El presidente Evo Morales reaccionó violentamente contra el anuncio del gobierno colombiano de un próximo convenio de cooperación a firmar con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), señalando que la medida es “una amenaza a nuestro continente, a Latinoamérica, es una agresión, una provocación a gobiernos antiimperialistas”.La destemplada pataleta presidencial puede ser interpretada desde varios ángulos:1.Evo le hace los mandados a Maduro. En momentos de tensión entre los gobiernos de Nicolás Maduro en Venezuela y Juan Manuel Santos en Colombia, luego de que este último recibiera al opositor Henrique Capriles, Morales parece lanzarse al ruedo para “pelear las luchas de Maduro”. Una vez más, el presidente cocalero actúa no en función del interés de la política exterior nacional, sino de sus mandantes de Caracas.2.Complejo ideológico. La OTAN fue la gran “Bestia Negra” del comunismo, toda vez que esa alianza militar detuvo al expansionismo de la URSS en Europa, contención que a la larga contribuyó al derrumbe del imperio soviético. Algo que está muy presente en la “memoria ideológica” del socialismo del siglo XXI y que alguien que se define marxista-leninista, como Morales, no podría obviar. 3.Contradicción respecto a las soberanías nacionales. Evo se ha mostrado celoso a la hora de defender sus opciones en materia de alianzas internacionales, como en el caso de su acercamiento con el Irán fundamentalista de los ayatolas, alegando que nadie podía entrometerse en esa decisión soberana. ¿El argumento sólo es válido para las decisiones de los regímenes que, como el suyo, se unen al club de las dictaduras, pero no se aplica a las alianzas entre países democráticos? [email protected]