Policía da de baja al asesino de Hanalí; la institución conocía de las agresiones a la periodista

Buscado. El teniente de policía Jorge Clavijo Ovando ya tenía denuncias sobre violencia doméstica en 2010 en el Tribunal Disciplinario de la Policía Boliviana; tiene preparación policial en Inteligencia y Contrainteligencia, lo que habría permitido escabullirse.

La Policía da de baja al asesino de Hanalí Huaycho

Clavijo Ovando, con antecedentes de violencia intrafamiliar, tiene preparación policial en Inteligencia y Contrainteligencia, lo que habría permitido escabullirse.

image Foto: Buscado. José Saavedra muestra volantes con la imagen de Clavijo.



La Razón / La Paz

La Policía Boliviana dio de baja de forma expedita ayer al teniente Jorge Raúl Clavijo Ovando, por el asesinato de su esposa, la periodista Hanalí Huaycho Hannover (35), de la red PAT, informó anoche el coronel Rosalío Álvarez, comandante departamental de la Policía de La Paz.

Hasta el cierre de edición, el sospechoso seguía prófugo, por lo que la fuerza del orden solicitó ayuda a la Interpol para capturarlo. El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, indicó que la orden de búsqueda fue remitida a oficinas de la Interpol en Argentina, Brasil, Perú y Chile, Uruguay y Ecuador.

“Se lo está buscando con mandamiento librado por el Ministerio Público”, manifestó.

Crimen. Huaycho —que fue sepultada ayer— recibió 15 puñaladas en el cuerpo, el rostro y los brazos el lunes por la noche en su casa de Ciudad Satélite, en El Alto, donde vivía con Clavijo.

Dejó en la orfandad a su hijo de cinco años, que fue testigo del ataque. Antes de darse a la fuga, el oficial de Policía apuñaló dos veces a su suegra, que trató de defender a su hija.

Según el examen forense, la periodista murió debido a un shock hipovolémico, a causa de dos lesiones, en el pulmón izquierdo y en la región cardiaca.  

“Estamos investigando; si alguien sabe de él, no dude en llamar a la Policía”, dijo el coronel José Saavedra, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz (FELCC).

Clavijo Ovando, con antecedentes de violencia intrafamiliar, tiene preparación policial en Inteligencia y Contrainteligencia, lo que habría permitido escabullirse.

Recursos. “Él habría recibido preparación de Inteligencia y Contrainteligencia (evitar que el enemigo obtenga información secreta y crear desinformación). Sería un conocedor de los procedimientos y protocolos de investigación, por eso hemos querido romper la lógica de la investigación para dar con él”, dijo el viceministro Pérez.

La Policía también busca el vehículo en el que el presunto asesino huyó, un Toyota plateado con placa 2099-DBA.

El coronel Álvarez dijo que el crimen cometido por Clavijo “es una vergüenza para la institución verde olivo”.

“Es muy lamentable, porque el cruel asesino es miembro de la Policía y nos avergüenza demasiado; la Policía ha desplegado todos sus esfuerzos para capturar a este sujeto”, dijo.

Ayer la Fiscalía y la Policía inspeccionaron el domicilio donde ocurrió el ataque, en el lugar no había bebidas alcohólicas.

Pérez convocó al oficial a que se entregue voluntariamente a la justicia nacional

Policía conocía de las agresiones a Huaycho

COMO EN MUCHOS OTROS CASOS DE VIOLENCIA MACHISTA, LAS DENUNCIAS NO FUERON TOMADAS SERIAMENTE.

image Los Tiempos

La marcha en La Paz, la sede de gobierno. – Apg Agencia

El teniente de policía Jorge Clavijo Ovando, buscado como sospechoso de la muerte con 15 puñaladas a su excónyuge, Hanalí Huaycho, reportera de la televisora PAT, ya tenía denuncias sobre violencia doméstica en 2010 en el Tribunal Disciplinario de la Policía Boliviana, “por supuestas agresiones físicas y verbales, en su condición de policía”, informó ayer el diario digital Oxígeno.

No obstante, como es el caso de muchas otras mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, su denuncia no mereció atención, y terminó asesinada.

Según reconoció ayer el propio vicepresidente Álvaro García Linera, el año pasado 120 mujeres fueron asesinadas en el país por sus parejas y más de 100 mil denuncias de violencia doméstica llegaron a las comisarías, pero sólo 51 terminaron en sentencia.

Una marcha en la sede de gobierno protestó ayer por la muerte de Huaycho y contra la violencia machista. Los manifestantes ingresaron a la plaza Murillo, pero fueron gasificados.

El Vicepresidente anunció que se acelerará la aprobación de una ley contra los asesinos de mujeres que incluya el feminicidio y la condena a 30 años de reclusión sin derecho a indulto. “Estamos en las últimas correcciones; nos esforzaremos para que tenga un tratamiento expedito y es posible que la siguiente semana ingrese al plenario” de las cámaras legislativas, dijo García ayer en rueda de prensa.

El proyecto de ley en curso modifica el actual Código Penal que no reconoce la figura del feminicidio, asesinato de mujer por razón de género, e impone una condena de 30 años de cárcel sin derecho indulto, máxima pena en el país, y castiga toda violencia física contra la mujer con penas de cuatro a ocho años de cárcel. Además creará un tribunal especial para atender esos casos.

