«Me entristeció cuando Letizia lo dejó todo por su matrimonio. ¡Yo no lo hubiera hecho!»


basma_bint_saudNo todas las princesas son como en los cuentos. Basma bint Saud (Arabia Saudí, 1964), nieta del rey Abdud Aziz, hija del segundo monarca y sobrina del actual rey Abdalá de Arabia Saudí, no lo es. Menor de 115 hermanos, fue criada entre algodones pero decidió romper con su principesco destino y trasladarse a Londres. Allí se ha convertido en una bussiness woman y activista empeñada en denunciar las injusticias sociales del mayor productor de petróleo del mundo.

¿Se siente identificada con el papel de Princesa rebelde?

(Risas) Soy bastante rebelde para proceder de la sociedad de la que vengo. Incluso lo soy si se me compara con otras sociedades. No creo que haya visto usted a ninguna otra princesa ejerciendo de periodista y expresando sus opiniones en público sobre el Gobierno.



La princesa Letizia también era periodista…

Sí, pero su padre no era el Rey y cuando contrajo matrimonio abandonó su trabajo. Yo soy hija de reyes y sobrina de los actuales gobernantes de mi país.

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¿Cuál es su opinión sobre la Princesa Letizia?

Cuando contrajo matrimonio con el Príncipe Felipe leí mucho sobre su orígenes y lo cierto es que me impresionó su trabajo como periodista y su interés por las causas sociales. Me entristeció cuando lo dejó todo por su matrimonio. ¡Yo no lo hubiera hecho!

¿Qué hubiera hecho usted?

Mi marido tendría que haber asumido y respetado mi trabajo. El tiempo de las princesas de Hollywood ha terminado.

¿Qué opina del enfriamiento de la relación entre don Juan Carlos y doña Sofía?

Como miembro de una familia real siempre recomendaría a los matrimonios infelices que se separen, incluidos los monarcas.

¿Qué recuerdos tiene de España? Pasó aquí varios veranos en su infancia.

Fui una de las primeras mujeres árabes en visitar Marbella en 1976. Pasé allí tres veranos. A los marbellíes de entonces les sorprendía mucho recibir a una princesa árabe y lo hacían con mucho cariño. ¡En la Costa del Sol no habían oído hablar de Arabia Saudí!

A través de su blog ha reclamado una Constitución que proteja la igualdad de género, una ley del divorcio o la reforma de las leyes que obligan a las mujeres a estar acompañadas de hombres en sus desplazamientos. ¿Por qué decidió expresar sus ideas en público?

Porque hasta ahora nadie había dado el paso y alguien debía hacerlo. Sentí que era mi obligación. Para mi el título de Princesa conlleva unas obligaciones que me tomo muy en serio.

La censura de su país trató de boicotear sus artículos. ¿Se siente perseguida?

Lo intentaron durante un tiempo. Ahora se han dado cuenta de que no estoy en contra del Gobierno y de que respeto al Rey de Arabia Saudí pero no confío en quienes están impidiendo las reformas en el país. Solo aspiro a dar mi opinión.

¿Corre el riesgo de perder su estatus expresando estas opiniones?

Nunca pienso en términos de pérdida. Lo que hago va en beneficio de mi familia más que en el mío. De hecho no gano nada expresando mis opiniones. Actúo simplemente por el bien de mi país y su Gobierno.

Tiene miles de seguidores en Facebook y de lectores en la red. ¿Es usted una amenaza para el régimen?

En el Gobierno hay dos sectores en este sentido: quienes me apoyan son inteligentes y quieren el cambio, como el Rey. Los segundos se sienten amenazados porque saben que mis ideas son justas.

¿Pero no está poniendo en peligro la buena relación con la familia real saudí con sus artículos?

En todas las familias reales existen conflictos. En España o en Reino Unido existen conflictos: divorcios, retirada de títulos de realeza… Formar parte de una familia real no quiere decir que no pueda haber problemas.

¿Pueden contar con usted quienes están pidiendo reformas desde su país?

