La flor de patujú reemplaza a la wiphala en la movilización indígena

Sólo el Conamaq porta la wiphala. La generación de 1990 guía a los indígenas en la caminata. CSUTCB pide trazar una ruta que no atraviese el TIPNIS. La propuesta será entregada hoy al Presidente.

image Los indígenas avanzan hacia La Paz portando banderas. APG

Página Siete, Boris Miranda Espinoza / Tijumachi, Beni



La flor de patujú reemplaza a la wiphala en la movilización

Sólo el Conamaq marcha con el símbolo indígena.

PROTESTA. Aunque es reconocida como símbolo de los pueblos indígenas y se la debe izar junto a la tricolor nacional, en la marcha indígena se observan pocas de ellas.

El patujú, al igual que la wiphala, es reconocido como un símbolo oficial del Estado boliviano en la Constitución Política del Estado promulgada en 2009 y desde el lunes es la bandera principal de la marcha contra la construcción de una carretera en el parque nacional Isiboro Sécure de tierras bajas.

Fernando Vargas, presidente de la subcentral de pueblos indígenas del TIPNIS, encabezó la marcha durante gran parte de la jornada de ayer. Portaba una tricolor boliviana. A sus costados lo acompañaban dos dirigentes que provenían de la reserva forestal, ambos con banderas de fondo blanco y una flor de patujú pintada en el medio.

Una de ellas, Miriam Yumbanure, vicepresidenta de la Central de Pueblos Étnicos de Beni, no le da importancia al relevo de la wiphala y señala que el patujú es un símbolo reconocido por las comunidades de tierras bajas.

“Lo importante es que esto es una defensa. Pedimos respeto al territorio, a la Madre Tierra, que se respeten los recursos que ahí hay y que se paralice el proyecto. Nos hemos visto obligados a marchar porque no se nos toma en cuenta”, advierte.

La columna de marchistas, con la incorporación de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP) y de las delegaciones de la etnia chimán, entre otras incorporaciones, se acerca al millar de personas. Sin embargo, la wiphala casi no aparece, solamente la llevan los delegados del Consejo Nacional de Marqas y Ayllus del Qullasuyu.

Tres símbolos de los pueblos originarios flamean en manos de miembros del Conamaq mientras que el resto de las delegaciones marcha con banderas con la flor de patujú, tricolores bolivianas, arcos y flechas, tambores o pancartas de las centrales y sindicatos a los que pertenecen.

El mallku de Industrias Extractivas del Conamaq, Rafael Quispe, dijo que todas las poblaciones se identifican “por igual” con la wiphala y con el patujú.

Entre bromas señaló que con la llegada de los nuevos marchistas del occidente se verán más wiphalas en la movilización. 80 miembros del Conamaq se sumaron ayer a la caminata.

La insignia de los pueblos indígenas de tierras altas estuvo presente en las marchas originarias desde antes de 1990, sin importar que la caminata esté organizada por la CIDOB, los indígenas de tierras altas o de los campesinos y colonizadores.

En los últimos años, la wiphala y la bandera azul y negro del MAS desfilaron juntas en protestas como la marcha por la Constituyente o el cerco cruceño.

Horas de la marcha

04:00 La movilización partió desde Puerto Varador y emprendió la caminata hasta el campamento que se instaló bajo el puente de Tijamuchi.

15:00 Las delegaciones comienzan a llegar al destino e inician el descanso y el reparto de alimentos. Cada organización se responsabiliza de los almuerzos de sus miembros.

16:30 Comienza la reunión de los dirigentes de la marcha contra la carretera que cruzará por el TIPNIS, se definen aspectos logísticos y se pide mayor disciplina.

17:00 Una avanzada de la marcha se dirige a Fátima de Moxos para definir cómo se levantará el otro campamento.

18:00 Una delegación de la Defensoría del Pueblo visita el lugar y conversa con algunos dirigentes de los indígenas.

La generación de 1990 guía a los indígenas en la caminata

Anahí Dignidad nació en la Marcha por la Dignidad y el Territorio.

EXPERIENCIA. En la columna de marchistas que se aleja lentamente de Trinidad, bajo un sol abrasador, se recuerda historias y anécdotas de la primera marcha indígena.

imageLos indígenas están afrontando dificultades en la marcha.

Página Siete

Anahí Dignidad Líder nació cuando la histórica marcha por la Dignidad y el Territorio daba sus primeros pasos en 1990 y por eso tiene ese segundo nombre. Hija de madre marchista y dirigente sindical, 21 años después le toca caminar rumbo a La Paz representando al pueblo sirionó.

En la multitud es una de las más conocidas precisamente por las circunstancias, el lugar y la fecha en que nació. Ayer fue su cumpleaños. No habló con ningún periodista, se quedó junto a su comunidad en el campamento del río Tijumachi (Beni).

En la marcha que se opone a la construcción de la carretera que atravesará por el núcleo del TIPNIS se recuerda la caminata de 1990. Ese momento fundacional de la trayectoria y logros de los pueblos indígenas de Bolivia es la referencia obligada, ahora que las etnias y nacionalidades de tierras altas y bajas vuelven a caminar rumbo a La Paz.

