Necesitamos crear una nueva visión de país

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz1 “Afirman que el cardenal no toma partido al recibir a políticos (El Deber 27-02-12).- El cardenal Julio Terrazas, como autoridad religiosa y moral no está tomando partido por ninguna facción política, recibe a quien solicita audiencia, justamente, para escuchar en su calidad de pastor y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB)”.

La visión de país que presentó el Movimiento Al Socialismo de Evo Morales y los cocaleros llega a su fin. Con sus defectos y virtudes, más los primeros que los segundos, se agota aceleradamente.



La revolución "democrática" y cultural que planteó el estado plurinacional solo fue una simple máscara. De democrático no tuvo nada, fue por el contrario una dictadura más de las que ha tenido esta atribulada patria. Con presos políticos, con exiliados, con cercos armados a ciudades, con asesinatos políticos, sin Estado de Derecho, sin independencia de poderes, sin libertad de prensa, sin respetar la voluntad del pueblo expresada en las urnas para elegir a sus autoridades, con mucha coca-cocaína, con muchísimo odio étnico y deseo de venganza.

Esta "democracia" no tuvo nada que ver con la verdadera democracia, la democracia de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, la democracia internacionalmente aceptada.

Esta receta chavista fue la versión Siglo XXI del Plan Cóndor.

Necesitamos dejar de ser el país fallido. Evo Morales no pudo ser el líder que el pueblo boliviano necesitaba. No dio la talla de estadista. Mucha gente se siente defraudada con Su Excelencia, igual que ayer se sintió defraudada por Goni.

Por eso ambos son los lideres mas resistidos de Bolivia: Goni con 52% y Morales con 36%, según encuesta de IPSOS para Página Siete del 27/02/2012.

Hoy los demócratas de Bolivia, que es la gran mayoría del país, tienen el deber insoslayable de plantar una nueva visión de país. Un verdadero proceso de cambio que nos saque del incomodo tercer mundo. La concertación chilena y el reciente ejemplo de la Mesa de Unidad Democrática en Venezuela, nos muestran el camino.

Se tiene que rescatar lo mejor del pasado, no todo estuvo malo, y sobre ello mirar un horizonte de 50 años, buscando la Bolivia que todos deseamos y que nunca hemos podido lograr. Necesitamos imperiosamente salir de nuestro fracaso histórico.

Necesitamos que esta alianza sea una alianza de principios y no de personas. Considero que esto es fundamental. Las ideas quedan, muchas de ellas son inmutables, y las personas pasan, todos somos efímero. Los hombres somos un instante agridulce en la eternidad.

Quiero contribuir a la construcción de esta visión de país, con un trabajo que hice tiempo atrás y que al parecer le está llegando su hora. Fue mi sueño del 2008, lo llamé el decálogo de la Cruceñidad, que bien se puede llamar el decálogo de la Bolivianidad. Contiene un conjunto de principios filosóficos que nos pueden servir de base:

Decálogo de la Cruceñidad

1.- Creemos en la "Libertad", como condición natural del ser humano.

2.- Creemos en la "Democracia (ver Carta Democrática Interamericana)", como única forma civilizada de gobierno.

3.- Creemos en la "Autonomía Departamental", camino para lograr nuestro desarrollo Departamental y sacar a Bolivia de su fracaso histórico.

4.- Practicamos la "Ética Cristiana", como base espiritual de nuestra cultura. La Cruz de Cristo, que escogimos como nombre del Departamento, es nuestra guía y máxima protección.

5.- Creemos en la "Capacitación de los Recursos Humanos", como pilar de nuestro desarrollo y única forma de salir de la pobreza con dignidad. Los Recursos Humanos son nuestra principal riqueza.

6.- Creemos en una "Sociedad Basada en el Trabajo", como la forma más digna de alcanzar el bienestar económico y social.

7.- Creemos en una "Economía no Dogmatica", donde coexistan la empresa pública, privada, social y mixta (ver Modelo Jesuítico-Chiquitano).

8.- Creemos en el "Desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente", como forma de coexistencia armónica del hombre con la naturaleza.

9.- Somos orgullo de nuestra condición de "Nación Indígena y Mestiza". Nuestra fuerza nace de la sinergia del viejo y del nuevo mundo. Aceptamos entre nosotros a todos los hombres del mundo, que venga a sumarse a nuestra cultura de paz, progreso y bienestar.

10.- Creemos en la "Igualdad de Oportunidades Para Todos", camino seguro para encontrar la justicia social.