Con total desvergüenza, el embajador de la dictadura cubana en Bolivia, Rolando Gómez, dijo públicamente que su país se ha hecho cargo de los sistemas de seguridad en tres aeropuertos internacionales y zonas fronterizas de nuestro país.“Ese proyecto está avanzando muy bien (…) esperamos que se creen las condiciones desde el punto de vista logístico para seguir avanzando en los otros puntos que han sido identificados. Es control biométrico con datos en línea que son utilizados por la Dirección de Migración, el Ministerio de Gobierno, etcétera, para el control de todas las personas que entran y salen por la frontera boliviana”, indicó el diplomático castrista. Y no se trata de control migratorio normal, ya que Gómez fue específico al agregar que el monitoreo tiene por objeto evitar el ingreso de “personas que quieran atentar contra las conquistas sociales”.En realidad, se trata de un control ideológico/policial por el cual los regímenes neo-autoritarios de América Latina buscan blindarse contra la libre circulación de personas y de ideas: “Todos nuestros países que estamos en proceso de culminar nuestra segunda y definitiva independencia estamos amenazados contra algunos poderes que pretenden violar nuestra soberanía, utilizar y saquear nuestros recursos, es una lucha permanente en la cual debemos defendernos para mantener las conquistas sociales y un proceso encaminado al pleno ejercicio de la autodeterminación”.Las declaraciones de Gómez confirman lo que ya era vox populi: la creciente injerencia del régimen caribeño en los asuntos internos de Bolivia, una auténtica tutoría política doblemente peligrosa por provenir de un sistema totalitario y liberticida…[email protected]