Vicecanciller: “Si Chile no negocia otros puntos de la agenda, Bolivia abrirá procesos”

Alurralde  habló sobre la difícil relación con el vecino país. “Es una pena resolver todo en cortes, pero parece el único camino”, señala.

image De izq. a der.: Cándido Tancara, jefe de redacción de Página Siete; Juan Carlos Alurralde, vicecanciller, y Javier Viscarra, editor de opinión.

Página Siete La Paz Ximena Paredes
Esta semana, Página Siete conversó con el vicecanciller Juan Carlos Alurralde sobre la agenda boliviana internacional. Sobre la demanda marítima contra Chile dijo que si bien el fundamento jurídico está identificado, aún no se ha definido qué pedirá Bolivia en la demanda.
Página Siete.- Sobre el tema Chile, mientras dure la construcción de la demanda marítima, pareciera que el diálogo se mantendrá estancado. ¿Qué es lo que va a suceder con todos los otros temas de la agenda binacional?
Nosotros tenemos la posición de estar abiertos al diálogo. Lo hemos planteado desde diversas instancias, pero hay un vacío donde solamente escuchamos el eco de nuestra invitación. Incluso lo hemos hecho por medio de notas verbales y otros medios diplomáticos, sin obtener respuesta.
Recordemos que en noviembre de 2010 Chile tenía que presentar una propuesta concreta, factible y útil sobre el problema marítimo, pero no la tienen; no han logrado construirla, visualizarla en la práctica. Más bien hay una serie de elementos discursivos dilatorios. Por eso el Presidente ha dicho “basta de dilación, que realmente se presente una propuesta, algo desde donde empezar a trabajar”. Pero Chile no tiene una propuesta, o no tiene la voluntad política de presentarla o no tiene la capacidad interna de construirla.
Y claro, esto bloquea el resto de la agenda. Inicialmente, después del 23 de marzo del año pasado, nosotros tuvimos una reunión con altos funcionarios de la Cancillería de Chile; ellos dijeron que el punto 6 (demanda marítima) estaba congelado por el anuncio de Evo Morales, pero que en los demás puntos deberíamos seguir avanzando.
En ese sentido, nosotros intentamos continuar -tenemos las notas verbales-, sobre todo respecto al Silala, que es muy sensible, pero la respuesta ha sido el silencio.
El único tema que sí lo han trabajado es el del puerto de Arica, donde ha habido una reunión de libre tránsito y cuando se propuso tratar el tema en el mecanismo de consultas políticas, inmediatamente fue rechazado. Ellos no quieren reunirse en el mecanismo de consultas políticas.
Página Siete.- ¿Qué va a pasar, entonces, mientras el diálogo esté congelado?
Una opción es demandar todos estos puntos, en los cuales Chile tiene obligación en derecho internacional, a un mecanismo de resolución de controversias, donde con seguridad el caso del Silala sería expedito por su claridad. Es sencillísimo hacer que una corte se pronuncie sobre el Silala, pero es una pena que tengamos que resolver todo en las cortes’ vamos a estar en juicios toda nuestra vida con Chile, pero pareciese que ése es el único camino que ellos nos dejan como opción.
Para ellos la demora es mejor, porque, por ejemplo, el agua sigue discurriendo hacia Chile y lo mismo ocurre con los otros temas. El mantenimiento de esa política en Chile es justamente para mantenernos en esta limitación de desarrollo, cortar el desarrollo del país.
Página Siete.- Y si pareciera que ésta va a ser la vía, ¿qué va a esperar Bolivia para arrancar con esos otros procesos paralelos?
Estamos tomando el eje central, que es el tema marítimo. Nos estamos concentrando en eso y todavía abrigamos esperanza de ir abordando (con Chile) los otros. Pero si ellos han cerrado la agenda totalmente, nos van a obligar a acudir a otros mecanismos para los otros puntos de la agenda.
Todavía no lo estamos haciendo; sin embargo, muchos de nuestros abogados ya han estudiado los casos posibles que podía haber en los otros temas. Ya ha habido un primer análisis jurídico de las oportunidades y espacios de presentar procesos sobre otros temas y hay una evaluación muy positiva.
Página Siete.- ¿Y no es mejor buscar soluciones más prácticas en todos los temas? Por ejemplo, ya hubo una propuesta chilena sobre el Silala, que no llegó a consolidarse. Ellos ofrecieron pagar un monto por esas aguas.
Nosotros estamos dispuestos y abiertos a hablar de todos los temas sin exclusión, incluso del tema marítimo. Si por ejemplo Chile, en un gesto inesperado, llega a la OEA y presenta una propuesta frente al hemisferio, entonces eso cambia absolutamente todo el escenario.
Página Siete.- Seguramente la Cancillería boliviana ha establecido los escenarios posibles ante el futuro resultado de la demanda contra Chile. Si se pierde quizás se agota el último recurso posible. Pero si se gana, ¿cómo se visualiza una rebolivianización de los territorios eventualmente recuperados tras un supuesto juicio?
Evidentemente, la demanda es un tema muy sensible, por ello debe estar muy bien fundamentada jurídicamente. Y que realmente trascienda los derechos que sentimos de volver al Pacífico. En este sentido no está definido el petitorio, que viene después de la argumentación jurídica; es decir, lo que Bolivia le pedirá a la Corte que resuelva con Chile. Y en esto aún no está definido lo que Bolivia pedirá en la demanda, si serán los 400 kilómetros de costa, una compensación similar en otro lado u otra posibilidad.
