Jimmy Ortiz Saucedo
“Romero calificó de traficantes a dirigentes indígenas de la marcha. El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, acusó ayer a algunos dirigentes indígenas de traficar madera y tierra, por lo que a su criterio, la movilización en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), sólo es un pretexto para proteger el interés de los sindicados y no así por preservar la región, que rechaza la construcción del segundo tramo de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos – ´El ejercicio de este derecho propietario indígena se ha distorsionado por parte de algunos dirigentes, algunas personas que han desarrollado una serie de vínculos y nexos ilegales en torno al tráfico de tierras`, aseveró Romero en conferencia de prensa en Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz – Mostró documentos ´clasificados` sobre denuncias de tráfico de tierras tituladas por el Gobierno, de parte de indígenas a personas particulares, nacionales y extranjeras desde 2010, de acuerdo con un reporte del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), a los que se sigue un proceso judicial”. (El Mundo)
El Ministro de la mirada penetrante descalifica a los indígenas de tierras bajas. Ayer cuando él era parte importante de le ONG Cejis, brazo derecho del MAS y fuente de Ministros, los consideraba santos. Ayer Evo Morales les prometía descolonizarlos, hoy los coloniza con sus cocaleros de la muerte y quiere partirles su habitad por la mitad. Ayer le daban tarjetas para sus celulares, hoy los pinchan. Ayer el MAS hablaba de un país plurinacional con rostro indígena, hoy los toma como carne de cogote. Por eso para el MAS. Los indígenas ayer eran santos, hoy son diablos.
Los indígenas eran buenos ayer, cuando eran sus aliados incondicionales y hasta sus tontos útiles. Hoy son contrabandistas de madera, amigos del imperio y de la derecha. Mefistófeles en persona. ¡Qué patética doble moral!
Hoy Morales y su partido comienzan a mostrar su verdadera alma a los indígenas. Trágica realidad para nuestros originarios, entender que fueron utilizados para darle el toque social al masismo cocalero autoritario y antidemocrático. Hoy las wiphalas que invento el MAS ya no aparecen en la marcha. La wipha es del MAS, nunca fue de los pueblos indígenas.
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Un modus operandi que caracteriza al MAS y su gobierno es la descalificación del adversario. Es una de sus "cualidades" más notorias. Siempre comienzan cualquier exposición o discusión, echando sombras sobre la personalidad y la vida de su casuales adversario. Ellos son los únicos capaces de tirar la primara piedra, ellos no miran a su interior, son puros e inmaculados. Siempre tienen la moral para denigrara a los demás. Menos mal que la mujer judía encontrada en adulterio, en el pasaje del evangelio, no se encontró con ellos. No dudo que le hubieran partido la cabeza de un piedrazo, en presencia del Maestro de Nazaret.
El MAS antes de criticar, debiera mirar a su interior, buscando la viga que tiene en el ojo, en lugar de ver la paja en ojo ajeno. ¿O es que no son un partido de los cocaleros ilegales del Chapare? ¿No es que El Chapare es denominada zona roja del narcotráfico? ¿No es que hay incluso niños narcos metidos en este sucio negocio? ¿No es que en julio del 2007 se encontraron 351 fabricas de cocaína en el chapare la tierra de los narcotraficantes? ¿No es que son un partido que no respeta la Democracia y la ley, donde el propio Presidente dice que "le mete nomás y luego sus abogados lo arreglan"? ¿No son tanto a más corruptos que los neoliberales, a la cabeza de Santos Ramírez y sus muchachos? Sin considerar las otras "virtudes" que tienen los masistas, como lo tenemos todos los humanos.
¿Entonces, cuál es su moral? ¿De qué pueden enorgullecerse? El MAS es un partido tradicional como lo son ADN, el MNR y otros. Son MAS de lo mismo. ¿Quién en esta viña del Señor se puede vanagloriar de su limpieza?
Es necesario que el MAS cambie de métodos y de actitudes. Cosa muuuuuy difícil, pero remotamente posible.
En el caso del TIPNIS y en todos los conflictos, el MAS de Evo Morales debe ver el fondo de los problemas y solucionarlos con sabiduría, hasta donde ello es posibles, no concentrase en la calidad moral de los circunstanciales adversarios.
Los conflictos entre humanos son eso, conflictos entre humanos, no son conflictos entre dioses y diablos.