Tropiezos de la diplomacia del mar

Harold Olmos

harold olmos La unanimidad que rodeó al gobierno en los pasos relativos a la reivindicación marítima parece haber empezado a romperse. Dos conocidos articulistas, atentos al tema por el papel que jugaron en la diplomacia boliviana, han criticado con preocupación este fin de semana los movimientos más recientes y los consideran desafortunados para la causa que abrazan los bolivianos: la gestión del presidente Morales ante el ex presidente Carter y el retiro del tema nacional de la agenda que guiará las sesiones de la OEA la próxima semana en Guatemala. El guante fino con el que los dos comentaristas trataban este tema parece agotado.

En un artículo en el diario La Patria, de Oruro, el ex vicecanciller Marcelo Ostria Trigo afirmó que “tras la presentación de la demanda de Bolivia contra Chile en la Corte de la Haya la posición del actual gobierno chileno –que desde su inicio fue dura y aun intolerante– se ha radicalizado.” “Por ahora, dice, se ve muy lejana la posibilidad de una negociación directa, como las de 1950 y 1975; esto, para gozo de los halcones chilenos, contrarios a una solución efectiva de la mediterraneidad de Bolivia.”



Ostria Trigo, ex embajador en Israel, Hungría y la OEA, fue uno de los artífices de la reaproximación con Chile en 1975 con el “abrazo de Charaña” de los generales Banzer y Pinochet, y es considerado entre los que mejor conoce de la cuestión de la mediterraneidad y sobre la negociación frustrada para conseguir una salida directa al Pacífico sobre la frontera chileno-peruana. Es la primera vez que opina públicamente sobre la cuestión desde que el gobierno nacional optó por el camino a La Haya tras los acercamientos con los presidentes Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.

Otro diplomático y ex ministro, Manfredo Kempff Suárez, opinó en El Diario, que el retiro de la cuestión marítima del temario de la asamblea de la OEA “deja una sensación frustrante, un tufillo a desistimiento y abandono de uno de los pocos logros diplomáticos bolivianos que producían escozor y malestar en la Cancillería chilena… (Con) la resolución de 1979 apoyada masivamente en La Paz y las subsiguientes resoluciones del organismo, Bolivia abrió un espacio de discusión sobre la necesidad de que nuestro vecino diera pasos efectivos hacia una solución de nuestro justo reclamo”.

Insertada en los temas anuales de consideración de la asamblea a partir de entonces, la resolución obligaba a Bolivia y Chile a abordar el tema e informar a la región. Esa resolución fue considerada como la mayor hazaña diplomática de Bolivia en reclamo. Las opiniones de los dos ex diplomáticos podrían provocar otras sobre el nuevo paso dado por Bolivia. “Parece -dice Kempff- que con la nueva Diplomacia de los Pueblos que ha instaurado el MAS… Chile ya no tendrá que preocuparse de la OEA”.

Ambos consideran inútil el viaje del presidente Morales y el encargado de la gestión boliviana en La Haya, el ex presidente Eduardo Rodríguez.

Ostria Trigo subraya que “el canal de Panamá fue devuelto luego de una negociación bilateral” y que no se parece a la situación que se ha creado con la demanda en La Haya. “Es impensable… que La Haya acepte influencias… para fallar en las causas judiciales que le han sido presentadas. Es un tribunal serio, idóneo y con una conducta nunca observada como parcializada”.

Kempff nota la coincidencia entre el anuncio del retiro de la demanda boliviana con el viaje a Georgia donde procuró “arrancarle (al ex presidente norteamericano) una promesa extemporánea e inútil de mediación con Chile.” Y ahora, dice, Bolivia está con las manos atadas y no podría plantear su reclamo en otras instancias internacionales a causa de la demanda ante La Haya.