Estamos trabajando en eso. No olvidemos que si uno pide la luna y las estrellas, y si la corte rechaza la demanda, eso sería un fracaso. Y si pide algo menor, nos estamos autolimitando. El país debe pedir algo que la Corte pueda responder y encaminar hacia una solución.
Lo que sí estamos ahora seguros es que tenemos el argumento jurídico sólido. Nos ha tomado más de un año de trabajo fuerte, bajo un equipo sólido. No vamos a demorar tantos años como Perú, eso sí lo puedo anunciar, va a ser mucho más pronto.
Página Siete.- ¿No es posible trabajar en la OEA con el auspicio de un tercer país? Por ejemplo, el año 83, con Colombia como nexo, se logró una gran resolución en la que se mencionó la soberanía para Bolivia. ¿No se puede de esa manera encaminar ahora el diálogo?
Desde la Asamblea que se realizó en El Salvador el año pasado detectamos que varios países quisieron fungir como mediadores o facilitadores, pero Chile no acepta, señala permanentemente que es un tema bilateral. Nosotros sí lo veríamos con buenos ojos.
Página Siete.- Sobre la organización del servicio diplomático, ¿cuántas nuevas misiones se han abierto o planean abrirse?
Nosotros privilegiamos la relación sin exclusiones con todos los países, aunque no es posible tener representaciones en todos; lamentablemente el costo del mantenimiento de una embajada es alto. Sin embargo, se ha definido la apertura de tres nuevas embajadas. La primera se va a producir este año y va a ser la embajada en la India, uno de los grandes países emergentes con un gran potencial industrial, tecnológico y un deseo de cooperación sur-sur. Es un socio estratégico muy importante.
El próximo año será Corea del Sur, que también es otro de los grandes países emergentes. Y Sudáfrica, que será sede de la tercera embajada que abrirá el país.
Página Siete.- ¿Cómo fueron las reuniones que se desarrollaron en Viena por la campaña del acullicu?
Después de la exitosa participación del Presidente, hemos tenido una treintena de reuniones bilaterales importantes. Con Austria, por ejemplo, su Presidente le expresó a nuestro Mandatario su apoyo para el acullicu y eso muestra que Europa no actuará en grupo. Holanda, Luxemburgo, España y Portugal se expresaron favorablemente sobre la reserva boliviana (a la prohibición de la hoja de coca), lo que proyecta cuál es la “temperatura” europea.
Francia exteriorizó, sin embargo, preocupaciones con relación a la reserva, junto a Rusia y Japón. Son tres de 30 que han expresado un desacuerdo inicial, pero no definitivo, sobre la posición boliviana.
Con África el mensaje es muy claro y seguro tendremos una buena respuesta. Con el hemisferio y la región en particular no vamos a tener problemas, excepto Chile que en la resolución del GRULAC en Viena se opuso, argumentando la intangibilidad de los tratados.
Página Siete.- Y el caso norteamericano, ¿no convendría tener de aliado a EEUU en este tema que alejado por otro tipo de problemas que se han presentado en la última época?
Se ha previsto esto en el convenio marco, incluso hubo un comunicado de la embajada en el que se mencionó específicamente que respetan el acullicu. Ahora sobre la reserva, ellos han mencionado que la están estudiando para ver si no afecta su ordenamiento interno (no el externo).
“Bolivia ahora tiene una silla efectiva en el sistema internacional, es muy respetado”
“Bolivia ahora tiene una silla efectiva en el sistema internacional, es un país muy respetado”, dijo a Página Siete el viceministro de Relaciones Exteriores, Juan Carlos Alurralde, al hacer un recuento de los principales logros del país en el campo diplomático.
De acuerdo con Alurralde, Bolivia ha emprendido en estos años diversas campañas internacionales inéditas y que han ocupado a todo su servicio exterior. “La declaración a favor de los pueblos indígenas fue una apuesta boliviana, que fue aprobada en las Naciones Unidas”, manifestó.
El país también ha logrado que internacionalmente se declare al agua como un “derecho humano”. Alurralde añadió que “es la primera vez que Bolivia logra que se apruebe por consenso en NNUU una resolución de tal magnitud y que se desprende de nuestra Constitución, incluso desde la ‘guerra del agua’ de abril del año 2000”.
Sobre la declaratoria internacional del Año de la Quinua, la autoridad enfatizó que ello fue producto de un trabajo muy fuerte de promoción en diversos festivales en los que se hizo degustar el producto, como en Roma, Nueva York, Shanghái y otras ciudades.
“Finalmente, logramos que se apruebe (el Año de la Quinua), primero en Roma en la FAO y después en Nueva York, en 2011, en un acto importante para la diplomacia boliviana”.
Otro de los logros es el haber establecido el Día Internacional de la Madre Tierra. “Nunca antes Bolivia había logrado, en un solo año, aprobar tres resoluciones”, sostuvo el viceministro.
Cuando fue consultado sobre la solitaria posición de Bolivia en las cumbres del cambio climático y luego la decisión de construir un camino por el TIPNIS que puede afectar el medio ambiente, Alurralde respondió que en el tema el país está en plena reflexión, en especial sobre los derechos que confluyen en el TIPNIS.
“Nuestra posición en Cancún ha logrado hacer reflexionar a todo el sistema internacional sobre los riesgos del planeta y el país se ha convertido en la conciencia crítica de la Convención de Cambio Climático”, dijo.
También se logró introducir en el mecanismo de la Convención de Cambio Climático una nueva herramienta de protección de bosques que no esté vinculada al comercio, como ocurría hasta hace poco.