El espectro de la crisis alimentaria internacional amenaza a Bolivia

Bolivia aumentó sus importaciones de alimentos en el último año en un 40%. La Organización para la Agricultura y Alimentación de Naciones Unidas (FAO) y el Banco Mundial alertan sobre ese riesgo a las naciones que dependen de las importaciones para garantizar su despensa nacional, como es el caso de Bolivia.

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Por Francisco Roque Bacarreza, Corresponsal de ANF



Washington, 21 Jul. (ANF) – El espectro de la crisis alimentaria internacional, como consecuencia de la persistente sequía en el hemisferio norte, amenaza la seguridad de abastecimiento de alimentos en Bolivia y el consiguiente impacto económico.

La advertencia compartida por la Organización para la Agricultura y Alimentación de Naciones Unidas (FAO) y el Banco Mundial alerta sobre ese riesgo a las naciones que dependen de las importaciones para garantizar su despensa nacional, como es el caso de Bolivia.

Bolivia aumentó sus importaciones de alimentos en el último año en un 40 por ciento, según informó este viernes “El Diario” de La Paz. Este incremento obliga a erogar mayores cantidades de divisas a la compra en el extranjero.

Estados Unidos, una de las principales naciones abastecedoras de granos al mundo, soporta una de las peores sequías desde 1956 que ha obligado al Departamento de Agricultura a declarar zonas de desastre a ocho estados y 39 condados del cinturón productivo agrícola.

Al finalizar la semana, los expertos han anunciado que los precios del maíz y trigo experimentaran subidas del 50 y 40 por ciento, respectivamente, en la Bolsa de Chicago, donde se cotizan las materias primas, principalmente agrícolas, y que sirven de referencia al resto del mercado mundial.

Al cierre de la actividad bursátil en Chicago, el precio del maíz mantuvo su tendencia ascendente; al empezar la semana el bushel, equivalente a 25 kilogramos, se cotizaba a 7,71 dólares y terminó el viernes en 7,84 para su entrega en diciembre; mientras que la misma unidad de trigo pasó de 8,9 a 9,1 dólares, en tanto que las entregas de soya para noviembre subieron de 15,9 a 16,2.

Mack Sadler, experto del Banco Mundial, dijo a la prensa en Washington que las reservas mundiales de granos están actualmente su nivel histórico más bajo. El funcionario informó que la institución internacional está en permanente vigilia monitorizando la evolución de la situación.

“Estamos inquietos”, declaró Abdoereza Abbassian, experta de la FAO. Los productores estadounidenses proporcionan más de la mitad de las exportaciones de maíz al mundo, un cuarto de trigo y un tercio de soya.

La reducción de los inventarios agrícolas obligarán a los países productores de granos a administrar cuidadosamente sus reservas para garantizar el abastecimiento de su mercado interno, situación que reducirá la oferta para la exportación.

Los expertos advierten sobre el riesgo de explosiones sociales en los países altamente dependientes de las importaciones de alimentos. La situación de desastre en este sentido ya es observada en los países del oeste de Africa.

El cinturón agrícola estadounidense está agobiado desde hace semanas por una tenaz sequía agravada por la escasez de lluvia y las altas temperaturas que esta semana marcaron entre los 39 y 40 grados centígrados a la sombra.

Los meteorólogos pronostican la persistencia de las altas temperaturas hasta finales de agosto, en uno de los veranos más tórridos desde los años cincuenta