Esa generación, la que llegó a reunirse con la administración de Jaime Paz Zamora y logró que el parque Isiboro Sécure sea nombrado un Territorio Comunitario de los pueblos originarios, ahora guía los pasos de los jóvenes que el lunes recién supieron lo que significa caminar con abarcas sobre asfalto, a más de 35 grados bajo el sol abrasador.

“Lento se llega más lejos”, grita el presidente de la Subcentral del TIPNIS, Fernando Vargas, a la cabeza de la columna que a primeras horas de ayer comenzó a acelerar el paso dejando atrás al resto de las delegaciones. Los jóvenes, entusiastas, corrieron durante la primera hora de caminata. Sucumbieron pronto y más de uno terminó exhausto sobre una camioneta.

De hecho, la marcha avanza con más lentitud. El primer día se recorrieron 16 kilómetros y ayer sólo se avanzaron 12, desde Puerto Varador hasta el campamento que se instaló bajo el puente del río Tijumachi (que conecta con el Mamoré).

En 1990, el dirigente Fernando Vargas tenía menos de 25 años y ese 15 de agosto de 1990 fue uno de los organizadores para que las comunidades del Sécure salgan en canoas y partan desde Trinidad. Su predecesor en la dirigencia del TIPNIS, Adolfo Moye, seguía los cursos primarios en la comunidad Santísima Trinidad, a pocos kilómetros del río Isiboro.

Mientras tanto, hace 21 años, alguien más joven, Bienvenido Sacu, también se ocupaba de la logística para que la delegación de guarayos se incorpore a la gran convocatoria de los pueblos de tierras bajas para reclamar ser reconocidos por el Estado.

Sacu, ahora es diputado indígena y cuenta que por las actividades organizativas casi no pudo participar en la primera marcha de los años 90, aunque asegura que sí caminó en las posteriores movilizaciones de 1996, 2002 y 2008.

Adolfo Moye, uno de los promotores de la actual movilización que planea llegar esta tarde hasta la comunidad de Fátima de Moxos (a 42 kilómetros de Trinidad), comentó que cerca a una treintena de dirigentes y líderes de etnias que caminan actualmente participaron de la marcha por la Dignidad y el Territorio. Ellos sugieren dónde hacer las paradas de descanso y cómo resolver los problemas cotidianos, como las enfermedades y la distribución de alimentos.

Página Siete visitó la próxima parada de la columna de marchistas y constató que éstos serán recibidos con música y una celebración organizada por el corregidor de la población. Desde que comenzó la movilización dormirán por primera vez bajo techo, en los ambientes de una antigua escuela que ahora está desocupada.

Con la incorporación de nuevos miembros del Consejo Nacional de Marqas y Ayllus del Qullasuyu, las comunidades chimanes, los guaraníes y la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), la marcha alcanzó ayer alrededor de un millar de personas aunque la dirigencia de la asegura que ya son 1.200 los que caminan hacia La Paz.

Avanza la marcha

Ampliación El lunes partieron de Trinidad al menos 500 indígenas con destino a la ciudad de La Paz en señal de protesta ante el anuncio gubernamental de construir una carretera por el TIPNIS. Ayer, según reporte del periodista de Página Siete, son más de un millar de marchistas aunque la dirigencia del sector habla de al menos 1.200 personas.

Cansancio La columna de hombres y mujeres ayer avanzó con más lentitud que el día anterior. Hay problemas de dotación de agua potable.

Se presentan dificultades en la distribución de agua

Los principales dirigentes indígenas benianos, Pedro Vare y Fernando Vargas, el primero de la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CPIB) y el segundo de la sub central Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, reconocieron por separado que existen dificultades que afectan la movilización de los 700 marchistas que partieron el lunes de Trinidad con destino a La Paz, según Erbol.

“Nos falta transporte para llevar la carga de cada grupo étnico: carpas, alimentos, mochilas, ropa y otros equipos”, dijo el dirigente Pedro Vare y agregó que “ese factor genera un cierto retraso en la dinámica de los marchistas que quieren recorrer más de 20 kilómetros/día para llegar a su objetivo final”.

Por su parte, Fernando Vargas identificó que la falta de agua, durante el tramo Tijamuchi-Fátima, Lomas del Amor y San Ignacio de Moxos, será un problema mayor y por ello insisten en negociar con “amigos de los indígenas” la dotación de un carro cisterna para que acompañe la caminata. “Ya está casi asegurado este tema, pero no deja de ser una preocupación”, agregó el líder nativo beniano. Esta mañana los marchistas partieron a las 04:30 y recorrieron 10 kilómetros, desde puerto “Los Puentes” al río Tijamuchí.

CSUTCB pide trazar una ruta que no atraviese el TIPNIS

Los campesinos solicitaron cambiar el trazo o paralizar las obras de la segunda fase de la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. La propuesta será entregada hoy al Presidente.

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San Ignacio. Una excavadora y una mototrailla limpian el sector donde se instalará el campamento.

