11 de 33 votos.
Al igual que en la Cumbre de Cancún, Bolivia quedó aislada del contexto internacional, confirmando el fracaso de la política exterior de Evo Morales, que está encerrando al país en una suerte de mediterraneidad política al acercarlo demasiado al “club de las dictaduras” de Ahmadinejad, Gadafi y Chávez.
Sin duda, en la derrota de la OEA pesó el grave error cometido la semana pasada con la visita del ministro de defensa de Irán, el miliciano terrorista Ahmad Vahidi, hecho que generó importantes molestias en varios países de la región.
Lo cierto es que, con esta errada política exterior, estamos cada vez más lejos del mar y Bolivia va camino a convertirse en un Estado Paria.
El cherry sobre la torta fue el pedido de Choquehuanca en la Asamblea General de la OEA, para que Chile entable un diálogo bilateral. Ni en ese escenario privilegiado se entendió la necesidad del multilateralismo. Lo más digno para el canciller sería poner su cargo a disposición del presidente, a la brevedad posible…
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