Daniel A. Pasquier Rivero¿Otro punto de bifurcación, de la retórica acostumbrada desde 2006? El enfrentamiento presente en la sociedad boliviana no parece ser ideológico sino más bien pragmático y ético. Habitamos un territorio que posee de todo en cantidades incalculables, y hay mucho más escondido por una carencia educativa manifiesta, cuando la educación es la principal herramienta para el progreso y desarrollo material, económico, social y político de los pueblos. Sin embargo, el estado ilegal parece haber cobrado mayor fuerza.La actitud del gobierno del Estado Plurinacional (EP) genera desconfianza. La marcha de todos, la de los indígenas del TIPNIS, fueron 66 días de lucha contra el hambre, la sed y el hostigamiento, pero consiguió que Evo Morales los reciba –lo habían esperado 60 horas en la Plaza Murillo-. Pocos aplausos fue el reconocimiento a su salida de Palacio “al encuentro de los hermanos”. Durante jornadas tensas pero positivas se fueron perfilando soluciones y propuestas, proyectos de ley, reglamentaciones, etc., sobre los 16 puntos demandados, con concesiones de ambas partes. El país entero festejó y colaboró al retorno de los indígenas a sus hogares. Pero al MAS le bastó desmovilizar a los marchistas para arremeter con todo contra lo firmado y sus actores. El mismo presi encendió la mecha reconviniendo al gobernador y al alcalde cochabambino por su silencio y apoyo indirecto a los marchistas; los cocaineros (cocaleros que producen coca para el narcotráfico) declararon la guerra a los indígenas y el rechazo a lo pactado por el presidente de las Seis Federaciones. ¿Dónde queda la credibilidad del gobierno, la fe en el Estado? La corrupción alcanzó al contrato de construcción de la carretera que atraviesa el TIPNIS. Denunciada ante el Ministerio Público y en extenso (www.msm.bo/2710/2011). Contra informe oficial de técnicos del mismo viceministerio (VIPFE-DGPP-VIFSI-00029-2008), ABC firmó Contrato; otros informes de enero, 2009 y 26/3/2009, que señalaban sobreprecio entre 100.6 y 199.07 millones de dólares, no fueron atendidos. Y cualquier conflicto queda en manos de BNDES, el financiador, y bajo leyes brasileras. Con candado.La producción y tráfico de drogas; el impacto de la economía de la cocaína en la economía del país es un monstruo de mil cabezas. ¿Cómo se financiarán las empresas del Estado y, sobre todo, con qué recursos mantendrán abultados déficit generados en su gestión? ¿No llama la atención ver un edificio millonario, con solo unas pocas heladeras y cocinas a la venta, mientras entran y salen civiles y uniformados? El informe de la UNODC merece varias lecturas detenidas (http://www.unodc.org/documents/data-and-analysis/Studies/Illicit_financial_flows_2011_web.pdf). El mundo ya puso los ojos en el EP del MAS. Brasil, Argentina y Chile desarrollan planes de contingencia para la contención del tráfico de drogas. Envían a sus más altos representantes sectoriales a La Paz a tratar el tema; invierten en tecnología de punta para la detección por tierra y aire de todo movimiento sospechoso. Manifiestan en foros internacionales su voluntad de colaborar con las autoridades bolivianas en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico. El embajador de Dinamarca, Morten Elkjaer (Erbol 31/10/2011), ¿sentimientos compartidos con otras delegaciones?, ha manifestado “Hay preocupación en todo el mundo sobre el narcotráfico”, y al mismo tiempo reclamó que el estudio “respecto al consumo de coca”, para lo cual han dado financiamiento, “Tiene que ser un estudio bien hecho y de calidad”, es decir, confiable. Dicho de otra manera, ¡basta de mentiras, de corrupción y de narcotráfico! La tensión va en aumento. Se decomisan toneladas de droga en frontera, se detienen personas y hay muertos de por medio. ¿Hasta cuándo estas acciones se mantendrán más allá de las fronteras? ¿Hasta cuándo aguantarán los nervios de nuestras autoridades? ¿Hasta cuándo asumirán los mismos narcos más pérdidas como riesgo calculado? El presidente de pronto se sale de sus casillas, hasta en reuniones del más alto nivel, en tono inimaginable en reuniones entre pares, convocados para analizar y discutir soluciones a problemas compartidos. En Paraguay tropezó con Chile por matices en la declaración final; objetó la presencia del Rey de España, símbolo colonizador de 500 años; concepto muy personal del presidente porque, entre otras cosas, el Rey Juan Carlos representa una de las democracias más avanzadas en el mundo y la representación colonial abandonó estas tierras hace 186 años, y de Cuba, menos. Pero en el EP se ensaya la confrontación como recurso para definir poder. La praxis de “el último recurso” cuando hay “proyectos irreconciliables de sociedad” es resolverlo midiendo fuerzas físicamente; toda una declaración de vocación radical antidemocrática expresada por el vice García en “Tensiones Creativas de la Revolución” (2011). Receta que ha sido aplicada por sus promotores sin medir costos, traducidos en muertos y otros. El gobierno y la ciudadanía están ante la alternativa de apoyar y desarrollar la actividad lícita, legal, honorable, éticamente aceptable, dentro del amplio respeto a los derechos y deberes ciudadanos en un Estado de Derecho. El trabajo honrado, en términos clásicos. O, por el contrario, abrazar decididamente, no solapada, al modelo alternativo: jugar al progreso material del país sobre una economía informal, ilegal y, en última instancia, delincuencial. La magnitud de los recursos provenientes de la principal actividad ilícita, producción y comercialización de cocaína, terminará contaminando toda la estructura económica, social y política del Estado. Sepultando valores cívicos, sociales y políticos, personales e institucionales. Tirando por la borda lo avanzado en la construcción de un estado con democracia, incompatible en última instancia, con el crimen institucionalizado. ¿El EP está en una encrucijada o es Bolivia la que enfrenta una de sus últimas oportunidades de levantarse y construir con dignidad una Patria para todos?