El propio presidente Evo Morales reveló que en su etapa escolar no pasó el séptimo curso y que sus padres llevaron un cordero al colegio en el que estaba matriculado para pasar de sexto a octavo.
Evo cuenta cómo pasó de sexto a octavo gracias a un cordero y su experiencia de abanderado
Oxígeno.- Desde la ciudad de Monteagudo (Chuquisaca), este jueves, el presidente Evo Morales reveló que en su etapa de formación escolar no pasó el séptimo curso y que sus padres llevaron un cordero al colegio en el que estaba matriculado para pasar de sexto a octavo.
Morales, que nació en la comunidad orureña de Isallavi, contó que tuvo dificultades para cursar el sexto de primaria y por ello su padre lo obligó a dedicarse a pastear llamas durante un año. Dijo que eran tiempos difíciles para conseguir recursos, razón por la cual tuvo que dejar la escuela.
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“Me acuerdo cuando estaba en sexto pasé ese curso con reforzamiento. Me volví bolero, jugaba con bolitas, pelotero y no estudié. En el año 1970 y al final del año mi padre ha visto mi libreta y dijo: ‘Este chico no sirve para estudiar’, me sacó de la escuela y casualmente ese año había sequía, no había comida en las áreas rurales, y mi padre me dijo (que vaya) a trabajar a la llama”, dijo.
Al finalizar aquella gestión, la de 1970, el padre del ahora Presidente decidió que su hijo retorne a la escuela, a pesar del berrinche del niño, porque éste quería evitar el rencuentro con sus amigos que estaban en un curso superior. “Me he opuesto: ‘mis compañeros iban a estar en octavo y yo en séptimo no’. Me he resistido, he llorado no voy a ir a la escuela, no sirvo para estudiar, yo sólo sirvo para la llama’”, dijo.
“Una mañana, veo a mi padre cargado un cordero en la espalda discretamente y se va a Orinoca. En la tarde vuelve y me dice: ‘Evito, igual vas a estar con tus compañeros’. Me había inscrito a octavo sin hacer séptimo y ha costado un cordero para hacer un curso”, añadió.
Morales relató que cuando se dedicó a pastear llamas tuvo que recorrer largas distancias, desde su natal Orinoca hasta otras puntos de Oruro. La mayor lección de esta experiencia fue que la escuela es importante. En ese sentido recordó que terminó el octavo curso como el abanderado de la unidad educativa.
“¿Que pienso? sexto pasando apenas, séptimo no hice, octavo mejor alumno. Creo que es tan importante el tema del sufrimiento a todo caminando detrás de la llama, seguramente entró en mi mente que para no seguir detrás de la llama hay que estudiar, me imagino así”.