Jimmy Ortiz Saucedo
Estas son las mayorías nacionales que más teme el gobierno del Presidente Morales, y por tanto, serán excluidas del Censo 2012. Creen que negando su existencia dejarán de existir. Ambas son un estorbo para su revolución indigenista atea. Aunque la mayoría de los “indígenas” son cristianos y mestizos.
El censo comenzó mal, fuertemente cuestionado por la manipulación que se pretende realizar. El pueblo boliviano se da perfecta cuenta de lo que sucede, el gobierno quiere un censo que diga lo que quieren escuchar, que sirva para cimentar su revolución “democrática” y cultural.
Éste censo no será un instrumento honesto de planificación nacional, será por el contrario, un instrumento para justificar su proyecto hegemónico de dominación ideológica. Aunque sea sobre bases falsas, eso no importa, es apenas un detalle irrelevante.
Los pretextos con que los burócratas excluyeron a cristianos y mestizos son ilegales, inconsistentes y hasta infantiles. Quieren tapar el sol con un dedo. Algunos de ellos, como el viceministro Félix Cárdenas, llegan hasta el insulto racista, diciendo que los mestizos no tenemos “territorio, cultura, religión ni idioma” (El Deber 14-08-12).
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Ellos no leyeron el diccionario, la Constitución, ni la Declaración de Durban, emanada de la Conferencia Mundial contra el Racismo de la ONU. Es inquietante la pésima preparación de la burocracia y su calidad humana.
El diccionario de la Real Academia Española define mestizo con tres acepciones, una de ellas expresa: “Dicho de la cultura, de los hechos espirituales, etc.: Provenientes de la mezcla de culturas distintas”. Pero claro, ellos los segaron a la acepción de raza, como si fuere la única, ya que era la que convenía a sus intereses.
La exclusión de la categoría mestizo es una violación constitucional, cosa muy acorde a estos tiempos plurinacionales. La Constitución de la Calancha nos da, el derecho a la autoidentificación cultural, en su artículo 21.1.
El artículo 56 de la Declaración de Durban reconoce: “la existencia en muchos países de una población mestiza con diversos orígenes étnicos y raciales y su valiosa contribución a la promoción de la tolerancia y el respeto en esas sociedades, y condenamos la discriminación de que es víctima, especialmente porque la naturaleza sutil de esa discriminación puede hacer que se niegue su existencia”.
El mestizaje es la esencia de la América Morena, no pueden negar que existimos, por más dogmaticos que sean los revolucionarios, peor aún siendo una clara mayoría.
Con la religión mejor ni se metan. La historia está llena de ejemplos, comenzando con el Imperio Romano; que tanto le gusta a Su Excelencia, y terminado con la Unión Soviética. El primero pasó de verdugo a protector del cristianismo, y el segundo auto-destruido por proscribir a Cristo de su vida. Leningrado no pudo resistir, finalmente volvió a ser San Petersburgo.
Cuidado que la revolución minoritaria de los indígenas ateos, de paso a la revolución mayoritaria de los mestizos cristianos.