La Razón – TEÓFILA GUARACHI

La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) solicitó al Gobierno, a través de un voto resolutivo, cambiar el trazo de la ruta del tramo II que atraviesa el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). La información fue confirmada por Roberto Coraite, secretario ejecutivo de la organización.

“El desvío de la construcción de la carretera Villa Tunari (Cochabamba)-San Ignacio de Moxos (Beni), en el tramo II o segunda fase, debe ser por San Borja-Santa Rosa-Villa Tunari”, refiere el voto resolutivo en su artículo tercero. El texto fue aprobado ayer en el ampliado nacional extraordinario.

Tras el ampliado, Coraite solicitó al Gobierno suspender la construcción del tramo II si no se realiza este cambio. “Planteamos una alternativa de una construcción bordeando el territorio de nuestros hermanos, o de otro modo se debe suspender este proyecto”, dijo el dirigente.

PARQUE. El dirigente campesino reconoció que el proyecto actual afecta la biodiversidad del parque nacional y recordó que es una obligación de la población “la defensa de los derechos de la Madre Tierra”. Advirtió que un proyecto de esta magnitud no puede ser frenado y “tampoco significa frustrar un proyecto de esta envergadura”.

Con la determinación emitida en el ampliado, los campesinos respaldaron asimismo la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, en su primer y tercer tramo.

Coraite informó a La Razón que la propuesta de cambiar el trazo de la carretera, en su segundo tramo, fue consensuada con los dirigentes campesinos de la Federación Departamental   del Beni, por lo que el documento será presentado hoy al Presidente .

La propuesta no tiene un estudio técnico ni económico, por lo que se desconoce los costos que implicaría la concreción de la sugerencia.

Mientras, cientos de indígenas cumplen hoy su tercer día de marcha hacia la sede de gobierno. En el voto resolutivo aprobado ayer, los campesinos “ratifican (de igual manera) la lealtad con el proceso de revolución y con nuestro hermano Presidente”.

Ayer en La Paz continuaron sumándose las organizaciones que apoyan a los indígenas del TIPNIS en el rechazo a la construcción del II tramo que dividiría la reserva natural. Desde Sucre, el Observatorio de Derechos Humanos, integrado por 40 organizaciones de la sociedad civil e instituciones educativas de Chuquisaca, pidieron la creación de un escenario de diálogo sincero entre los pueblos del TIPNIS y el Gobierno sobre la construcción de la carretera Cochabamba-Beni.

"Convocamos a los representantes de ambas partes a buscar las mejores vías de transformación y resolución del conflicto, basados en las premisas de la paz social y búsqueda de salidas alternativas”, señala el pronunciamiento de este organismo social.

Coraite también sugirió al Gobierno y a los indígenas entablar la mesa del diálogo y se ofreció como intermediario. Finalmente, el representante de los campesinos advirtió de que existen más de 14 ONG que están apoyando la movilización, por lo que solicitaron la “expulsión inmediata” de ellas.

Comunidades del TIPNIS

El parque toma su nombre de los ríos Isiboro y Sécure. En la región habitan 64 comunidades, en su mayoría chimanes, yuracarés, moxeños y trinitarios. Según el censo del 2001, en Bolivia hay 6.351 chimanes, 1.809 yuracarés y 4.228 moxeños.

A la espera de señales para dialogar

El Gobierno está a la espera de que los indígenas de la CIDOB den señales positivas para dialogar sobre la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, definan su trazo y no continúen con su rechazo a este proyecto.

Así lo mencionó el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, quien lamentó que los indígenas hayan iniciado una marcha el lunes desde Trinidad (Beni) con destino a La Paz y eviten dialogar con el Gobierno sobre el TIPNIS. 

“Los indígenas hasta ahora nunca han mostrado un solo hecho que pueda establecer esa acción de poder conversar; necesitamos señales positivas que ellos expresen que quieren dialogar con nosotros, pero hasta ahora lo único que encontramos son descalificaciones, insultos, amenazas, etc”.

El ministro de Comunicación, Iván Canelas, recordó que el Gobierno en varias oportunidades convocó a los indígenas del TIPNIS al diálogo para definir el trazo del tramo II, pero hasta el momento no lo aceptan. “Nosotros siempre hemos planteado el diálogo y como respuesta hemos recibido una negativa. Antes de la marcha les hemos dicho dialogaremos y ahora que han comenzado su marcha les volvemos a decir dialogaremos. Por lo menos que digan si quieren o no dialogar y fijaremos en qué lugar lo vamos a hacer”, sostuvo el funcionario.

A decir de Canelas, existen Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que están induciendo a los indígenas a que realicen la marcha y no opten por el diálogo, “que es el mejor mecanismo” para resolver los problemas.

“Creemos nosotros que es una prioridad construir esta carretera y lo que queremos es consensuar con los hermanos indígenas cómo lo vamos a hacer, por dónde lo vamos a hacer y para eso necesitamos dialogar”, afirmó Canelas.  El viceministro Navarro cree que existen “otro tipo de motivaciones en los indígenas”, pero no precisó cuáles son éstas.