Desde las 23.40 hora local en Chile, el artista italiano Salvatore Adamo impactó al público presente en la tercera noche de Festival de Viña del Mar 2012 al mostrar todo su talento como compositor y cantante vigente por más de 50 años de carrera, lo que le significó una Antorcha de Plata, una Antorcha de Oro y una Gaviota de Plata.
El público pidió Gaviota de Oro, pero el show debía continuar y el artista se llevó el aplauso y cariño tras 70 minutos de presentación.
Adamo se presentó después que la multitud del espectáculo realizado en la Quinta Vergara de Viña del Mar, pedía a gritos que volviera la cueca chilena de Daniel Muñoz, y antes del legendario Morrissey, sin embargo los aplausos no se hicieron esperar al abrir su show con “Es mi vida”.
De inmediato dejó a “todos abrazados”, afirman los testigos del Festival, mientras cantaba”Un mechón de tu cabello”, que lo popularizó en la década de los 60 en dicho país, junto a “Porqué yo te quiero” y otras más. Canciones que, según afirmara días atrás el cantautor Manuel García, son la base para componer buenas obras.
Salvatore Adamo dio el ejemplo con un canto en que no hay necesidad de equipos de sonidos especiales y trucos, ya que le basta solo su talentosa voz, la clave de su éxito a los 68 años, que trasciende las generaciones.
Después de sus éxitos “Quiero”, “Mañana en la Luna”, “Era una linda flor”, explicó que también le gustaban otros tipo de canciones más divertidas.
Con “Nuestra novela”, llegó al corazón de los miles que lo escucharon y corearon, y al cantar la emotiva canción “Arroyo de mi infancia”, confesó que se sentía inseguro sin su guitarra colgada al cuello.
“Mis manos en tu cintura” fue una de las más esperadas y “En bandolera”, cerró el show que le otorgó la Antorcha de Oro y Plata.
Se despidió aún con Inch Allah para la paz en el Medio Oriente y “La Noche”, en una memorable presentación que le valió conquistar la Gaviota de Plata.
En la rueda de prensa respondió a los periodistas sobre el miedo de cantar antes o después de otro estelar. Para superar el miedo, explicó, reconoce que “siempre me apoyo en las canciones más conocidas (…) pero la emoción del público, a veces logra que se me olvide la letra de algunas canciones, en este caso, la gente fue muy indulgente”, según publica Festival de Viña.
“Realmente ese cariño, esa amistad, esa forma de amar es mi motor”. Adamo explicó además que el viaje para llegar a Chile es muy largo, “pero al final está la magia, es un calor que tiene otro valor”.
Fuente: www.lagranepoca.com