También incluye un polémico artículo referido a la castración química para violadores.

No obstante, de acuerdo a los testimonios de mujeres que sufrieron agresiones y las entidades que atienden esos casos, el problema de fondo no pasa por la aprobación de más leyes, debido a que las existentes no se cumplen, sino a la poca atención e importancia que se dan a estos casos en las entidades que por ley están obligadas a atenderlos.

El crimen de Huaycho y la agresión también que sufrió Lenny Flores Montero en Santa Cruz, ambas por sus exconyuges, desataron la indignación de organizaciones y del propio Gobierno, todos coincidieron que debe acabarse con el silencio de las mujeres que son víctimas de violencia doméstica. Un grupo de ministras y las presidentas de las cámaras de Diputados y Senadores se sumaron ayer a la marcha organizada por los periodistas para condenar estos hechos y exigir acciones concretas que protejan la integridad de las mujeres.

Defensor del Pueblo

“Profundamente impactados por el asesinato de la periodista Hanalí Huaycho Hannover, en circunstancias que corresponden al delito de feminicidio con todas sus agravantes, y ante la evidencia de que este caso se suma a las decenas de mujeres víctimas de la violencia criminal, la Defensoría del Pueblo expresó su condena y exigió a las autoridades que se investigue, se detenga y se castigue con la mayor severidad al autor del crimen.

Además, a través del comunicado, reclaman a las autoridades por la lentitud y en algunos casos la inacción con que se trata el tema del feminicidio, especialmente en el ámbito de la prevención y la protección a mujeres denunciantes de violencia doméstica e intrafamiliar.

“Alertamos una vez más sobre la necesidad de realizar un diagnóstico y una reestructuración a fondo en la Policía, especialmente en la formación en materia de derechos humanos de sus integrantes, a fin de que se oriente su actuar hacia la defensa y protección de los ciudadanos”, agrega.

Marcha es gasificada

La Paz | Los Tiempos

Cientos de personas, la mayoría mujeres, asistieron ayer a la marcha convocada por los colegas de la periodista Hanalí Huaycho, asesinada con 15 puñaladas por su exconyuge, un policía quien hasta ahora está prófugo.

La marcha se inició a las 15:45  en las afueras del salón velatorio “El Manantial”, donde los familiares de Hanalí velaban sus restos.

Sobre su ataúd, en medio de docenas de ramos de flores, estaba la foto de ella junto a Carlitos, su pequeño hijo de cinco años, quien presenció el crimen que su padre cometió contra Hanalí además de herir a la madre de la periodista cuando ésta quiso defenderla.

Sin embargo, pese a las heridas, la madre de Hanalí estuvo presente en el velorio, al que asistieron varias autoridades, periodistas y sus compañeras de colegio.

Una parte de los asistentes se unió a la marcha por la justicia de Hanalí y de otras cientos de víctimas cuyas muertes han quedado en la impunidad, la misma que recorrió las calles de Miraflores hasta llegar a una de las esquinas de la plaza Murillo, y otra parte siguió el cortejo fúnebre que trasladó los restos de la periodista hasta el cementerio general.

Sin embargo, para sorpresa de los manifestantes que entonaban lemas rechazando la violencia, la Policía recibió la orden de no dejar pasar la marcha hasta la plaza Murillo, lo que ocasionó mucha molestia. Hubo empujones y la Policía gasificó a varias personas que estaban al principio de la marcha.

Finalmente, la Policía dejó pasar a los manifestantes que se reunieron frente al Palacio de Gobierno pidiendo que el feminicidio sea incluido en el Código Penal con la pena máxima de 30 años de cárcel, exigieron a la Policía detener a su asesino.

555 muertes de mujeres en cinco años

Desde 2009 a la fecha en Bolivia murieron unas 555 mujeres a consecuencia de problemas con sus cónyuges, casos a los que se sumó el de Hanahí Huaycho en La Paz y Lenny Flores Montero en Santa Cruz, ambas acuchilladas por sus exconyuges, aunque la segunda sobrevivió.

“El problema del femicidio es real y existe y es grave”, manifestó la presidenta de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos de Bolivia, Yolanda Herrera, en alusión a la cantidad de víctimas.

Dijo que actualmente el femicidio está tipificado como homicidio culposo, cuando este tipo de hechos están volviéndose constantes, al extremo de que esposos, cónyuges, enamorados y novios están dando muerte a sus parejas en varios puntos del país.

Los casos de femicidio se dieron en mayor número en El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz; en el caso de Tarija la incidencia es menor, aunque también ocurrieron y el problema se agudiza, muchas mujeres, por temor, no vuelven a denunciar a sus agresores.

“Cerca del 88 por ciento de víctimas de violencia intrafamiliar tienen miedo a volver a denunciar a sus parejas o a las personas que conviven con ellas, los servicios de protección a la mujer no cumplen su rol, son ineficientes, ineficaces, las desprotegen”.

De acuerdo a Herrera el año 2012 alrededor de 77 mujeres perdieron la vida en circunstancias parecidas, es un problema social, no privado, sino público. “Si no se toma conciencia de ello, lamentablemente sigue ocurriendo, el problema de la violencia intrafamiliar es un asunto serio en Bolivia, por las connotaciones machistas, de discriminación, de abuso de poder”, sostuvo.