El gobierno del MAS desde la óptica de un ciudadano de a pie

Walter Parejas Moreno

parejas De hecho, existe una gran crisis en Bolivia, crisis política, crisis económica, crisis en los tres poderes del Estado y la peor de todas, crisis del terrible flagelo del narcotráfico.

Los ciudadanos de este país hemos vivido con la sensación de que los gobiernos que pasaron fueron los peores gobernantes y que los que llegarían mejorarían la situación del país. Que equivocados estábamos, nada hay peor que el actual gobierno y como ejemplo solo hablaré del tema droga.



La generación del 40 que es mi generación, cuando rondábamos los 15, teníamos todas las garantías para andar por cualquier calle de esta bendita ciudad sin ningún peligro, pese a las limitaciones que existían en las áreas de seguridad ciudadana y que el gobierno poco o nada hacía para intervenir en esta u otras áreas cotidianas de una apacible ciudad. Sin embargo pese a estas limitaciones mi generación, recibió una increíble riqueza del ejemplar comportamiento de nuestros padres, tanto en la parte moral como en la furia para defender sus derechos que fueron conculcados por los gobernantes de turno en la década de los 50. .

Hoy los clanes del narcotráfico se campean libremente (peor que en la época de García Meza) y el gobierno no sólo que no interviene seriamente para parar este flagelo, sino que “ignora” que las áreas de plantaciones de coca superan geométricamente a las permitidas por ley y la producción de cocaína es moneda corriente, al extremo de encontrar en un solo operativo más de 200 fabricas de cocaína, además se suscitan en nuestra ciudad secuestros y ajustes de cuentas al mejor estilo de Ciudad Juárez

Y yo me pregunto: ¿éstos son los buenos, los que iban a intentar arreglar el desastre que dejaron los que pasaron por la casona de la Plaza Murillo? ¿De qué lado está el gobierno? ¿A qué grado de criminalidad se debe llegar para que el gobierno le ponga atajo a esta lacra?

Hoy han pasado a segundo plano las protestas de los ciudadanos sobre la falta de proyectos, las limitaciones al trabajo, la falta de libertad, separatismo, terrorismo y la total ineptitud del gobierno, etc. Hoy hay un mensaje que envía el gobierno, preñado de malos augurios acerca de lo que nos espera al ciudadano común, sobre todo a nuestra juventud. El gobierno Boliviano tiene una política de Estado absolutamente clara al respecto, es meramente mediática en defensa de la hoja de coca por el supuesto contenido cultural que representa. Los resultados muestran el fracaso de esta política y la realidad es que el gobierno está perdiendo la guerra contra este flagelo.

Las mafias han penetrado a la cúpula más alta de la policía, tenemos varios ejemplos, pero el más importante es la detención de un general de la Policía (René Sanabria) responsable del departamento antidrogas del gobierno, que está preso en EEUU acusado de narcotráfico.

Me atemoriza escuchar como tema principal en las conversaciones de los grupos sociales, en los análisis de comentaristas y en las noticias, las palabras "justicia, seguridad ciudadana, narcotráfico” en vez de "libertad, trabajo”, etc. Y eso es porque en nuestro país hoy por hoy vivimos con miedo, con la sensación de que el gobierno no está haciendo nada por combatir el narcotráfico, mas al contrario hay demasiada permisividad del gobierno en este tema.

La ministra de Justicia, Nilda Copa, afirmó que el gobierno no está obligado según la Constitución a luchar contra el narcotráfico. “Vuelvo a reiterar, y yo no sé si entienden o no, en ninguna parte de la Constitución señala que es responsabilidad específica de una autoridad electa, es responsabilidad específica y participativa de todos y todas’.

Por su parte en una conferencia de prensa, el ministro de gobierno Llorenti rechazó el informe emitido por la Junta Interamericana de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que criticó la decisión de Bolivia de denunciar la Convención de Estupefacientes de 1961. El Ministro manifestó que esos mensajes muestran una "hipocresía porque tratan de descalificar las acciones de Bolivia y sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico".

Tal como en el pasado los que llegaron a gobernar con promesas de cambio no cambiaron nada; hoy el Movimiento Al Socialismo es la versión más corrupta y prebendalista que ha pasado por el Palacio Quemado, que está permitiendo que algunos amigotes se vuelvan fabulosamente ricos por su proximidad con el poder.

La única salida para mostrarle al gobierno el descontento generalizado del pueblo es la acción colectiva de los partidos de oposición con el pueblo unido, que compartan el costo político y tomen las medidas que hagan falta.

Pero eso no está pasando ni aquí ni en ningún departamento. En toda Bolivia hay versiones de un mismo perfil, inconscientes políticos para quienes ninguna crisis es lo suficientemente grave como para dejar de lado sus ambiciones políticas y personales. Uno lo advierte al cambiar impresiones con alguna gente política que conoce y por la actitud de los jóvenes que ahora se limitan a buscar una seguridad temporal, subastando sus principios.

La denuncia silenciosa

Está comprobado que los millones de MSN, correos, vía móvil e Internet ha logrado exasperar a los políticos de este país.

Hay que seguir denunciando y dar curso a todos estos mensajes que les pongan en evidencia