Yo misma pido esas reformas. Y digo reformas y no revolución ni oposición porque hay una gran diferencia. Lo que yo pido implica la colaboración del Gobierno. Lo contrario nos llevaría a los tiempos en los que mi país se organizaba en tribus.

¿Respeta el Rey sus opiniones?

Definitivamente. Es un hombre de una enorme cultura que ha aumentado el poder y estatus de las mujeres. Pero desafortunadamente quienes controlan el Gobierno no están implementando sus mejoras y han arruinado sus esfuerzos. Un Rey no lo puede hacer todo. Ni siquiera un Rey.

¿Qué privilegios de Princesa ha perdido por el papel que ha tomado?

He perdido la mansión en la que vivía, un castillo, las asistentas, el servicio, los chófer, los coches… Ahora voy a todas partes por mí misma. Utilizo el metro de Londres con mis hijos y vivo en un precioso chalet en las afueras de la ciudad y lo disfruto mucho.

¿Diría que lleva una vida modesta?

Sí. Llevo una vida modesta si la comparamos con la vida que tenía antes. Pero no me quejo porque comparándola con otras personas, por supuesto, no lo es.

basma_bint_saud_1¿Cómo es su vida en Londres alejada del boato de la realeza?

Estoy involucrada en una organización caritativa, asisto a conferencias y al Parlamento y trato de intervenir en decisiones políticas y think tanks. Me gustaría ser un ejemplo para la generación de mis hijos porque no creo que exista ya una oportunidad para la nuestra. Me gustaría que las siguientes generaciones se sintieran libres de pensar sin nuestra ética conservadora. No quiero que perdamos nuestra cultura pero me gustaría que el mundo árabe se sintiera libre para dejarse volar en la escena internacional preservando lo que hace de nosotros algo especial.

En su biografía reconoce que el primer paso en su rebeldía personal fue dejar un matrimonio infeliz. ¿Sufrió las mismas injusticias que otras mujeres de Arabia Saudí?

Déjeme que lo exprese así: yo no fui forzada a casarme. Lo hice porque ése fue mi deseo. Pero lo segundo que debo decirle es que sí, mi matrimonio fue muy desgraciado. No entraré en detalles pero es cierto que tuve problemas que tienen que ver con las dificultades que atraviesan muchas mujeres en Arabia Saudí.

¿Le supuso eso un problema en su familia?

No. Mi familia me ayudó a divorciarme. Sin ellos me habría quedado atrapada quién sabe dónde. Definitivamente fue una suerte contar con su respaldo.

Usted denuncia que las mujeres saudíes no pueden ir a la Universidad o trabajar sin el permiso de un hombre. Sin embargo cree que no ha llegado el momento de que a las mujeres de su país se les permita conducir. ¿Por qué?

Definitivamente no. Si una mujer conduce y alguien le agrede o la viola, ¿quién va a protegerla? Nadie. ¿Cómo puedo permitir a mi hija que conduzca si sé que, si le ocurre algo, nadie va a protegerla? Antes necesitamos que se respeten nuestros derechos humanos básicos y que se castigue a quien no los cumpla. Entonces dejaré que mi hija conduzca.

Su compañía, Inseed, es una franquicia de restaurantes con cuatro marcas distintas. ¿Cómo ha adaptado su papel de princesa al de mujer de negocios?

Estoy luchando mucho por sacar adelante los restaurantes y lo disfruto mucho. Además me permite estar con mis hijos (24 y 14 años) para compartir conmigo el negocio.

¿Qué proyectos mediáticos tiene?

Preparo el lanzamiento de dos periódicos online, uno en árabe sobre la actualidad occidental para dar a conocer las formas de vida occidentales y otro en inglés sobre la vida árabe. Además produzco un documental sobre la primavera árabe desde un punto de vista humano, no político, sobre las sociedades en las que se vivió ese fenómeno, sobre los refugiados en Líbano y los intelectuales del mundo árabe.

Fuente: www.revistavanityfair.es


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