Sus ejecutivos preparan un proyecto técnico y financiero. La estatal de aviación de Bolivia está más cerca de volar a Madrid.
BoA planea comprar naves y ya recibe ofertas de fabricantes
PLAN. La idea es que parte de la flota de aviones, que se prevé que llegará a diez, esté integrada por naves propias. 2013 será el año de decisiones para la empresa estatal.
Página Siete / Cochabamba – 30/07/2012
Una de las seis naves aéreas de la estatal BoA. Foto ABI
Boliviana de Aviación (BoA) analiza las propuestas de Boeing y de otros fabricantes de aviones para incorporar aeronaves propias a su flota a partir de 2014.
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“La gente de Boeing ha traído propuestas interesantes para renovar la flota, pero así también ha ocurrido con otras fábricas de aviones que han venido; la próxima semana (esta semana) estará otro fabricante de aeronaves para presentarnos sus opciones”, explicó el gerente general de la empresa estatal, Ronald Casso.
El ambicioso proyecto que apuesta a dotar de aeronaves propias a la empresa de aviación fue instruido por el presidente Evo Morales.
Casso recibe las ofertas y sobre la base de éstas elaborará una propuesta técnica y financiera que luego será presentada a las autoridades para que se tomen decisiones.
“Tenemos el 2012 para estructurar un proyecto (de compra) y 2013 para tomar decisiones, las que se implementarán desde 2014, con una proyección de diez años”, explicó.
El gerente regional de Mercadotecnia de Boeing, Jakob Funkenstein, explicó que están en conversaciones con ésta y otras empresas para llegar a algún acuerdo. Una ventaja que ofrece este fabricante, dijo, es que se incluye promociones y créditos.
El próximo año urgirá tomar decisiones al respecto, según el gerente, porque tres de los contratos de alquiler fenecerán y se deberá decidir si se los renueva o se los cambia por aeronaves que sean comprados por la empresa.
Actualmente, la estatal de aviación cuenta con seis naves aéreas; se prevé que esta semana incorpore a su flota una más. La idea es que hasta 2014 pueda contar con diez aviones, parte de los cuales serán propios.
“No necesariamente tendrían que ser comprados todos, se podría combinar, tener una cantidad de aviones propios, otra parte de aviones alquilados, es así como se hace una aerolínea; podemos ir combinando en el tiempo”, afirmó Casso.
En agosto del pasado año, el presidente Morales ya había cuestionado por qué la empresa seguía adquiriendo aeronaves en la modalidad leasing.
“¿Hasta cuándo seguirán los aviones de BoA en alquiler? Eso ha terminado, es el último avión en leasing o alquiler, y a partir de este momento vamos a trabajar en el Gobierno nacional para que BoA tenga sus propios aviones”, afirmó entonces Morales.
Sin embargo, al año de ese compromiso, el proyecto de compra de aeronaves no pudo ser una realidad.
Entre tanto, la empresa mantiene su expansión y desde este año cubre paulatinamente la salida de AeroSur del mercado.
De acuerdo con los datos de Casso, al primer semestre de este año las utilidades de la empresa ya suman al menos 3,5 millones de dólares, cuatro veces la cantidad obtenida en el mismo periodo del año pasado, que fue de menos de medio millón de dólares.
Ello se debe, dijo, a que la pasada gestión se equilibraron los costos de operación.
La estatal de aviación está más cerca de volar a Madrid
La llegada de Boliviana de Aviación (BoA) a Madrid está próxima a ser una realidad, pues sólo se está a la espera de que las autoridades aeronáuticas de España den curso al modelo de operación que fue propuesto por dos empresas.
El gerente de la estatal de aviación, Ronald Casso, explicó que en la perspectiva de concretar ese mercado, esta empresa ya cuenta con un representante legal en España, es decir que BoA existe legalmente en ese país como una empresa privada con una identificación fiscal, residencia y oficinas.
Adicionalmente, esta representación ya cuenta con dos empresas que realizarán la parte comercial, es decir, la venta de los boletos.
Una vez que se tenga el permiso de las autoridades de España se firmará el contrato con una de las dos empresas, la que volará con su tripulación y aeronaves.
“Nosotros no vamos a operar directamente porque los pilotos y el avión van a ser de la otra empresa, pero los vuelos serán de BoA”, dijo Casso, es decir que será la empresa estatal la que pague impuestos y cubra con los gastos, entre otros.
A lo largo del tiempo, la empresa estatal prevé captar al menos el 50% del total de pasajeros que se trasladan anualmente a ese destino. Según Casso, anualmente viajan a ese país 70.000 pasajeros; si esa cantidad se multiplica por un promedio de 1.000 dólares netos por la venta de pasajes, se estaría hablando de un ingreso de 70 millones de dólares al año. “De eso nos gustaría captar al menos un 50% del mercado, sería un objetivo principal”, afirmó.
Los pasajes estarán a la par de la oferta del mercado, es decir, 1.200 a 1.300 dólares en época baja y hasta 3.000 en época alta.